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viernes, 6 de marzo de 2020

Balcones de Trubiecos


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       Punto de Salida y Llegada: Trubia
·         Puntos de Paso: San- Andrés-Santo Adrianos de Tuñon- Proaza-Linares-Perlavia-Berejual-Villarín
·         Longitud de la Ruta:  40 km.
·         Horario de la Ruta:  4, 30 horas
Desnivel acumulado de ascenso y descenso:    1.054mts.

·         Participantes:  José Ramón Natal- Luz Fernández-Toño Cuervo-Luis Roza-Javier Riestra- Juan Piñera-Sandra y Victor Guerra



Ya habíamos probado a rodar por la zona con los llamados «mayorinos» de Asturcón BTT, realizando la ruta a la inversa de como hoy la acometemos, y tanta fue su dureza que en la cascada de Guanga nos fuimos valle abajo, en busca de sosiego y buen yantar, aunque la ruta no por ello dejó de darnos buenos momentos que más de alguna cámara recogió y la cual pese a la dureza del principio la gozamos, aunque  unos más que otros..


Esto fue de jueves, y para la ruta del sábado se decidió volver a la zona para rodar esa misma ruta pero con una notable diferencia, hacerla en sentido inverso, tomando Trubia como lugar de comienzo yendo rumbo a al Sur, hacia Proaza y desde allí poder ir cerrando el bucle de vuelta a Trubia.


Pero como siempre antes es menester avituallarse, y eso hicimos tomando unos cafés y pasteles en el único sitio abierto a las 8.30 de la mañana en Trubia, y que tuviera algo para llenar el estómago,  y eso lo hicimos en la  Confitería el Vasco, degustando sus buenos pinchos y pasteles.


Cumplidos los trámites del preludio biker de todos los sábados, nos ponemos en posición de revista para empezar a rodar durante unos buenos kilómetros, y lo haremos por lo que fue el proyecto de recuperación de la famosa vía del tren minero de los Valles del Trubia, que luego tras años de su desmantelamiento serviría para usos senderistas y ciclistas y quedaría bautizada y conocida como la Senda del Oso


Proyecto que pusimos sobre el tapete de la  dinamización territorial asturiana, allá en el año 1987. Un proyecto personal que puse encima la de mesa de las instituciones regionales asturianas, para relanzar la zona y recuperar esta vieja plataforma que estaba abandonada   y dedicarla a usos turísticos deportivos. En este enlace cuento con detalle su desarrollo.

Si bien era un proyecto que empezaba en Santo Adriano de Tuñón, pues las instituciones ovetenses, digamos que pasaban de este novedoso proyecto, ello nos obligó durante años a rodar por la carretera general para llegar a lo que era la cabecera de la Senda, que no era otra que Santo Adriano, más adelante Oviedo se sumaría al proyecto, para lo cual no hizo falta nada que una serie de adecuaciones y par de puentes, quedando la famosa Senda del Oso conectada con la capital ovetense.


Esta obra de recuperación de una plataforma ferroviaria es lo que nos permite hoy realizar nuestra ruta y subir a la balconada trubieca de forma sencilla, pues desde el mismo lugar de Trubia y teniendo como referencia la fábrica de armas de Trubia, en cuyo seno se albergó una logia masónica allá por el último tercio del siglo XIX, a la cual he dedicado un tiempo a investigar, aunque los archivos de la Fábrica han estado cerrados para su consulta, y no deja de ser paradójico la poca querencia de las instituciones fabriles por su propia historia, pues si uno ve como estan los archivos de esa vieja fábrica, se puede caer de culo. Así es como se entiende la defensa de nuestro patrimonio.



Partimos pues de la puerta de la fábrica de armas de Trubia, para rodar de forma tranquila por los primeros predios de la Senda del Oso camino de San Andrés, este primer tramo ya en aquella década de los años 80, en que había desaparecido el tren, quedaba la plataforma medio articulada a modo de zonas de comunicación entre pueblos y fincas, pero en San Andrés se cortaba la continuidad.

