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viernes, 7 de febrero de 2020

Veredas de San Salvador. Rodando por Tierras Alleranas


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   Punto de Salida y Llegada: Cabañaquinta
·         Puntos de Paso. Alto de la Colladona-Orillés- Serrapaio-Soto- Rozá
·         Longitud de la Ruta:  22 km
·         Horario de la Ruta: 3 horas
·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 815 mts
·         Participantes:  Javier Riestra- José Ramón Natal- Javier Paredes- Juan de Bello- Victor Guerra



Las tierras alleranas ofrecen al ciclomontañero un sinfín de rutas de una latitud a otra del concejo, y en esta ocasión más que subir a las altas cotas que lo pueblan, haremos una sencilla ruta partiendo del Cabañaquinta, que también cuenta con su input salvadoreño.


La ruta parte del polideportivo de Cabañaquinta para pasar por delante de la imponente iglesia dedicada a San Salvador, toda ella reconstruida después del 37, no quedando restos de anterior templo; el itinerario toma dirección al Ayuntamiento y de ahí dobla hacia la plaza del Doctor Castañón, que nos da acceso al camino del barrio de La Casona.

De buenas a primeras y desde un principio el trazado nos enseña lo que será la ruta, una dura subida hasta el mismo Alto de la Colladona. Pues así nos recibe el barrio de La Casona con un duro repecho nada más empezar, el cual se hace por asfalto para concluir al poco más allá en un amplio camino que presenta por momentos algún que otro repecho de quitar el hipo, poco a poco se va cogiendo altura sobre la capital allerana y sobre el propio valle.

Tras los típicos descansos para retomar la subida nos podremos pudiendo fijar en los detalles que presenta el valle por el que subimos. El trazado solo presenta un desvío que va hacia la ermita de la Virgen de las Nieves, el cual es preferible tomar para salir de este modo a la carretera AS-252 y subir por ella hasta el Alto de la Colladona.

De no hacerlo, y de seguir el track el camino nos dejará ante un tramo de mala senda, que nos obligará a empujar la trotona por un buen tramo cuesta arriba, y por una senda medio perdida, hasta poder llegar de ese modo al Alto de la Colladona.

Lo cierto es que ha habido una confusión en la dirección a tomar a la hora de empezar la ruta, pues la idea era subir hasta la Colladona, pero por la zona de Levinco, y bordeando la Sierra de Pelúgano desde el pueblo del Escobio ganar el alto de Rosellón, pero el despiste en la arrancada nos ha llevado  hasta este trazado, y ya en la Collaona se tomço la ladera derecha del puerto dirección  hacia el Alto de Rosellón, con mucha subida y  siempre empujando la trotona, a los pocos minutos  optamos después de un tramo cuesta arriba, virar  y poner proa de nuevo hacia la marcada collada divisoria entre los valles: allerano y lavianés, La Collaona,y reestructurar la ruta.

Al llegar al Alto, nos encontramos con un biker del pueblo de Bello: Juan, que estaba observando nuestras evoluciones por la pelada ladera del Rosellón.  Le contamos nuestras cuitas, y resolvemos seguir la misma ruta que él llevaba para esa mañana, que nos es otra que virar al Oeste tomando la Sierra de Logalendo como referencia camino en primer término de la Collada Ablanu.


Un transitar tranquilo por amplios trazados de tierra, disfrutando del espléndido día, lo que nos permite ir observando todos los vericuetos del valle. Se va ciclando por debajo del cumbral que jalonan el Pico Mentol y el Cueto del Parral, parando en algún recodo del camino para contemplar bajo nuestros pies las laderas boscosas que caen sobre el valle de Cabañaquinta.

En ese rodar, Juan nos va contando sus cuitas ciclomontañeras por estos lares, casi siempre de “solanas”. Seguimos hasta las portilleras que no hay manera de abrir y que obliga a saltarlas, pasando las bicis de un lado a otro, me viene a la cabeza, cuando me llegue la e-bike, en cómo me voy a arreglar para subir 24 kg de trotona por estos telares. Los compañeros se ríen pensando en la escena.


