miércoles, 11 de diciembre de 2013

TRAVESIA INTEGRAL DE LA CORDILLERA CANTABRICA (4ª Etapa)

SOMIEDO: EL CORAZON MAGICO DE LA MONTAÑA ASTURIANA

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Somiedo es la tierra mágica por excelencia, ya el teósofo Mario Roso de Luna lo describió en “Los Tesoros del los Lagos de Somiedo”, y también su escudo heráldico nos habla de extrañas doncellas apenas cubiertas con “vieiras santiaguistas” con serpientes entrecruzadas. Esa es la tierra que debemos cruzar, en la cuarta epata de este arcano viaje por la Cordillera Cantábrica, que como extraños minotauros (ciclista y su bicicleta) vamos camino de San Emiliano.

4 Etapa de la Travesía.
  • Punto de Salida: Santa María del Puerto (Somiedo)
  • Punto de Llegada: San Emiliano (León)
  • Punto del recorrido: La Cueta- Murias Chuengas, Camayor-La Farrapona- Torrestío-
  • Longitud: 45 Km
  • Desnivel aproximado 1.200 mts.
  • Horario 5 a 6 horas
4 Etapa

Del mismo Puerto de Somiedo, (1.485 mts. altt) situado en la cabecera del Río Sil, parte la cuarta etapa.

Un limpiado y rápido engrase a la cadena y diversos puntos de rozamiento y ajuste de frenos fue todo lo que precisaron nuestras ágiles monturas. Un opíparo desayuno de campaña fue el combustible para que nos echáramos a la faena de cada día.

Cruzamos la carretera general en el mismo pueblo de Santa María, y tomamos un camino que se abre paso entre las murias de huertos y prados, y que en suave ascenso va hacia el Collado La Bobia. La ruta va poniendo todos nuestros músculos en su sitio de forma suave haciendo el efecto de un buen estiramiento, desarrollos grandes para ir ganando el Alto de Rañadoiro, y al menor repecho plato pequeño y vamos jugando con el amplio núcleo del piñonaje.

En la zona de Rañadoiro se dobla para descender en dirección a la Fuente de la Bruja y posteriormente pasar entre Cabrillanes y Valdefornos, tras cruzar el riachuelo de Pradiella, donde el grupo se entretiene por un buen rato cruzando el pequeño arroyo y sacando fotos una y otra vez. Hacer calor, y no importa demasiado mojarse.

Lo cierto es que el grupo cada día tiene pintas cada vez extrañas, pues del tibio moreno estamos pasando al moreno tizón lo cual contrasta vivamente con la crema blanca para proteger los labios, es como si una banda de negros zumbones de las películas de los años 40 se hubiera montado en bicicleta y le hubiera dado por cruzar en BTT estos parajes.

Seguimos por la amplia pista, fuera aún de los límites del Parque de Somiedo, camino del pueblo leonés de La Cueta, que cruzamos muy temprano, a estas alturas del día en Somiedo siempre aprieta el calor de madre. Del pueblo, salimos por el viejo camino real que va hacia Valle, atravesando las praderías de Espinas.

Tras rodar de forma apacible unos 3 km de pista el valle LLaguezos, éste se va cerrando delante tenemos las paredes de Peña Chana, llegamos a la altura de la cabaña, y el camino por una zona de genista y brezos, que nos obligan a echar de nuevo la BTT al hombro, más adelante una zona muy quebrada nos impedirá también rodar, y de esta guisa nos arrimamos al collado que da paso entre Llagüezos y La Paredina, el Collado Sobrelagua, que da paso a la braña de Murias Llongas. Este es uno de los puntos más alto de esta parte de la ruta

Baja hacia Murias Chuengas fue algo de brujería, tal vez producto del agua tomada anteriormente, de pronto vimos al fondo de la vega un grupo de personas, y luego ellos nos vieron bajar como alma que busca compañía. Eran miembros del grupo de montañeros Torrecerredo que tomaba su merecido descanso y tentempié a la sombra de la braña de Murias Chuengas o Llongas, y que estaba realizando su travesía de la Cordillera, aunque en sentido inverso y a pie, unos 15 días de marcha: Nosotros tan solo en nueve teníamos pensado cruzarla.

Cuando cruzamos esta parte de territorio somedano (Collado de Sobrelagua) aún no se había declarado el Parque de Somiedo, seguramente que ahora para hacer esa ruta hay que tomar en La Cueta, el PR.AS 16 hacia el collado de Peña Salgada y bajar luego hacia las brañas de Sousas, y llegar por pista al pueblo de Valle, luego tan solo tendríamos que seguir por la pista ahora medio hormigonada hacia el Lago de Valle, y entroncar así con la ruta original que llevamos el Alto de la Farrapona.

