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viernes, 24 de enero de 2014

TRAVESIA SAN MARTIN DE OSCOS-CASTROPOL

  • oscos 276
  • Punto de Salida. San Martín de Oscos
    Punto de Llegada S. Juan de Moldes (Castropol)
  • Kilómetros de la Ruta: 46
  • Metros desnivel acumulado Ascenso: 1256 mts
  • Metros desnivela acumulado Descenso 1893 Mts
Este es un interesante trazado que enlaza los Oscos, en concreto (San Martín) con la costa (Castropol) a través de un trazado mixto de pistas, caminos y carreteras locales, que presentan un perfil importante con una tónica de alta ciclabilidad.

Se parte del Área Recreativa de San Martín de Oscos tomando como punto de partida la Senda Verde de San Martín (PR.AS 243) que nos lleva hacia el núcleo de Louxedo,  primero por un recorrido semiurbano de carreteras, luego ya entramos el perfil típico de  la Senda Verde, camino en medio del bosque con algún que otro tramo de sendero ¡ Ojo con los senderistas¡ y luego un par de repchones para subir hasta Louxedo.

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En Louxedo, aquí la Vía Verde de San Martín dobla a la izquierda, la nuestra sigue recta  hacia Castropol, por lo cual se sigue de frente carretera adelante hasta coronar un alto, en dicha cumbral se toma un camino a la derecha que nos va a permitir enlazar , por un tramo de enlace de camino, llegar hasta las pistas  de Concentración Parcelaria,  que poco a poco y de forma cómoda nos da paso a lo alto de la cumbral.

IMG_4009Marcos Niño, en bicicleta camino de La Garganta

Dicha spistas cómodas por naturaleza nos dan preciosas vistas sobre Villanueva de Oscos y tambien a la derecha sobre el Valle de San Cristobal y los crespones de Illano, rodamos por el seno de  la Sierra de Pumarín, tramos como digo de camino y pista, con alguna que otra laguna antes de entrar en el parque Eólico de Grallas.

Rodamos pro el cordal cruzando la carretera de San Cristóbal, aquí una ruta de la zona también en BTT se va por la izquierda, nosotros seguimos de frente subiendo un repechón y colocándonos en  las amplísimas pistas del parque Eólico de Grallas que nos dan paso a la carretera de La Garganta Illano.

Llegados a la carretera La-Garganta-Illano,  hay otra posibilidad irnos por la derecha y culminar una Vuelta sobre los Oscos, actividad muy interesante, pero en realidad nuestra propuesta es que seguimos  rumbo Oeste por asfalto, o sea que se gira a la derecha carretera arriba hasta una nueva bifurcación la de Molejon-Leirio.

Comentar que también, que  es este punto se concluye la mayor parte de la subida, luego serán más bien las cuestas abajo con algún que otro repecho.

Llegados a  la bifurcación del Pozo de la Nieve se toma dirección Molejón-Leirio virando al Noroeste, tomando un carril asfaltado que busca otro desvío el de Molejon y Leirio, (Campo de Leiros). todo por carretera, los paisajes esplendidos.

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En este punto los que deseen un recorrido más corto  y cómodo se irán por la derecha hacia Leirio y luego rumbo al Couselo.

El resto seguirá por la izquierda continuando el descenso por el valle de Molejón, buscando una pista amplia de la parcelaria que se abre a la derecha en plena curva pasando por encima de los núcleos de  Fabal y Ouvelle, hasta llegar al núcleo de Vinjoy, donde se dobla la derecha por delante de las casas para desembocar en una carreterita que  en leve ascenso ir doblando sucesivamente a la derecha dirección al  famoso  ALto del Couselo

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En el Alto del Couselo se cruza la carretera dirección a Balmonte, donde se llega tras una rodada se baja a Balmonte, cruzando la AS-22 donde se gira rumbo a la vieja escuela del pueblo, por encima de ella  se toma de nuevo una pista que tomamos encima del la escuela ya cerrada y cuyo trazado  cruza por todo lo alto la Sierra Braña Jual, buscando el Campo Chao, dejamos varios ramales laterales hasta empezar  bajar al Área Recreativa del Campo Chao.

En este clásico cruce se toma la carretera que va hacia Castropool, y se inicia un descenso hacia otra bifurcación que va a Presno,  aquí podemos o seguir por carretera  hacia Presno  o nos vamos por la derecha hacia Pusallana, pero antes de ver el núcleo  citado, nos desviamos por un camino a la izquierda que nos deja en la carretera que viene del Campo Chao. Es un camino en que nos permite tras varios giros, marcado el recorrido  con cuerdas que nos cierran el paso y nos dirigen por el eje correcto ya muy ganado por los cotollales.

De aquesta manera ganamos la carretera, que nos lleva por una sucesión de pequeños cruces  por las  carreteras locales  que poco a poco nos van llevando desde San Juan de Moldes hasta Castropol.

