viernes, 28 de noviembre de 2008

Por Leitariegos y Villablino

Punto de partida: Puerto de Leitariegos

Punto de Llegada: Villablino

Kilómetros del recorrido total: 34 km

Desnivel Ascenso acumulado: 1.540 mts

Desnivel de Descenso acumulado: 2.032 mts

Horario: 6 horas

Puntos de paso:

La vuelta a los picos del Chano los Bueyes y Chano Seco, es toda una experiencia ciclomontañera.


Track de la Ruta


La idea de esta ruta vino de la mano de Roberto.G. Riesgo, Delegado de la Asociación Internacional de Mountain Bike (IMBA- Asturias) que quería comprobar una serie de posible de impactos sobre viales y camperas que podían quedar tras pasar por la zona unos 230 ciclomontañeros en septiembre procedentes de la XIX Travesía Cantábrica de Asturcón BTT.


Y así enfilamos desde el pueblo de Leitariegos, el GR 203 Por dónde Camina el Oso, que se toma a la derecha de la carretera que atraviesa el pueblo en dirección a la Bacheira y Los Faros, una subida que así de bote pronto y a la altura que se rueda se hace un tanto durilla dados los repechos existentes, eso sí con buen firme.


Al poco ya queda allá abajo el pueblo de Leitariegos, y el espectáculo de las alta cordales que rodean este extremo asturiano son impresionantes, guardando además en su interior recorridos maravillosos como pudimos comprobar el año pasado en Campeones, que publicamos toda la serie de recorridos del GR 203.

La cumbre del Picarín pronto se hace patente, aunque no la veamos, pues nos colocamos encima de ella en un pis pas, para desde ella virar hacia el Este para buscar la linde primero regional que separa Asturias y León, y luego parroquial que deslinda Leitariegos de Llamera.


Tomamos como referencia las distintas señales del GR y la alambrada en Cechau de la Laguna, la cual se va a constituir en toda una referencia durante bastante buen rato, aunque el GR se va por la derecha de la alambrada, y eso hizo que no se publicase la ruta en Campeones dadas las bajadas de escobas y tan poco ciclables, en esta ocasión esa dureza va a desaparecer pues a la altura de la laguna Viveiro que nos marca la señal de situación del GR, vamos a plantear toda una alternativa que hará la ruta más llevadera, aumentando su ciclabilidad al 90%.

A la altura de la Chana de los Peñones hacia la Laguna Viveriro, pasamos al otro de la alambrada, para tomar una pista que se ve clara y hermosa al otro lado de la linde, solo hay que tener una precaución, y es no irse mucho hacia la izquierda, aunque tampoco importaría mucho en todo caso la altura de la laguna de Viveiro la pista iría a las brañas de Lindapeña, a cuya altura deberíamos doblar hacia la derecha, rumbo Este para retornar otra vez hacia la alambrad que hace de linde fronterizo.


El GR se echa ladera abajo siguiendo la linde de alambre por unos desbroces que se han hecho con tal intención de facilitar el paso peonil, pero además de haber tramos poco ciclables, los rastros dejados por el desbroce pueden causarnos heridas graves, de ahí que recomiende la pista que va casi paralela a buscar el collado bajero que queda en plena Braña de Prado Cerrado, cruzamos la alambre, y no hay que ir valle abajo sino bordear la mata de piornales y escobales girando sobre nuestra derecha sin ganar ni perder altura hasta desembocar en la braña Vallerona.


En este tramo tendremos alguna ayuda señalitica, pero tampoco excesiva, en la braña la cruzamos dirección Norte para meternos en la estrechura del collado de Recuelabre, con tramos poco ciclables, y un sendero bastante estropeado que tremendo descenso, nos deja ante la pista que viene de Cacabiecho y va hacia Genestoso, bordeando de este modo el Chao de los Bueyes

Nosotros apenas si entramos en el pueblo aunque merece la pena hacerlo y degustar en el bar del hostal sus viandas que son muy buenas, nosotros ya íbamos tarde y antes de entrar en el pueblo, sin llegar a tocar asfalto, tomamos otra pista que bordea dicho pico por la otra vertiente y que está marcado como PR, o sea que ahora seguimos una marcas blancas y amarillas, camino del Cabril.