La bajada hacia Murias Chuengas, como dicen los autóctonos, fue de un kamizace que espanta, nos desquitábamos así del barullo de metros que perdíamos. Nueva sorpresa, esta vez relacionada en parte con el escudo heráldico de Somiedo, aunque vez sin vieira santiaguista, pero en culote y en bicicleta de montaña, que nos acompañó por unos kilómetros nos subió la moral, pues no en vano aún teníamos horas muy duras de pedaleo hasta el Alto de la Farrapona, nuestra compañía torció a la izquierda hacia Valle y de ahí hacia Pola de Somiedo.

Nosotros cruzamos la pista que va desde Valle, al hermoso y mágico Valle del Lago, con pena de no poder acerarnos hasta ese mítico lugar que tan bien describió Mario Roso de Luna, pero el tajo que teníamos era lo más inmediato. Habíamos perdido una buena cantidad de metros que debíamos ganar de nuevo. Cruzamos la pista de Valle y a la altura de la Fuente del Cután nos internamos por la pista que se abre paso entre el Auteiro y la braña de la Corba, hasta concluir como pudimos en la Braña de Sobrepena, en este punto se terminó nuestra alegría.

La falta de camino, la multitud de senderos inciclables, y la pendiente, nos obligaron a echar sobre el hombro o sobre nuestras espaldas la trotona (BTT) hasta concluir tras sus tres cuartos de hora en el punto más ciclabe de la amplia Vega de Camayor.

Mirar atrás era comprobar que habíamos cruzado el amplio valle glaciar de Valle, con un desnivel entre la subida y la bajada de aproximadamente unos 1.200 mts. ¡ Que pena que no hubiera una enorme tirolina que hubiera unido Peña Chana con el Tarambicu, o tener una bicicleta como la de ET, que pudiésemos sacar de la biblioteca alejandrina que según Roso de Luna se escondía por el Trambicu. y poder volar¡

Rodamos ya de forma relajada por los amplios praderíos de Camayor y Camenor, asomándonos a cada lago: Cerveríz, Calabazosa, que dio refresco a nuestros exhaustos cuerpos. No por ello dejamos de visitar el Lago de la Mina y hasta el de la Cueva, esperando ver salir un dragón alado que nos pudiera llevar sobre su prodigiosas alas y en un suspiro hasta San Emiliano.

La magia de lugares como éstos tienen un extraño magnetismo, del cual en ocasiones se nutren los escritores, y Somiedo es eso y algo más.

Es una tierra paradójica donde se juntan dos raros mundos el de los Vaqueiros de Alzada y el de los trashumantes. O donde uno se encuentra en las empinadas laderas de Peña Orníz, con infinidad de trocitos de tribolites y arrecifes.

Es legendaria esta tierra de los “Parrondo” los arrieros somedanos que iban camino de Castilla con sus salazones y sus extrañas costumbres, Por algo un buscador de mitologías y grandes misterios esotéricos como Mario Roso de Luna hizo de estos lugares el centro mágico de su novela, escondiendo en ella la mítica biblioteca del saber, la perdida biblioteca de Alejandría.

Las leyendas están bien, pero aún nos faltaba subir al alto de la Farrapona, que a pesar de ser buen terreno, o por ello el repecho se nos atragantaba en la encallecidas piernas.

Tras llegar al alto , y sin dudarlo un minuto, nos echamos pista abajo como alma que lleva el diablo hacia el punto de comienzo del Camín Real de la Mesa, que dejamos a un lado, cruzando el pequeño pueblo de Torrestío, donde ya tomamos contacto con el asfalto y seguir sin pausa hasta Torrebarrio, y luego en un santiamén a Santo Emiliano.

Víctor Guerra. Un viejo biker de los 80

viernes, 6 de diciembre de 2013

EN BTT POR LA SIERRA DE TINEO

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  • · Punto de partida y llegada: La Espina (Salas)
  • · Puntos de Paso: Alto La Degollada- Campu de Calñu-Cada El Puertu- Bustillan_ Valsoereo-Brañalonga- Faedo
  • · Longitud: 32  Km
  • · Horario: 4 horas
  • · Desnivel de Ascenso Acumulado: 986 mts
  • · Desnivel de Descenso Acumulado: 954 mts
  • · PARTICIPANTES: Javier Paredes, Albano Capezzali, Miguel Álvarez Martínez ; Pablo Díaz, Leopoldo Figuera, Rubén Malgor, Borja Marrón, y Rodrigo Fernández.
  • INDICE IBP INDX: 75
Ruta Prevista (naranja) y ruta realizada (morado)

Esto del invierno es lo que tiene, que las previsiones son esos previsiones, y cuando uno cree que podrá ser un día ideal para rodar, pues resulta que se convierte en un pequeño infierno.