En un momento cruzamos el famoso Sendero Costero del Occidente y el Camino de Santiago, que si los seguimos en una dirección iremos hacia Vegadeo, o por la derecha tomamos el ramal que va hacia Tapia de Casariego.

Nuestra ruta es Castropol, a donde llegamos al entronque con la carretera general, dada su alta densidad de tráfico  se recomienda cruzarla con cierto cuidad dada velocidad, y  dando de esta manera por finalizada la ruta.

 
Textos y fotos @Victor Guerra

martes, 21 de enero de 2014

TRAVESIA INTEGRAL CORDILLERA CANTABRICA. 6ª Etapa

Sálvese Quien Pueda. Busdongo- Puebla de Lilo
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Siguiendo con las publicaciones que voy espaciando semana a semana  en esta sección, hoy tocaría la 6ª Etapa que la Travesía Integral de la Cordillera Cantábrica que en 1991 hicimos una serie de bikers residentes en Asturias, y que marcó todo un acontecer en cuanto a las grandes rutas en Asturias y en concreto por los entornos de la Cordillera Cantábrica.
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Atravesar en toda su dimensión el eje de la Cordillera Cantábrica a lomos de los nuevos “pegasos”: las Bicicleta Todo Terreno, a veces trae como consecuencia que no se puedan realizar paradas intermedias, o realizar acortamientos de etapas, pues se corre el riesgo de quedar en medio de la nada más absoluta. Lo cual nos obligó a realizar, una de las rutas más duras de toda la travesía en longitud y desnivel. Eso fue lo que nos deparó una etapa que empezaba en Busdongo y arribaba, después de mucho pedalear, hasta la Puebla de Lillo, por el medio del itinerario territorios como Pidrafita o Vegarada, eran la prueba más palpable de la dureza de esta ruta.
  • Tipo de Ruta: Travesía
  • Punto de Salida: Busdongo (León)
  • Punto de Llegada: Puebla de Lillo (León)
  • Puntos del recorrido: Cda. Aguazones- Pto. de Piedrahita- Río Aller- Pto. de Vegarada- Estación de San Isidro
  • Longitud: 52Km
  • Desnivel aproximado 2.150 mts.
  • Horario: 12 horas.

  • sexta etapa bis

Sí bien nuestra maquinaria logística: el vehículo de apoyo y los conductores que cada día, uno de nosotros, se alternaba para conducir no desprendía signos de cansancio, no ocurría lo mismo con los miembros del equipo que habíamos emprendido la aventura de atravesar en toda su dimensión la Cordillera Cantábrica, empezábamos a sentir la pesadez muscular y los problemas típicos de afrontar etapas de gran dureza.

El ritmo no era de competición, pues eran cadencias muy bajas, aunque rodar en pleno agosto, sin masajista que recuperara nuestros músculos al final de las rutas, y sin unas comidas estructuradas en función de nuestras demandas energéticas, sino proveyéndonos de lo que nos podía ofrecer las gastronomía local, unido a una diversidad de terrenos y orografías como la que ofrece la Cordillera, eran ingredientes más que suficientes para que nos costase movernos en las primeras horas de las etapas al menos con alegría encima de nuestras duras trotonas.

Salimos desde Busdongo, situado en las cercanías del mítico Puerto de Pajares, no sin antes mirar hacia la frontera astur leonesa, pues sabíamos que unas cuantas pedaladas y en un santiamén en Mieres y de ahí a casa un pis-pas. Pero algo nos decía que estábamos ya en la línea de cumplir nuestro objetivo, o sea que sin dudarlo más nos echamos carretera abajo dirección Sur, camino del desvío de Camplongo.

Un descenso agradable, tal vez algo enturbiado por una mañana amenazante de lluvia, nos dejó a la altura del citado desvío, doblamos a la izda, y nos metimos por el carretil embreado que va en busca del nuevo cruce que marca el Cueto de Restiello, a esa altura nosotros seguimos por el ramal de la derecha que va al pueblo de Tonín, dejando Pendilla y la Vía La Carisa, para mejor ocasión.

Como el tortuoso ejército del general Carisio en su avanzada por estas tierras, fuimos dejando el amable paisaje antropizado de Tonín para ir remontando la riega del mismo nombre, en cotidiana pelea con la vegetación que va devorando las antiguas vías de de colonización romana y de trasiego trashumante.

La dirección a tomar es seguir por el sendero que va hacia el Pico del Cuadro, o sea continuar a lo largo de la riega que nos deja a buena altura para después doblar hacia el Oeste y así poder cruzar por la collada, que hace el Pico de Aguazones. Esa era la idea, pero el mal tiempo se echa encima, y decidimos alcanzar el collado en franca pendiente, remontando ésta en vía directa al collado con nuestras bicicletas al hombro, alguno a estas alturas se había amañado algún intríngulis para adosar la BTT a la mochila. De esta guisa subimos pendiente arriba hasta ganar los 2000 mts de altitud.