Pasadas las portilleras, se deja un poco más adelante el ramal que va por la Collada Caballos hacia la Burra Blanca, que es el mismo recorrido que realiza los famosos Anillos Ciclistas que un día diseñé para el la Comarca  de la Montaña Central de Asturias, y que este caso partiendo de Cabañaquinta suben por Orillés hacia La Colladiella y la Mozqueta. Hoy prácticamente dejados de la mano de los hombres y de las instituciones.

Nosotros dejamos el desvío camino de la Campa Ablanu, desde la cual se divisa la subida de los Anillos Ciclistas que trepa por el valle turonés de Urbiés hacia el pico Tres Concejos. Tras la contemplación seguimos persistiendo en el rumbo Oeste, con cierto cuidado pues todavía andan por estos lares las cuadrillas del jabalí. No se siente los perros, pero están colocados en los puestos los tiradores en la bajada hacia Orillés, que es nuestra ruta.

Desde la collada Ablanu, la ruta toma otro sesgo, ya que se emprende una bajada por la ladera abajo, la idea  era seguir hacia la majada de la Felguerosa, cuya propuesta no triunfa, por cuyo motivo seguimos por el desenfrenado descenso hasta las mismas puertas de Orillés, pasando al lado de los pocos prados que quedan en la zona  como el de Llario, y por Les Tercies se llega al desvío del Pozo minero San Fernando, (1942) y dado el día merece la pena visitarlo, ya que sigue siendo increíble cómo está de  bien conservado después de haber sido cerrado en 1967. Si quieren más información ya saben el enlace de Antón Saavedra aporta bastante sobre el asunto minero de la zona.

Tras un buen rato, disfrutando de la zona y las vituallas, el amigo Juan se nos va, y nosotros nos vamos con más calma por donde hemos venido para bajar al pueblo de  Orillés, y tras saludar a las buenas mozas del pueblo ya haciendo faenas en la huerta nos vamos por su acceso rodado que nos lleva a la aldea de Serrapio, situada en lo fondero del valle.

Nos detenemos como es menester ante la esotérica iglesia de Sarrapio, con sus singulares señas de identidad, según algunos templaria, por aquello de la  “cruz patadade la puerta, dentro hay más vestigios históricos que no se pueden ver, como son las placas pétreas que se encontraron, y referidas a diversas épocas y distintos orígenes, algunas de las cuales  es difícil de datar, y que dan origen a diversas especulaciones, algunas presentan alguna que otra dudad, y máxime cuando algún  reseñador de turno nos dice que la otra cruz patada del interior y custodiada por dos ángeles, es la cruz de la victoria.


Otros en cambio, nos dicen que enfrentados ante la explicación de la cruz de la puerta, en la cual dicen que además de ser un “cruz pate” estos ven en su centro una hexapétala, cuando en realidad estamos ante un simple trisquel, y otros autores como María Menendez Maldonado, la cual construye todo un universo esotérico con alambicadas construcciones dialéctico alquímicas y herméticas muy interesante y extrapolable…. Pero con ciertas deficiencias en su construcción. Será bueno para no hacer un lío y enredarse  en temas raros, leerse la tesina de Rosa Álvarez Fernández que está en algunas bibliotecas asturianas.


Mis compañeros no vieron nada de eso, y se dedicaron a estudiar el horizonte, yo me he quedado pensando en el asunto templario, y adelantarles  que hes visto en algunas otras zonas cruces patadas de diferente forma, y tamaño, que se vinculan directamente con el temple, sin que nadie estudie de forma detallada su forma, su estructura y su datación, y  estas no se han puesto en contraste con la propia historia del temple en España

Es muy posible que de llevarlo a cabo igual hay algunas cosas que no casan bien, por lo cual no descarto nada, pero hay que darle vueltas a todo este asunto de los templarios en Asturias, que por lo que parece estaban en todos los sitios según las cruces patadas que vamos encontrando, y sin embargo solo tenemos un documento pétreo en la arquivolta de la basílica de Santa Maria de Llanes, y ningún documento en papel y de peso, más allá de las leyendas de aquí y de allá.


Nuestra ruta continúa y se va por el acceso interior de subida a San Vicente de Serrapio, para buscar el valle y el eje comunicacional que lo atraviesa la AS-112, donde giramos a la derecha para allegarnos al núcleo de Santa Ana, donde se dobla sobre la izquierda cruzando la vía del FEVE y río Aller para entrar en subida en la aldea de Soto, con su torre medio desvencijada que fue levantada por un cuñado de El Cid,  un tal Díaz de Aller, y sobre cuyas ruinas ha habido tantos proyectos que cuando quieran llevara alguno adelante seguro que ya no habrá torre.