Y eso fue lo que nos sucedió este fin de semana pasado, los días anteriores al sábado en que realizamos la ruta, hacía frío pero no llovía, y algunas previsiones nos daban un ciclo medianamente benigno, pero nuestra experiencia nos dice que eso vale para toda Asturias menos para La Espina, pues ya son varias veces las que venimos a ciclar a la zona y nos vamos con el rabo entre las piernas por el frío o por  la nieve, sin olvidar cuando casi  nos desmayamos de calor y deshidratación

En esta ocasión queríamos rodar la Sierra de Tineo y pasar luego de Valsoredo hacia Las Rubias, cruzando la carretera de La Espina  para subir luego hacia la Sierra La Cuerva y a la Espina. Pero fue llegar a nuestro lugar de cita en la Espina, y comprobar que la cosa se presentaba un tanto dura, pues la lluvia hizo acto de presencia una vez posamos nuestros pies en dicha zona, lo cual ya hizo que algunos nada más llegar a la cita se dieran la vuelta, y otros incluso no llegaran ni a salir de casa.

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Por lo tanto nos lo tomamos con tranquilidad tanto el desayuno en el Café París, (La Espina)  donde ya nos reconocían desde las propietarias hasta los parroquianos,  como con los últimos toques  en  las "trotonas" y pertrechos.

Una vez bien calzados y vestidos y viendo que la cosa amainaba nos pusimos en marcha tomando la dirección a Tineo para tomar el primer desvío hacia Brañalonga, al poco de meternos por ese acceso y tomar un pequeña bajada nos desviamos por un camino a la izquierda que en fuerte rampa va por lo que se llama la Caleya de Arriba, la cual presentaba un aspecto un tanto terrible pues tanto sus embarrados firmes como los tramos de prado eran como un auténtico velcro para nuestras ruedas.

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Poco a poco fuimos ganando los prados de la parcelaria yendo camino de el Monte de la Preda, con rampas muy duras  por las trepaban el joven Pablo, Boja del C. BTT Valles del Oso, y Rodrigo a acompañado de los Raposos BTT, Miguel y Javier Paredes, por atrás el resto, de esta manera nos ibamos pareando con las La Peñas Las Ourales. Una vez ganado el altozano de las praderías, nuestro gozo en un pozo, el camino estaba cerrado por una alambrada, y antes nosotros  se extendía una extensa mata de matorral y cotolla.

l Google Ehart y la cartografía al uso, 1:25.000 y 1:10.000  nos dicen que de frente a nosotros  había camino, y el verbo ideal es ese "había",  por tanto  una vez cruzada el cierre  Rodrigo, y Borja, y ALbao Capezzali, fueron abriendo camino por entre la cotolla, en ocasiones veíamos la antigua caja del camino, pero el abandono ha echo que el vial despareciera comido por tanta maleza.

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Poco a poco, buscando por aquí y por allá llegamos a las zonas más abiertas, que nos dio paso ya por camino amplio y bueno a  la zona del Alto de la Degollada. Un consejo si hacen esta ruta, les lo bueno es que se echen más a la izquierda y pierdan algo de altura para remontar los pardos o salir por el Camino de Santiago de la Espina y subir hacia La Degollada  en mejores condiciones.

Una vez en la Degollada, nos fuimos por el camino de enfrente, como ya es norma  en franco ascenso dirección Suroeste por la Sierra de La Michariega o de Tineo, unos mapas dice una cosa y otros otra, a partir de aquí  el tramo ya presenta otro aspecto, estamos rodando por pistas amplias ya que se han utilizado y se utilizan para los trabajos de los Parques Eólicos.

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Tras la tregua climatológica de apenas una hora, hicieron aparición las primeras lloviznas y nos refugiamos por unos instantes en el soportal de una las instalaciones del Parque Eólico, lo justo para colocarnos los chubasqueros y ya prepararnos para otro día de agua, lluvia y niebla como el de la semana pasada.

A partir de este momento, cuando hay que rodar en condiciones extremas, es cuando se agradece la inversión en calzado tipo los botines tipo Northwave o Mavic, o en guantes tipo Endura, o en  chubasqueros de buena calidad, al final terminas pagando más dinero y también las inclemencias, pero un poco más tarde que el resto, y cuando  te llega el turno pues sufres pero algo menos y  ruedas de forma más confortable durante un buen tramo, y sino que se lo digan a Chaveli  y su sudadera de surfista.

