viernes, 3 de mayo de 2019

Camino Jacobeo Interior: Alles-Cabrales y vuelta

  • · Punto de Salida y Llegada: Arenas de Cabrales
  • · Puntos de Paso: Mildón-Trescares-Mier-Alles-Pastorias-Rozagás-Arangas
  • · Longitud de la Ruta: 35 km.
  • · Horario de la Ruta. 4 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 645 mts
  • · Participantes: Fer Torre Alonso, Victor Guerr
La idea es seguir el viejo Camino Jacobeo del Interior del Oriente de Asturias, hoy prácticamente olvidado. Aquel que venía de las tierras cántabras, y que en este caso entraba a nuestra región por la villa de Panes, atravesando las dos Peñamelleras hacia Cabrales y Onís.

Si la semana pasada cubrimos la etapa de Panes-Alles, ideal para caminar, para la bicicleta le dimos una vuelta más y nos fuimos por Robriguero. En esta ocasión para la BTT tenemos pocas opciones para lograr un recorrido ciclomontañero, por tanto, planteo una ruta mixta de carreteras y caminos de tierra.




La etapa comienza donde la dejamos en Alles, pero para hacerla factible y atractiva y por temas logísticos para los ciclistas, lo mejor  es comenzarla en Arenas de Cabrales, para lo cual desde la misma villa turística cabraliega, tras unos pinchos en  la cafetería San Telmo, nos vamos dirección Este a través del eje asfaltado que une el concejo de Cabrales y las Peñamelleras, y que cruza toda esta depresión mesoterciaria a resguardo bajo la Sierra del Cuera.

Aunque también se puede hacer desde Alles y luego cerrar el bucle, como se prefiera.



La ruta se va dirección hacia Niserias, que es donde tenemos que llegar . Es toda una bajada que se desarrolla  por la AS-114 pasando por entre los farallones calizos que vienen de las estribaciones de Picos o de la Sierra del Cuera, y que dejan poco lugar para los emplazamientos humanos, como pueden ser los pueblos de Cáraves u Oceño, en nuestro caso pasamos por Mildón, por cuyas estrechuras se abre paso el río Cares, hacia su encuentro en Panes con el  río Deva que viene de la Liébana.

De la vieja Central Eléctrica de Mildón, ya solo queda el pequeño edificio, pero lo que si podemos hacer es acercarnos a las altas orillas del río Cares, y ver  como su fuerza y bravura horada la dura caliza para abrirse paso hacia la desembocadura, lo que ha que ha dejado juegos de agua y piedra muy bonitos, por encima de nosotros no será extraño ver las rapaces sobrevolar la zona , ya que en estas paredes anidan diversas especies de rapaces desde hace lustros.




Tras Mildón, viene  la aldea  de Trescares, que nos ofrece una notable abertura del valle, con la desembocadura del río Rubó, y las entradas hacia el valle interior , hacia Jana, bien por el carril del Pontón, o por el viejo camino de La Corona el Cueto camino de Alles.

Pero nuestra ruta deja estos predios, habiendo visitado el impresionare puente  de La Vidre. ¿Siempre me he preguntado porque hacer estos altísimos puentes apuntados…?

Antes de Mier, ante el coto de Peñacaida, nos desviamos de la AS-114 para entrar a Mier por la otra orilla del río Cares, hasta desembocar en el mismo pueblo, visitando una de las viejas casonas blasonadas que contiene, y situada en el barrio de Acá.

Una vez al par de la AS-114 nos vamos por el ramal derecho, carretera abajo dando la espalda a la señalización del GR 109, que nos invita a subir a la collada de Serna.



Nuestro objetivo es alcanzar el emplazamiento ventero de Niserias, para doblar a la izquierda abandonando la AS-114, para entrar por la AS-345 hacia la capital de Peñamellera Alta lo cual haremos por la aldea rural de Besnes, tras un ciclado de unos casi, 15 km.

Un tramo más de carretera, y en Besnes, la dejamos para coger el camino adoquinado que entra hasta el emplazamiento hotelero de La Tahona, y tras ello ell camino se vuelve más rural para poder llegar a lo alto de la capital a Alles.

Una visita al Bar La Bolera, y de nuevo nos ponemos en camino para hacer la etapa que harían los peregrinos y viajeros que arribaban a estas latitudes, a Alles y  irián  por la calzada de Jana para alcanzar las tierras cabraliegas llegando a Carreña de Cabrales por Arangas y Pandejana.

La etapa como tal y como nosotros la  hacemos en bici,  se va por la AS-345 hacia la aldea de Trespalacios. Antes decir que de Alles hacia la calzada de Jana hay unas tres bajadas, una que marca el GR 109 que va por Socampo hacia La Matona, que puede ser una posibilidad. Otra pueda ser la que parte de la aldea de Trespalacios y que baja por La Cuesta hasta Casa Segunda, y la tercera es la que baja desde Pastorias y que va buscando el río María y del Seto, para ganar de nuevo Casa Segunda.



Las tres son bajadas que están medio carcomidas por la vegetación, cada uno puede realizar la que crea más conveniente, aunque la primera está señalizada, las otras dos no, y en todas ellas habrá que empujar la trotona.

