martes, 15 de marzo de 2022

CANTABRIA INFINITA. CAMINO REAL DE LA MONTAÑA

 

Realmente hasta que no empecé hace ya un tiempo con los recorridos peregrinos no descubrí esa otra Cantabria.

Esa que queda colgada de las altas laderas del Desfiladero de la Hermida. Fue a través de las investigaciones sobre el Camino Lebaniego, cuando me interné en estos altos valles, lo cual se tradujo con el tiempo en una guía de Caminos peregrinos y beteteros.


Tiempo después de los pateos para la publicación del libro, he vuelto a la zona, y tenía ganas de hacerlo a lomos de la btt, y más ahora que la nueva e-bike me permite estas pequeñas pero importantes locuras.

La verdad es que estos territorios para los betetistas astures, y casi qué diría que, para los propios cántabros, es una zona desconocida, no por las dificultades técnicas, que exceptuando los desniveles y algún porteo, no es algo que no se pueda hacer, pero al ser un lugar tan apartado tiene sus problemas de acercamiento y logística.


Para dar a conocer a mis amigos asturianos la zona, con un recorrido que no fuera excesivamente complicad en la logística, y que la batería de mi e-bike aguantara el tirón, propuse que el punto de partida fuera el pueblo de la Hermida. Dicho y hecho

  • ·         Punto de Salida y Llegada: La Hermida
  • ·         Puntos de Paso: Caldas, Navedo, Linares, Piñeres- Cicera- Collado Pasaneu-Lebeña-
  • ·         Punto más alto: Collado Pasaneu
  • ·         Distancia: 47 km
  • ·         Desnivel Acumulado de Ascenso: 1780 mts
  • ·         Desnivel Acumulado de Descenso: 1731 mts
  • ·         Horario: 6 h 36` con 1h y 30´de paradas
  • ·         Integrantes: José Ramón Natal y Victor Guerra

Lo cierto es que la idea que tenia era recorrer el Camino Real de la Montaña, [1]y la forma más factible para los astures era hacerlo  arrancando desde el escondido pueblo de la Hermida para enlazar con el trazado arriero en tierras de Lamasón, a la altura de los invernales de Carracedo. Pues hacerlo desde La Puente o a Traslapeña (Lamasón) era más complicado y más desnivel.

El día arrancaba solano, con mar de fondo, lo cual apreciamos camino de Unquera, pues la fuerza del nordeste nos dejaba ver las estelas que dejaban los bufones de Buelna.

Llegados a La Hermida, y sin más dilación preparamos los bártulos y nos encaminamos hacia eje asfaltado de la CA-282, la cual trepa hacia los altos parajes del ayuntamiento de Peñarrubia y Lamasón.

Una carretera escondida, por la cual a veces la Vuelta Ciclista a España, cuando no se enreda en buscar caleyas de fuerte pendiente, pasa por estos lares camino de Puentenansa del Collado Carmona, o viceversa…


El tramo asfaltado que tenemos por delante con vueltas y revueltas es de unos 16 km, contando la subida al Mirador de Santa Catalina. O sea que tranquilidad pues el desnivel a ganar ya supera los 800 mts, y además tras cruzar el río Deva la carretera se pone empinada, aunque es de buena trazada, para los más exigentes hay tramos de camino histórico que se va entreverando por entre el trazado carreteril camino del Mirador de Verdeja, son  tramos pequeños, pero más exigentes.

Hacemos el ascenso tranquilo  pasando de los tramos de camino histórico que están señalizados, y cogemos altura sobre el cantarín río Deva, a la vez que observamos como se levantan los farallones que vigilan el Desfiladero de la Hermida, y en cuyos parajes, y predios anduvieron , más que andan, los ganaderos cántabros, que al igual que los astures, hay que recordar el dicho estos no se morían, sino que se mataban, y viendo donde se engarmaban tras el ganado menudo: cabras y ovejas, pues no es de extrañar el dicho.

Disfrutamos de la subida, piano- piano, voy en super-eco en la E- bike, mientras Natal da clases de su poderío pedaleando carretera arriba como si nada, vamos llegando a los primeros núcleos de alto valle de Peñarrubia : Caldas y el barrio del Castillo  engarmados en las revueltas sobre la ermita de San Pedro.

Tras pasar las distintos retorcijones asfálticos llegamos a los pueblos de Linares y Navedo, con sus torres y casonas a la usanza cántabra.

Ahora ya la cosa de la subida se calma, y vamos viendo a lo lejos los parajes por los que rodaremos más adelante cerca de la Peña Sagra y la Peña Ventosa.

