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martes, 3 de diciembre de 2013

TRAVESIA INTEGRAL DE LA CORDILLERA CANTABRICA (3ª Etapa)

                                              POR TIERRAS DE SOMIEDO
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Hace ya un porrón de años y al calor del desarrollo del Mountain Bike en Asturias, una serie de bikers liderados por Javier Gómez (Torreblanca) no echamos al monte a recorrer en 9 días la Cordillera Cantábrica. Hoy vuelvo a traer el recuerdo de esta aventura de hace 22 años,  ahora que el Club que fundé  hace 25 años ASTURCON BTT participó en esta aventura

Lo cierto es, que la práctica de la BTT, es sufrida y requiere conocimientos a muchos niveles, conducción, mecánica, coraje, y sobre todo ganas, muchas ganas, y más si uno se desenvuelve por un medio físico como la media y alta montaña asturiana, pero ese esfuerzo a veces tan intenso de pelear con la trotona y la orografía tiene sus compensaciones y rodar por los espacios abiertos somedadnos es uno de ellos.

  • Tipo de Ruta: Travesía.
  • Punto de salida: Orallo (León).
  • Punto de Llegada: Santa María del Puerto.
  • Longitud 23 km.
  • Desnivel acumulado: 1000 mts.
  • Horario : 5 a 6 horas.

RUTA: A la pequeña aldea leonesa de Orallo se llega desde Villablino, y se continúa hasta su entronque con la Nª 631 ( Villager de Laciana), donde arranca un ramal dirección Norte, que en apenas 4 km. nos pone en el punto de partida de esta bella ruta por tierras somedanas.
La etapa que el grupo de betetistas debe afrontar, es la tercera de la travesía de la Cordillera Cantábrica, y abandona la tierra quemada de días atrás adentrándose en espacios más abiertos y oblongos.

3 etapa

La calurosa mañana invita a tomar la bicicleta todo terreno (BTT), y afrontar el reto de los escasos veinticinco kilómetros del recorrido que nos llevarán hasta La Peral, aunque las cristalinas y rumorosas aguas del río Orallo nos invitan a sesteo. A la voz de ¡ya!, el “Boss” de la expedición (Javier Gómez) nos pone en marcha, y poco a poco vamos dando las primeras pedaladas por un amplio camino que tiene por vecino al Río Orallo que busca las suaves laderas del circo que forman el Pico Cogollo, Pico Triesa, Collado Tres Lagunas, y el Chao de los Bueyes, y donde se sitúa la fuente del Cabril.

Como lentos bueyes vamos pedaleando, pues el esfuerzo ya se nota en las doloridas y fatigadas piernas, y como no, los pesados desayunos que deglutimos para poder aguantar las ruta, lo que contribuye a que en los primeros kilómetros nos movamos con parsimonia vacuna. Galbana que nos cae en las primeras rampas a la altura de las Casa de Castrocollar, dirección a la estrechura que aprieta al río a la altura del Pico de Llanos Secos. 

Pasamos al lado de la escondida fuente Pastores sin apenas verla, y enfilamos por terrenos de pradería hacia Majada de Vega Ancha, donde avistamos las primeras ovejas merinas del camino.

La soledad hace su agosto en estos parajes, de los cuales surge el pastor de las merinas, con sus fieles escoltas: mastines de fieras “carrancas” por aquello de los lobos; y que tras preguntar que hacían unos locos como nosotros rodando por aquellos lares, y máxime cuando en Rusia había habido un golpe de estado.

Nos miramos perplejos, días sin oír la radio ni ver la televisión, hacían que la noticia que nos llegaba en tierras somedanas por un pastor de Extremadura, lo cual constituye todo un alarde de la globalización, el mundo cayéndose y nosotros trotando alegremente camino de la Collada de Cerezales. La bajada por las laderas que se descabalgan desde Las Cerezales hacia la Braña Los Cuartos, o Branaviecha, como la conocen los autóctonos, es una pasada, pues nos permite bajar por sus verdosas laderas, sin peligro alguno haciendo alguna que otra cabriola trialera. 

Eso sí, culo atrás y muy parapetados tras el manillar y bajando mucho el cuerpo para que el centro de gravedad quede lo más bajo posible, pues la empinada bajada es de las que dan miedo, y esa es la postura ideal para su descenso. Aún no había los esperpentos de BTT de ahora con suspensión total.