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Según coronamos la sierra, el tiempo arreció y este ya no nos dejó en toda la mañana. Ganamos en las peores condiciones el lateral del Miru del Touru, pasando por delante de la Fuente El Palu, sin apenas ver nada, para dejar de lado las grandes pistas eólicas e irnos por los caminos laterales, hasta cruzar la carretera TI-1 prosiguiendo nuestro inicial rumbo hacia el Pico Valle de la Presanueva  y concluir en el Campu del Calñu..? por encima del pueblo de Llanoriego.

Una muestra de nuestro pelear cotidiano.

Será aquí en  este punto del cumbral, a unos 1004 mts de altt, cuando olvidemos la derrota que hemos traído Dirección Oeste, ahora toca cambiar  rumbo, dando la espalada e irnos dirección Noreste, por la otra vertiente de la cumbral pero dejando de la do  la pista de los eólicos y meternos por el bosque de pinos para encontrar un viejo camino que va por debajo de toda la Sierra cara Oeste, por el Camín de la Pedrera donde Albano entierra su rueda 27,5 hasta los corvejones.

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El primer tramo dubitativo nos permite llegar al viejo camino y bajar por el de forma cómoda  hasta concluir en el conocido punto de la Casa el Puertu.

Ni la niebla nos dejó disfrutar del pinar de la bajada hacia Casa del Puertu, ni nos dejaría un solo instante ya en nuestro ascenso por carretera hacia los Altos de Bustellan.

Una vez que dejamos atrás unas instalaciones tanto de Teléfonos, primero y luego otras del Parque Eólico, nos desviamos por la derecha por un camino que va por en medio del pelado Monte Pasadín, al emnso a estas altura para llegar al Pico Gallo y la Peña Cezures, ambas con apenas algo más allá de los 1000 mts., de altura.

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La idea era seguir hacia Alienes y sobre el pueblo virar hacia Valsoredo, pero ya había compañeros con las ropas y calzado muy mojado, y sin recambio, y el tiempo no tenía pinta de mejorar, o sea que tras dejar el último molino eólico atrás y un asombrado Guarda Forestal del Principado en su coche el cual se explicaba  que hacíamos en la zona con dicha panorama, nos abrigamos con lo último que nos queda… y tras pasar la Peña Las Muelas y llegar al Campiechu, atrás quedan las pistas de los eólicos y decidimos viendo que el mundo de la cotolla que surge de nuevo, seguir por la pista que dobla sobre sí misma por el lugar de Abedeitos, cuya traza además  baja si cobardía alguna hacia el pueblo de Valsoredo.
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El descenso se deja notar pues en Campiechu estábamos a 7º  y ya en Valderedo a un poco más  de los 500 mts de altitud, hay unos  7º;  pero aun así lo que nos resta de recorrido  es mucho todavía , pues de seguir la ruta prevista habría que bajar hasta la carretera de Luarca-La Espina y luego subir por las Rubias hacia las Gallinas. Apenas si entre la niebla divisamos las Rubias y Socolina.

La verdad es que viendo el panorama,  y como  se quedaba el día de agua y niebla, le echamos un vistazo a la zona para articular otra ruta por estos bellos parajes; y nos fuimos sin más  tregua por la carretera adelante hacia Brañalonga y Faedo, observando el profundo valle por el que surca la citada carretera que une la costa (Luarca) con estos altos parajes (La Espina)

Tras unos 8 kilómetros de asfalto entramos más que ateridos de nuevo en La Espina, eso sí con una buena mojadura, y una buena ración de niebla. ¡¡Qué sería de nosotros sin nuestros queridos y no siempre bien valorados GPS.?

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Como ya es costumbre tras cambiarnos de rompa nos recompensa de la dura batalla  la amabilidad de las mozas del Café París, y su buen caldo y variados pinchos, y el  buen bizcocho que Miguel se empeña en meter en su taza de ardiente chocolate, y de esta manera damos por finalizada nuestra ruta por estos fronterizos parajes de la Espina, decidiendo que esta próxima semana nos vamos a la playa…

Victor Guerra. Un viejo biker de los años 80.

martes, 3 de diciembre de 2013

TRAVESIA INTEGRAL DE LA CORDILLERA CANTABRICA (3ª Etapa)

                                              POR TIERRAS DE SOMIEDO
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Hace ya un porrón de años y al calor del desarrollo del Mountain Bike en Asturias, una serie de bikers liderados por Javier Gómez (Torreblanca) no echamos al monte a recorrer en 9 días la Cordillera Cantábrica. Hoy vuelvo a traer el recuerdo de esta aventura de hace 22 años,  ahora que el Club que fundé  hace 25 años ASTURCON BTT participó en esta aventura

Lo cierto es, que la práctica de la BTT, es sufrida y requiere conocimientos a muchos niveles, conducción, mecánica, coraje, y sobre todo ganas, muchas ganas, y más si uno se desenvuelve por un medio físico como la media y alta montaña asturiana, pero ese esfuerzo a veces tan intenso de pelear con la trotona y la orografía tiene sus compensaciones y rodar por los espacios abiertos somedadnos es uno de ellos.

