viernes, 19 de abril de 2019

Camino de Santiago de Interior: Panes- Alles

  • · Punto de Salida y Llegada: Panes
  • · Puntos de Paso: Abándames-Cavandi-Llonin-Besnes-Alles- Trescares- Mier- Robriguero-Puente Lles
  • · Longitud de la Ruta: 41,5 km.
  • · Horario de la Ruta. 4 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.160 mts
  • · Participantes; Olegario y Víctor Guerra

Tenía ganas de presentar esta desconocida ruta, como tal ruta jacobea que surca la Asturias Interior, y aunque en BTT ASTURIAS, ya ha publicado muchas rutas por la zona e incluso utilizando parte de este territorio, pero no está demás publicarla y vincularla precisamente con el Camino Jacobeo de Interior.



Este es un camino muy desconocido, aunque tiene bastante antigüedad sería necesario investigar sobre los inputs que atestiguan esa importancia peregrina, aunque hay alguna crónica que nos dicen que este Camino, era el preferido de una serie de viajeros y peregrinos.

Y es normal, porque desde Pesués los peregrinos preferían obviar las rías y regatos varios que iban topando a lo lardo del «Camino de los Francos», y derivaban a este que no solo iba protegido por la Sierra del Cuera, sino que iba más elevado y pasaba por encima de casi todas las riegas que bajan de la Sierra del Cuera, con la singularidad de que estaban mucho más cerca de poder desviarse hacia el Santuario de Covadonga.


Una vez visitado el recinto covadonguino a través de Cangas de Onís, conectaban con el Camino de los Francos en los predios de Arriondas, y ya por la llamada Depresión Mesoterciaria continuar hacia San Salvador de Oviedo, pasando por Sevares, Villamayor, Infiesto, Nava , Pola de Siero.. etc.

El punto de arranque de este Camino como astures lo situamos en Panes, aunque dicho trazado venir viene desde Pesués o de Puentenansa por las tierras de Cimiano.



Nuestra propuesta de ruta, es realizar este trazado con alguna que otra variante, para ello se sale de Panes, en dirección a la carretera que va para Cabrales la AS- 114, la cual se recorre como 1 kilómetro para entrar a la derecha ante una solitaria casa y subir en fuerte rampa hacia el camposanto de Abándames, para pasar a continuación al propio poblamiento desarrollado sobre un longitudinal eje, por el cual se rueda a la vez que vamos admirando las casonas, así como las inscripciones que se abren a ambos lados de nuestro pasar. A nuestro paso la iglesia de San Juan Bautista, o el Palacio de la Cajiga o la del Palenque.

Se sale de Abándames abierto a los cuatro vientos y con cierta altura sobre el valle de Panes, para salir al Oeste hacia El Suyu. Antes una bifurcación, se toma por la derecha por el camino que va hacia la casona del Socueto, la cual tiene una ventana en forma de venera labrada, señal inequívoca de las influencias jacobeas, pero este viejo camino que subía a Cavandi, no lo podremos seguir por estar cerrado a paso debido a la propiedad privada de Socueto, pero sí que nos podremos acercar a la curiosa y bien cuidad capilla de ánimas, ubicada a la vera dela riega de Monejo, y donde se dice que hubo un antiguo monacato.

Visitada la capilla de Ánimas se retrocede hasta la bifurcación anterior para tomar el ramal derecho que nos permitirá ir subiendo hacia el caserío y depósito de aguas de El Suyu, ahora el tramo está arreglado y hormigonado y se puede subir bien hacia la zona alta del recorrido rodeando la finca de Socueto,. Se pasan la cabeceras de las riegas sin mucho problema, pudiendo observar la finca ya citada a la izquierda, así como la impresionante mole de la Pica de Peñamellera.

Tras rodar unos 6 km., nos colocamos ante las cuadras de Camprecie, que en su tiempo fueron casas de vivir, al punto, y tras un enorme repecho hormigonado se desemboca en la collada de Cavandi, dando vista, tanto al valle de Abándames como al de Llonín.

El camino antiguo ya está perdido pues desde aquí o desde Cavandi Hoyo, al par de la Ermita de San Julián se iba directo hacia el poblamiento de Llonín, pero eso hoy es imposible.

Como el amigo Olegario no conoce nada de la zona, en vez de bajar por la carretera, ya que el antiguo Camino de Santiañes está también cerrado teniendo que bajar hasta la Molinuca por carretera, aprovechamos la circunstancia para ir a la aldea de Cerébanes, o sea que en Cavandi se toma el primer desvío por un camino que surca toda la Sierra Perumoru, y por la zona de Vallés nos dejarnos caer hasta la aldea de Cerébanes con su iglesia de la Inmaculada y su destartalado palacio, con las inscripciones religiosas en los dinteles de las puertas.