Nos hemos de olvidar que estamos en medio de una de las Vereda de San Salvador, en este caso de una vía que penetra Asturias por varios ramales, uno por el puesto de Piedrahita, por la Tercia,  por donde vendría un camino cruzando todo el valle de río Torío, el otro ramal importante de comunicación por los Argüellos, por la Calzada Romana de Lugueros y llegaría a Casomera  a través del puerto de Vegarada, y el tercer camino vendría pro San Isidro, que es el más difícil de escudriñar.

En  ese tronco salvadoreño proveniente de la meseta leonesa, tenemos por un lado el Castillo del San Salvador de Santa Colomba del Curueño y también la iglesia de San Salvador de Robledo de Fenar y San Salvador de Yugueros, lo que no es poco y es una ruta que viene de la zona de León por Villaquilambre y de los entornos del Puente Villarente.


 Esas tres penetraciones hacen del Concejo de Aller toda una patria esotérica con todo tipo de misterios,  y edificaciones, y muchas de ellas sin explicaciones claras. ¿Pero qué territorio las tiene?

En Soto tomamos el camino que se echa hacia la vega y que sigue la vera del río hacia las cuadras del Fundil y por Espineo nos vamos a tomar el vetusto puente colgante, que ha desaparecido, por lo cual no queda otro que subir a encima del túnel que hay bajo el gran talud de la circunvalación y se toma un sendero que nos baja hasta la otra boca del túnel, y con cuidado se cruza para  tomar no el puente de Rozá  y entrar de este modo en Cabañaquinta.  Es un poco complicado el paso.

Esta es la explicación cabal de la dejadez del sistema, por este puente iba el Anillo Ciclista, la nueva circunvalación a cortado el paso, y nadie se ha preocupado de informar y de cambiar la señalización o el trayecto para entrar en Cabañaquinta.


Quien no quiera hacer este camino puede subir en Soto hasta la Ermita de Miravalles y luego seguir por el carril que cruza varios pequeños núcleos y acaba ante el barrio de la Rozá, por el cual se entra en uno  de los mayores input salvadoreños del Camino Allerano a Cabañaquinta.

© Victor Guerra

viernes, 19 de diciembre de 2014

Por los Cordales Alleranos a través del Anillo Ciclista

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Foto José Ramón Natal
  • ·· Punto de Partida y Llegada: Moreda (Aller)
  • · Puntos de paso: Nembra-Santibanez de Murias-Villar- Cotobello-Soto-Cabañaquinta-La Collaona- Campa Ablanu- El Casar
  • · Kilómetros de la ruta: 55,8
  • · Horario de la ruta: 7 horas
  • · Desnivel de ascenso acumulado: 2.167 mts
  • · Desnivel de descenso acumulado 2.155
  • · Participantes: José Ramón Natal, Rubén Álvarez, Fernando Luaces, Rubén Bardera, Javier Paredes; Lluis Fernández, Noelia Rojo, Javier Dolado, Víctor Guerra
  • · IBP Index: 197 IBP Fit: 90
En esta ocasión tocaba hacer la etapa 5 del Anillo Ciclista de la Montaña Central de Asturias, etapa muy corta de longitud,  tan solo de 13,7 km y un desnivel de ascenso de tan solo 626 mts.

Pero colocar los coches en Santibañez de Murias y luego recogerlos en Cabañaquinta es toda una liada, y por aquello de enriquecer los trayectos del propio Anillo Ciclista se planteó una nueva propuesta, cuyo trazado partiría de Moreda para hacer una vez llegados a Santibañez de Murias la  5 etapa del Anillo, y luego pasar a La Collaona para rodar finalmente por las cordales de Logalendo y Navaliego . Esa era la idea, la realidad luego se impuso pues los días son cortos y la climatología pues es algo dura.

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Partimos pues desde Moreda tomando como referencia el PR-AS 133 de Las Fuentes con el destino prefijado de llegar a Santibáñez de Murias, por lo cual nos metemos entre pecho y espalda los primeros repechos que subiendo por lo alto de la Güeria nos vamos encaramando entre los caseríos de  La Maravilla y Pedreo para ganar los entornos de Huertomoro, donde abandonamos la alta ladera del Valle de río Negro, para bajar hasta la San Miguel en plena carretera AE-3 que en pis-pas, esto nos permite llegar a Nembra.