Han de tener en cuenta los ciclistas que acabamos de entrar en el Espacio Protegido del Parque Natural de Somiedo, y hoy, Reserva de la Biosfera, y hay ciertas regulaciones que nos pueden afectar a la hora de ciclar por estas latitudes. Se aconseja informarse antes de emprender rutas como la señalada.

Pasamos al lado de la Fuente del Piojo y enlazamos con el camino que viene de Villar de Vildas hacia la Braña de los Cuartos, un pequeño tentempié al pie de las “pallozas cabanas de teitos” y tranquila contemplación de los parajes por donde corretea el oso cantábrico. El farallón del Cornón vigila todo nuestro itinerario y la presencia del oso.

La verdad es que las bajadas son una maravilla, pero no hay pan si torta, y eso significa que para llegar a nuestro destino el Puerto de Somiedo, debemos afrontar la tachuela del Camino Real que pasa por el Collado La Enfestiella, que está a 16.85 mts de altitud, y separa el Valle de Villar del Valle del Cigüeña, y hoy marcado como PR.AS-14.

El desnivel es brutal, y aunque el camino que se abre a la derecha en dirección a Villar de Vildas, entre la genista negra parece factible su rodadura, lo intentamos ciclar, aunque hay tramos que no hay manera de hacerlo, lo que nos obliga, como ya empieza a ser costumbre a su buena media hora de BTT al hombro, pues el esfuerzo de forzar algunos tramos con todo el piñonaje metido, plato de 30 dientes y piñones de 28, apenas si nos permiten rodar más que uno metros, antes de enfilar peligrosamente hacia el terraplén que se abre a la derecha.

Como no hay peor cosa que sufrir y levantar la vista para ver cuánto queda, pues en nuestra peculiar tortura, nuestro particular GADU, nos echa un capote y nos rodea con una densa niebla, que no nos permite ver nuestro sufrido trayecto. De esta guisa remontamos el collado y damos vista al Valle de La Peral.

El olor de la genciana, y la niebla que quedó más abajo, nos indica la altitud a la que estamos, en cuyas cercanías encontramos la fuente de los Borrones y una charca estacional para ganado que está medio seca. A partir de aquí se nos abren diversos senderos valle abajo hacia los prados de Las Malladas, bajada bonita y perfecta, para recompensar el esfuerzo de la pateada por el collado anterior. Las velocidades van en aumento, lo que significa que el camino cada vez se hace más evidente y con buen firme..

La Peral es un precioso pueblo estival de los vaqueiros de alzada, rodeado de pastos que son objeto de una utilización rotacional, generalmente de abril a septiembre u octubre, aunque algunas se aprovechan todo el año, y otras sólo se rentabilizan en los meses estivales o invernales; el régimen de uso está muy relacionado con la altitud, la abundancia de pastos de siega y la disponibilidad de otras brañas. Medio centenar de ellas conserva teitos, cabañas de planta rectangular con techumbre de escoba o, en su defecto, piorno; en el pueblo podemos ver varios ejemplos.

Los repechos hacia el Puerto de Somiedo se hacen duros, pero no hay otra posibilidad que subir hacia él, y debemos hacerlo por asfalto, y máxime si nos queremos meternos en algún berenjenal judicial por adentrarnos en zona de uso restringido. Por lo cual sin salirnos un ápice de los caminos y carreteras emprendemos la subida por la dura rampa hacia Santa María del Puerto (1.486 mts. altt.), donde nos espera el vehículo para trasladarnos hasta Pola, para darnos una cena a base de buen filete de carne roxa, será toda una recompensa, pues la siguiente etapa tiene lo suyo, y querer ir lo más ajustado al eje de la Cordillera Cantábrica, trae como consecuencia estos grandes esfuerzos bicleteros.

Atrás queda una ruta de veintitrés kilómetros, con otro desnivel acumulado que no somos capaces de bajar de los mil metros, y con unas 5 a 6 horas desde que salimos del campamento anterior en Orallo, y que bautizamos por la dureza del collado de Enfestiella, como “ Por favor, más no ”.

Víctor Guerra
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