La subida se hace bonita por pista ancha y sin pérdida siguiendo la riega los Corros, ahora queda a nuestra espalda todo el circo que cordales que rodean Genestoso como los Chanos de la Gobia y el Pico Fanarrionda, y la senda de la Gobia de Cibea que los asturcones desecharon para campear por la Collada Acebal, dejando una de las excursiones más placenteras de la zona y que lleva directamente al Acebo.


Seguimos subiendo lentamente, cuando dando pedal, cuando empujando la trotona, pues dos días seguidos de ruta y a principios de temporada, no da tiempo a recuperar, pero la subida se hace prácticamente entera montados.


Roberto iba con sus fotos a la vez que le iba comentando los diversos efectos de los impactos en los viales por escorrentías, por compactación de coches y ganados, por abrasión , etc, lo cual poco a poco mientras íbamos viendo la sucesión de túmulos devastados de la vega que da paso al collado de Tres Lagunas, al que llegamos tras charlar un buen rato con dos paisanos de Genestoso que bajaban con sus caballerías.


Tras pasar la estrechura que da paso a paso a la zona de Tres Lagunas, todas ellas secas en esta época del año, el PR del Cabril gira a la izquierda para buscar la collada de Carbazosa, pero nuestra ruta se echa dirección Sur, buscando la senda mejor por entre los brezales que marcan el camino por el ancho valle que baña la riega de Orallo.


La bajada es a través de un estrecho sendero muy pisado por el ganado que nos va llevando por la derecha de la riega, que se va haciendo más profunda a medida que vamos bajando, al otro lado de ésta se ve un camino como más claro pero bajando no merece la pena cambiarse de ladera, siguiendo de este modo bajo la sombra de los Altos de Sierra Sopeña y los Tambarones.

Poco a poco el sendero va virando hacia otro valle que hay a la derecha, en Chano Seco, para empatar un poco más adelante con una clara pista que va mejorando a medida que vamos devorando con mas desarrollo, del que hemos metido en todo la ruta, ahora si que los frenos se ventilan.


Algún que otro camino a derecha e izquierda pero seguimos por la pista principal que nos presenta a la altura del pueblo de Orallo, una alternativa más de tierra y viejos caminos, por lo cual se vira a la derecha, cruzando la riega de Orallo y siguiendo las marcas anaranjadas de algún otro evento, pasando por encima del pueblo y de la zona de Los Cuarteles.


Sí se vine un poco justos de fuerzas el sendero presenta una serie de repechos que van tomando altura hacia la zona de Fagueñas, que hacen maldecir a más de uno cuando propuso hacer esta variante, que yo creo que son planos de mina, pero en algún lado hemos dejado uno, y nos hemos subido al siguiente.


Dejamos atrás Fagüeñas y bajamos hacia una escombrera, donde casi nos atropella una lady Godiva al trote con su caballo; sobrepuestos del susto, en la escombrera encontramos un sendero que nos baja a la parte última de Coaballes de Abajo, ahora solo hace falta cubrir los kilómetros que hay hasta Villablino dando por terminada nuestra ruta, un taxi nos puede ayudar a recuperar los vehículos que hayamos dejado en Leitariegos. Fin de la ruta, montuna donde las haya.


Victor Guerra

viernes, 21 de noviembre de 2008

Por tierras de Salas (Cordal de las Traviesas)

Punto de partida y Llegada: Salas

Kilómetros del recorrido total: 30 km

Desnivel Ascenso acumulado: 836 mts

Desnivel de Descenso acumulado: 859 mts

Horario: 3 horas

Puntos de paso: Mallecin- Casazorrina- La Sala- Cermoñó. Borreras- Santa Eufemi- Sobrerriba-

Salas. La placidez de un concejo muy desconocido para el ciclomontañero.

Tenía desde hace tiempo la idea de sacar una serie de recorridos como para rodar una mañana, enfocados para aquellos que no dispongan de mucho tiempo, y con las premisas de que estuvieran más o menos cerca a la tan trillada zona central asturiana, y que en tiempos invernizos fueran de fácil realización dada su configuración en longitud y altitud.

Por eso que desde que conocí las aldeas vaqueiras de Buspol y el Pevidal, con esos recónditos valles entre los corredores del Nonaya y del Narcea, pronto articulé una serie de recorridos que iré exponiendo a lo largo de este año y que son ideales para cumplir esos objetivos de los que hablado.