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Rodamos por la carretera adelante, la cual va hacia Santibañez; unos cientos de metros de dejar atrás la parroquia de Nembra, y una vez pasado el desvío de Arnizo, abandonamos el carril asfaltado de la AE-3 para entrar por la derecha hacia el emplazamiento de una pequeña central hidroeléctrica.

Ya en el fondo de la valleja , cruzamos el río Negro para emprender una intensa ascensión hasta la zona plana del recorrido, donde el canal del agua culmina su andadura para dejarse  caer en un torrente  entubado sus aguas hasta la central. Es este trazado rectilíneo el que siempre me llamó la atención cuando lo veía desde el Navaliego, y ahora teníamos la oportunidad de rodarlo.

La subida desde la central aunque fuertecilla se deja ciclar, debido al buen firme y al ancho de la pista, teniendo en cuenta de que por ella transitan ganaderos. Según vamos subiendo divisamos al otro lado de la riega el pueblo de Los Tornos, por cuya carretera también se puede acceder al canal de agua, pero con una llegada un poco más complicada, pues hay que pasar una riega y tramo de bosque cuyo camino está muy perdido..

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Una vez alcanzada la parte más alta de la ascensión, la zona de Chanona , el trazado se vuelve plano por unos cuantos km, pues no en vano vamos por encima del canal del agua que está tapado por grandes losas de piedra, el paisaje es admirable y la monotonía del recorrido  la rompe el cruzar la diversas portillas que cierran las fincas sobre el canal.

De esta manera subimos a Santibañez a la vera del río Negro,  eso sí unos cuantos metros por encima del río. La rodadura se hace divertida y muy contemplativa por la belleza del paisaje arbóreo de robles, castaños y hayas, que en esta época del año están impresionante.

Cuando ganamos las pista que baja de las antiguas minas del Rasón que cruza el canal, es el momento de irnos por la izquierda en descenso para cruzar de nuevo el Río Negro y ver los restos de un autobús de hippies, y desde el por un abandonado carril se llega sin muchos problemas a las inmediaciones de Santibáñez de Murias.

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Aquí en Santibañez es donde empieza realmente la 5ª etapa del Anillo Ciclista, esto que hemos hecho ha sido un entremés. En plena carretera giramos para coger un camino marcado como Anillo Ciclista y también como PR-AS 236 , que nos va a colocar en la ladera contraría a la que veníamos, si antes nuestro rumbo era Sur, ahora durante un buen rato iremos al Norte, pasando por el pueblo de Villar.

A partir de este pueblo la subida es constante y tiene como meta ganar la cumbre de Renorios, primero por un tramo en ascenso que nos deja en las inmediaciones de Entrambasriegas, que es un trozo que va en plano, lo que nos facilita un descanso momentáneo, para subir luego hasta Navariego en fuerte pendiente, tramo que desde  Villar que también surca el GR 203 de Asturias Interior.

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En el enclave de Chinar , descansamos para ver en al Oeste parte de nuestra ruta que circulaba por el canal del agua, y muy por encima las cordales por las cual transita la ruta de La Carisa.

Justo enfrente de nuestro asiento las bonitas cabañas y prados de Curriechos, lugar que siempre me atrajo el cruzarlas para caer directamente a Moreda, pero nuestra meta es otra y se trata de alcanzar la parte alta de Cotobello-Renorios, por lo cual seguimos ruta virando a Sureste, por la Chinar arriba hasta las inmediaciones de las praderías de los Cabornos.

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Aquí dejamos la ruta que se desvía hacia la cumbre de Cotobello, para abordar la Variante del Anillo que va a Felechosa, y nuestra ruta cruza ya en descenso la pradería hasta desembocar en el acceso rodado de Cotobello, donde la señalización del Anillo nos indica de que debemos bajar dirección Norte por la carretera abajo hasta la explanada de los Campanales, donde perdemos a uno de los compañeros, a Rubén Bardera que viene de doblete, y las circunstancias laborales y familiares mandan, o sea que él se va carretera abajo hacia Moreda, y nosotros viramos al Este , o sea que nuestra va a la derecha para bajar por una impresionante pista que se desparrama ladera abajo hasta Posadorio, y sin apenas perder pendiente desembocar en la Capilla de Miravalles , lugar que escogemos para descasar y avituallarnos.