Después de este pueblo y una vez se sumó al proyecto Oviedo, la cosa cambió, pues no había puente sobre la carretera ni sobre el río Trubia, por lo cual quedaban zonas muy poco accesibles, esa llegada trajo los puentes sobre la carretera y el río Trubia, pudiendo salvar a estrechez de Peña Escalera y las Garradas por medio de un paseo fluvial cómodo que además se mantuvo bastante intacto y que hoy en pocos minutos nos permite llegar a Santo Adriano de Tuñón.

Punto que fue importante para la Senda del Oso, ya que fue la cabecera en la articulación de la Senda del Oso, de ahí que se pusiera el centro de Recepción dónde hoy se encuentra la sede de una empresa de Turismo Activo, quedando la Senda sin Centro de Recepción, como tal.


Desde este punto el valle se abre y nos deja una rodadura límpida que pasa de un lado al otro del valle, enhebrando el río Trubia hasta desembocar en la aldea de Villanueva, con su impresionante lavadero y su enorme puente ojival, siempre me han llamado la atención la altura de estos puentes.

De Villanueva a Proaza, la Senda del Oso, tuvo una interesante articulación, ya que en este tramo no solo se pusieron los primeros negocios de bicicletas, sino que se contó con la dinamización que supuso en primer lugar el cercado o sea para Paca y Tola, y el gran área de Bullera, esta zona siempre ha tenido mucha baraka.


Al llegar a Proaza nuestra ruta por la Senda del Oso concluye con casi 15 km, y con la misma la abandonamos para salir a la carretera AS-228 con dirección a Teverga, aunque unos metros más allá de Proaza se toma la desviación que sube a la derecha hacia los altozanos pueblos de Sograndio y Linares. O sea, unos 7 km de subida ininterrumpida, que ponen a prueba nuestras capacidades de adaptación de los firmes de tierra a rodar en subida constante 7 km de asfalto, antes habremos dejado atrás el desvío al pueblo de Bandujo, por el cual tantas veces hemos pasado.


Una vez en Linares, ello supone que nos hemos colocado en la sierra cumbral que da vista  tanto a la vertiente moscona como a la trubieca. Una vez queda atrás el pueblo se deja la carretera que va hacia Castañeo del Monte, para girar a la izquierda por un camino que busca la divisoria de aguas, bordeando primeramente el pico Grandamiana, yendo camino del Pico Meadoriu, se pierde el camino entre fincas. Una portilla nos cierra el paso, y  la solución es ir por la pista de la izquierda que baja para luego  subir hacia la Gargantiella para reencontrar el camino dejado.

Por nuestra parte cruzamos siguiendo la vieja traza para ver su estado, lo que nos obliga a saltar prados y un par de alambradas. Al otro lado de tramo semi perdido de camino, este vuelve a retomar su traza original yendo cumbral adelante rumbo Norte por el cumbral, cuya línea se rompe en La Corredoria con 27 km recorridos.


Aquí se quiebra el pequeño cumbral, por cuyo motivo la ruta se va a la derecha hacia la Peña Castiello para de este modo poder visitar la famosa cascada de Guanga o Buanga, que digamos que nos está muy pletórica en cuenta al caudal de agua, pero cumple su función.

Hasta aquí nos había traído Javier Gómez, el jueves anterior a los «mayorinos de Asturcón BTT«pero realizando la ruta al revés, o sea viniendo de Trubia y subiendo a la cordal al Alto del Sanatorio  lo cual se hizo duro, afrontar de buenas a primeras los fuerte repechos existentes, y cuya ruta se abandonó tomando la bajada trialera hacia San Andrés.  Dejo constancia de esta primera visita.

Lo mismo sucede con la segunda vez que visito estas famosas cascadas que no conocía y que ahora en apenas unos días he visitado dos veces.