Este palacio perteneció a Francisco Sánchez de Caso un indiano que regreso de México como rico hacendado y casado con una natural de aquellos parajes, parece que ésta real hembra era de alta creencia religiosa, lo que en parte explica tanta inscripción «Hízose a costa de Don Francisco Sánchez de Caso. Año de 1734» otras corresponden a las Bienaventuranzas, «Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios».


Tras visitar las ruinas, bajamos a buscar la carretera PB-4, yendo hacia el Oeste, camino del pueblo de Para, donde nos desviamos hacia la parte baja este buscando el carril que por Santiañes nos baja en rápido descenso hacia la vera de la AS-114 y del rio Cares, al lugar mítico de La Molinuca, con unos 12 km rodados.

Emplazamiento pesqueril, truchero y salmonero por excelencia, como es La Molinuca, la dejamos al punto rodar por el camino hormigonado que sube a la vera de la riega hacia el pueblo de LLonín, cuyo centro urbano ocupa el antiguo lavadero del pueblo, y con 13 km rodados y en ese enclave es un buen momento para dar un tiento a las vituallas.



De Llonín se persiste en el rumbo Oeste, para seguir hacia el caserío de Santo Tomas que bien se puede hacer por el trazado de Río Aliso, pero en nuestro caso preferimos el camino que va algo más alto, dejando de lado la carretera que va a La Candaliega, y que se va por los Puntíos, bajo el abrigo de la Sierra del Cuera hasta llegar al caserío de Santo Tomás, donde por fin pudimos conocer a su afable propietario el Sr. Tomás, que resiste al comunismo y al capital en tan apartado rincón. Desde este enclave que debió ser en su momento un claro y notorio cenobio debido nos comenta Tomás a los topónimos de la zona, como La Trapa, eso nos cuenta a la vez que nos relata la amplitud de sus posesiones.

Allí estuvimos un buen rato dándole a la parpayuela, sin que pudiéramos sacra en claro sobre la antigüedad y origen del porqué de este segregado enclave.


Retornados al pedaleo se persiste en el rumbo poniendo dirección hacia el Collado Pelea, cuya ascensión se hace cómoda pues cuando se pone más pindia los tramos de camino se hayan hormigonados, lo que permite subir al citado collado sin mucho problema.

Desde el collado se nos da vista a las dos vertientes, la de Llonín que dejamos atrás y por delante la del valle de Alles, y como no la omnipresente la Sierra del Cuera.

Se baja rápidamente hacia el arroyo Padrino para pasar a la remozada aldea de Besnes, donde se articuló uno de inputs de turismo rural más importante de la época, como fue la Tahona de Besnes que competía con Taramundi, y que terminó cerrando, pero pese a las dificultades de nuevo se abrió al público. Se pasa por delante de capilla de San Millán y del molino de la Tahona para pasar por delante del hotel rural camino de la capital del Concejo de Peñamellera Alta: Alles al que se sube por un bonito paseo entre lo rural y lo natural.


Alles con 20 km rodados, es una buena zona para los que vengan andando, pues merece la pena quedarse en dicho poblamiento, hay donde comer y dormir, que más quiere uno. Nosotros nos aceramos a la impresionante iglesia, casi catedral, para refugiarnos por unos minutos en el bar tienda La Bolera, donde a uno le sella la credencial peregrina, si la llevamos. En todo caso se puede bajar de la página web de www.miscaminosacovadonga.es

En Besnes ya nos topamos con el GR 109, al que se le buscó por un lado los terrenos fáciles de Robriguero dejando la traza que hemos traído de lado, y aquí en Alles ,los diseñadores tampoco se mataron mucho en el diseño, se fueron por el primer sendero que se echaba hacia la calzada de Jana.


En nuestro caso renunciamos a ese sendero marcado como GR 109 que ya conocemos, y buscamos el camino real que iba hacia Jana, digo que iba, porque ahora está medio comido por los cotoyales, pero creo que es el mejor, tanto es así que el nuevo track que os dejo, se expone otra bajada que se coge un poco más adelante, o sea que hay que salir de Alles por la AS-345, dejando atrás la aldea de Trespalacios y antes de llegar a Rieña, se baja a la izquierda por Pastorias, un camino que busca el río Seto y el cual nos baja hasta un carril asfaltado que viene de Roazagás, y que en el punto de Casa Segunda , o el llamado Rancho Jana es donde se desemboca. (pero esta zona hay que matizar mejor la bajada,

La segunda etapa del camino jacobeo, que empieza en Alles se va por el carretil arriba hacia la aldea de Rozagás, pero en nuestro caso en este punto, en el rancho de Jana y con 25 kilómetros rodados nos vamos río abajo pasando por delante del Molino de Jana (La Matona) y del desvío que toma el GR 109 para subir por la ladera de Jana hacia Alles. Se sigue por el carril asfaltado hasta desembocar en El Pontón en mismo Trescares, O sea en la AS 114. No queda otra que tomar este eje, girando a la izquierda hacia Panes. Hasta Mier no tendremos otra opción.