En nuestro caso planteamos en este caso la tercera opción salir de la zona por Pastorizas, aunque ya vemos que el camino sobre el río Maria se lo ha llevado el riachuelo, poco a poco vamos saliendo hacia lo fondero del valle, un amplio camino nos deja llegar sin problemas ante la entrada a Casa Segunda o el Rancho de Jana.

Una vez se entronca con el carretil asfaltado que viene del Pontón de Trescares, con 23 km., rodados nos vamos a la derecha  carretera arriba, así como un kilómetro,  donde se deja la carretera que sube a Rozacanal, aquí nos vamos por la izquierda según nos indica la señalización del GR 109, entrando en un coqueto camino acompañando  al rio de Jano, y a cuya vera va la calzada de Jana, de la cual no quedan muchos restos, tal vez el más notable sea el pontón del Cáu.



U poco más allá,  se salta el río La Verde para seguir por las Caldas de Tremera, tramo que habrá que empujar la trotona hasta poder ganar la cuadras que hay más arriba.

No tardando mucho se alcanza la carretera AS-345 a la altura del nucleo de Rozagás, con unos 8 kilómetros rodados desde Alles, y con un total desde que salimos de Arenas de 26,5 km.

Desde aquí no queda otra, al entrar en este escondido valle bajo el Cuera, que seguir la carretera que va tomando altura sobre la collada que se ve al fondo, la de Arangas (Lavadeiro). 

Ignoro si este es el camino original, pues la zona está muy desconfigurada y apenas si quedan restos entre las tierras agrupadas por la Concentración Parcelaria, para identificar los viejos trazados de arrieros y trajineros.



Contemplando este bello valle escondido a miradas indiscretas, se llega al pueblo de Arangas, el primer pueblo de Cabrales, aquí la vieja traza caminera, abandonaría la carretera para adentrarse por l Mustodil, lpara pasar por las propiedades de Regino, que dan paso a Pandellana o Pandejana, como llaman a la zona los cabraliegos, y cuya pista da acceso a LLanu Molín y de ahí se vira dejando el rumbos Oeste que  ya cogimos en Besnes, para virar al Sur hacia la Llosa de Carreña de Cabrales, donde acaba la etapa del GR 109.

Viendo los trajines desde Arangas, soy de la opinión que uno debiera obviar Arenas de Cabrales, ya que además  lo de irnos  por Pandejana, son caminos en bastante mal estado y que no tienen nada que ver  y con su realización lo que hace es gravar el recorrido con más empuje de trotona, y sumatorio de desniveles, por tanto, en mi caso opto por cubrir la distancia entre Arangas y Arenas, bajando por la AS-345, que son unos cuatro kilómetros muy livianos , bajando a la vera del río Ribeles, pudiendo ver a nuestros paso el templo de Santa María de Llas, y alguna que otra casona en Arenas de Cabrales.



Dando así por terminada esta ruta jacobea que une las Peñamelleras con Cabrales, cubriendo para los peregrinos desde Alles unos 16 km, aunque bien se puede subir hacia Carreña de Cabrales, que es la capital, pero que paradójicamente tiene menos servicios.

© Victor Guerra

viernes, 19 de abril de 2019

Camino de Santiago de Interior: Panes- Alles

  • · Punto de Salida y Llegada: Panes
  • · Puntos de Paso: Abándames-Cavandi-Llonin-Besnes-Alles- Trescares- Mier- Robriguero-Puente Lles
  • · Longitud de la Ruta: 41,5 km.
  • · Horario de la Ruta. 4 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.160 mts
  • · Participantes; Olegario y Víctor Guerra

Tenía ganas de presentar esta desconocida ruta, como tal ruta jacobea que surca la Asturias Interior, y aunque en BTT ASTURIAS, ya ha publicado muchas rutas por la zona e incluso utilizando parte de este territorio, pero no está demás publicarla y vincularla precisamente con el Camino Jacobeo de Interior.



Este es un camino muy desconocido, aunque tiene bastante antigüedad sería necesario investigar sobre los inputs que atestiguan esa importancia peregrina, aunque hay alguna crónica que nos dicen que este Camino, era el preferido de una serie de viajeros y peregrinos.

Y es normal, porque desde Pesués los peregrinos preferían obviar las rías y regatos varios que iban topando a lo lardo del «Camino de los Francos», y derivaban a este que no solo iba protegido por la Sierra del Cuera, sino que iba más elevado y pasaba por encima de casi todas las riegas que bajan de la Sierra del Cuera, con la singularidad de que estaban mucho más cerca de poder desviarse hacia el Santuario de Covadonga.


Una vez visitado el recinto covadonguino a través de Cangas de Onís, conectaban con el Camino de los Francos en los predios de Arriondas, y ya por la llamada Depresión Mesoterciaria continuar hacia San Salvador de Oviedo, pasando por Sevares, Villamayor, Infiesto, Nava , Pola de Siero.. etc.

El punto de arranque de este Camino como astures lo situamos en Panes, aunque dicho trazado venir viene desde Pesués o de Puentenansa por las tierras de Cimiano.