Desde el enclave de Guanga/ Buanga se retoma el camino que va a cubierto por la ladera boscosa hacia la aldea de Perlavia, que se encuentra en un rellano del terreno y agrupada en un compacto poblamiento nacido bajo la mirada de la ermita de San Antonio. Aquí se conecta de nuevo con el asfalto, AS-313 que va Sama de Grao, pero se baja hacia la vertiente trubieca  y se rueda  como un 1, 6 km.,  aproximadamente hasta el lugar de Berujal, pudiendo ver Trubia al fondo del valle.



Se deja en Berujal el eje asfaltado que va por encima del reguero Rebeco, para tomar la carretera OV-2 que nos sube hacia a la aldea de Canales, aunque en nuestro caso nos desviamos un poco antes, también se puede llegar a la aldea, y luego salir desde ella, la dirección que termina tomando el camino dirección Norte, y de nuevo subidos a la balconada trubieca, por tramos de senda estrecha vamos camino del Pico Lovio y por la Granda, poder ganar el Alto del Sanatorio, con tramos de grandes charcales de agua, hasta desembocar en el lugar de Las Cruces, cuyo conjunto de dos o tres casas,  y donde se sitúan las viejas instalaciones del Sanatorio Obrero  y que no vimos, aunque tampoco buscamos.


Se cruza el Monte de las Cruces adelante encabalgado en la divisoria de aguas y de concejos y al llegar  a las casas de Las Cruces se sale de frente por un camino que sube de nuevo al cumbral para dejar esta como a los 36, 7 km.,

En un momento dado  la ruta se echa ladera abajo hacia el valle trubieco, y lo hace mediante un bajada de muy alta pendiente, ante la cual hay que tener cuidado, dado que el camino está sembrado de palos de ocalito, los cuales nos pueden organizar una liada en el cambio trasero, o en las ruedas, y con esa pendiente es difícil descabalgar de la trotona


Se afronta la corta bajada de apenas 2 km., que nos pone en el entorno con las casas de Villarín por cuyo poblamiento rodamos unos minutos enhebrando casas y casonas como el palacio de los González-Fontayo o Menéndez, para desde ahí dejarnos caer definitivamente en Trubia y concluir la ruta.



© Victor Guerra

viernes, 18 de diciembre de 2015

Por los Montes de Trubia y Grao


  • Punto de Partida y Llegada: Trubia
  • · Puntos de paso: Gadía- Sama de Grao-El Palacio-Linares-Las Vegas-Pedredo-Camales-Sanatorio-Gallegos
  • · Kilómetros de la ruta: 30, 5
  • · Horario de la ruta: 4 horas
  • · Desnivel de ascenso acumulado: 1.280 mts
  • · Desnivel de descenso acumulado: 1.280 mts
  • · Participantes: Polchi, Natal, Marcelo, José Carlos, Truébano, Víctor Guerra, Albano Capezzali
  • · IBP Index: 136

  • Los montes de Trubia y el colindante concejo de Grao dan más juego de lo que uno pudiera imaginar, aunque la realidad es que ambos concejos han perdido buena parte de su infraestructura peonil, y esto hace que a veces tengamos que relegar nuestras rutas a rodar por buena parte de las carreteras de acceso a los pueblos y pequeños núcleos para poder tener una ruta medianamente ciclable.
Y eso es lo que hemos hecho en la zona de Trubia, exprimir el territorio para que nos saliera alguna ruta más, partiendo de un nuevo enclave como es la población ovetense de Trubia con su característica Fábrica de Armas.




De Trubia y sin muchas complicaciones salimos en busca de la carretera que nos permite llegar con poco esfuerzo hasta el valle donde se ubica la población de Sama de Grao, o sea desde el mismo Trubia se toma la AS-313 que nos permite ir subiendo, no sin esfuerzo hasta la alta collada que da acceso al valle de Sama, el Alto de Perlavia.