El tiempo empeoraba, y una fina lluvia nos hizo plegar unos momentos bajo los escarpes del Aguazones a la espera de cómo se iba quedando el temporal. La temperatura a esa altitud no hacía nada más que descender y amenazaba con impregnarnos de una fina capa de granizo estival. Hubo dudas a cerca de la conveniencia de dar la vuelta y concluir en este punto, o continuar rumbo Oeste hacia el Puerto de Piedrahita.

Un rayo de sol que asomaba allá a los lejos, nos dio la excusa para desembarazarnos de las ropas de agua y emprender toda una bajada trialera por lo que creíamos era el cordal del Hilo del Puerto, la niebla no permitía muchos acertijos, pero en la bajada fuimos acombayando como pudimos la ruta camino de Piedrahita.

Era una parte del recorrido desconocida para mí, y me asombró al llegar al Puerto de Piedrahita (1.755 mts. altt) encontrar una vieja infraestructura vial, como ésta antigua carretera que data de 1926, hoy en pleno abandono y que en su día intentaba comunicar la zona leonesa de los Argüellos con Asturias. Poco nos entretuvimos en la contemplación de la obra, unas pocas fotos, pues realizar cualquier maniobra aparte de pedalear era todo un suplicio y nos preparamos para seguir ruta.

Desde lo alto del puerto nos echamos valle abajo por las Colladas de Rocín y de Campanal hacia las llanadas del Cantu Posadoiro. Una bajada disfrutona, donde hicimos mil y un cabriolas, (para mí que fue la bajada que más he disfrutado en mil vida), huíamos del frío y la bajada por zonas de lajas pizarrosas permitían muchas diabluras con la vieja Giant-Bronco, bicicleta ideal para este tipo de terrenos. De esta guisa llegamos a Llamanzanes, y luego a la La Paraya, donde giramos en busca, ya con mejor tiempo, de las altas cumbres del Puerto de Vegarada, antes un largo tentempié en Río Ayer, con sus cabronas rampas que destrozan cualquier desarrollo y pierna poco entrenada o fatigada.

La remontada desde los 1000 metros altt. Del pueblo de Río Aller, hasta los 1.560 de Vegarada, fue un martirio que celebrábamos cuando el personal pinchaba, cosa muy frecuente pues las BTT ya acusaban el hecho de haber rodado tantos días por el medio de la vegetación más espinosa de cotoyas y brezos, y claro las pequeñas esquirlas ahora lograban su fruto al dejar en llanta nuestras ruedas.Como digo cada pinchazo era fiesta y una excusa para que todo el grupeto echara pie a tierra y contemplara con extasiada calma el quehacer de reparador del ciclista de turno.

Poco a poco, el puerto dejó que devorásemos sus largas pendientes a base de emplearnos a fondo metiendo las “paelleras”. Emprendimos así las últimas rampas más suaves y que dan vista al valle del Curueño, de amplios y verdes praderías, con ardor guerrero. Fue toda una alegría llegar hasta la Venta de Vegarada, lugar además donde el compañero que en esta ocasión hacía de conductor nos rellenó de abundante avituallamiento, pues aún quedaba remontar a lo alto de la Estación de San Isidro.

Seguimos por la amplia pista asfaltada, dando pedales a mansalva y con las mochilas de ataque en ristre, pues nos habíamos olvidado de dejarlas a buen recaudo en el vehículo de apoyo. Así equipados afrontamos el ascenso de la pista de Riopinos. En cada revuelta se amontona gran cantidad de arena de sílice que se tragaba literalmente nuestras ruedas, logrando inmovilizarnos en un precario equilibrio que daba la mayor parte de las veces con nuestros doloridos músculos en el suelo.

El ascenso pudo no con la moral del equipo, pero sí con las menguadas fuerzas que nos quedan, lo cual hizo que algunos echaran pie a tierra, en cambio otros optamos por pegarnos con la arena y la pendiente en un titánico esfuerzo que nos dejó casi exhaustos, aunque vimos cumplido nuestro arranque cuando coronamos Cebolledo.

El sol a esa hora lucía tibiamente, aunque hacía frío, una paciente espera por el resto del equipo que subía con parsimoniosa tranquilidad por la pista de Riopinos, nos permitía vislumbrar el panorama que se nos hacía inmenso, y la soledad de la zona invitaba a su contemplación.

Ya todos juntos, y tras la obligada foto, pues una vez más habíamos superado un buen desnivel, nos calamos mejor los guantes, ajustamos casco y ataduras y nos echamos Cebolledo abajo, como a quien persigue el diablo. El cambio trasero era incapaz de recoger la cadena que chicleada a pesar de tirar por un 50 x13, o en algunos casos por un 52 x13 ó 12, como algunos llevaban; los chinarros a nuestro paso saltaban que daban gusto, lo cual hacía que dejásemos distancia entre uno y otro ciclista, tanta era la velocidad que alguno no fue capaz de tomar la desviación hacia Requejines. Donde ya la alegría de la bajada dejó paso al disfrutón sendero que se abre paso a través de las pr5aderías que envuelven la riega Respina, donde dimos más de una vuelta buscando el itinerario más adecuado.