Nuestra propuesta de ruta, es realizar este trazado con alguna que otra variante, para ello se sale de Panes, en dirección a la carretera que va para Cabrales la AS- 114, la cual se recorre como 1 kilómetro para entrar a la derecha ante una solitaria casa y subir en fuerte rampa hacia el camposanto de Abándames, para pasar a continuación al propio poblamiento desarrollado sobre un longitudinal eje, por el cual se rueda a la vez que vamos admirando las casonas, así como las inscripciones que se abren a ambos lados de nuestro pasar. A nuestro paso la iglesia de San Juan Bautista, o el Palacio de la Cajiga o la del Palenque.

Se sale de Abándames abierto a los cuatro vientos y con cierta altura sobre el valle de Panes, para salir al Oeste hacia El Suyu. Antes una bifurcación, se toma por la derecha por el camino que va hacia la casona del Socueto, la cual tiene una ventana en forma de venera labrada, señal inequívoca de las influencias jacobeas, pero este viejo camino que subía a Cavandi, no lo podremos seguir por estar cerrado a paso debido a la propiedad privada de Socueto, pero sí que nos podremos acercar a la curiosa y bien cuidad capilla de ánimas, ubicada a la vera dela riega de Monejo, y donde se dice que hubo un antiguo monacato.

Visitada la capilla de Ánimas se retrocede hasta la bifurcación anterior para tomar el ramal derecho que nos permitirá ir subiendo hacia el caserío y depósito de aguas de El Suyu, ahora el tramo está arreglado y hormigonado y se puede subir bien hacia la zona alta del recorrido rodeando la finca de Socueto,. Se pasan la cabeceras de las riegas sin mucho problema, pudiendo observar la finca ya citada a la izquierda, así como la impresionante mole de la Pica de Peñamellera.

Tras rodar unos 6 km., nos colocamos ante las cuadras de Camprecie, que en su tiempo fueron casas de vivir, al punto, y tras un enorme repecho hormigonado se desemboca en la collada de Cavandi, dando vista, tanto al valle de Abándames como al de Llonín.

El camino antiguo ya está perdido pues desde aquí o desde Cavandi Hoyo, al par de la Ermita de San Julián se iba directo hacia el poblamiento de Llonín, pero eso hoy es imposible.

Como el amigo Olegario no conoce nada de la zona, en vez de bajar por la carretera, ya que el antiguo Camino de Santiañes está también cerrado teniendo que bajar hasta la Molinuca por carretera, aprovechamos la circunstancia para ir a la aldea de Cerébanes, o sea que en Cavandi se toma el primer desvío por un camino que surca toda la Sierra Perumoru, y por la zona de Vallés nos dejarnos caer hasta la aldea de Cerébanes con su iglesia de la Inmaculada y su destartalado palacio, con las inscripciones religiosas en los dinteles de las puertas.

Este palacio perteneció a Francisco Sánchez de Caso un indiano que regreso de México como rico hacendado y casado con una natural de aquellos parajes, parece que ésta real hembra era de alta creencia religiosa, lo que en parte explica tanta inscripción «Hízose a costa de Don Francisco Sánchez de Caso. Año de 1734» otras corresponden a las Bienaventuranzas, «Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios».


Tras visitar las ruinas, bajamos a buscar la carretera PB-4, yendo hacia el Oeste, camino del pueblo de Para, donde nos desviamos hacia la parte baja este buscando el carril que por Santiañes nos baja en rápido descenso hacia la vera de la AS-114 y del rio Cares, al lugar mítico de La Molinuca, con unos 12 km rodados.

Emplazamiento pesqueril, truchero y salmonero por excelencia, como es La Molinuca, la dejamos al punto rodar por el camino hormigonado que sube a la vera de la riega hacia el pueblo de LLonín, cuyo centro urbano ocupa el antiguo lavadero del pueblo, y con 13 km rodados y en ese enclave es un buen momento para dar un tiento a las vituallas.



De Llonín se persiste en el rumbo Oeste, para seguir hacia el caserío de Santo Tomas que bien se puede hacer por el trazado de Río Aliso, pero en nuestro caso preferimos el camino que va algo más alto, dejando de lado la carretera que va a La Candaliega, y que se va por los Puntíos, bajo el abrigo de la Sierra del Cuera hasta llegar al caserío de Santo Tomás, donde por fin pudimos conocer a su afable propietario el Sr. Tomás, que resiste al comunismo y al capital en tan apartado rincón. Desde este enclave que debió ser en su momento un claro y notorio cenobio debido nos comenta Tomás a los topónimos de la zona, como La Trapa, eso nos cuenta a la vez que nos relata la amplitud de sus posesiones.

Allí estuvimos un buen rato dándole a la parpayuela, sin que pudiéramos sacra en claro sobre la antigüedad y origen del porqué de este segregado enclave.


Retornados al pedaleo se persiste en el rumbo poniendo dirección hacia el Collado Pelea, cuya ascensión se hace cómoda pues cuando se pone más pindia los tramos de camino se hayan hormigonados, lo que permite subir al citado collado sin mucho problema.

Desde el collado se nos da vista a las dos vertientes, la de Llonín que dejamos atrás y por delante la del valle de Alles, y como no la omnipresente la Sierra del Cuera.

