POR EL ARCEDIANO HACIA VALDEON
De esta aventura de 1991 ya quedan nada más que esta etapa y la siguiente, y al final aportaré los tracks que después de años he realizado para que se tenga una idea aproximada de la ruta que hicimos en en 9 dias.
Quien le iba a don Pedro Díaz de Oseja, eclesiástico, titulado “Arcediano de Villaviciosa”, mecenas del histórico del mantenimiento del medio de comunicación más oriental de la región, vía de comunicación que se abre paso a través del valle de Sajambre, comunicando Asturias con la meseta, que cuatro siglos mas tarde utilizarían el histórico paso de las legiones romana de Octavio Augusto, seis ciclistas y sus trotonas camino de las tierras palestinas de Fuentes Carrionas, en la una aventura de atravesar longitudinalmente la Cordillera Cantábrica.
- Tipo de Ruta: Travesía
- Punto de Salida: Oseja de Sajambre
- Punto de Llegada: Portilla de la Reina
- Puntos del recorrido: Senda del Arcediano- Puerto de Panderrueda- Posada de Valdeón- Puerto de Pandetrave.
- Longitud: 45 Km.
- Desnivel aproximado 1. 270 mts.
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Horario: 5 a 6 horas.
La aventura, que en un principio parecía imposible va llegando a su final. Atrás han quedado kilómetros y horas de sufrimiento en medio del caluroso mes de agosto que estamos pasando. Pero cunde la alegría, pues estamos logrando cruzar todo el muestrario paisajístico que nos ofrece un territorio como el astur-leonés, dándonos a conocer su singularidad y diversidad.
Atrás han quedado las tierras ácidas, ahora impera el mundo gris de la caliza, con sus esbeltos y míticos Mons Vindius, que al igual que para los marineros que surcan el Cantábrico son una referencia, para nosotros montañeros, algunos antes que ciclistas, y habitantes de estas latitudes, estar por aquí es sentirse ya en casa y la meta al alcance de la mano.
Afrontamos la penúltima jornada de la travesía sumidos en un complejo espacio de sensaciones, por un lado la aventura va concluyendo y con ella todas nuestras penurias, pero también hay un sentimiento contradictorio que nos atenaza y es el de proseguir rodando y rodando hasta Pirineos pero es imposible, lo sabemos y por eso saboreamos estas rutas ya cercanas al punto de destino.
Una leve mirada a las bicicletas, un engrase rápido, y de nuevo a sentir el duro sillín castigándonos la zona prostática. Mientras nuestras piernas doloridas del sol y del esfuerzo van tomando luz y calor. Ahora nos enfrentamos al legendario paso hacia la meseta tras la salida natural del Desfiladero de Beyos, aunque nosotros venimos del Oeste, y emprendemos para ese paso la famosa Senda del Arcediano que tanto y tan bien ha descrito el doctor y montañero Guillermo Mañana.
Senda que viene de antiguo, y que Don Pedro Díaz de Oseja, reconstruyó a sus expensas y que ahora ciclamos en sentido inverso a como suele hacerse en BTT.
Los primeros metros, tras salir de Oseja (742 mts. altt), por entre Casa Álvarez y la Casa de Huéspedes, son bonitos y cómdos, pues tomamos un camino que pronto vira hacia el Sur hacia un tramo donde el sendero tallado en la roca, va suspendido sobre la carretera del Pontón, lo que nos da toda una perspectiva de la subida hacia el puerto, nosotros seguimos el trazado más rectilíneo hacia que va hacia el Puerto leonés de Panderrueda.