Fue un bonito atardecer por el medio del jeroglífico arbustito de los brezos, que poco a poco nos permitieron bajar hasta la pista que va hacia la Peña del Águila, tras la cual se esconde Puebla de Lillo, punto final de esta etapa.

Víctor Guerra García

















martes, 19 de noviembre de 2013

TRAVESIA INTEGRAL DE LA CORDILLERA CANTABRIA (2ª Etapa)

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Entradilla: Los ciclistas de montaña asturianos, tras aparecer en nuestras vidas las “trotonas de ruedas gordas”, algunos como los presentes nos echamos pronto a los caminos y sendas que conocíamos y que nos entusiasmaban, sobre manera aquellas largas travesías, ¿Pero como hacerlo con una orografía tan compleja, como complicada como la nuestra?
Así se fue fraguando la travesía de la Cordillera Cantábrica en BTT, que se convirtió en una aventura y en una realidad, que hasta hoy no se volvió a realizar.


Mapa 2º Etapa
Mapa de la 1ª y 2ª Etapa

SEGUNDA ETAPA de la TRAVESIA de la CORDILLERA CANTABRICA
  • DATOS TECNICOS:
  • Itinerario: Puerto de Cerredo- Puerto de Leitariegos- Orallo
  • Kilómetros: 30.200
  • Desnivel: 1.000

TIERRA MINERA y QUEMADA

Si la orografía de la Cordillera Cantábrica es compleja, no menos lo es el territorio interior asturiano, donde los plegamientos han creado un complicado crucigrama de valles y montañas. Su belleza en la “encainada” es espectacular, pero si uno debe recorrerlo en BTT, acaba con la sensación del minotauro en el laberinto.

La siguiente etapa que parte del mismo Puerto de Cerredo, (1.359 mts altt) abandona por unos momentos la quebrada línea de la Cordillera, y se interna por tierras más proclives a ser rodadas en BTT en una ondulante trayectoria que nos encamina al final de la segunda etapa: Orallo.

Como ya se esperaba, la ruta comienza con un pequeño calentamiento de piernas por las antiguas pistas mineras que nos enfilan dirección NE, para abandonar a la altura de la Cordal de los Collados, el límite provincial asturiano y adentrarnos en tierras leonesas.
El paisaje con las antiguas instalaciones mineras que han dejado como huella cientos de pistas y bocaminas hoy abandonadas, por aquí y por allá, restos de vagones y tinglados mineros, en los que nos entrenemos a fotografiar, unido a la devastación del fuego que en fechas anteriores había acontecido, presentaba a nuestros ojos de aguerridos ciclistas un espectáculo dantesco.

Maraña de senderos y caminos que se entrecortaban los cuales el grupo acometía con la intención de cruzar la Cordillera Cantábrica en BTT, todo este enmarañado mundo de caminos nos iban adentrando camino de la Vega del Palo, buscando en el ascenso el rumor cantarín del Arroyo Fletina, y desde el cual atacar en suave ascenso el Collado de las Llamas de Bocín.

La devastación del fuego se dejaba sentir en nuestras piernas, pues los negros esqueletos de la genista y los brezos, roídos por el fuego se clavaban a nuestro paso por los senderos. Estos dejaban paso a las veredas, fruto de la carcomida labor de la vegetación que cada día iban devorando las amplias pistas mineras, que presentaban ante nosotros, al bordear el Alto del Modorrio, todo un espectacular laberinto de pistas y viejos caminos que en ocasiones no llevaban a ningún lugar. Nos sentíamos como el minotauro que en vez de patas tenía ruedas de tacos.

Los mapas del SGE 1.50.000, no eran bastante elocuentes ante aquella barahúnda de pistas comidas por los piornales y la genista, solo el conocimiento del Jefe Guía del grupo (Javier Gómez) y la ilusión de un grupo que acaba de emprender la aventura eran el sustento y la ilusión para proseguir por entre aquella tortura, que el dios Osiris se encargaba de recrudecer, pues era Agosto, y rodar por estas asoladas tierras en pleno mañana en esas condiciones, era una empresa de titanes.

Llegados a la altura del Collado de la Bobia, de nuevo se giró hacia el SW (suroeste) para acompañar en su descenso a la Riega de Cabada, el extraño firme y los obstáculos, chamuscados, palos de brezo y escobas que se metían entre los radios de las ruedas y en la transmisión, hacían que se maldijese más de una vez la opción a emprendida, más al Sur no había opciones.

Pequeños remontes y descensos, cuyo desnivel se iba acumulando, dejaban en ocasiones a nuestras doloridas piernas llenas de rayonazos y sol amén, que iban tomando ya color y forma pues el desnivel aunque pequeño se iba acumulando.