Se baja rápidamente hacia el arroyo Padrino para pasar a la remozada aldea de Besnes, donde se articuló uno de inputs de turismo rural más importante de la época, como fue la Tahona de Besnes que competía con Taramundi, y que terminó cerrando, pero pese a las dificultades de nuevo se abrió al público. Se pasa por delante de capilla de San Millán y del molino de la Tahona para pasar por delante del hotel rural camino de la capital del Concejo de Peñamellera Alta: Alles al que se sube por un bonito paseo entre lo rural y lo natural.


Alles con 20 km rodados, es una buena zona para los que vengan andando, pues merece la pena quedarse en dicho poblamiento, hay donde comer y dormir, que más quiere uno. Nosotros nos aceramos a la impresionante iglesia, casi catedral, para refugiarnos por unos minutos en el bar tienda La Bolera, donde a uno le sella la credencial peregrina, si la llevamos. En todo caso se puede bajar de la página web de www.miscaminosacovadonga.es

En Besnes ya nos topamos con el GR 109, al que se le buscó por un lado los terrenos fáciles de Robriguero dejando la traza que hemos traído de lado, y aquí en Alles ,los diseñadores tampoco se mataron mucho en el diseño, se fueron por el primer sendero que se echaba hacia la calzada de Jana.


En nuestro caso renunciamos a ese sendero marcado como GR 109 que ya conocemos, y buscamos el camino real que iba hacia Jana, digo que iba, porque ahora está medio comido por los cotoyales, pero creo que es el mejor, tanto es así que el nuevo track que os dejo, se expone otra bajada que se coge un poco más adelante, o sea que hay que salir de Alles por la AS-345, dejando atrás la aldea de Trespalacios y antes de llegar a Rieña, se baja a la izquierda por Pastorias, un camino que busca el río Seto y el cual nos baja hasta un carril asfaltado que viene de Roazagás, y que en el punto de Casa Segunda , o el llamado Rancho Jana es donde se desemboca. (pero esta zona hay que matizar mejor la bajada,

La segunda etapa del camino jacobeo, que empieza en Alles se va por el carretil arriba hacia la aldea de Rozagás, pero en nuestro caso en este punto, en el rancho de Jana y con 25 kilómetros rodados nos vamos río abajo pasando por delante del Molino de Jana (La Matona) y del desvío que toma el GR 109 para subir por la ladera de Jana hacia Alles. Se sigue por el carril asfaltado hasta desembocar en El Pontón en mismo Trescares, O sea en la AS 114. No queda otra que tomar este eje, girando a la izquierda hacia Panes. Hasta Mier no tendremos otra opción.


Se baja por carretera hasta el mismo pueblo de Mier, aunque nosotros a los 3,2 km desde Trescares, cruzamos el río Cares, para ir por la Senda fluvial y entrar en el pueblo de Mier, donde nace la posibilidad de seguir el GR-109 que sube al Collado Serna, dejando a un lado la Pica Peñamellera, que desde esta posición no parece gran cosa como pico.

Obviamos esa posibilidad, y seguimos por la AS-114 hacia Panes, o sea al Este, dejando atrás La Molinuca, para desviarnos en el Puente Viejo, por encima del río Cares, para de este modo poder subir hacia la iglesia de San Pedro de Tobes, cuyo punto se llega tras un primer repecho duro, pero después se va en cómodo trazado hasta la iglesia saliendo de ella hacia el núcleo de Robriguero, donde se vira a la izquierda para tomar el camino de Puente Lles donde nos lleva sin mucha más opción la carretera de Bores.



Esta última rodadura nos coloca con 39 km., recorridos ante la carretera Nª 621 que viene de Potes, se toma el ramal izquierdo y se rueda escasamente un millar de metros y a la altura de Colosia, se deja la carretera para entrar por el paseo fluvial de Panes, que nos devuelve al lugar de partida., o sea a Panes.

© Víctor Guerra

viernes, 5 de abril de 2019

Rodando de Muros a Sta. Ana de Montarés y las Luiñas

  • · Punto de Salida y Llegada: MUROS DEL NALON
  • · Puntos de Paso: El Pito-Piñera-Arrojas- Santa ANa de Montarés-Artedo-San Martín de Luiña-Numayor- Rellayo- El Pito
  • · Longitud de la Ruta: 40 km.
  • · Horario de la Ruta. 5, 30 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.439 mts
  • · Participantes: Albano Capezzali- Marcos Cernuda-Victor Guerra
La zona de Lin de Cubel, siempre es toda una invitación para cualquiera que le guste las subidas largas, esas que no parecen tener pendiente pero que te van consumiendo poco a poco. Ya hemos rodado la zona varias veces, pero nunca habíamos hecho este bucle tras tan largas subidas.



Nos plantamos en Muros de Nalón en pleno Mercado y allí estaba el amigo Polchi esperando para tomar un café tempranero, lo cual hicimos en el Café El Parque, allí estuvimos de palique, hasta que ya se nos iba la mañana y pusimos proa a la ruta con una mañana fresca pero que adelantaba calorcillo.


La idea era llegar hasta Piñera, y lo mejor es hacerlo por el Camino de Santiago, ya que no presenta muchos desniveles, y tiene pasajes muy bonitos, y a esas horas de la mañana es raro encontrar peregrinos por dichos trazados. Este tramo de recorrido hasta el Pito será común tanto a la ida como a la vuelta.