  • Tipo de Ruta: Travesía.
  • Punto de salida: Orallo (León).
  • Punto de Llegada: Santa María del Puerto.
  • Longitud 23 km.
  • Desnivel acumulado: 1000 mts.
  • Horario : 5 a 6 horas.

RUTA: A la pequeña aldea leonesa de Orallo se llega desde Villablino, y se continúa hasta su entronque con la Nª 631 ( Villager de Laciana), donde arranca un ramal dirección Norte, que en apenas 4 km. nos pone en el punto de partida de esta bella ruta por tierras somedanas.
La etapa que el grupo de betetistas debe afrontar, es la tercera de la travesía de la Cordillera Cantábrica, y abandona la tierra quemada de días atrás adentrándose en espacios más abiertos y oblongos.

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La calurosa mañana invita a tomar la bicicleta todo terreno (BTT), y afrontar el reto de los escasos veinticinco kilómetros del recorrido que nos llevarán hasta La Peral, aunque las cristalinas y rumorosas aguas del río Orallo nos invitan a sesteo. A la voz de ¡ya!, el “Boss” de la expedición (Javier Gómez) nos pone en marcha, y poco a poco vamos dando las primeras pedaladas por un amplio camino que tiene por vecino al Río Orallo que busca las suaves laderas del circo que forman el Pico Cogollo, Pico Triesa, Collado Tres Lagunas, y el Chao de los Bueyes, y donde se sitúa la fuente del Cabril.

Como lentos bueyes vamos pedaleando, pues el esfuerzo ya se nota en las doloridas y fatigadas piernas, y como no, los pesados desayunos que deglutimos para poder aguantar las ruta, lo que contribuye a que en los primeros kilómetros nos movamos con parsimonia vacuna. Galbana que nos cae en las primeras rampas a la altura de las Casa de Castrocollar, dirección a la estrechura que aprieta al río a la altura del Pico de Llanos Secos. 

Pasamos al lado de la escondida fuente Pastores sin apenas verla, y enfilamos por terrenos de pradería hacia Majada de Vega Ancha, donde avistamos las primeras ovejas merinas del camino.

La soledad hace su agosto en estos parajes, de los cuales surge el pastor de las merinas, con sus fieles escoltas: mastines de fieras “carrancas” por aquello de los lobos; y que tras preguntar que hacían unos locos como nosotros rodando por aquellos lares, y máxime cuando en Rusia había habido un golpe de estado.

Nos miramos perplejos, días sin oír la radio ni ver la televisión, hacían que la noticia que nos llegaba en tierras somedanas por un pastor de Extremadura, lo cual constituye todo un alarde de la globalización, el mundo cayéndose y nosotros trotando alegremente camino de la Collada de Cerezales. La bajada por las laderas que se descabalgan desde Las Cerezales hacia la Braña Los Cuartos, o Branaviecha, como la conocen los autóctonos, es una pasada, pues nos permite bajar por sus verdosas laderas, sin peligro alguno haciendo alguna que otra cabriola trialera. 

Eso sí, culo atrás y muy parapetados tras el manillar y bajando mucho el cuerpo para que el centro de gravedad quede lo más bajo posible, pues la empinada bajada es de las que dan miedo, y esa es la postura ideal para su descenso. Aún no había los esperpentos de BTT de ahora con suspensión total.

Han de tener en cuenta los ciclistas que acabamos de entrar en el Espacio Protegido del Parque Natural de Somiedo, y hoy, Reserva de la Biosfera, y hay ciertas regulaciones que nos pueden afectar a la hora de ciclar por estas latitudes. Se aconseja informarse antes de emprender rutas como la señalada.

Pasamos al lado de la Fuente del Piojo y enlazamos con el camino que viene de Villar de Vildas hacia la Braña de los Cuartos, un pequeño tentempié al pie de las “pallozas cabanas de teitos” y tranquila contemplación de los parajes por donde corretea el oso cantábrico. El farallón del Cornón vigila todo nuestro itinerario y la presencia del oso.

La verdad es que las bajadas son una maravilla, pero no hay pan si torta, y eso significa que para llegar a nuestro destino el Puerto de Somiedo, debemos afrontar la tachuela del Camino Real que pasa por el Collado La Enfestiella, que está a 16.85 mts de altitud, y separa el Valle de Villar del Valle del Cigüeña, y hoy marcado como PR.AS-14.

