- · Punto de Salida y Llegada: Canero
- · Puntos de Paso: Cueva-Caroyas-Barcia-Merás-Balsera-Trevías-San Pelayo- Cadavedo-Quintana-Busto
- · Longitud de la Ruta: 45 km
- · Horario de la Ruta. 6 horas
- · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.351 mts
- · Participantes Javier Dolado, Javier Riestra, Luis Roza, Victor Guerra
De nuevo el occidente astur recibe nuestra visita, con un recorrido muy próximos a otros que hemos hecho por estas tierras, pero en esta ocasión hemos cogido otras cañadas y nos hemos abierto más hacia el este abarcando buena parte del Esva en nuestro radio de acción.
Partimos pues de uno de los enclaves camineros más importantes de la zona, como es Canero, y pese a que ha perdido, en parte su potencia debido a la presencia a la Autovía del Cantábrico, aún mantiene su prestancia como nudo de comunicaciones y encuentro con el complejo hotelero de Canero, con bar, restaurante hotel y albergue de peregrinos.
De Canero, la ruta sale, tras un buen caldo caliente en el Bar del complejo hotelero, rumbo Norte, dejando de lado el Camino de Santiago, enfilando por una estrecha senda que va camino del pueblo de Cueva hasta desembocar en el arenal del mismo nombre, del cual se sale por la zona Oeste de la playa, subiendo por sendas rumbo a la Punta Mosqueiro, sobre cuyo entorno se dobla al Este.
Por medio de unos quiebros en los trazados, se vira al Suroeste, y sin entrar en el pueblo de Caroyas, se bordea este para tomar la referencia del Camino de Santiago y el cementerio musulmán de Barcia, al que llegamos mediante la utilización de la Nª -634, durante un par de kilómetros.
Al llegar a la Quintana de los Muertos, rendimos una visita para ver sus estado dada su singularidad, y aunque sea fruto de malos presagios para unos, y de peores recuerdos para otros dado ya que aquí fueron enterradas las jarcas moras que acompañaron a la tropas gallegas en su incursión para rendir la plaza asturiana durante el 36, es pues parte de nuestra historia guerrera y funeraria.
Seguimos la ruta por el Camino de Santiago para abandonarlo a la altura de Barcia para de este modo entrar al Sur, cruzando la Nª 634 para dar comienzo a una larga subida por Suertes Grandes, Bouzas y Ricante, pasando por debajo de Ermita de San Antonio Concilleiros, por Cuestaliñoso, dejando atrás la vertiente norteña y adentrarnos en los valles interiores insertos en la Sierra de Concilleiros, buscando el enclave, ya cerca, del Pico Pomar que preside nuestro encuentro con las AS-351, pudiendo contemplar al paso las primeras brañas vaqueiras.
Desde este punto, se sube de frente a la collada que forman Pico Nalgón y Peña Tayada, la cual nos pone problemas ya que ha andado una máquina de orugas por la pista y ha dejado el camino muy complicado de rodar, que junto con la pendiente, y lo pegajoso del terreno, nos obliga, a unos y a otros, antes o después, a echar pie a tierra.
Ya ganada la collada volvemos a los trazados de media ladera que van por debajo de la Sierra de Rañadoiro y por encima de la braña de Valle, dando vista al fondigonada de Merás, tomando la cumbral que corona el Pico Buey, para de este modo dejarnos caer tras las marcas del PR-AS 178 hacia el poblamiento de Merás con sus peculiares escuelas y la placa homenaje a su protector el indiano Manuel García-Merás Sánchez.
Hacemos aquí un alto en el camino, tras recorrer unos 17, 6 km,. y haber dejado atrás el mayor desnivel de la etapa, y también la mayor bajada, aunque son trazados amplios y de buen firme por los cuales se rueda muy bien, y nuestro paso es más bien tranquilo, no hay que descuidarse, pues los pequeños dientes de sierra también desgastan.
De Merás, salimos pos su acceso rodado para alcanzar su cementerio, y llegar a la altura de la localidad natal del indiano Merás-Sánchez, que no es otra que el pueblecito de Ferrera de Merás, y si bien desde el Molino de Valiente se puede seguir a la vera del río Chanona para seguir por la senda que sigue el Esva, dando vuelta a la picorota de Tras las Lleras, preferimos seguir subiendo por el acceso rodado hacia Los Pontones para ganar por asfalto la lata cota dando vista a la gran población que preside la zona: Brieves.
En San Feliz, damos vuelta sobre el bar del pueblo para irnos hacia la riega y casas de Xanteiro, entrando de este modo en los predios de la parroquia de Trevías, hasta llegar a la altura de la Ermita de la O, donde de nuevo cogemos una larga traza en ascenso hacia el Alto del Campón, cuya picorota se bordea para bajar por un abandonado camino que nos va sacando por la vera de la riega de Los Molinos hacia el pueblo de Balsera. En la bajada contemplamos los restos de un par de molinos y un pontón medieval muy interesante, el cual debía facilitar los pasos de las brañas de Lago y Brañaveroniza.
De Balsera se sale hacia Trevías cruzando el río Esva por un puente colgante, y con 28, 5 kilómetros ya rodados. Quien piense que aquí ya se ha terminado la ruta se equivoca, es cierto que si se sigue la Nª-634 se llega a Canero en apenas 6 km., pero nuestra ruta se abren a la derecha de la Nª, y se va hacia las parroquias de Tehona y Cadavedo, para ganar la rasa costera, no sin dar unos cuantos pedales y rodeos.
Se sale de Trevías por la Nª 634 para abandonarla al poco, para entrar por la aldea de Cortina y llegar a la de San Martín, lo que nos permite entreverarnos en los caminos del arroyo San Pelayo, y así ganar lo alto del valle, dando vista a la otra vertiente y por San Pelayo entrar en el valle de Pendás, para de este modo pasar por debajo del viaducto del Cadavedo en cuya población se entra por el barrio de Rapa.
En Merás habíamos cogido el cambiante rumbo Norte- Noroeste, ahora en Cadavedo con 37 kilómetros de rodadura, encaramos el final de la ruta, unos 9 kilómetros casi planos, virando completamente al Oeste, y tomando como referencia del trazado el Camino de Santiago y sus marcas amarillas, que nos van jalonando nuestro paso.
Trazado suave, que se rueda de forma cómoda, aunque la kilometrada no siendo excesiva pasa factura, pues de por medio hay mucho repecho pequeño que va castigando las patucas, y ya por Quintana van siendo patentes las ganas de llegar al destino.
De hecho a la altura de Querúas, renunciamos a adentranos hacia el Cabo Busto, y ya en Chano de Canero, nos vamos por la carretera Nª 632 abajo, sin mucho más miramiento, pues la entrada más “suave” puede hacerse por medio del Camino de Santiago que nos lleva a la iglesia del Santo Cristo y por Villa Abajo, entrar de forma más cómoda y directa al punto de partida en. Canero.
Una interesante ruta por los pueblos y brañas vaqueiras de Valdés.
Fotos de Victor Guerra y Javier Dolado
@Victor Guerra