Tras una parada obligatoria en el Pito, ante los predios de la Fundación Fortunato Selgas, nos encaminamos por el Camino de Santiago, pero para desviarnos hacia Piñera y poder pasar por delante del Cementerio de San Fortunato, donde pudimos ver algunos enterramientos, y como algunos de ellos se están viniendo abajo por falta de atención.


De aquí a Belandrés donde cruzamos la Nª634 y la A-8, hacia Arrojas con unos 6,7 km rodados, sin apenas desnivel. A partir de aquí sí que ganar el promontorio de Santa Ana de Montarés por la aldea de Otero, se no va a poner pindio aunque son trazados asfaltados, hasta entrar en la ladera de la Cuesta del Carbayo, cuyo trazado ya es de tierra y exige esfuerzo, aunque merece la pena por las bellas vistas sobre la rasa costera del Occidente astur, pues pronto se coge altura.


Se sigue rodando hacia al Oeste, hasta alcanzar la cumbre de Santa Ana de Montarés con unos 400 metros de cota, y habiendo cubierto unos 9, 2 km hasta este alto promontorio. Enclave al que suben los pixuetos en gira campestre el 26 de julio, a la que se tiene bastante devoción dado lo milagrero de la ermita y sus advocaciones.

La verdad es que las vistas hacia el interior son espectaculares.

De Montarés seguimos al Norte por la vertiente Oeste para coger una serie de pistas que terminan colocándonos rumbo Sur hasta cortar la carretera de acceso al eremitorio, en el enclave de La Garduña, donde giramos a la derecha para tomar otra amplia pista, que cerrando un bucle sobre la Candalia nos bajó directamente a lo fondero del valle que riega el arroyo de la Ferrera, concluyendo ante la carretera CU-4 con unos 15 km rodados.

Se baja por la carretera hasta poder cruzar el vado que queda a izquierda, pero no teníamos muchas ganas de mojar los pies, por lo cual bajamos hasta Artedo, y el entronque con la carretera N-632 y dar vuelta al río La Ferrera, desde las primeras casa de Artedo, pero no merece la pena, pues el camino esta muy embarrado y con tramo muy cerrados, merece la pena cruzar el vado, como marca el track de la ruta, una vez en la otra orilla, aunque no lo parezca hay un viejo camino que sube dirección Sur , para dar vuelta tras unos primeros repechos fuertes y colocarnos mirando al Norte y empezar a dar vuelta al Monte Corollos, pasando por encima de Artedo volviendo a colocarnos al Sur , bordeando toda la amplia ladera del monte, por encima de La Llestra, pasando por encima de las riegas Fornón y Leiedo, cruzando la Cuesta de Argoma, dando vista al amplio valle de las Luiñas.

Al final me pasó factura la caminata del viernes y me agobiaba un tanto la subida hacia el pico de Lin de Cubel, por lo cual tras un breve parlamento nos echamos valle abajo dejando de lado el coronar el famoso pico, y eso lo hicimos a la altura del Pico la Branada con 21,6 km de rodadura.

Faltaba casi nada para coronar el collado de El Carruego, por lo cual dimos la espalda al proyecto y no bajamos de la zona por una destartalada pista por el efecto de las fuertes escorrentías la cual  baja a la par de la riega de Argoma, hasta entroncar con la carretil que viene  de Folguerua y Gallinero, 

Por el cual ganamos el lugar de San Martín de Luiña, con unos 25 Km rodados, y llegamos a este lugar que es un auténtico faro radiante de la zona, pues pongas donde te pongas siempre verás la torre campanario de su iglesia, templo que se hizo famoso por aquello de tener marcado en el en el suelo mediante un marca , hasta donde se les permitía a los vaqueiros poder entrar a oír misa, pues no en vano estamos en esa extraña frontera entre xaldos y vaqueiros.


En San Martín nos quedamos a reposar e hidratarnos con zumo de cebada, al calor de la primavera y escuchando al personal que trasegaba viandas y licores como si no hubiera mañana.

Al fina levantamos campamento para poder seguir la ruta, ahora ya una tanto improvisada que por Castañedo nos fuimos hasta Numayor, un buen lugar para un albergue en una de esas casas cerrada del pueblo, y en cuyo punto entroncamos con el Camino de Santiago, cuya traza seguimos ya sin apenas pérdida, pues esa especie de muelle azul, no va indicando la ruta a seguir en dirección contraria. Se cruza por abajo la aberración de los viaductos pixuetos, que junto con el puente del FEVE hace de la zona un extraño montaje de lo que fue además las épocas aquellas donde la economía iba por las nubes, como el viaducto pixueto.


Una vez se deja atrás el viaducto de la A-8 se baja por la El Ribete hacia el Molino de Veiga, donde cogimos alguna baratija en un solitario puesto peregrino, dejando nuestra moneda, y seguimos rumbo La Magdalena, cruzando el río Uncin, para acometer la subida el alto del Rellayo, donde de nuevo se ve el vandalismo en el cerrado establecimiento de Casa Fernando II que ya le han levantado placas y decoraciones varias.