El desnivel es brutal, y aunque el camino que se abre a la derecha en dirección a Villar de Vildas, entre la genista negra parece factible su rodadura, lo intentamos ciclar, aunque hay tramos que no hay manera de hacerlo, lo que nos obliga, como ya empieza a ser costumbre a su buena media hora de BTT al hombro, pues el esfuerzo de forzar algunos tramos con todo el piñonaje metido, plato de 30 dientes y piñones de 28, apenas si nos permiten rodar más que uno metros, antes de enfilar peligrosamente hacia el terraplén que se abre a la derecha.

Como no hay peor cosa que sufrir y levantar la vista para ver cuánto queda, pues en nuestra peculiar tortura, nuestro particular GADU, nos echa un capote y nos rodea con una densa niebla, que no nos permite ver nuestro sufrido trayecto. De esta guisa remontamos el collado y damos vista al Valle de La Peral.

El olor de la genciana, y la niebla que quedó más abajo, nos indica la altitud a la que estamos, en cuyas cercanías encontramos la fuente de los Borrones y una charca estacional para ganado que está medio seca. A partir de aquí se nos abren diversos senderos valle abajo hacia los prados de Las Malladas, bajada bonita y perfecta, para recompensar el esfuerzo de la pateada por el collado anterior. Las velocidades van en aumento, lo que significa que el camino cada vez se hace más evidente y con buen firme..

La Peral es un precioso pueblo estival de los vaqueiros de alzada, rodeado de pastos que son objeto de una utilización rotacional, generalmente de abril a septiembre u octubre, aunque algunas se aprovechan todo el año, y otras sólo se rentabilizan en los meses estivales o invernales; el régimen de uso está muy relacionado con la altitud, la abundancia de pastos de siega y la disponibilidad de otras brañas. Medio centenar de ellas conserva teitos, cabañas de planta rectangular con techumbre de escoba o, en su defecto, piorno; en el pueblo podemos ver varios ejemplos.

Los repechos hacia el Puerto de Somiedo se hacen duros, pero no hay otra posibilidad que subir hacia él, y debemos hacerlo por asfalto, y máxime si nos queremos meternos en algún berenjenal judicial por adentrarnos en zona de uso restringido. Por lo cual sin salirnos un ápice de los caminos y carreteras emprendemos la subida por la dura rampa hacia Santa María del Puerto (1.486 mts. altt.), donde nos espera el vehículo para trasladarnos hasta Pola, para darnos una cena a base de buen filete de carne roxa, será toda una recompensa, pues la siguiente etapa tiene lo suyo, y querer ir lo más ajustado al eje de la Cordillera Cantábrica, trae como consecuencia estos grandes esfuerzos bicleteros.

Atrás queda una ruta de veintitrés kilómetros, con otro desnivel acumulado que no somos capaces de bajar de los mil metros, y con unas 5 a 6 horas desde que salimos del campamento anterior en Orallo, y que bautizamos por la dureza del collado de Enfestiella, como “ Por favor, más no ”.

Víctor Guerra

domingo, 1 de diciembre de 2013

MORELLA SINGLETRACK . UN nuevo referente de la BTT?

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Lo cierto es que van surgiendo nuevas formas de entender esto de la construcción de Centros de BTT, de una primera hornada donde había una buena parte de intervención en el terreno ahora pasamos a nuevos enfoque de recuperación de senderos de una forma muy artesanal y poco hiriente con el territorio y con la historia, un poco al revés de como se entiende en Asturias  de intervenir más y más sobre el terreno, no hay nada más que ver algunas actuaciones denominadas “endureras” que por ahí pululan.

En nuestro caso BTT ASTURIAS hacemos BTT, si podemos pasar por donde hemos previsto bien, y sino buscamos otro lugar tampoco nos complicamos la vida, y en eso coincidimos con el proyecto de Singletrack de Morella, que exponemos en esta ocasión la experiencia, pues será nuestro próximo destino a visitar como antes lo hicimos este verano a Zona Zero: http://www.bttasturias.net/2013/08/zona-zero-un-centro-btt-en-el-punto-de.html



Víctor GUERRA. Unviejo biker de los años 80

viernes, 29 de noviembre de 2013

EN BTT DE MALLEZA AL PICO AGUION

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Foto de Rubén Bardera
  • · Punto de Partida y Llegada: Malleza (Salas)
  • · Punto de Paso: Villarín- Andolinas- Ermita de La Cerezal-Pico Aguión-Valderrodero-Mallecina
  • · Kilómetros de la Ruta: 32
  • · Horario de la Ruta: 5 horas
  • · Desnivel Ascenso Acumulado: 1.188 mts
  • · Desnivel Descenso Acumulado: 1.1218 mts
PARTICIPANTES: Rubén Bardera, Albano Capezzali, Oscar Soria, Miguel Ángel Álvarez Martínez, Jesús Gómez, Marcos Fuentes Cernuda, Juan Moreno, Noelia Rojo…
  • · INDICE IBP INDEX: 113
Este fin de semana teníamos como propuesta ciclomontañera rodar por los entornos de Malleza y la Sierra de Curiscao, DIcho y echo por lo cual avisé a mi amigo Paulino Lorences, para que a las 9 de la mañana tuviera,  a ser posible, abierto su Chigrin de Malleza, en el poder reconfortarnos con un café y unos "llambionaes", antes de acometer la ruta prevista que era ni más ni menos que subir hacia el Pico del Aguión.