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Una vez reposado, volvemos sobre las trotonas con la idea de ganar desde Soto el final del Anillo situado en Cabañaquinta,  que ya es casi un paseo dado que solo hay que bajar por un acceso rodado a Soto, y luego por el camino señalizado  como Anillo entrar en Cabañaquinta por el puente colgante y un crece cuidadoso de las vías del tren.

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En Cabañaquinta, decidimos que la ruta debería subir a La Collaona para seguir hacia Moreda por el Navaliego, pero dado el cansancio y la dureza de la subida que había pensado que era la del Cantu La Risa, decidimos subir a la Collaona por carretera, que desde la Ermita de la Virgen de las Nieves se nos hizo muy dura y demasiado larga, aun así ganamos la cumbre aunque  cada uno a su distinto ritmo.

En La Collaona, dejamos la AS-252 para entrar hacia el Oeste por la cordal que marcan una sucesión de picos como el Mentol y Morán, Parral y Caboirna, y culminando este tramo  la Burra Blanca, por debajo de la cordal va nuestro camino en sucesivos badenes que hacen sufrir nuestras castigadas piernas…

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Al final se entronca con la etapa 6 del Anillo que va hacia Colladiella por la Collada los Caballos, nuestra ruta sigue de frente hacia la Campera Ablanu, que nos deja ver tanto el valle de Orillé como el de Urbiés, en ese descanso volvemos a replantearnos la ruta, pues dado la avanzado del día y la lluvia,  ir por Nogalendo puede ser un poco temeridad, por tanto decidimos bajar por la Etapa 6 hasta el depósito de agua de  la Felguerosa, y desde aquí seguir por los Ovios como así hicimos pero ya encarando la bajada hacia el valle,  y en vez de meternos Cuito Suso como era mi idea y cambiarnos de valle  se  optó  viendo la oscuridad reinante, bajar directamente al valle por Tablizo y las Quintanas.

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De este modo se llega hasta El Casar ganando de esta manera la AS-112 , sobre la cual viramos a derecha para de un tirón rodar por ella hasta Moreda, dando por finalizada esta durísima ruta de unos 2000 metros de desnivel acumulado.

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Víctor Guerra

viernes, 23 de marzo de 2012

POR LOS ENTORNOS DE COTO BELLO (ALLER)

 
  • · Punto de Partida y Llegada: Coto Bello
  • · Puntos de Paso: Conforcos-Cuérigos-Fabarin- Bello
  • · Longitud: 30 km
  • · Horario: 5 horas
  • · Ascensión Acumulada: 1.662 m
  • · Descenso Acumulado: 1.588 m.
    Participantes: Víctor Guerra y Javier Dolado
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Foto de Javier Dolado.

El entorno de Renorios, tal vez más conocida como Coto Bello es un gran promontorio compuesto de varias sierras y cordales que le dan ese aspecto de península, antes de darnos de bruces con la Cordillera Cantábrica, y tal vez ese aspecto de sierra menor, no la hace es tan impresionante como su vecina Peña Mea, pero es un importante destino para rodar por ella y crear toda una red de sendas ciclistas..

La semana pasada dábamos la vuelta a la cumbre de Renorios por la vertiente occidental, y en esta ocasión la propuesta era darle la vuelta por el lado oriental, sin apenas perder la cara a lo que fue la gran explotación minera de Coto Bello.

Con esta idea nos plantamos en lo alto de la cumbre Coto Bello, que conforma en estos momentos un merecido homenaje al ciclista Chechu Rubiera. Una vez en la cumbre, cambiamos de idea y en vez de bajar directamente por el GR 109 hacia Bello, nos decidimos por hacerlo al revés, para lo cual salimos desde la mítica cumbre ya ligada para siempre con el ciclismo, y lo hicimos dirección Sur, pasando por debajo de la cumbre de Renorios para ponernos paralelos a la Cordal de Coto Bello y la Cordal de Murias.