Se cruza la carretera para subir un tramo por desparramada ladera de Santa Ana de Montarés para de nuevo cruzar la A-8 en El Manto, entrando de nuevo en la parroquia de San Juan de Piñera y por la Estación de Feve de Cudillero, alcanzamos de nuevo por Pajarín el lugar del El Pito, donde ya el amigo Marcos Cernuda nos deja pues tiene compromisos que cumplir, y nosotros hemos quedado con Polchi para cerrar la tarde con una buena cerveza.

La vuelta por el Camino de Santiago, se hace agradable, y sobre todo cuando uno ha recuperado fuerzas, el camino se hace agradable y por él nos encontramos varios peregrinos/as, pocos la verdad, lo cierto es que no está pasando mucha gente en estas fechas por este Camino del Norte, o a mi me lo parece. Tal vez el factor moda de otros caminos esté influyendo en ello.


Tras un tramo de unos escasos 5 km , entramos de nuevo en Muros de Nalón para saludar al amigo Poldo.

© Victor Guerra

viernes, 29 de marzo de 2019

RODANDO POR LAS SENDAS GIJONESAS

· 
Punto de Salida y Llegada: Gijón
· Puntos de Paso: Tremañes-Mareo-Güerces- a Camocha-Castiello Bernueces-Tragamón-Deva-La Corolla- La Ñora
· Longitud de la Ruta: 45 km.
· Horario de la Ruta. 4 horas
· Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 700 mts
· Participantes: José Ramón Natal, Noelia Rojo, Albano Capezzali, Marcos Cernuda, Pablo Riopedre, Victor Guerra


Rodar por Gijón cada vez se hace más complicado, y más si uno no quiere pisar asfalto, pues apenas si quedan caminos salvo en las zonas como Monte Areo, Deva o Muñó, pero bueno es también que traigamos aquí rutas factibles para la gente se inicia en esto del Mountain Bike, y necesita rutas facilonas y en ese sentido Gijón ofrece un buen producto: Sendas Gijonesas. Un trazado mixto que se estructura en base a carriles bicis, Sendas Verdes y Sendas fluviales y Costeras.

Salimos del centro de la ciudad para ir a tomar en un principio la Senda de la Camocha, que bien se puede tomar desde la zona de la Calzada, o por la Braña -Perchera, como fue el caso, pues subimos por el carril bici que saliendo del Poniente se va por Moreda y por la Braña -Perchera, poder ganar el callejón que baja hasta las inmediaciones de la Fuente del Mortero, donde en su día apareció la placa de la Fortuna Balnearia, cuya replica se halla al lado de la fuente y donde el grupo de domingueros biker hace unas fotos.

Es increíble, como con los años todo se reduce, de chaval estos fueron mis predios de juego y puedo asegurar que la boca del manantial del Mortero, siempre me pareció mucho más grande e impresionante, y paraje más agreste y de los de dar miedo, y sim embargo hoy es un manantial más el cual ha quedado encajonado entre la ladera del monte y el campo de Fútbol.

Tras las fotos de rigor ante la fuente-manantial emprendimos marcha a través de la Senda la Camocha a esta hora temprana del Domingo con muy pocos usuarios. Trazado facilón pues es plano y asfaltado, hay que tener en cuenta que el grado de inclinación de las vías de ferrocarril es muy pequeña.

Piano- piano fuimos rodando por esta primeriza Vía Verde de la Camocha a la cual se apuntó el Ayuntamiento de Gijón en su tiempo de manos de Vías Verdes, pues ya estábamos trabajando en la famosa Senda del Oso. Desde esta plataforma uno puede admirar el cambio del mundo rural, que de las caserías ha ido cambiando hasta convertir la zona en un apacible territorio de casitas y urbanizaciones de adosados.


Atravesamos las parroquias de Mareo, La Pedrera y Leorio hasta desembocar en Güerces ante lo que fue el impresionante emporio minero de la Camocha, hoy reducido a unas instalaciones cerradas y en franco deterioro, sin que se haya capacidad ni imaginación para recuperar para la memoria histórica y minera, ni una sola edificación, ni siquiera para un equipamiento cultural.

Nueva foto ante lo que fue castillete minero de los Hermanos Felgueroso, uno de ellos masón y otro rotario. Nos encaminamos hacia el poblado minero de La Camocha, para irnos por Aroles, para tomar la vera del arroyo de La Vega, tomando de este modo la Senda Fluvial del Río Piles, la cual une la zona de El Piles con la Camocha, atravesando la parroquia de Granda, de Sur a Norte, aunque a la altura de Baones, en nuestro caso nos vamos al Este atravesando ahora los territorios de Castiello Bernueces para dejarnos caer ante el Campo del Golf del Tragamón. Osea la Carbayera de los Maizales, donde se celebraba la famosa Fiesta de la Cultura. Otra de las zonas que ha sufrido una importante modificación.


Se empata de este modo con la Senda del río de Peña de Francia, por el cual seguimos hasta el llamado Güeyu de Deva, gran lavadero y manantial enclavado en la parroquia de Deva, donde recalamos unos minutos antes de subir por la cuesta que arranca delante del famoso local del Chabolu, conocido en los viejos tiempos por sus buenas tortillas.

La ruta una vez coge altura se pone paralela a A-8 que se cruza por encima del Túnel de Infanzón para seguir en paralelo a la Autovía en dirección Este, tras lo cual se vira al Norte en la zona de Pisones para ir hacia el cruce de carretera N- 632, a la altura de Friuz y de este modo salir a la aldea de Quintueles y la Corolla, por tramos asfaltados.