Abandonado el valle de La Cabada, de nuevos en tierras leonesas, la sucesión de pistas y caminos que se abren hacia el Norte, nos llevan en un pis-pas hasta el Km. 74 de la Nacional 631, que sería cruzarla y seguir camino de El Pando, pero la tentación de refrescarse es más fuerte que nada, y el grupo en pleno y con plato pequeño y paellera metida, acomete la subida hacia el Puerto de Leitariegos, para después doblar hacia la laguna de Arbás.

A pesar de ser Agosto, el agua está fresquita, tal vez la altura y la imponente figura de los 2000 mts. de altitud de del Pico Arbás, no permiten que estas lagunas glaciares se caldeen, y por tanto sean poco invitadoras al baño, conclusión que sacamos al observar que pese a la ingente muchedumbre que rodea la laguna, nadie opta por el baño, salvo los chalados de las ruedas gordas, que pronto dejan ver su tricolor uniforme claro oscuro sobre la piel.

La tarea emprendida pronto reclama al pequeño rebaño de ciclistas la brega diaria, que se echa con alegría y con el piñonaje a tope, puerto abajo hasta el cruce del Km. 74. Un giro a la izda. y de nuevo en plena marabunta de pistas y caminos, que en alguna ocasión nos obligan a echar o bien pie a tierra, o la trotona al hombro, cuestión que empieza a ser como bastante habitual.

El mapa no marca grandes desniveles, pero las lomas se van sucediendo poco a poco, y cada vez que echamos un vistazo al mapa vemos que apenas si nos hemos movido, es más, entre el punto de salida y el de llegada en línea recta apenas si hay más de ocho km. Sin embargo la ruta nos va a demandar el esfuerzo de rodar durante unos 32 km, con un desnivel acumulado rayano en los 1000 mts de altitud, eso pese a los pocos desniveles fuertes que acometemos.

El paisaje nos es tan bonito como esperábamos pues la barbarie de las quemas no ayuda a su disfrute, aunque en parte éstas han quedado atrás, al menos las más intensivas, a la altura del arroyo de Valdepita, aún vemos que a la vegetación le cuesta tomar altura.

Al rebasar las brañas que levantan a mitad del curso alto del Valdepita, el paisaje se hace más bonito y denso, lo que nos permite no caernos de las trotonas, la genista y los brezos son tan densos que apenas si nos podemos ver unos a otros, aunque por otro lado nos viene bien tanta vegetación para no caernos en nuestras bravuconadas trialeras, pues ella nos sostiene.

Dicen que los pinchazos en las trotonas (BTT) son de los más frecuente, en este caso es una excepción pues salvo una astilla de brezo que taladró una cubierta, reparación de emergencia: esparadrapo cartón, nos sacaron del apuro, y no hubo que contar más incidentes en la etapa.

La bajada hacia las amplias vegas que riega el río Orallo, ya en pleno valle de Laciana, toda una virguería que gozamos a bloque, las agostadas praderías nos dejan rodar a gusto y sin miedo a clavarnos alguno de aquellas astillas de brezales y piornales.

El pequeño embalse a las puertas del pueblo de Orallo, donde el personal autóctono se reconcilia con el fresco, después de un día intenso de calor, coopera a que en esta ocasión montemos el campamento volante en este fresco lugar.

El problema de estos lares que podían constituir un buen lugar para clicletear a gusto, tiene el problemas no solo logístico, sino también de supervivencia, pues hay que desplazarse hasta Villablino para dar a nuestros fatigados “bodys”, la energía necesaria, Viilablino nos depara una sorpresa para la cena opípara que pedimos: Arroz en cantidad aderezado con media docena de chipirones, y todo vino al revés, los peces a tutiplén y el arroz en cazuelitas. Por mucho que explicamos que lo que queríamos era el nutriente básico para nuestras fatigadas piernas, arroz los parroquianos y la hospedera nos miraban con ese gesto típico de pensar estos “asturianos se han vuelto locos”.

Y no estaban mal encaminados, pues la travesía de la Cordillera, cuando la contábamos o decíamos de donde veníamos sonaba a estar mal de la chaveta y ser una aventura de auténticos locos.

Víctor Guerra 

lunes, 11 de noviembre de 2013

TRAVESIA INTEGRAL DE LA CORDILLERA CANTABRICA (1ª Etapa)

Hace ya un porrón de años y al calor del desarrollo del Mountain Bike en Asturias, una serie de bikers liderados pro Javier Gómez (Torreblanca) no echamos al monte a recorrer en 9 días la Cordillera Cantábrica. Hoy vuelvo a traer el recuerdo de esta aventura de hace 22 años, y ahora que el Club que funde hace 25 años ASTURCON BTT, está de aniversario, bueno será recordar algunas de aquellas gestas.