Recorridos que se ha ido configurando, no como uno los diseñó, sino como la propia configuración geomorfológica y el viario de la zona nos ha obligado a articularlos, pero no por ello pierden su esencia y belleza.

Se parte de Salas, no sin antes haber dado cuenta de unos Carajitos del Profesor, en la clásica y conocida cafetería Paraguay, para tomar a continuación el Camino de Santiago dirección a Oviedo, y que se toma en la primera rotonda según se sale del pueblo, tras cruzar la AS- 226 por el lugar de Mallecin.

Una traza que pronto nos va a presentar la vestusta cara del vial caminero jacobita, zonas de una belleza de cuyas muestras vamos a encontrar más adelante. Cruzamos por el provisional paso que se ha habilitado en la recta de la nacional 634, en la que se ha de extremar las precauciones en el paso, para darnos de bruces con una torre del siglo XV que luego comentaremos. Se cruza el Nonaya y entramos sin más problemas en el pueblo de Casazorrina.

Tras algunas vueltas, el personal autóctono, viendo que no nos convencían para ir por la carretera, nos indicó que en la mitad del pueblo hay que girar a la derecha en dirección al rio Nonaya y cruzarlo para ponerse al pie de la boscosa ladera, a cuyo pie nace una esplendorosa pista, que bien resguardada por la vegetación toma altura por La Puntona arriba hacia Casas del Monte, y Casa Muñiz.

Subida que no presenta más problema técnico que la fortaleza, pues la subida es mantenida y en ocasiones obliga a sentarse en la punta del sillín y apretar el desarrollo, de esta guisa subimos hasta Casa Muñiz donde la jarca de perros de la casa nos enseñaban los colmillos, de manera que salimos raudos hacia el pueblo de La Sala, dejamos la carretera que va hacia El Otero, y seguimos trepando por el interior del poblamiento hacia la corota del pico Dornón, o La Rubiera , pues los mapas no se ponen de acuerdo en el nombre o en su ubicación , y en cuyos aledaños se cruzan varias líneas eléctricas.

Una vez en la cocorota seguimos por el camino hormigonado que nos lleva a una cabaña para seguir hasta desembocar en una pista en cuyo vértice se cruzan las comentadas líneas de alta tensión. En la pista se gira a la izquierda parfa ir por entre la Tierra de Baxo y la Riba, camino de La Teyera Alta, a nuestro paso contemplamos unos inmensos maizales, guarecidos en el fondo de una suave vaguada, se prosigue la pista que de rumbo Sur pasa a tomar dirección Este.

Dejamos los ramales que salen a la izquierda, para doblar un poco más adelante ante una zona de cierre de bloque-piedra, y seguimos por esa pista cambiando el rumbo al Oeste, y colocarnos en la cumbral del Alto de la Llaguna, para desde ese atalaya contemplar las tierras salenses, de Belmonte, y Narcea.

Tras ello, desandamos el camino hasta el cierre de ladrillo del prado y cogemos el ramal derecho que va buscando las tierras de Cermoño, a la vez que vamos cambiando los firmes de tierra por los de hormigón. A los pies del cerro Los Lanos, que preside la aldea de Cermoño, una joven y bella autóctona, nos dio todo tipo de explicaciones para poder proseguir nuestra ruta, que en un principio se iba hacia El Pevidal, pero la opción era que desde esa posición teniamos mucha carretera, por lo cual recordando una conversación con mi amigo hiramista Paulino Lorences, recordé lo de un viejo Camino de las Traviesas.

La joven vaquiera o xalda, pues hasta ese punto no llegamos, nos indicó el camino a seguir hacia Santa Eufemia; Se baja pues como hacia Cermoño y antes de llegar al pueblo en un recodo del camino se toma la pista de hormigón de la izquierda para subir un poco, y abandonarla cuando entra en otro pequeño valle, allí nuestra ruta deja la cómoda pista y entra por un camino en descenso para encararse rumbo Este, por una suerte de caminos que se van enhebrando de forma muy sugestiva y amena, desfilandode esta manera por la zona del Veigallau, y por debajo de los promontorios de Entrepicos, La Escrita la sierra de Las Trviesas y Peña Burreras.

De este modo entramos en la aldea de Borreras siguiendo la huella de las Ermitas, primero pasamos por la del Cristo de la Salud y después enfilamos hacia la de Santa Eufemia, por lo cual seguimos por un viejo carretil que nos deja ante Casa Aníbal, ( una madura pareja tipo “Escenas de matrimonio” que nos invita a sidra de la buena o sea de casa, y cuya botella bajamos en un pis –pas, el bueno de Poldo y el que suscribe.)