En la Corolla se abandona la trama asfaltada para entrar en un camino cuesta abajo y con tramos un tanto técnicos que baja a lo fondero del valle que riega el río La Ñora, por el cual Noe hace el posturismo biker al que nos tiene acostumbrados, pero falta su fotógrafo de cámara.

Ya en la zona fondera se sigue el curso del río La Ñora hacia su desembocadura en misma playa de la Ñora, un recorrido simpático y juguetón, que si llueve o ha llovido se puede poner en una situación complicada, como los días están secos, el recorrido se hizo cómodo con algún que otro susto, como el de Noelia Rojo que dio de brices en el suelo, pero sin más contratiempos.


Una vez en la playa, para salir de esta no hay más opción que tomar las escalinatas que van hacia el Oeste en dirección al parque de La Providencia. Tramo que nos obliga a empujar la bicicleta durante un buen rato hasta subir a la zona alta de la rasa costera, pasando por encima de la playa de Estaño, y de los acantilados de La Cagonera hasta el emblemático local hostelero de la Colina del Cuervo, donde los parapentistas están armando sus alas voladoras.

La verdad es que al estar el día en tan buenas condiciones la senda costera se llena de usuarios, bien paseando y algún que otro ciclista, por lo cual habrá que tener cierto cuidado sobre todo cuando se rebase el Parque de la Providencia , pues a partir de los predios de la Senda Costera por encima de Playa de Peñarredonda, el trazado nos lleva directamente hacia la Casa de Rosario de Acuña, bastante abandonada, y tras bordearla esto nos da acceso a la vertiente más gijonesa, la del Rinconín, y ya por el carril bici del Paseo de Rosario de Acuña y la playa de San Lorenzo, que está a tope se gana de nuevo el punto de partida en la zona del Ayuntamiento.


Un ruta sin muchas complicaciones y que ofrece muchas variantes tanto más difíciles como fáciles.

© Victor Guerra

viernes, 22 de marzo de 2019

RODANDO POR LOS MONTES DE AGONES

Foto Albano Capezzali
  • Punto de Salida y Llegada: Agones
  • · Puntos de Paso: Arroxo-San Ranón-Santa Catalina-Ricuevo-Escoredo-Villarigán- Los Carbayeos- Selgas de Abajo-La Pedrera-Molín de Veiga
  • · Longitud de la Ruta: 37 km.
  • · Horario de la Ruta. 5 horas.
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.400 mts
  • · Participantes: José Olegario- Javier Dolado- Albano Capezzali- Victor Guerra

Montes de Agones, es una clásica ruta que lleva encima unas cuantas ediciones, y que tiene como escenario la compleja orografía que se desarrolla entre Pravia al Sur, el Nalón al Este, Somao al Norte y la Parroquia de Inclán al Oeste.


Todo un frente montañoso cuyas suaves cumbres: Monteagudo con 338 mts y Santa Catalina con 459 mts., junto con el Alto La Cuesta hace que sus laderas que han sido explotadas por los temas maderables ofrezcan una admirable y compleja red de pistas y caminos, lo cual atrae a numerosos bikers, hasta estos predios. Hasta aquí llegábamos con la difunta concentración de Los Marineros.

En esta vez nos conjuntamos unos días después de celebrarse la V Quedada Solidaria Montes de Agones, un pequeño grupo biker, no tanto para realizar la ruta del 2019, sino el track de alguna otra edición anterior. Para lo cual quedamos en la plaza de Agones para tomar cafetín antes de calzarnos las botas y abrigarnos sin excesos, pues, aunque hace fresco por la mañana al poco seguro que calentará el sol. Como así fue.


Salimos de Agones en dirección a Pravia, para tomar el camino fluvial del Nalón que no está señalizado, y que tras unos primeros cientos de metros este presenta unas condiciones lamentables pues el río ha comido la traza caminera, pero esto ya es del año pasado lo cual complica su realización y más aún al llegar a la riega de Bances, cuyo entarimado del puente fluvial ha desaparecido, y así lleva unos cuantos meses para vergüenza del Ayuntamiento de Pravia y de la Confederación Hidrográfica por no atender a estas sendas.

Salvamos el barranquillo de Bances, por medio de unas tablas para seguir por el sendero fluvial adelante, hasta Arroxo, donde dejamos el sendero fluvial para cruzar la vía de Feve, de debe de hacer con cuidado, para subir por los carriles asfaltados de Arroxo camino de Carballo y Miruca, pasando por una abandonada Área Recreativa con su Ermita de 1953, la zona ofrece vistas sobre el feudo del rey Silo, Santianes de Pravia, donde está enterrado junto a su herética esposa la reina Adonsida, que en su tiempo visito Toribio de Liébana.

Se sigue por la cumbre adelante para entrar en zonas más rurales camino de la Fuente de la Calura de la cual se baja por las Cárcovas hasta colocarnos al par de la Estación de San Ranón, siguiendo el camino que va hacia EL Berriaco, pero que se deja a la altura del viaducto de la A-8 para subir a la izquierda, cruzando la riega de Remolines, yendo al Norte, cogiendo el camino de Vidrero para de este modo y ganando a base de revueltas, tan pronto yendo al Norte oteando la rasa costera, para doblar por encima de Las Benasas para ir al Sur, viendo de nuevo lo amplio de río Nalón y Pravia al fondo.