DATOS ESTADISTICOS de esta AVENTURA BIKER

Participantes
  • Club Asturcón BTT: Manuel Fernández y Víctor Guerra.
  • Grupo Montaña Torreblanca: Héctor y Valentín Arranz, Vidal Sáez José Cabal y Javier Gómez.
Fechas de Realización: 17 al 25 de agosto 1991
ETAPAS:
  • 1ª Campa Tormaleo - Puerto de Cerredo. 46 km. Desnivel: 1.300 mts [1].
  • 2ª Puerto de Cerredo – Orallo. 30.200 km.; Desnivel: 1.000 mts.
  • 3ª Orallo – Puerto de Somiedo. 23 km.. Desnivel: 1.000 mts.
  • 4ª Puerto de Somiedo-Santo Emiliano. 45 km. Desnivel: 1.200 mts.
  • 5ª Santo Emiliano- Busdongo. 35 km Desnivel 1.250 mts
  • 6ª Busdongo-Puebla de Lillo. 52 km. Desnivel 2.150 mts.
  • 7ª Puebla de Lillo -Oseja de Sajambre. 45 km. Desnivel 1.350 mts.
  • 8ª Oseja de Sajambre- Portilla La Reina. 45 km. Desnivel: 1.270 mts
  • 9ª Portilla de la Reina – La Vega de la Liébana 30 km. Desnivel. 1.300 mts.
  • TOTAL de la TRAVESIA: 351 km.
  • TOTAL de KM rodados por Asfalto: 52 km
  • CICLABILIDAD D ELA TRAVESIA: entre el 80%-y 86%
CUMBRES ASCENDIDAS: El Negrón, Tres Provincias; y Peña Prieta.

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De izquierda a Derecha: Víctor Guerra; Manuel Fernández; Vidal Sáez; Valentín Herranz; Javier Gómez, José Cabal y Héctor Arranz.



[1] Desnivel en Ascenso y acumulado.


LA AVENTURA DE LA CORDILLERA CANTABRICA EN BTT
Entradilla: Los ciclistas de montaña asturianos, tras aparecer en nuestras vidas las “trotonas de ruedas gordas”, nos echamos pronto a los caminos y sendas que conocíamos y que nos entusiasmaban, sobre manera aquellas largas travesías, ¿Pero como hacerlo con una orografía tan compleja, como complicada como la nuestra?

Así se fue fraguando la travesía de la Cordillera Cantábrica en BTT, que se convirtió en una aventura y en una realidad, que hasta hoy no se volvió a realizar.

COMIENZA LA AVENTURA. 1ª Etapa: Los Músicos de las Trotonas

En agosto de l991, un cúmulo de circunstancias me une a un proyecto muy adelantado que comandaba Javier Gómez, del grupo de Montaña Torreblanca, y tras de sí estaba un grupo compuesto por: Héctor; Valentín Arranz, Vidal Sáez y José Cabal, miembros del mismo grupo montañero, por parte de Asturcón BTT, estábamos Manuel Fernández y el que suscribe..

El objetivo de este peculiar grupo era cruzar toda la Cordillera Cantábrica de Oeste a Este, entre el 17 al 25 de agosto. Nueve días para afrontar todo un desafío: cruzar toda la columna vertebral de la Cordillera, unas veces por su vertiente Sur, y otras por la Norte, pero nunca dejarnos tentar por el apetecible asfalto, o por las mullidas pistas de los valles bajeros, lo cual suponía cubrir 350 km de caminos, más unos 60 km de asfalto.

Así emprendimos viaje, agolpados en una furgoneta Ford, camino de la Campa de Tormaleo. En estos viajes es cuando uno de da cuenta de lo mal que se ha vertebrado Asturias, pues su vieja infraestructura nos hacía dar mil vueltas para llegar a tan apartado lugar tras malgastar unas cuantas horas.

La Campa de Tormaleo, (1.100 mts. altt) es una amplia camperona al pie de Puerto del mismo nombre, en la cual en aquellos momentos había un templete de música, bien pensaron los pocos lugareños que hasta allí habían llegado aquel mediodía unos extraños músicos. La realidad para todos fue más cruda, pese a nuestra moderna indumentaria, no éramos precisamente los que allí íbamos a tocar el instrumento sino a ciclar por aquellos despoblados parajes.

De estas trazas empezó la ruta hacia el Puerto de Cienfuegos, con un componente menos encargado, pues sería el encargado de llevar el vehículo hasta Cerredo, mientras el resto empezaba a pedalear bajo el calor de Osiris que apretaba más de la cuenta, mientras nosotros apretábamos el pernil y el piñonaje para ganar metros a la amplia pista a base de zig-zag. En la zona de la Varallaga, la huella que dejábamos dando quiebros, era de los más que elocuente, para comprobar lo que nos costaba coronar el Puerto.

Llegar a lo más cimero del Puerto de Cinfuegos (1.693 mts altt) fue como abrir una ventana, pues desde ella, y ante nosotros se abría una larguísima cadena montañosa que debíamos engullir a base de dar pedales. La bajada hacia el valle de Guimará fue una delicia, pues el firme de estratos pizarrosos hacían que las trotonas volasen.

Para ser fieles al proyecto dejamos a medio bajada la amplia pista y enfilamos hacia los viejos senderos y caminos aledaños a ésta, los cuales se abren bajo la sombra de la Peña Chica, vetustos caminos trazados medio abandonados que nos llevaron sorteando algún otro obstáculo, a base cabriolas trialeras, hasta Guimará y Chano, donde tuvimos que rodar por un tramo de carretera hasta Peranzanes.