Desde Santa Eufemia, nadie sabía indicarnos de camino alguno para bajar hacia la Cornellana, solo parece que está la carretera SL- 7, antesde bajar a ella, subimos al pico Los Tayos, pero apenas si adivinamos nada más que la masa boscosa que se deja caer hacia el Nonaya.

Regresamos a Santa Eufemia, y nos vamos carretera abajo para abandonarla a la altura del promontorio de Los Carbayinos o la Lomba, donde tomamos un camino a la izquierda en franco ascenso para dar a la vertiente de Cornellana, digamos que es un atajo caminero para quitarnos el rodeo de la citada picorota. La bajada bonita y con cierto sabor de vial ganadero, que tiene a ser devorada por la vegetación , nos abrimos paso de este modo hasta el pk 11 de la carretera SL -7 y seguimos por ella hasta las primeras casas de Sobrerriba, donde los conocidos hitos del Camino de Santiago nos echan hacia el viejo vial jacobita.

La ruta cierra de este modo el bucle virando al Oeste dejando los valle del Narcea y yendo hacia a la cantarinas aguas del Nonaya, por las zonas conocidas como Las Tierras y la Tempranas, rumbo hacia Llamas y su cantera, de nuevo camino de firmes de tierra que nos deja en un tramo asfaltado que nos guíasin pérdida hasta Villazón.

El camino jacobita con las marcas y los jalones de hormigón nos indican el rumbo a seguir, que siempre busca el acompañamiento del río Nonaya, pasada la zona de Fuente Caliente, con sus fríos bancos de acero , el camino entra por un traza d sendero insertado en medio del bosque, lo cual lo hace idóneo para un buen remate de ruta, tramos de una belleza antigua, cargada de iniciáticos viajes de fruidas y hadas, ya que el bosque respira humedad y musgo a cada poro.

De esta forma entramos de nuevo en zonas más soleadas como las de Casazorrina, donde los amables paisanos, que nos dieron las indicaciones, charlotean con nosotros sobre lo malo que está el campo. Proseguimos viaje hacia Salas, buscando el cobijo de la torre del siglo XV que añora poder hacerse con ella el catedrático y experto en turismo Muñoz de Escalona, con el que charlamos unos minutos, para seguir ya sin más pausa hasta Salas, dando por finalizada esta corta pero bella ruta.

Victor Guerra

Como siempre el track de la ruta en la pagina de Asturcon BTT blog

sábado, 15 de noviembre de 2008

“DE PANES POR ALEVIA CAMINO DE LLANES”

Tipo de Ruta: Longitudinal

Punto de Salida: Panes

Punto de Llegada: LLanes

Puntos del recorrido: -

Longitud: 38,5km

Horario: 4, 30 horas

Desnivel en subida Acumulada: mts

Desnivel d bajada Acumulada: mts

Ver la costa es todo un aliciente y rodar por sus acantilados es un placer.

TRACK DE LA RUTA

La zona del Cuera siempre ha tenido un fuerte atrayente sobre los ciclomontañeros, y una vez más, el decano Club Asturcón BTT, convocó una bonita travesía entre Panes y Llanes a través del Pico el Paisano, a la que acudieron travestidos con sus flamantes uniformes de Danyma-Asturcón BTT, total unos 16 participantes.

La salida de Panes, como siempre espectacular tras cruzar el remansado Cares-Deva, con sus cristalinas agua camino de la carretera local que sube sin piedad por la PB-2, en duras rampas, que en esta ocasión el personal se tomó con calma.

Las vistas sobre Picos de Europa, una vez que cogemos altura sobre el gran plató de Panes, con los serpenteantes ríos que se matrimonian en el pueblo, El Cares por un lado, y el Deva por el otro, hacen de la zona toda una delicia fotográfica, a la cual Toñin saca partido.

Alevia, sorprende por su monumentalidad, las casonas son impresionantes, al igual que su torre, faro radiante de toda la Peñamellera Baja, al fondo pues eso, los Monts Vindius, a un lado, y al otro ya en tierras de Cantabria la Sierra de Urgabes, y sus invitadoras pistas.