Mapa Cotobello
Para lo cual se toma la pista que sale de la explanada y que va más arriba y se encamina subiendo poco a poco hacia la Cordal de Carrescu, esa era otra idea, ir a la Collada de Cristo y pasar por detrás del Pico los Pozos (1563m Alt) para bajar hacia Conforcos, pero la presencia de neveros en el camino las zonas en sombra, y la amenaza de lluvia, nos hizo mantenernos en la vertiente norteña, manteniendo por bastante tiempo la vista sobre el fondigón del Bello.
Perfil Coto bello-Conforcos- Beyo- Cnto Bello

Pasado el lugar de la Yugosa, tomamos el desvío de la izquierda para ponernos de nuevo paralelos, pero esta vez a la sierra de Conforcos. Subimos hasta un viejo corte minero, para verlo de cerca y también para poder asomarnos a la cresta que da lugar a una impresionante vista sobre valle de Conforcos.

Visto el gran panorama de valles y cresteríos nos bajamos a buscar la pista que va dando la vuelta al valle de Bello y a través de las distintas lomas, dejando a veces atrás las grandes pistas mineras, nos metemos por otros tipos de camino y firmes, que a veces presentan más de una disyuntiva. De este modo bordeamos por la izquierda el promontorio cercano a la Carinsa, aunque también se puede hacer por las Frieras, y de ambas formas llegar a la Cochaína que es el punto donde se debe tomar una decisión, si nos íbamos para la derecha la excursión se recortaba en unos cuantos kilómetros, por tanto optamos por bajar por la vertiente de Conforcos.

Se va pasando de collada en collada y finalmente se bordea por el lado nororiental el pico Cueto, para emprender una bajada por Valmonín hacia Conforcos, aunque a la altura de la zona de Porquera parece que se puede hacer un corte a la ruta e ir directamente hacia La Guarda. En todo caso nosotros encaramos la bajada desde la Cochá Escobal, valle abajo, hacia la majada la Felguera, y con un firme más técnico y problemático por el agua que corre por el camino llegar al pueblo de Conforcos.

Los viejos caminos ya han desaparecido y no nos dejan salir en travesera hacia La Guarda, por lo cual no queda más remedio que tomar la carretera valle abajo hacia hasta Llamas, donde se empata con la carretera de AE-6 que va a Casomera. Se gira a la izquierda y se sigue por este eje asfaltado hasta Cúerigos, donde nos desviamos a la altura de una capillita, tomando el puente sobre el río Aller, y buscar las cercanías por un camino interior las cercanías de Collanzo..

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Antes de llegar a la Estación de Feve, en la Contraina, hay un ramal a la izquierda, detrás de una casa que va al barrio del Fabarín, los casi 700 mts de desnivel perdidos bajando de Cochá Escobal, ahora hay que ganar casi que 450 m para colocarnos en la collada de La Guarda. La subida aunque dura es ciclable, y con varios y variados descansos, vamos ganando la citada collada y Preu el Monte. Aunque ya nos avisaban de que la bajada, aguas vertientes de Bello tenía tramos con fuertes pendientes y una tanto resbalosas.

Una vez ganada La Guarda y con la lluvia en los talones, dimos de nuevo vista al pueblo de Bello y al gran valle en que este se sitúa. Quedé impresionado por lo grande que es el poblamiento, tal vez solo explicable por la presencia de la explotación minera y sus extensos pastizales.

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Poco a poco vamos bajando hacia Bello, donde llegamos en menos que canta un gallo, sin que nos amedrentaran las advertencias ni los desniveles. En el pueblo un descanso y una cocacola en unos de sus concurridos bares llenos de humo, y de nuevo a la ruta.

Para subir a Coto Bello, haya varias posibilidades, o bien por la Felguerúa, o bien por el Reyéu, en todo caso hay que salvar unos 700 m de desnivel.

En medio del pueblo encontramos el gran panel del GR 109, en su etapa 11 que va dirección a Santibanez de Murias y como tal sube antes a Coto Bello. Aun no entiendo como el programa "Caminos Naturales" no utiliza los destinos intermedios, en este caso Coto Bello, y una vez ganada la cumbre marcar el otro destino Santibanez…

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En todo caso aunque el panel dice que es ciclable, y posiblemente pueda serlo, los presentes arrastramos bastante bici por los repechos camino de Coto Bello, sin poder apenas disfrutar de la vistas, pues pronto la niebla se echó sobre el valle haciendo presencia el agua. Fueron 4 km de subida penitente, al menos para nosotros, otros tal vez lo puedan subir pero ni nuestras paelleras, ni nuestras piernas podían, al menos nosotros desistimos de agotar nuestras últimas fuerzas, salvo en las zonas más fáciles que montamos en nuestras metálicas jacas, y así fuimos ganando esos 700 m. de desnivel hasta llegar a la cumbre de Coto Bello, y finalizar así la ruta.