El día va cambiando, y aparece un frío viento racheado, coronamos el al Alto de Piñeres, y dejamos la CA-282 para irnos a la derecha hacia el remozado asentamiento de Mirador de Santa Catalina, al que subimos por el carril asfaltado, para ponernos a vista de águila encima del desfiladero de la Hermida, da un poco de vértigo, pues desde él se ve gran parte de Liébana, allá abajo a nuestros pies el encajonado el río Deva y la carretera que da acceso al gran valle lebaniego. Aquí decían la viejas leyendas que jugaban a los bolos los moros, como para que se les fuera la bola fuera…

Sorprende durante la subida ver encaramado el pueblo de Tresviso, al otro lado del desfiladero, lo cierto es que no parece que esté al pie del precipicio o sea del famoso Balcón de Pilatos; la morra del Pico Agero nos cierra la vista hacia Camaleño, el cual irá cambiando de fisonomía según nos vayamos moviendo.

Nos movemos ahora hacia el asentado pueblo de Cicera, renovado y mejorado y piedra angular del Camino Lebaniego con su albergue y su mural.

O sea que desde el Mirador e Santa Catalina bajamos con cuidado por el viejo camino hacia la ermita del mismo nombre, digo con cuidado, pues suben senderistas, visitamos la vieja capilla de los arrieros, y nos vamos a Cicera por un camino deslomado por las escorrentías y la mala ejecución de la obra.

Cicera, está desconocido, arreglado a más no poder, aunque todo está cerrado, el bar, el albergue aún no ha llegado la temporada peregrina y se nota la falta de andarines de bordón.

Desde el Mirador de Santa Catalina, le expliqué a mi compañero Natal, los trazados por donde discurre el Camino Lebaniego, bien por la andarina Canal de los Francos, o la variante para la BTT de los Prados de Arceón, lo cual conforma parte del Camino Lebaniego, también desde el altozano mirador pudimos ver nuestra subida hacia la Venta de los Lobos y el Collado Pasaneu, que forman parte del trazado del Camino Real de la Montaña, por el cual faenaban arrieros y trajineros con sus variados transportes desde el mar hasta la meseta castellana, ganando las tierras de La Pernía y el gran río Esla y su calzada Saliámica y viceversa.

En Cicera, conectamos con el Camino Lebaniego que comparte signatura con el PR-S3 que sube desde el pueblo  como muy de repente, luego se suaviza hacia el Collado La Hoz.

La e-bike no sé si por la resistencia del viento, si por el frío que nos atiza, pues estamos entre 7 y 9 grados, con rachas que  amenazan con descabalgarnos sobre todo cuando en el Collado de la Hoz, dejamos El Lebaniego para entrar por la derecha hacia los duros repechos camineros que cruzan las praderías de Agua Seles para bordear el Pico de Trespeñas de 944 mts.

La ciclabilidad es alta, el camino es bueno, pero con pendiente, pero el viento nos corta los ritmos, y deja poco tiempo para las fotos y el entretenimiento. Seguimos el amplio trazado  hacia el Collado Carracedo para empatar  un poco más allá de una cabaña con el trazado del Camino Real de la Montaña, llevamos ya pedaleado unos 20 km, y el viento no nos da tregua.

Hasta ahora habíamos venido rodando rumbo Este, al pincha el nuevo trazado se vira s al Sur, para subir por la amplia traza caminera, dejando algún que otro tramo histórico que en primer lugar debe ganar el Collado Traslaventa, desde aquí vemos en toda su  dimensión el valle de Lamasón y las amplias praderías que lo contienen, lo que nos recuerda a los parajes del Soplao, duras rampas que se dejan ciclar bien, aunque  largas y con metros de ascensión que se van acumulando.

Una parada para reponer fuerzas en un recodo cerca del collado de la Venta de los Lobos, el viento deja espacio para el placer de la contemplación, y urge ganar las rampas del Cotero de Mingo Álvarez. Nos cruzan unos motoristas todoterreno, a los que me olvido de preguntarles si hay nieve en Pasaneu.

Es igual, seguimos subiendo  y viendo que en todo el camino las huellas de btt se reducen a una sola, luego, casi  ya coronando  hay más huellas, me temo que en cuando el ciclista subió a Pasaneu no pudo pasar o no quiso pelear con la nieve y dio la vuelta, también es cierto que, si te dejas caer al valle de Bedoya, la vuelta es grande.

El crestón de la Peña Sagra que venía marcando nuestra subida, al llegar a la ladera del Cascuerres (1562 mts) desaparece, como también lo hacen las pendientes,  ahora debemos pelear con tramos planos, pero en los cuales posó la nieve, que está semidura  dura y que nos facilita llegar  hasta Pasaeu y la Braña los Tejos, lo cual hacemos contemplando en la subida los tramos de mar de San Vicente la Barquera y el Pico el Cañón y Tinamayor.