Alevia tras ganar una buena porción de altura, nos presenta la dura pista de hormigón, antes era un camino que por supuesto era inciclable, y que sube entre Buyeza y Los Llabardones hacia los Praos del Medio, al pie del Pico Llueres; ahora al estar hormigonado pues apretando pedal y metiendo todo el desarrollo se va ganando metro a metro todo el desnivel que se coloca en los 600 mts., eso si ganados en menos de 6 km.

Las vistas dados los aguaceros de los días atrás, indescriptibles tanto hacia el Sur, como las que nos presenta la rasa costera. Seguimos bordeando en plano la ladera de LLueres que abandonamos hacia la derecha, por el primer desvío que se abre hacia el valle abandonando de este modo la Sierra del Cuera. La bajada tras tanta lluvia presenta una bajada descarnada, con tramos técnicos, al menos para los que vamos con Btt clásicas sin suspensión de ninguna clase.

El descenso nos lleva directamente hacia la aldea de La Pereda ubicada al pie de la carretera AS-343, se gira a la izquierda para desfilar por el eje asfaltado que cruza todo el valle de La Borbolla, yendo hacia Boquerizo, dejando atrás el pueblo y la carretera se entra por La Cotera hacia Parrade de Tresgrandas con un rampón de aquí te espero, a los 12 km. de ruta, tras lo cual se nos presenta una bajada lleva hasta el desvío hacia el Molino de Redondal, dirección que debemos tomar.

El rincón es de lo más fotogénico, y más con el sol que inunda este solitario caserío al borde las remansadas aguas de Río Pisa, se prosigue ruta subiendo por el único camino disponible dirección a Carranzo, donde la Señora suegra de Carlos, nos tiene preparado todo un pincheo, donde no falta la tortilla, empanadas y hasta postres caseros, que algún que otro glotón degustó hasta dejar unas pequeñas sobras como recuerdo. Recuperado el resuello salimos de Carranzo por la Iglesia para subir por un empinado camino de bellas traza, con “un perfecto firme que mostraba a las claras la técnica del “enrollado” que hicieron las delicias de Nespral, que se lo subió montadito, hasta concluir unos metros más arriba en la carretera LLN-4 que sube a la Sierra Plana.

La vista de la rasa costera, desde la Sierra Plana no tiene descripción posible, y lo cierto es que demoramos unos minutos contemplando la estampa antes de bajar como balas por asfalto hacia Buelna, cruzamos la carretera y nos vamos por las trazas del Sendero Costero. E-9 que va a buscar las orillas de las bravías aguas cantábricas.

A la altura de la ensenada de Buelna, doblamos a la izquierda siguiendo la escasa señalización que queda aún en pie del GR. E- 9 que busca las tierras de Llanes, contemplamos pues el vandalismo y la poca sensibilidad del ayuntamiento llanisco y del propio Gobierno Regional por no cumplir sus compromisos de mantenimiento con las infraestructuras ciclistas y senderistas en materia se señalización y mantenimiento.

El camino por estos lares apenas si presenta problemas, pues se trata de seguir la margen costera hasta desembocar en Pendueles, donde vemos vegetar los sueños de recuperar el viejo palacio y sus increíbles miradores. Parece ser que el proyecto se vino abajo, y pese a que los cartelones nos muestran una bella restauración, la realidad es cruda y ha parece que el proyecto ha dado en quiebra.

Salimos de Pendueles por el camino denominado El Común , que nos aleja por unos momentos de la cornisa en nuestro rumbo hacia Vidiago, dándonos de bruces con su cementerio, las prisas ya son tantas que el personal pese a mis requerimientos no se detiene para contemplar las tumbas y el propio recinto funerario, seguimos dando pedal a base de plato mediano y pequeños desarrollos, a la vez que nos cruzamos con algún que otro turista camino de las recónditas calas de la zona a la altura del camping de Vidiago situado en un promontorio.

Uno metros más allá abandonamos el carretil para virar sobre el recuperado sendero GR siguiendo el franco camino costero, tan solo se nos logra un descanso al pie de los Bufones de Arenillas (Vidiago) cuyas fauces dragoneras parecen estar en calma; El camino va virando hacia el Sur, abandonando por unos instantes el rumbo Oeste, para poder pasar el río Purón por una nueva pasarela de madera, enfilando de forma cómoda hacia la aldea de Andrín, en cuyos caseríos recalo y vivió Nicolás Müller, y cuya localidad parece vivir de espaldas a tan singular fotógrafo, si fuera en otro país, este pueblo ya hubiera contado o con un mueso o con una exposición permanente de fotografías del fotógrafo.