Se baja por carretera hasta el mismo pueblo de Mier, aunque nosotros a los 3,2 km desde Trescares, cruzamos el río Cares, para ir por la Senda fluvial y entrar en el pueblo de Mier, donde nace la posibilidad de seguir el GR-109 que sube al Collado Serna, dejando a un lado la Pica Peñamellera, que desde esta posición no parece gran cosa como pico.

Obviamos esa posibilidad, y seguimos por la AS-114 hacia Panes, o sea al Este, dejando atrás La Molinuca, para desviarnos en el Puente Viejo, por encima del río Cares, para de este modo poder subir hacia la iglesia de San Pedro de Tobes, cuyo punto se llega tras un primer repecho duro, pero después se va en cómodo trazado hasta la iglesia saliendo de ella hacia el núcleo de Robriguero, donde se vira a la izquierda para tomar el camino de Puente Lles donde nos lleva sin mucha más opción la carretera de Bores.



Esta última rodadura nos coloca con 39 km., recorridos ante la carretera Nª 621 que viene de Potes, se toma el ramal izquierdo y se rueda escasamente un millar de metros y a la altura de Colosia, se deja la carretera para entrar por el paseo fluvial de Panes, que nos devuelve al lugar de partida., o sea a Panes.

© Víctor Guerra

viernes, 5 de abril de 2019

Rodando de Muros a Sta. Ana de Montarés y las Luiñas

  • · Punto de Salida y Llegada: MUROS DEL NALON
  • · Puntos de Paso: El Pito-Piñera-Arrojas- Santa ANa de Montarés-Artedo-San Martín de Luiña-Numayor- Rellayo- El Pito
  • · Longitud de la Ruta: 40 km.
  • · Horario de la Ruta. 5, 30 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.439 mts
  • · Participantes: Albano Capezzali- Marcos Cernuda-Victor Guerra
La zona de Lin de Cubel, siempre es toda una invitación para cualquiera que le guste las subidas largas, esas que no parecen tener pendiente pero que te van consumiendo poco a poco. Ya hemos rodado la zona varias veces, pero nunca habíamos hecho este bucle tras tan largas subidas.



Nos plantamos en Muros de Nalón en pleno Mercado y allí estaba el amigo Polchi esperando para tomar un café tempranero, lo cual hicimos en el Café El Parque, allí estuvimos de palique, hasta que ya se nos iba la mañana y pusimos proa a la ruta con una mañana fresca pero que adelantaba calorcillo.


La idea era llegar hasta Piñera, y lo mejor es hacerlo por el Camino de Santiago, ya que no presenta muchos desniveles, y tiene pasajes muy bonitos, y a esas horas de la mañana es raro encontrar peregrinos por dichos trazados. Este tramo de recorrido hasta el Pito será común tanto a la ida como a la vuelta.

Tras una parada obligatoria en el Pito, ante los predios de la Fundación Fortunato Selgas, nos encaminamos por el Camino de Santiago, pero para desviarnos hacia Piñera y poder pasar por delante del Cementerio de San Fortunato, donde pudimos ver algunos enterramientos, y como algunos de ellos se están viniendo abajo por falta de atención.


De aquí a Belandrés donde cruzamos la Nª634 y la A-8, hacia Arrojas con unos 6,7 km rodados, sin apenas desnivel. A partir de aquí sí que ganar el promontorio de Santa Ana de Montarés por la aldea de Otero, se no va a poner pindio aunque son trazados asfaltados, hasta entrar en la ladera de la Cuesta del Carbayo, cuyo trazado ya es de tierra y exige esfuerzo, aunque merece la pena por las bellas vistas sobre la rasa costera del Occidente astur, pues pronto se coge altura.


Se sigue rodando hacia al Oeste, hasta alcanzar la cumbre de Santa Ana de Montarés con unos 400 metros de cota, y habiendo cubierto unos 9, 2 km hasta este alto promontorio. Enclave al que suben los pixuetos en gira campestre el 26 de julio, a la que se tiene bastante devoción dado lo milagrero de la ermita y sus advocaciones.

La verdad es que las vistas hacia el interior son espectaculares.