Este es un apartado pueblecito, a 937 (mts de altitud), donde los lugareños nos indicaban y calificaban de todo, pues nuestro proyecto era y fue, acometer la ascensión del Puerto de la Collada o del Trayecto. Las opiniones del paisanaje eran de todo tipo y color, incluyendo el de locura, tal vez contemplar nuestras monturas y nuestros “bodys”, y convencidos unos y auto-convencidos otros, de que no había otro remedio nos lanzamos a la conquista del Trayecto, tras unas breves explicaciones.

De la alegría que nos iba deparando el amplio camino que nos daba acceso al puerto, pasamos a la más desconsolada tristeza, al ver que teníamos que echar sobre nuestros hombros las “trotonas” y tomar con paciencia el asalto a tan inconmensurable masa boscosa. Hoy me dicen que hay una pista, Menos mal, pues de lo contrario es una aventura que puede desesperar a uno, pues no en vano nos peleamos con la vegetación y las trotonas durante más de una hora para poder concluir al ascenso y coronar la masa boscosa del Trayecto (1.615 mts. altt)

Tras pelar, aún unos buenos minutos con el ramaje en lo más alto de la cumbre, dimos con un viejo camino que nos llevó por la Parada Seca, acompañando a la riega Regueirón, en una bajada llena de adrenalina, que tuvo su final en el pueblo de Las Bárcenas, o sea que habíamos dado un buen rodeo para llegar al mismo sitio que habíamos pasado por la mañana.

La tarde se nos echaba encima y prácticamente no había más alternativa para que volver a pisar un tramo de asfalto hasta Degaña donde visitamos al médico, pues en plena bajada se me introdujo una mosca en la oreja y tenía molestias infernales. Una vez limpio el conducto auditivo, seguimos en dirección a Cerredo.

Atrás habíamos dejado unos buenos desniveles y una buen pelea con el matorral del que eran testigos nuestras doloridas piernas, pues no en vano habíamos recorrido 46 km. en unas 6 a 7 horas y con un desnivel de subida que sobrepasaba los 1.300 mts.¡Del desnivel de bajada para que hablar.¡

Víctor Guerra

viernes, 12 de julio de 2013

EN BTT POR LOS ENTORNOS DE LA ESPINA y AGUION

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  • · Punto de partida y llegada: La Espina (Salas)
  • · Punto de Paso:
  • · Kilómetros de la ruta: 70
  • · Horario de la ruta: 7 horas
  • · Desnivel de Ascenso acumulado: 2.118 mts
  • · Desnivel de Descenso Acumulado: 2.128 mts
  • · INDEX IBP: 143
Dice el dicho popular que a la tercera va la vencida, y la verdad que así fue, pero también hay que decir que ella nos venció a nosotros.

El territorio que hay entre La Espina, y al Oeste la carretera Nacional 634 a Luarca; al Este el Pico Aguión y al Norte la carretera AS-222. Se trata de una gran porción de valles y cordales y un territorio bastante desconocido para mí; en general parajes tan solo avistado desde los coteros de Gallinero, o de cuando hacemos la ruta de Los Marineros y avistamos desde lejos todas estas cordales llenas de molinos eólicos.

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Foto de Albano Capezzali

Ese gran paraje era pues una asignatura pendiente en nuestra programación de invierno-primavera pero las nevadas y persistentes nieblas nos echaron atrás. Por eso estos días que lució el sol no lo pensamos más y nos fuimos de cabeza al punto de partida que es el altozano pueblo de La Espina frontera ente Salas y Tineo.
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El grupo inicial un tanto mermado debido a las diferentes convocatorias de rutas y quedadas, por cuyo motivo solo quedamos Javier Paredes, Albano Capezzali, Rubén Bardera, Roberto González de Raposos BTT, y al final el grupeto se vio reforzado con la visita de Luis Argüelles y Fer de Caleao, los cuales damos cuenta de un intenso desayuno en el Café París, de La Espina, el cual os recomendamos.

Tras lo cual enfilamos la ruta con dos propuestas de ruta, un poco en función del día y de nuestras fuerzas, pues los kilómetros no hacían justicia y los desniveles siempre nos daban unas cifras desorbitadas… luego nos dimos cuenta del porqué.. por eso llevábamos dos tracks y resulta que hicimos un tercero

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Salimos de La Espina con el primer objetivo de llegar a la base del Pico Aguión, y lo hicimos cruzando la Sierra La Cuerva donde abandonamos la carretera para entrar en el laberinto de opciones entre pistas y caminos que surcan el Monte de los Carcabones por encima de Zarramuel para llegar a la Venta de Las Gallinas, que por cierto en estos entornos me tragué un alambre de espinos en medio de un camino. No fue nada para lo que puedo haber sucedido….

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Foto obligada como no podía ser de otra manera.