La subida de casi unos 5 km se hace en algunos tramos algo dura, por lo cual nos entretenemos observando un camino a la izquierda, al otro lado del valle que riega el reguero Rebeco y que promete una buena bajada, eso sí está como nos imaginamos, quedamos con la copla de volver por la zona y rodarlo de bajada.

Una vez se alcanza el Alto de Perlavia, podemos ver al poco de bajar en casi toda su extensión el amplio valle en el que asienta una inusitada población como Sama, a la cual se baja en poco tiempo siguiendo la carretera citada, que pronto nos deja tras dejar un bello palacio, el de los Arias de Velasco, aunque propiedad de los Alvárez de las Vallinas, que también dio lugar con su patrocinio al Centro Escolar Maria Josefa, que alberga un interesante museo etnográfico; es a este enclave, Sama de Grao, situado en un espacio y soleado valle al que llegamos.




Ya en Sama al pie de su iglesia la ruta sigue rumbo Sur tomando una gran pista que sube directa hacia el pueblo de Linares, subida que todos los paisanos nos recomiendan como el mejor enlace para subir a la zona alta el valle, nuestra idea era otra pero hacemos caso al personal autóctono, y nos vamos por la pista arriba la cual presenta sus buenos repechos, pero al tener un buen firme nos permite ganarlos a buen ritmo, pues no en vano por esta pista transitan vehículos de toda naturaleza, eso sí en apenas unos 4 km se han de ganar unos 400 mts de desnivel.

Según vamos subiendo observamos el valle, que es como digo impresionante, y al otro lado de este justo enfrente, de por medio está la cuenca del río Sama, se puede ver nuestro itinerario de bajada, que seguirá por la línea que marca el pueblo de Las Vegas hacia la Mortera de Vega Santiago. Pero antes hemos de llegar a la población de Linares, ubicada en plena cumbre.

Llegados al poblamiento se sigue rumbo Sur, y a la salida del pueblo nos vamos a la derecha por el carretil asfaltado, el cual va virando al Oeste cruzando la riega de Sama , ya muy altos para de este modo ir cerrando el bucle hacia al pequeño pueblo de Las Vegas, virando por encima de la riega al Norte, a la vez que se sigue la carretera en descenso hasta propio pueblo de Las Vegas, ubicado bajo el promontorio del Pico Buen Muerto.

Tras entrar en la pequeña localidad se ha de llegar hasta la fuente del pueblo, a cuyo punto veremos una amplia cancela, por la cual penetramos dejando ésta debidamente cerrada, dando lugar dicho portilla a un camino que cruza unas praderías que a la altura de una cabaña que queda más abajo a la derecha (La Guertona) el camino entra en zonas más montunas y con trazas a veces diversas y no muy bien definidas.




El camino plantea una vez entramos en él, ya nos van mostrando su cariz barroso y peleón, a lo cual hay que sumar con tramos con abundante vegetación que amenaza con devorar la senda, lo cual nos obligará a estar muy atentos a los senderos a ciclar y eso sí sin quitarle un ojo el propio GPS .

Tras la Guertona el camino va en descenso virando hacia la izquierda, hacia otro un sub-valle lateral que se abre a los pies de Pico Buen Muerto y a la vera de la riega que lo baña iremos bajando por una trazada de caminos embarrados y salpicados con lienzos de piedra pulida que hace de todo este itinerario un sendero muy técnico, eso sí salvo algunos puntos muy determinados y con cierta pendiente que pueden resultar peligrosos, el resto se baja sin muchos problemas.

Aunque ya advierto que es un tramo desde Las Vegas hasta entrar en los predios de la aldea de Pedrero, pasando por los aledaños del Mortera de Vega de Santiago y de Sienra, todo un batallar durante los 5 km de recorrido en el se descienden unos 370 mts., entre piedras, barro y vegetación.