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Y así fue, en una mañana fría,  con unos escasos  6º  y  con aguacero a mansalva, y rachas de crudo viento del Norte, salimos de bar más pequeño de Asturias: el  Chigrin de Paulino, dispuestos a lidiar con la ruta. En un principio la había diseñado para salir desde La Espina y desde ahí subir a las Gallinas para bajar luego a Malleza,  y de nuevo remontar al Picu Aguión camino de nuevo a La Espina;;  pero  hacía tan mal tiempo y la tentación de visitar a Paulino Lorences en su nueva iniciativa chigrera era muy fuerte, optamos por salir de Malleza y hacer un bucle con esos puntos de paso ya citados.

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Es de honor en la zona dar una pequeña vuelta por la Pequeña Habana, para ver las casonas y la grandiosidad de este pequeño pueblo salense, y de esta guisa ya enfilamos  hacia la carretera AS-225 para bajar por encima del Cementerio de Malleza hacia el desvío de Villarín; pasando antes por delante del Palacio del Conde de Toreno.  Un kilómetro más abajo dejamos la carretera para desviamos a la izquierda por la carretera local SL-14 que nos bajó hasta el río Aranguín, desde cuyo cauce pues  hay que remontar  a través de  las primeras rampas  de la jornada, eso sí asfaltadas,  hasta el mismo pueblo de Villarín.

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Tras desayunarnos con esta importante subida,  a la mitad del pueblo tuvimos que tomar un descanso, tras el cual al retomar resuello se nos incorporó al nutrido grupo biker, un persistente compañero de cuatro patas al que bautizamos como  "Moro. Se trataba de  un cachorro de pelo negro y buena grupa y de mediana talla,  que no nos abandonó hasta el final de la ruta, o sea que se chupó los 32 km al trote.

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Si lo de subir a Villarín era durillo, la cosa se fue complicando aún más… pues ante la bifurcación, ya  en lo más alto del pueblo, nuestro track nos llevó por el camino que sube de frente, para después tomar el ramal de la derecha un poco más adelante, dejando  otro que va por debajo de la Riega La Bordinga. Nuestra opción que en principio era como ya dije salir de  La Espina, para bajar  por estos lares , pero  al cambiar la cosa, la subida  se tornó  más dura  dado que a la pendiente se unió el piso de "enrrollado" de resbalosas piedras que hicieron que tuviéramos que patear durante un buen tramo ladera arriba,  eso sí para sufrimiento de nuestra nueva incorporación el  amigo Juan Moreno.

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Fuimos  ganando a pulso el poder desembocar en otra bifurcación más liviana, y hasta podía haber sido más calma,  si el amigo Jesús  Gómez  no fuera de explorador y tomara la pista más dura, la  que subía recta dirección Norte, buscando el arrimo del Pico Andolinas, más adivinado que entrevisto.

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Al final   este tramo de pista que medio se iba cerrando de vegetación también presentaba sus buenos repechos, tras su culminación  en BTT y a pie salimos a una pista que viene de la zona de la Castañal. Tomamos el ramal ascendente que va por debajo del límite municipal y del Pico Andolinas, para ir virando un poco hacia el Oeste en la misma medida que ganábamos la línea cumbral; es decir que una vez se llega a la zona alta uno dándole la espalda al citado pico. Y lo cierto es que fue una pena no poder ver ni un palmo delante de nuestras narices,pues el espectáculo sobre e el valle de Malleza en buenas circunstancias  de visibilidad es impresionante.

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En esta ocasión además tuvimos el agravante de que al llegar a la cota de los  700 mts altt.;  se dejó notar el frío intenso y un fuerte viento lo cual hacía que la sensación térmica fuera impresionante y si a ello unimos el agua, pues tenemos la componente final de un día de perros, nunca mejor dicho.

Ganado lo alto de la cordal proseguimos rumbo Oeste al abrigo de la sierra. que aún se eleva unos metros  por encima de nosotros y que parte nos abrigaba de los vientos dominantes.