Mucha tierra es la que se divisa, aunque mirando hacia el Este no acabo de vislumbrar que son aquellos paredones nevados del fondo, sí que para la zona de Liébana es algo más fácil encontrar e identificar las referencias, pero la nieve me desfigura las cumbres de los picos de la Cordillera.

En el desvío de la Braña de los Tejos la batería de mi bici, marca que me queda un resto de un 17%, por tanto sí nos vamos hacia Bedoya es todo bajada , pero son kilómetros y alguna que otra subida, muy justo me parece y ya entramos en las horas de la tarde, y por otro lado me apetece conocer la bajada hacia Lebeña, pues nunca se sabe…, sé que a mi compañero no le gustará mucho la decisión, pero la cosa está justa de tiempo, son las 2,30 horas del día, llevamos unos 30 km y es bueno ver y analizar la zona para ver otras posibilidades.

Las viejas señalizaciones de los Caminos Lebaniegos hacia Santo Toribio, en este cruce me dan confianza, y tras la resignación de mi compañero por el abandono del recorrido que le había propuesto, nos vamos al Oeste por la Braña de los Tejos adelante, con un trazado amplio que se entrevera por entre el hayedo, luego tras acercarse más a la Sierra de Ventosa, y colocarse sobre el cauce del río Lamasón, esto nos obliga al clásico porteo durante unos 600 mts.

Luego nos reencontramos, valle abajo, con los viejos trazados camineros de la mina de Ventosa, dedicada en su tiempo a la extracción de  la blenda y la calamina, en este punto nos subimos a las trotonas para bajar hacia la derecha pegados a la vera del Cueto San Pedro, donde fluye un importante manantial, el camino está muriado, piedra sobre piedra un poco más abajo El Pando, donde se entronca de nuevo con el Camino Lebaniego, ya como trazo común, o sea la juntanza del ramal proveniente de la Canal de los Francos y el que viene por las pistas de Arceón.

Lebeña ya se deja ver, al igual que la franca ladera de enfrente con la espeluznante subida del Collado de Pelea, y los colgados pueblos de Allende, Cabañes, Pendes,  y Colio, y encima de todo ello asomando en todo su potencial la mole del Macizo Oriental de los Picos de Europa con su manto blanco que dibuja las crestas del Sagrado Corazón, la Tabla de Lechugales,  y el Jiso cerrando la vista, pero en otro macizo la Peña Vieja. La nevada ha sido de órdago.

Al llegar a los invernales de Lebeña ya  de dejan ver los desmanes sobre la señalética, roturas, vandalismo  y las aborrecibles marcas rojas a brochazo limpio, en fin, no somos los españoles de lo más cuidadoso con el bien común, bajamos por la cómodas pistas lebanienses, por las cuales le digo a Natal que podemos subir otro día hacia Arceón  y ganar la Venta los Lobos para bajar por el valle de Bedoya.

Nos relajamos al llegar al bucólico lugar, asiento mozárabe de la iglesia  de Santa María de Lebeña y su singular torre de estilo mozárabe, construida por aquellas gentes que subieron huyendo del Sur hacia los agujeros norteños, donde ya nadie los molestaría más, atrás quedaban las tierras sarracenas y godas, y la franja del baldío, o sea donde unos y otros, con las enseñas de la media luna o la cruz hacia sus anuales aceifas.

Todo valía, gochos, centenos hombres y mujeres como mano esclava; tras la Bardulia y las tierras vadinienses, ahora estos  reposados valles  verdes guarecidos tras las montañas, donde el clima dejaba cultivar vino, y garbanzos y hasta la naturaleza brindó no solo hayas y tejos, sino robustos alcornoques, fuer donde se establecieron las gentes venidas de tierras lejanas y que junto con los visigodos establecieron diversos monacatos de los cuales quedó el de San Martín de Turieno, hoy conocido por Santo Toribio de Liébana. 

Una vez gozada la beldad del lugar, la iglesia de Santa María de Lebeña y la adjunta  torre mozárabe, con 38 kilómetros recorridos, solo nos queda tomar la carretera de La Hermida, dirección Norte, o sea acompañar al río Deva aguas abajo y en suave descenso concluir en La Hermida, luego ya en coche viaje a casa con ganas de un buen café o un té  acompañado de unos buenos dulces en Unquera, dando así por cumplida una ruta hermosa, aunque dura por las rachas ventosas. Otro día más.