Menos mal que es verano, y está todo seco, pues la zona entre Verrunde y Entreamboscaminos suele estar siempre muy embarrada, tras cruzar la vieja portilla, tomamos el ramal izquierdo que se abre paso entre los amplios praderíos. Seguimos rodando por estrechos caminos, que en ocasiones dejan paso a otros tramos más amplios,
Pasamos la Riega Las Porqueras y seguimos por el fuerte repecho que deja nuestras piernas temblando, todo el desarrollo ya no parece ser suficiente para suplir el cansancio que arrastramos, una zona de grande bloques de conglomerados dan paso a un tramo cómodo con varias bifurcaciones, seguimos por el camino principal que a los pocos kilómetros nos presenta su cara menos amable, cortos pero intensos repechos, nos hacen a algunos echar pie a tierra, Javier Gómez bajado de su trotona, la mira con ganas de aventarla y seguimos rodando como podemos hasta coronar en las cercanías del Mirador de Piedrashitas en el Puerto de Panderruedas (1.450 Mts. altt.)
La vista sobre Picos es grandiosa y debajo de nosotros el valle de Valdeón al que nos lleva la carretera que tenemos por delante , aunque también está la pista amplia y vertiginosa que se abre paso por el bosque y la Riega de Frañana a buscar lo más llano del valle.
Optamos por la pista, que es un desmadre, pues se echa abajo en un pis-pas con casi 13 km hasta Posada, donde todo lo que me meta hablando de desarrollos es insuficiente, pues las velocidades son de vértigo, en ocasiones se entrevé la carretera a nuestra izquierda que baja de forma paralela hacia el valle,. Pasamos por el cruce de Porciles, y seguimos por el ramal derecho que nos llevará hacia la riega de río Arriba, para unos metros masa delante dejar el ramal que va hacia el Odrón, en este punto se toma el ramal descendente y en unos minutos en Posada de Valdeón, el cuentakilómetros ni mirar lo que ha marcado.
En Posada, como siempre en época estival hasta la bandera, tras un merecido descanso se plantea la disyuntiva, o subir hacia Pandetrave por donde todos conocíamos, camino de Torones poniéndole idem, y coraje. Hoy tal alternativa está prohibida, no se puede transitar en BTT por este tramo debido a las regulaciones del PN. La otra alternativa era seguir por carretera. All final tras mucho preguntar, alguien nos habló de un antiguo camino que arrancaba de más arriba, al pie de Santa Marina de Valdeón, y que llegaba hasta Pandetrave, aunque ignoraban su situación.
Dicho y hecho, nos echamos al estrecho carretil que lleva hasta Santa Marina, y un poco más arriba dimos con el camino que sube al par de la Riega Serena, aunque en ocasiones está muy comido por la genista, pero es un camino cómodo de ciclar sin apenas desnivel, la única pega la vegetación que va devorando estas viejas infraestructuras viales
Cuando ya uno se encuentra al borde de la Riega Serena, dobla el camino en vertiginoso ascenso hasta concluir en lo alto del Puerto de Pandetrave.(1.783 mts altt) El esfuerzo es potente, pero el día acompaña, y ya en el alto está nuestro compañero con el vehículo, sacamos las sillas y nos quedamos por un buen rato en la explanada de Pandetrave, contemplando el Macizo del Cornión y la Peña Santa en toda su majestuosidad y la dureza de estas tierras para el ciclista. Recuerdo cuando la Campeona de Europa de Triatlón, Ana Burgos, rodaba conmigo y Juanma Montero por estas tierra y lloraba por la dureza de los recorridos.
Es hora de retornar al pedaleo, lo cual hacemos con calma, pues ahora ya no hay alternativa factible debemos bajar irremediablemente por carretera hasta Portilla de la Reina, pueblo leonés medio perdido en un laberinto de altas paredes de conglomerados.
La etapa ha sido más liviana de los que pensábamos, y como siempre al bajar ya de forma relajada, al atardecer hacia Portilla, se nos ha cruzado, lo que la principio tomé por un extraño zorro, a medida que nos fuimos acercando descubrimos que era un auténtico gato montés, el primero que veía en mi vida. ¡Vaya sorpresa y cierre de etapa¡
Víctor Guerra García