En realidad aunque no veíamos un pimiento, estábamos en ese instante por encima de Gallinero, pero muy altos, en concreto en el lugar denominado El Picón, un abierto collado, donde los molinos eólicos rugían de lo lindo al mover sus palas.

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En ese punto se viramos al Norte para subir por la Sierra de los Baos,  hasta el Cueto de Baos  punto clave del nacimiento de la Sierra de los Cuatro Vientos,  la denominación hace honor a la situación que vivíamos; de este modo tambien es cierto que dimos por unos instantes  vista la valle de Brañaseca, que estaba algo más despejado,  perdiendo de vista por un tiempo el valle de Malleza-Mallecina.

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Ganado el promontorio del Cueto con 786 mts de altt.; se vira dirección Sur durante  unos cientos de metros para virar al Oeste de nuevo, y  ganar la solitaria Ermita de Cerezal  donde nos refugiamos por unos momentos para dar cuenta de nuestras vituallas y darle parte de nuestra comida a “Moro”  por sus inestimables esfuerzos y correteos, la cecina y las rajas de lomo adobado le debieron saber a gloria y darle fuerzas para el resto pues de contento echaba  carreras a nuestro alrededor y no perdía la cabeza del grupo .

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Desde Lendepeña, el sendero trazado que habíamos ido trayendo por  la cumbral adelante es amplio y cómodo, pues se trata de pistas a cuyos bordes se sitúan los molinos eólicos que pueblan toda esta zona , por algo se llama la Sierra de los Vientos, que en esos momentos  castigaba de madre nuestros ateridos cuerpos, aunque al ver a Marcos Fuentes Cernuda de culotte corto, uno creería que no debería hacer tanto frío, aunque pensamos que tal vez esa resistencia debiera ser producto de ser un natural de estas tierras, en concreto del pueblo xaldo-vaqueiro de  Socolina.

Una vez dejamos atrás el refugio de la Ermita de La Cerezal,  el track que había  dibujado para esta ocasión, toma  la deriva hacia el Sur, camino de Malleza. Lo cierto es que sin un GPS, con estas densas nieblas y cantidad de pistas  no saldríamos de la zona.

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Llegados a Cerezal, se sigue  por la línea cumbral hasta cruzar la carretil medio asfaltado que sube de los pueblos de Gallinero y Borducedo. Nuestra ruta prosigue por el límite municipal  adelante siguiendo la línea de sierra pasando por las inmediaciones del Pico Corcinera, que no vemos,  y punto  donde ya viramos dirección Sur en franco descenso,  para descanso de Juan Moreno que estaba  al límite y con algunos calambres.

De este último recorrido conectamos con la Sierra de Curiscao, pasando al ladito mismo de la Estación Radar Meteorológico de Aguión con sus 927 mts. de Altt., y sin ver ni siquiera la base.

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Por debajo del Pico Aguión, vertiente Este, tomamos una abandonada pista que se fue convirtiendo en sendero,  y que abría paso por la ladera del Monte Silviella, y por debajo de la Llaguna, camino de la Sierra de San Juan. Es un camino divertido pues la amplia pista se ha ido  quedando reducida a tan solo un sendero de unos 40 o 50 centímetros de firme por donde transitamos tanto nosotros,  como nuestro amigo "Moro" que nos pide paso con la pata de potro que había encontrado.

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En un enclave de pistas,  damos la espalda al cruce y nos vamos por la pista-camino que baja hacia el pueblo de Valderrodero, un camino en descenso  sin mucha complicación, y ya había ganas de concluir hasta “Moro” ya quedaba a la retaguardia. AL final del descenso  nuestro amigo y viejo compañero en esto del cicleteo Rubén Bardera, a las puertas del pueblo al intentar hacer una foto resbaló  y se hizo daño en una pierna. Todo el día por las alturas y se cae en el pueblo y en parado. Una Lástima.

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Llegar al pueblo de Valderrodero, es llegar al mundo del asfalto. Nos hubiera gustado ciclar hacia Brañaivente, que hace años fue abandonado por sus moradores…, pero al final al estar empapados y con tanto frio, Noelia ya iba por el tercer par de guantes,  y Juan Moreno ya iba más que tocado,  pues optamos por subir hacia Mallecina  por carretera y luego dejarnos caer hacia Malleza, donde el amigo Paulino Lorences, tan servicial como siempre,  nos tenía preparado un caliente caldo de "pita viella" que nos devolvió a la vida de sentir nuestras extremidades tomar vida.

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Tras ello no quedaba otra que  devolver a nuestro querido amigo "Moro",  hecho unos zorros tras la paliza a su hogar,  en Villarín, dando de este modo la ruta por terminada.
Victor Guerra. Un viejo biker de los  años 80.
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