Se rodean las cumbres de Las Funtinas y se pasa por la Cruz del Hombre dejando a la derecha la cumbre del Monteagudo yendo hacia el Oeste. La zona es un laberinto de pistas y caminos, lo cual nos sujeta al track del GPS, al que nos ceñimos sino queremos acabar en ningún sitio, o en el fondo del valle. Vamos pues piano-piano, cerrando cola José Olegario y yo mismo, y contemplando cuando la arboleda nos deja las amplias tierras que riega el Nalón. No me extraña que estos predios y este gran río haya sido una buena defensa sobre las razzias invasoras de otros pueblos.


Con 13,6 km se entronca con la carretera AS-224 que viene de La Raigada, y por la cual bajamos apenas unos 500 metros para desviarnos por la derecha cruzando la riega Remolinos para subir al punto por las laderas de la picorota de Santa Catalina dirección Sur. Zona que tiene un sinfín de caminos de acceso; bordeamos la cumbre desde la vertiente Norte hasta coger la cara Sur y por ella, por encima de Cabeza del Agua, dar casi la vuelta al promontorio hasta coronar el picacho de Santa Catalina, jalonado por una impresionante torre de TV, a cuya altura se llega con unos 19, 4 km y a 460 mts., de cota.


Le damos un tiento a las vituallas por aquello de recuperar fuerzas, y tras la contemplación la bajada desde Santa Catalina la hacemos por un sendero que va al Oeste, y que se coge desde la misma cumbre, es un tanto estrecho y con pasajes técnicos, digamos que es corto pero intenso, nada del otro mundo, pero la pendiente puede asustar, y los letreros que debieron colocar los de la V Quedada Solidaria de Agones, «bajada peligrosa» pues nos pueden meter miedo. Bajamos sin problemas hasta la encrucijada de la cual partimos antes de subir a la antena de TV.


Proseguimos ahora hacia el Oeste para bordear el promontorio de El Molar, yendo hacia el pueblo de Recuevo, pero al que damos la espalda para entrar por un camino que va por debajo de la carretera de acceso, buscando la riega de Cogollo que se cruza ya en la parroquia de Escoredo, cuya impresionante iglesia parroquial se gana en un instante tras haber rodado unos 23,3 km., Dolado necesita agua y la zona es bastante seca y las aguas que hay no dan mucha confianza. La zona es una auténtica atalaya visual, los pocos miradores de la ruta que ofrece la ruta hay que aprovecharlos pues casi siempre vamos emboscados en laderas llenas de bosque de ocalito.

Bajamos un tramo por el Camino de los Pixuetos, para dejarlo tras unos 300 mts. de descanso y entrar en el monte, que ahora es fruto de la matarrasas de los maderistas, que no tiene piedad con los caminos, llevo de broza y con uno rodales de un metro de profundidad, de esta guisa nos vamos hacia el Monte de Veiga, dando la vuelta al Alto de la Cuesta que esta en medio de nuestro bucle.

Se sigue cruzando zonas desastradas por los maderistas para llegar al caserío de Los Llanos y pasar hacia la aldea de Villarigán con 27 km rodados.

Desde la capilla de Santa Anita, nos emboscamos por debajo del pueblo en otro camino trasversal para cruzar el arroyo del Pozón y el Agones, cuyo tramo sino nos quejábamos antes, no vean como están estas zonas medio intransitables, con increíbles barcazas de agua en medio de los rodales del camino, el destrozo es total. Esa es la pesadumbre de los moradores de las caerías de los Carbayeos y Selgas que esperan lo dejen en condiciones. Esa es la promesa, pero habrá que verlo.


Dejamos Selgas de Abajo, con unos 30,4 km, sin apenas tocar el pueblo paras seguir el curso del río Agones, por tramos bastante abandonados, pues hace tiempo que el personal biker nos pasa por estas latitudes, y por los Fondalinos y la Llosa del Caliero, metidos en la fondigonada del valle fluvial hasta desembocar en La Pedrera.

Video de Jose Olegario

En vez de irnos por la carretera adelante, ya que estamos a un paso, se coge el Camino del Molín de Veiga, amplio y cómodo que nos deja ante las remozadas instalaciones molineras, donde además concluye el carril asfaltado, a partir de aquí se toma el camino que irá subiendo y bajando a la par de la riega de Agones, hasta desembocar finalmente después de casi 2 km., en el camino de Los Pixuetos, o sea el camino que tomaban los habitantes de Cudillero para venir a la zona de Pravia y viceversa.

Ya el carretil nos permite la entrada de Agones, con un tranquilo ciclar por la carretera del pueblo, viendo algunos viejos ejemplos arquitectónicos como el Palacio de Merás del siglo XVII, y algunas otras de estilo indiano, como la casona de Doña Josefa, hasta desembocar en la plaza de la cual partimos hace unas 5 horas, dando por finalizada la ruta.


Fotos Albano Capezzali y Victor Guerra. Video de Jose Olegario

© Victor Guerra
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