Igual existe pero nadie, ni nada nos indica estas potentes recursos de una zona tan singular como la de Llanes, y vamos de espalda a La Asturias Mágica que aquí tiene bellos jalonamientos. Lo que si ganamos en Andrín son unos culinos de sidra, que ahora nos brinda el padre de José Carlos, antes de subir al Monte la Tuerba y girar por encima de la Sierra Plana de Cué, por cuyo lateral se sigue por lo que en su día fue un campo de aviación, y hoy se enseñorea un venteado campo de Golf. Se prosigue camino de la Ermita del Cristo, sin explicarnos cuales han sido los motivos de no haber seguido el trazado de la ruta las cotas descendentes de la ladera de la Sierra de Cue, y tener meternos entre pecho y espalda a los usuarios unos repechos de aquí te espero. Cosas de ingenieros, supongo.

Las vistas sobre la villa llanisca y el propio Cué, sin palabras, el pelotón va metido en sus interiorizaciones, pues el día no puede ser mejor para admirar la belleza de los parajes por los que rodamos camino de la capilla del Cristo, sobre la cual doblamos a la derecha para buscar las zonas más cómodas y poder entrar en LLanes por su zona marítima por Toró, dando por concluida la excursión tras atravesar una parte de la villa llanisca y recalar en la Playa del Sablón. Dando fin a una ruta ideal para empezar una temporada, ya que nos es difícil y nos premiará siempre con bellas estampas de los paisajes del Oriente de Asturias.

Como siempre, el track de la Ruta en la pagina de Asturcon BTT blog

Victor Guerra



domingo, 2 de noviembre de 2008

Con los Neños por Noreña


Punto de partida y llegada: Noreña;   Kilómetros del recorrido total:  32 km

Desnivel Ascenso acumulado: 701  mts ; Desnivel de Descenso acumulado: 715 mts

Horario: 4 horas ; Puntos de paso: El Cristo- La Barreda-Bobes- La Fresneda

 

Los críos y la bicicleta de  montaña es una simbiosis de juego y placer.

Es costumbre en el Club Asturcón BTT, hacer varias veces al año una serie de recorridos ideales para lo más aficionados más pequeños, esos que se quedan en casa  con la mamá mientras a uno le ven irse los fines de semana con su trotona y equipación ciclomontañera camino de las rutas de btt.

Para ellos también hay en el Club pensados varios días al año, aunque  no siempre es fácil articular recorridos a su necesidades y peculiaridades físico-deportivas. Por ese motivo la cita anual de Noreña, es ideal  para que  nos juntemos un buen montón de veteranos ciclistas y jóvenes promesas, para pasar media mañana rodando por unos entornos que son ideales para entrenar, o coger fondo, o  simplemente para salir a pasear con los chiquillos.

A la convocatoria del que puede considerarse  como  “alma mater” de esta ruta: Jorge Alperi, acudió una parte de la Escuela de Ciclismo de Viella, y algunos hijos de ciclistas de Asturcón BTT, y vecinos de la zona hasta conjuntar un nutrido grupo de  casi unos  40 ciclistas.

Describir la ruta que hicimos por los alrededores de Noreña, no es cuestión nada fácil, por la sucesión de caminos, cruces,  carreteritas, que hacen que sea muy difícil seguir una descripción más o menos lógica,  de ahí que haya que bajarse, para los que tenga GPS,  el track, en la página  blog de Asturcón BTT, los demás lo pueden intentar con la descripicoón. Si no  lo logran  no se preocupen,  pues seguro que les saldrá un itinerario estupendo, porque la oferta vial de la zona es variada y cuantiosa.

Salimos pues de Noreña, brujuleando por su calles en dirección Norte hacia La Mata y siempre por asfalto,  a la altura de la calle del Sol, tomamos agua, y nos vamos por la izquierda rumbo a la Casa de Anes, para a los 2 km de empezar virar de nuevo a la izquierda por firmes de tierra. La tropa menuda corre que se las pela, y adelantan sin complejos y sin miramiento alguno al personal más bisoño.