Al llegar a la aldea de Pedredo nuestros problemas habrá desaparecido, pues se toma un naciente carretil asfaltado que nos devuelve a Sama de Grado, pudiendo de esta manera cerrar el primer bucle, ahora toca abordar la segunda parte de la ruta, que parte de esta última población, capital del valle, y se toma la AS-313 pero por el ramal que va a Grao, pasando por delante del núcleo educativo "María Josefa" donde podemos admirar su colección de azulejos sobre El Quijote en el pórtico de entrada de la escuela.

Se sigue por la carretera adelante hasta llegar a la altura del Molino Doró, donde la ruta vira a la derecha para coger otro carretil que sube a la aldea de Doró, el cual dejamos a la derecha , mientras que nuestro objetivo es subir hacia los poblamientos de La Mata y la aldea de Camales. Atención a los mastines que por allí rondan.

Desde que se deja la AS-313 hasta dar con ganar Camales, hay una subida importante que está breada, lo cual nos facilita poder encaramarnos en lo alto del cordal del Pico Lovio.

Tras llegar a Camales se sigue al Norte hasta concluir ante una cabaña donde parece que el camino desaparece, en ese punto debemos seguir por una senda que en su día fue la traza del camino cumbral que se abría paso por lo espeso del Monte de Las Cuestas, pero el ciclado sorteando las cotoyas no será muy largo aunque eso si un poco penos, luego el camino reaparece y deja ver toda su gran amplitud, dando vista cuando al valle de la Vega de Peridiello, o bien hacia el valle de Trubia, aunque lo que al final podemos ver mejor son las empinadas laderas de la Sierra del Aramo.




Según seguimos rodando sorprende que tan arriba se abra una traza caminera de tal naturaleza, y tan desconocida porque la cual rodamos tranquilamente ya que es totalmente plana y sin impedimento técnico alguno. Dejamos a la altura del Alto del Sanatorio, curioso nombre, una bifurcación que va a la derecha y que se emboca en la zona cumbral, nosotros seguimos rumbo Norte, ganando el caserío de Las Cruces que tiene su acceso desde la carretera GR-3 proveniente de Belandres.

Se sobrepasa el caserío y se sigue de frente hasta desembocar en una zona abierta en la cual estas semanas los tractores moto- desbrozadores han dejado la mata limpia, pudiendo ver toda la Vega de Udrión y Priañes y la zona de Santa María de Grao.

Pero nuestra ruta no prosigue al Norte, sino que vira en la calvorota desbrozada al Este para encarar la bajada ya de forma directa hacia Trubia, por lo cual como digo se gira a la derecha tomando un camino que nos presenta en su parte intermedia una rampa de descenso que da un poco de miedo y que lo único que tiene de dificultoso es la pendiente, por lo demás se baja bien aunque con ciertas precauciones.



En todo caso hay forma de evitar la bajada, y es siguiendo la traza original del camino que nos llevará un poco más abajo para alcanzar al poco las primeras casas de Gallegos, ya prácticamente encima de la Fábrica de Armas de Trubia, cuya factoría se cruza en un instante para ya desembocar en la AS-228, y ya por ella llegar hasta las inmediaciones del Campo de Futbol de Trubia que es donde hemos dejado nuestros vehículos, dando así por terminada una ruta interesante que desfila por parajes muy desconocidos.

Track de la Ruta

Victor Guerra

sábado, 9 de agosto de 2008

Por los Entornos de Marabio


Tipo de Ruta: Circular

Punto de Salida y Llegada: San Andrés (Trubia)

Puntos del recorrido: Castañeu del Monte- Linares- Cuevallagar- Puertos de Marabio- Villamayor- Barzana-Proaza-Santo Adriano

Longitud: 56 Km,

Horario: 5 horas.