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La verdad es que diferencia de tiempo, cuando llegamos a la meta había 4º y habíamos salido con 15º y vistas al salir no eran buenas pero se veía medio mundo, y ahora teníamos problemas hasta para encontrar los coches. Pero bueno esto es Asturias.


@Víctor Guerra

sábado, 26 de julio de 2008

RUTAS BTT: “ POR LOS TERRITORIOS DE LENA Y ALLER”



Tipo de Ruta: Longitudinal
Punto de Salida: Campomanes
Punto de Llegada: Cabañaquinta
Puntos del recorrido: Casorvida- La Carisa- El Rasón – Villar de Murias-Soto de Aler
Longitud: Km.
Horario: 4 h oras

Dos valles tan singulares como el lenense y el allerano proporcionan del ciclista de montaña unos parajes excepcionales, en los que no podía faltar la cordal de La Carisa.

La posibilidad de combinar diferentes movilidades, hace que las posibles kilometradas que nos pueden salir al recorrer estos parajes se puedan adaptar al gusto y necesidades de cada uno.

Eso es lo que permite la existencia del tren en la zona, lo cual nos facilita la vida a la hora de abordar las rutas por estas latitudes. En el caso de la propuesta de hoy, lo mejor es dejar los vehículos en Ujo, y tomar el tren con la bicicleta hasta Campomanes, punto en el cual arranca nuestra ruta que cabalgará por los empinados entornos lenenses y alleranos de la Cordal de Carraceo, más comúnmente conocida por La Carisa.

Se sale de Campomanes en dirección a Puente de los Fierros, por el amplio arcén de la Nª 630, que no siempre presenta el aspecto limpio que debiera tener todo arcén y tras rodar un kilómetro nos desviamos a la izquierda para tomar la carretera a Casorvida. Acceso asfaltado de carácter local que hace que los desarrollos de muevan, pues presenta unas buenas rampas, en cuya escalada nos podemos entretener contemplando la Cordal del Carril, y como por su ladera oriental se abre como un tajo el Camino de Santiago, por el cual discurre también el GR de La Ruta de la Plata, que presenta un aspecto de semi-abandono.

En Casorvida seguimos camino adelante hasta concluir al final del pueblo, donde tomamos un ramal que sube hacia la Iglesia, dejando el que va a Congostinas, a la derecha, al pie de la iglesia en una especie de promontorio nave un camino empinado que se va poniendo cada vez más duro, lo que nos obligará a meter todo el desarrollo, y en algunos momentos a echar pie a tierra. Remontada la terrible rampa, a la altura del túnel de Perones, una clara bifurcación en la cual optamos por ira hacia la derecha encontrando algunos rastros de la señalización de la Red de Senderos de Lena y pudiendo ver el trazado ferroviario por debajo de nosotros.

A partir de aquí la cosa se relaja por unos momentos y el camino que va buscando la media ladera nos lleva hacia la abandonada aldea de Linares, que llama la atención por sus bloques de viviendas. ¡Qué ideales serían para algunos emigrantes! Pasamos por entre la estación de RENFE y el poblado, para seguir por la pista principal que nos lleva al entronque con la que baja de La Carisa y que va hacia Congostinas.

Accedemos a esa pista en plena revuelta y ganamos el desnivel para poder rodar por zonas más tranquilas observando la complejidad del trazado ferroviario que va camino del Puerto de Pajares. Es una maravilla ver el tren, tan pronto por aquí por allá.

La tranquilidad del paseo por La Cuadernega concluye a la altura de la majada del Cuello, se deja la pista y se dobla ante la cabaña y su cercado a la izquierda para subir por el fortísimo repecho que nos pone de cara al Noroeste para ganar una zona más abierta La Grandanosa, punto en le cual volvemos a dejar el camino duro, para optar por un sendero que se abre a la derecha y que busca la braña de Calaverdás, en este tramo casi que lo mejor es tras los intentos clásicos, por llevar la trotona del ramal, hasta cerca Chixincos. Aunque es posible seguir también por la pista que va empeorando hasta concluir a si mismo en el Cordal de Carraceo.