TRACK DE LA RUTA EN WIKILOC

Fotos: Victor Guerra y Jose Ramón Natal

© Victor Guerra



[1] Ansola Fernández, A., & Sierra Álvarez, J. (2006). El Camino Real de La Montaña: de Liébana a la costa por el valle de Lamasón (Cantabria). Ería, (71), 319-337. https://doi.org/10.17811/er.0.2006.319-337

martes, 25 de enero de 2022

BALANCE FOTOGRAFICO BTT ASTURIAS 2021

 Estos años han sido raros y extraños, pues el covid-19 lo ha trasteado todo, las  salidas, los encuentros, etc, aunque en BTT ASTURIAS hemos resistido bastante bien el embate al que el virus nos ha sometido. 

Estamos todos bien, aunque se nota que la assitencia a las rutas ya es menor en número, nos vamos  haciendo mayores, hay más compromisos, y menos autoobligación de asistencia a las actividades, y máxime cuando los desplazamientos ya son muy lejos. Aún así con todo, aunque hemos perdido por mi vagancia la costumbre de contar nuestras cuitas de todos los sabados, hemos sguido saliendo en bici y aquí dejo al menos un balance fotografico, que el amigo Jose Ramón Natal ha tenido el detalle de confeccionar.


CAMINO OLVIDADO Uno de esos paseos por las tierras leonesas. realizando un tramo del Camino Olvidado, el Desfildero de los Calderones, no muy ciclable en la parte media, pero ya metidos en faena.


Saliendo del berengenal de los Calderones. Punto de Salida en  Pola de Gordon- Los Calderones y vuelta a Pola de Gordón por la Omaña


Conjunción para Encuentro de Cuchara  en Rozaes Ruta desde Rozaes por el Cordal de Peón-Lluaria- Alto La Campa-Arbazal- Valdedios- Rozaes.


Tras la ruta el conciliabulo se reunio en Rozaes en Casa Eladia, para debatir si fabes o callos, y si todo estaba correcto. El jurado quedó en dudas y solicitó otra sesión.


Echamos de menos los tiempos aquellos en los participabamos de forma activa en la ruta de Los Marineros, y este año hemos vuelto por esos predios, con innovaciones.


Un descanso a la solana al pie del clásico pilón. Ruta 


La Vuelta a Peña Manteca, todo un descubrimiento que repetimos de vez en cuando


Dando la vuelta completa a Peña Manteca.


Otra tierra que nunca olvidamos fue Colombres, en este caso  parasubir hacer la Ruta al  Pico el Paisano


Subida hacia Alevia, con las estribaciones lebaniegas, cerrando el horizonte.


Estribaciones ultimas de la Sierra del Cuera


De posados  y otros menesteres.


Hacia tiempo que nuestras trotonas no pisaban las tierras de Cangas, y venir  a la zona y no pisar la Ruta al Santuario del Acebo, es un delito de lesa humanidad


Pese a todo el tiempo acompañó


Las tierras del Caudal, fueron cayendo de neustro calendario, y teniamos que volver  y que mejor que hacerlo rodabdo por la Cordal de Cuna y Cenera


Eso sí la bajada de barró hasta las orejas


Aunque semos gente duruca


Y ya que hablamos de genete dura, volvemos al Orienti, y que mejor que hacerlo subiendo por la Ruta del Mazucu desde San Salvador de Celorio. 


Alguien se dejó la ventana oriental abierta y no hubo dios quien parara en la zona


Noss vamos que me despeino, 

 
Y ahí queda a nuestros pies la easa costera oriental de Asturias.


De nuevo las tierras del Caudal Camino del Pico Polio


Por los Entornos de Guadamía y sus baramadoiros.


La misteriosa Asturias: La Cuevona


Y de Oriente a Occidente, Nuestras queridas tierras de Las Luiñas

 
Y sus inevitables molinos.


La Comarca de la Sidra, no podia faltar en nuestras rutas


Rodando por las tierras de Nava y Sariego


Otra vez el inevitable Oriente, y sus esencias


Buscando el Santo Grial en  el Monasterio de Tina


Al borde los abismos.


Y del Orienti, a Occidente, al extremo de la Tierra de  Abres


San Salvador de Abres.


Selorio en Villaviciosa uno de neustro refugios beteteros.


Las mil playas del Orienti astur


Uniformados, salvo algunos/as


Piloña la Grande



Ah y los Oscos no iban a qudar fuera,


La Vuelta a los tres Oscos 


Las "otras fotos"


Los Calderones VGG y José Ramón Natal

Por la Carisa Javier Riestra


Javier Riestra- Jose Ramon Natal- y el inombrable


Luis Roza.


Toño Cuervo en primer plano, 


Posando que es gerundio los Javieres: Riestra y Paredes


Sr. Iván Menéndez . Perimetrando


De Tertulia


De culo al mundo


Recuperando a las amigas... Doña Natalia


La pareja feliz¡


La tumba del 2021 en honor al  Ciclista Desconocido 

GRACIAS TODOS

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