En el pk. 2,6 entroncamos con una  carretera en la zona de Fuentespino y giramos a la derecha para volver a doblar en el mismo sentido,  y meternos por un camino que va hacia Las Clarisas atravesando   la riega del Campón, virando a la vez rumbo Sur para cruzar la carretera que va al Campamento Cabo Noval, giro de nuevo a la izquierda para irnos unos metros más adelante torciendo  a la derecha en dirección al pueblo de la Cuesta, tocando de este modo un poco  asfalto en Pumares.

Pasamos por delante de la Casona de La Torre, para bordear la finca del Palacio de Argüelles hacia la Barreda, concluyendo en El Cristo.

El personal se va desperdigando por entre tanto cruce y desvío, aunque los reagrupamientos son casi continuos, ya que además los más pequeños van sufriendo todas estas pequeñas chinchetas  que constituyen los innumerables y cortos repechos que presenta la ruta, que va serpenteando por entre caseríos, pequeños núcleos rurales y fincas de labor.

Salimos del Cristo bordeando el pico Cotoban hacia San Miguel de la Barreda para subir hacia Castañedo y  tocar por unos instantes la AS- 17 en Bobes, para desviarnos posteriormente  por el carretil  a la derecha, y  a cuyo costado están las instalaciones deportivas José Fernández. Un poco más allá se deja la carretera por la izquierda  siguiendo las indicaciones de la Cuadra de Jamín

Cuando  tenemos a mano, la famosa cuadra,  se  vira casi en redondo para pasar por La Belga, entrando de esta manera por detrás de la urbanización de La Fresneda,  con unos 14 km de ruta. Lugar y momento ideal  para hacernos las fotos de rigor, pasando  la tropa a disfrutar metiendo las trotonas en los charcos de la zona.

Tras el pequeño descanso,  salimos por la zona Norte, virando hacia la derecha como si de nuevos fuéramos hacia el núcleo de Silvota, o sea rumbo Sur, para girar r a sus puertas hacia el Norte, siguiendo la cordal del Canto La Arena y el Canto Negro, y como  lindes  los arroyos de la Canal  y la Reguera, ciclando hacia el núcleo de Santa Eulalia,  hasta llegar a La Barganiza, se bordea  el Campo de Golf de la zona por la izquierda.La verdad es que el espectáculo es bonito, poder ver las dos vertientes,  la ovetense y la gijonesa en la zona del Monte Vió, es ver cómo se configuran los espacios rurales asturianos, de un modo singular.

En esta zona parte de la tropa se retira por los carretiles más directos hasta Noreña, pues la hora de comer se acerca y las madres empiezan a hacer sonar los móviles, preguntando por sus vástagos. El resto ya más entrados en años, y acompañados de los hijos de Jorge Alperi y alguno más que todavía resiste,  nos vamos hacia Los Nozalinos, dando vuelta al pico Cucureza, con claro rumbo Sur, buscando las aldeas de Pañeda Vieja,  y Pañeda Nueva.

Eso sí dando algún que otro quiebro para buscar alguna bajada bonita y algo técnica, donde disfruta la chavalería, que tiene un notable dominio de las trotonas y los firmes traicioneros de caminos y caleyas. Pasamos pro la Fuente de Colores, un charcal donde superviven pececillos de colores, en una especie de medio charco al que parecen adaptados los peces.


La ruta va tocando a su fin, pues ya las unidades ciclomontañeras que nos quedan son pocas, y empieza a notarse en las piernas los kilómetros y los desniveles, pues a lo tonto y  a lo bobo, vamos camino de los treinta y tantos kilómetros y los desniveles sobrepasan los quinientos metros de desnivel acumulado.

A estas alturas  otras variantes  se  quedan para mejores tiempos,  y enfilamos por asfalto hacia la Casa de Anes, buscando de nuevo el recorrido por el que hemos salido de Noreña, entrando precisamente por  ese mismo lugar  hacia las buenas tierras de los embutidos,  rodando por la calles del pueblo de Noreña,  dirección al Campo de Futbol, donde hemos dejado todos nuestros pertrechos, y hemos colocado el final de la ruta.

Repetir una vez más,  que la zona es ideal para perderse tanto en bicicleta como para pasear, pues durante el desarrollo de la ruta vimos  bastantes personas disfrutando de esta variada y amplia red vial en la zona central de Asturias

Esta es la ruta completa que se envió a LNE, y por temas de recorte ha quedado muy reducida.
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