Aunque entrar en el juego de ver cuanto se puede ciclar también es una buena motivación, teniendo en cuenta que esta es una de las múltiples subidas hacia La Carisa desde la vertiente lenense más duras. Ya en la zona más alta, las tapizadas praderías nos permiten contemplar con deleite la cordal de Carraceo, y los valles alleranos, y entrar de lleno la cordal de La Carisa, que en esta ocasión rodaremos unos cuantos kilómetros, pero con una excepcionalidad, y es que lo haremos en la dirección contraria a lo habitual lo que nos obligará a rodar dirección Sur hacia el Portillín de la Boya, pasando antes por la Concha del Aciu.

En el Portillín encontraremos la indicación de que debemos abandonar la Carisa para internarnos en la bajada hacia la vertiente allerana de El Rasón, teniendo enfrente el Pico La Boya y sus excavaciones arqueológicas. En la bajada al poco de empezar una bifurcación , se tira por el ramal izquierdo tomando el llamado Camino de Cerezal. La pista es evidente aunque hay bastantes cruces, si nos vamos a la derecha acabaremos en plena pradería de El Rasón, no hay problema los dos caminos se encuentran más abajo en la zona de Chano.

La pista se quiere volver medio carretera, o al revés, y ella nos lleva hacia el fondo del valle a base de revueltas entre Las Selvares y Valdemera, se entronca de este modo con un carretil asfaltado que nos coloca ante la carretera allerana (AE-3) y por la cual bajamos dirección a Villar, cuyo desvío está unos metros más abajo. Aquí nace una doble alternativa o bajar a Moreda por el sendero de Las Fuentes marcado como PR. O seguir hacia Cabañaquinta.

La ruta que aquí se plantea toma el rampante trazado que va hacia la aldea de Villar, que cruzamos hasta una clara bifurcación en pleno pueblo, nuestro ramal está marcado con un aspa, o sea que giramos a la izquierda para tomar una relaja pista que va ganando la ladera de Curriechos, por lugares como Entrambas Regueras, o las Barrosas lo que nos permite ver el trazado tan lineal que une Los Tornos con Santibáñez e Murias, por debajo del Pico Turcibarbas, no sé si es un plano de mina o una traída de agua

Fuera como fuera, se va ganando la collada de Chinar, donde se puede o bien bajar a coger la carretera que sube a Cotobello, so seguir por los rampones que aquí se tornan duros para ganar las altas laderas del Pico Tenorios. Según como vayamos de fuerzas igual merece la pena bajar hacia la carretera de sube a Cotobello, y dejar los rampones para mejor ocasión.

La ruta en este caso va a buscar las praderias de Renorios (Pandu) y abandona la pista que va hacia Cotobello para encontrarse con la carretera. Ya en ella se gira a la izquierda para bajar unos kilómetros hasta e la amplia y cerrada curva de La Collaina. En este punto nace una de las bajadas más interesantes que hay hacia el valle de Cabañaquinta.

Una de ellas por la Vayestal hacia los Corradones, pero muy dura la bajada por excesivamente empinada, aunque tiene un par de variantes por pista y sendero hacia Bello interesantes. La otra posibilidad es bajar por el camino real de Santibáñez a Coto de Aller , por el valle de Castaneo, pero este se encuentra en algunos tramos en mal estado.

Por lo cual optamos por una bajada tranquila por entre Vallifresno y la Peña del Valle, que nos deja en un periquete en el pueblo de Soto de Aller, y su área recreativa de Miravalles. Desde Soto y a la altura de su mítica torre medieval, se gira a la derecha para tomar un amplio camino hormigonado que va volviendo más estrecho tras pasar Espineo, y cuya traza nos hace a desembocar a la altura del apeadero de la estacón del FEVE, cruzamos el río Aller por un puente colgante, finalizando el recorrido en Cabañaquinta

La opción puede ser bajar por carretera hasta Ujo, lo cual no se recomienda dado el transito de camiones en la zona y lo estrecho de la carretera, o bien tomar el FEVE hasta Ujo, lo cual es una buena combinación.

Victor Guerra

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