De Montarés seguimos al Norte por la vertiente Oeste para coger una serie de pistas que terminan colocándonos rumbo Sur hasta cortar la carretera de acceso al eremitorio, en el enclave de La Garduña, donde giramos a la derecha para tomar otra amplia pista, que cerrando un bucle sobre la Candalia nos bajó directamente a lo fondero del valle que riega el arroyo de la Ferrera, concluyendo ante la carretera CU-4 con unos 15 km rodados.

Se baja por la carretera hasta poder cruzar el vado que queda a izquierda, pero no teníamos muchas ganas de mojar los pies, por lo cual bajamos hasta Artedo, y el entronque con la carretera N-632 y dar vuelta al río La Ferrera, desde las primeras casa de Artedo, pero no merece la pena, pues el camino esta muy embarrado y con tramo muy cerrados, merece la pena cruzar el vado, como marca el track de la ruta, una vez en la otra orilla, aunque no lo parezca hay un viejo camino que sube dirección Sur , para dar vuelta tras unos primeros repechos fuertes y colocarnos mirando al Norte y empezar a dar vuelta al Monte Corollos, pasando por encima de Artedo volviendo a colocarnos al Sur , bordeando toda la amplia ladera del monte, por encima de La Llestra, pasando por encima de las riegas Fornón y Leiedo, cruzando la Cuesta de Argoma, dando vista al amplio valle de las Luiñas.

Al final me pasó factura la caminata del viernes y me agobiaba un tanto la subida hacia el pico de Lin de Cubel, por lo cual tras un breve parlamento nos echamos valle abajo dejando de lado el coronar el famoso pico, y eso lo hicimos a la altura del Pico la Branada con 21,6 km de rodadura.

Faltaba casi nada para coronar el collado de El Carruego, por lo cual dimos la espalda al proyecto y no bajamos de la zona por una destartalada pista por el efecto de las fuertes escorrentías la cual  baja a la par de la riega de Argoma, hasta entroncar con la carretil que viene  de Folguerua y Gallinero, 

Por el cual ganamos el lugar de San Martín de Luiña, con unos 25 Km rodados, y llegamos a este lugar que es un auténtico faro radiante de la zona, pues pongas donde te pongas siempre verás la torre campanario de su iglesia, templo que se hizo famoso por aquello de tener marcado en el en el suelo mediante un marca , hasta donde se les permitía a los vaqueiros poder entrar a oír misa, pues no en vano estamos en esa extraña frontera entre xaldos y vaqueiros.


En San Martín nos quedamos a reposar e hidratarnos con zumo de cebada, al calor de la primavera y escuchando al personal que trasegaba viandas y licores como si no hubiera mañana.

Al fina levantamos campamento para poder seguir la ruta, ahora ya una tanto improvisada que por Castañedo nos fuimos hasta Numayor, un buen lugar para un albergue en una de esas casas cerrada del pueblo, y en cuyo punto entroncamos con el Camino de Santiago, cuya traza seguimos ya sin apenas pérdida, pues esa especie de muelle azul, no va indicando la ruta a seguir en dirección contraria. Se cruza por abajo la aberración de los viaductos pixuetos, que junto con el puente del FEVE hace de la zona un extraño montaje de lo que fue además las épocas aquellas donde la economía iba por las nubes, como el viaducto pixueto.


Una vez se deja atrás el viaducto de la A-8 se baja por la El Ribete hacia el Molino de Veiga, donde cogimos alguna baratija en un solitario puesto peregrino, dejando nuestra moneda, y seguimos rumbo La Magdalena, cruzando el río Uncin, para acometer la subida el alto del Rellayo, donde de nuevo se ve el vandalismo en el cerrado establecimiento de Casa Fernando II que ya le han levantado placas y decoraciones varias.

Se cruza la carretera para subir un tramo por desparramada ladera de Santa Ana de Montarés para de nuevo cruzar la A-8 en El Manto, entrando de nuevo en la parroquia de San Juan de Piñera y por la Estación de Feve de Cudillero, alcanzamos de nuevo por Pajarín el lugar del El Pito, donde ya el amigo Marcos Cernuda nos deja pues tiene compromisos que cumplir, y nosotros hemos quedado con Polchi para cerrar la tarde con una buena cerveza.

La vuelta por el Camino de Santiago, se hace agradable, y sobre todo cuando uno ha recuperado fuerzas, el camino se hace agradable y por él nos encontramos varios peregrinos/as, pocos la verdad, lo cierto es que no está pasando mucha gente en estas fechas por este Camino del Norte, o a mi me lo parece. Tal vez el factor moda de otros caminos esté influyendo en ello.


Tras un tramo de unos escasos 5 km , entramos de nuevo en Muros de Nalón para saludar al amigo Poldo.

© Victor Guerra
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