Desnivel Acumulado de Ascenso: 1.250 mts

Mapas utilizados: IGN 1.25.000 Serie nº 52

Tanto la zona de Cuevallagar como los Puertos de Marabio ofrecen al ciclista de montaña todo un compendio de vistas y posibilidades que aún están por descubrir


La ruta que traemos hasta este blog fue publicada en las páginas de “Campeones”, aunque los amigos encabezados por Dani (Aire) arrancaron desde Oviedo por las infraestructuras viales que hoy comunican con la Senda del Oso, como son la Senda de Fuso, hace que no nos planteemos algunos de hacer los mas de cien kilómetros que tiene la ruta. Por lo cual estudiando las posibilidades de acercamiento bien en vehículos o bien por medio del tren, vemos que hay la posibilidad de salir desde Trubia, lo que supone un recorte importante de la ruta.


Por tanto, la zona ideal se salida puede ser o bien Trubia, aunque en este caso concretoo hemos partido de San Andrés, en el limite concejal de Oviedo y Santo Adriano. Desde aquí tras tomar agua de la abundante fuente que allí mana al lado del barrio de El Puente, se toma la tranquila carretera que sube por Tras el Molín y bordear la Peña Molar hacia Castañeu del Monte, subida que se hace fuerte si salimos de San Andrés, sin apenas calentar, pues en poco de menos 4,5 km ganamos unos 430 mts., de altitud que subimos en unos 45 minutos. El grupo que viene de Oviedo con unos 25 km en las piernas sube a buen rito, mientras que el amigo Ovidio y el que suscribe cierra filas en la parte trasera del pelotón.


La subida nos va dando interesantes perspectivas entre las que destaca, como no podía ser menos, la referencial humareda de la Central de Soto Ribera y la Sierra del Aramo.


El tranquilo pueblo de Castañeu del Monte nos aporta un pequeño respiro para reagruparnos. Desde el mismo centro del pueblo se toma un ramal hormigonado que pasa rápidamente a ser asfaltado, unos metros más allá, para encararse en la falda del Pico Plantón tomando rumbo Sur a la par que nos ponemos paralelos a la cordal, pasando por la seca fuente de Las Fileras.


La ruta continua por zonas asfaltadas, eso sí ya muy altos, lo cual nos permite contemplar en toda su dimensión tanto el valle de Santo Adriano, como el de Proaza y la Sierra del Aramo y el GR de San Melchor que lo perfila a medio ladea. Los repechos se suceden sin descanso hasta la aldea de Linares a donde llegamos en casi una hora tras rodar unos 7,5 km.


A la salida de Linares dejamos un ramal asfaltado a la derecha y enfrentamos un pequeño repecho por el ramal izquierdo, dando vistas a la otra vertiente en este caso a la moscona, con las referencias del Pico Buen Muerto y la Peña Candeal. El amigo y buen compañero Javier Muñiz corredor de élite (Asturcón BTT y ahora bajo las filas de Garaje Paco y Damina) hace la goma entre el grupo de cabeza que está fuerte y los regazagados que vamos ganando los duros repechos asfaltados como buenamente podemos. Se nota la falta de preparación y entreno lo que en BTT en básico.


Con intensas vistas sobre la Cordillera y con la moteada cumbre de Peña Rueda por la nieve, abandonamos el duro asfalto a eso de los 10 km., de ruta y a una altura de unos 831 mts., para de este modo desviarnos a la derecha por una pista hormigonada en su arranque que nos obliga a meter todo el desarrollo entrando de sopetón en terrenos más ciclomontañeros en busca del mítico lugar de Cuevallagar.


El recorrido se abre paso por una amplia pista de continuos toboganes que van poniendo en fila al pelotón, compuesto de unos diez ciclistas, que en este día de otoño nos hemos atrevido a subir a estas latitudes. A la altura de Piurices a eso de los 12 km, y a unos 1.042 mts de altitud, una rampa nos obliga a los más débiles, a pesar de estar hormigonada, a echar pie a tierra. Da gusto ver subir esos rampones a Muñiz y a Carlos alías “fierros” o a Peinador. Se les nota su días de entreno y horas de bicicleta de carretera.


Tras la subida, la cosa se suaviza y desfila por zonas más suaves para entrar de este modo por la portilla de Guamón, en la pradería de Cuevallagar. En este punto hay que prestar atención pues lo más normal es irse hacia la derecha hacia una clarísima pista que allí nace y que va hacia Yernes y Tameza y a Villabrille. Nuestra ruta se va por lo alto del cordal, rumbo suroeste, por zonas de pradería donde apenas si es visible la traza del camino, pero nos gusta por el aspecto montuno el recorrido.


En Las Forcadas, unos 14,8 km., vamos virando y dejamos un claro camino que hacia La Liraniega pendiente abajo, este ramal nos obliga a poner pie a tierra, siguiendo hacia Llanu, virando hacia el Lago de La Barreda, a través de zonas más ciclables. Esta zona con niebla hay que desistir de realizarla, por la sucesión de pequeños jous, y caminos que medio se pierden en la zona de pradería lo que puede malograr cualquier excursión y más a la altitud que estamos rodando, que ronda los 1.300 mts de altitud.


Bordeamos el lago por zonas muy bonitas, tras haber pasado por los estrechos jous con la BTT colgada del hombro durante algunos tramos, pues los caminos están destrozados con afloramientos calizos que obligan a mil y un piruetas y a un malgasto de energías que vamos a necesitar.


Nos cruzamos con el Grupo La Peñuca, que vienen de Marabio y van hacia Cuevallagar, los cuales nos dan ánimos. El tiempo va empeorando y antes de salir a la zona más descubierta entre la collada Tambaina que media entre el Pico Caldoveiro y el Torzano nos reagrupamos para comer de forma tranquila. Pues Ovidio ya demanda una parada en toda regla.

Ganada la zona de la Tambaina, un bonito juego de trial en bajada, o sea sillines más abajo para tener el centro de gravedad, más cerca del terreno, desinflado de neumáticos, pues para mí al ir sin ningún tipo de suspensión, ello me obliga a bajar presión y ejercitar técnicas amortiguadoras a diferencia de los que llevan amortiguación integral o delantera.


La bajada por la zona de Las Cuevas y Tixeira, nos permiten disfrutar de la bajada contemplando más abajo las praderías de Marabio, a donde entroncamos con la carretera que viene de Tameza. Hasta aquí unos 21 km con unas tres horas y media de rodadura.


Dani, y un amigo, plantean que en vez de bajar directamente al valle por la carretera general hacia Prado. Tomemos en ese entronque el ramal que va hacia Tameza, girando a la derecha, para desviarnos unos metros más allá a la izquierda por otra carreterita que nace a las faldas del Pico Cabrio, y que ganando unas pequeñas colladas nos permiten bajar de forma cómoda, por lo escaso del tráfico hacia las aldea teverganas de Villamayor y Riomayor. Una parada para reponer agua y seguimos bajando hasta entroncar con la carretera que viene de Campiellos, a los 29 km., giramos a la izquierda para poner rumbo a Entrago.


En Entrago, con unas cuatro horas para cubrir unos 32 km., entramos en la querida Senda del Oso, lo que me trae al recuerdo el proyecto que presentamos en su día Nacho Baylón y yo mismo, para la recuperación de la plataforma de ferrocarril para uso cicloturista. Como decía el amigo Dani, es orgullo saber que estamos rodando por un proyecto propio, al que apoyaron gente como el hoy Diputado Faustino Álvarez, o el presidente Silva, y más Juan Luis Rodríguez Vigil que impulsó todo lo que pudo el proyecto. Desde aquí las felicitaciones, pues de este modo nos permite rodar ya sin problemas a lo lago de la Senda hasta San Andrés. Es un gusto cruzarse con los senderistas y saludarnos, huyendo de los conflictos tan al uso.


Propuesta por tanto dura, pero muy reconfortante a la cual les invito a rodar para la primavera.


Víctor Guerra

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