La subida  hacia el Aguión se deja llevar bien  y se hace  con calma, atrás íbamos dejando  la niebla y pronto hizo presencia  la avaricia de las fotos  ante lo cual el grupo fue aprovechando cuanta posibilidad hubo para tomar todo tipo de instantáneas. En la Gallinas nos fuimos cruzando el MonteLla Navariega,  cumbreando a la vez que juagábamos con el carretil que vertebra parte de la ruta, yendo hacia la Sierra de San Juan a la vez que contemplábamos los posibles escenarios de nuevas rutas con vertiente  sobre manera hacia Malleza.

Una vez cruzada la Sierra de San Juan entramos en sentido longitudinal a la Sierra de Curiscao enfrentando la cumbre por La Llaguna  para llegar al pie del Pico Aguión. Una breve parada y nos fuimos alejando siguiendo rumbo Norte, no por la pista existente  sino por la cumbre por detrás de los cierres de los eólicos, para eso de ir probando la horquilla Fox Float que estreno en la YETI ARC, que me ha montado estos días CUETOS BIKE.

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De esta manera enlazamos con un camino que por debajo del Pico La Cocinera, por su vertiente Sur, se dirige sin mucho problema en el  descenso hacia la Venta de las Cruces, por encima de las brañas de Brañasivil y Faedo.

El track que había metido en el GPS hacia Espiniella de Arriba por encima de la riega de Rebullada camino del Faedal, pero el camino no estaba en buenas condiciones, estaba muy cerrado, por lo cual renunciamos a este gran bucle que teníamos en mente y desde la Venta de las Cruces bajamos por el Monte La Viera rumbo Suroeste hacia el pueblo de Biescas. El calor apretó toda la santa mañana, y se acercaba el momento de acercarnos hasta una zona de refrigerio, pro lo cual en Biescas antes de coger la carretera, se toma un camino a la izquierda en descenso que pare rece que entra en una cuadra, pero en realidad dobla antes esta para meterse por un bonito camino que bordea por el Norte el Pico Andoligo.

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Una bajada perfecta y fresca que nos dejó ante otro enclave ante  el cual giramos a la derecha para concluir unos metros más abajo, en Valsieru en plena carretera Nacional 634. Tomamos el ramal derecho de esta mitica carretera hasta El Fondigón donde nos aposentamos en su bar terraza a deleitarnos de una cerveza y sus tapas de jabalí asado  tras tanta calorina y esfuerzo, aunque ya por la mañana la cosa fue tranquila

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Tras un intenso reposo, rebobinamos sobre las posibilidades de recuperar la ruta  pero bajar a Brieves y hacer el track que traíamos por El Faedal y la Mortera nos parecía complicado y bastante duro; por tanto planteamos recuperarlo por delante yendo hacía Oré y retomar el track hacia Folgueras, pero aunque lo intentamos el camino estaba medio cerrado a la altura de la Corte de Riau, por cuyo motivo dimos vuelta sobre nuestros pasos y recuperamos el camino traído desde Biescas pero subiendo de nuevo al pueblo citado pero  por el Buestellíno, o sea por la cara Sur del Pico Andoligo.

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En Biescas, para no tener que repetir de nuevo la subida al Pico AGuión, preguntamos al personal autóctono sobre otras rutas, pero se empeñaban en echarnos carretera abajo hacia Castañedo o cruzar a media ladera todo el valle de Lavío y Pende, también por medio de un eje asfaltado que nos parecía un auténtico tobogán, por tanto optamos por seguir la trayectoria que habíamos traído desde el Aguión hasta Biescas  y desde él pues la de idea  era irnos hacia La Espina.

Y así lo hicimos, ya muy fatigados por el gran calor, y sin apenas  nada más que un par de sorbos en nuestros camelback, coronamos muy despacio  una vez más la Sierra de Curiscao pero en dirección contraria llegando de este modo  al Monte del Pozo, donde yo debiera haber tenido un poco más de calma, haber respirado hondo y repensar las cosas y la solución hubiera venido de  haber seguido ascendiendo un poco más para pasar por debajo del Aguión y así llegar cómodamente hasta La Espina.

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Pero me fui valle abajo y arrastré conmigo al grupo y por la Faya y el Alto de Trascueto en vez de abrirme luego  hacia la izquierda hacia Buscabrero y Casa de Galo, que ya me parecía que tales lugares  que estaban muy arriba, por lo cual seguimos bajando hasta concluir en las aldeas de Pende y en Lavío.

De nuevo reunión de ruteros… ya habíamos perdido mucho metros,  unos 400 y ahora quedaba recuperarlos por Socolino y  Colniella hasta llegar de nuevo a las Gallinas, pero se nos antojaba mucho cantar, y ya los autóctono nos hablaron del laberinto de caminos y carreteritas y la sprisas , el calor y la falta de agua …. al final volvimos a encarar valle abajo por el descenso que nos presentaba la carretera SL-6 hasta concluir en lugar denominado El Parador (Nacional 634) y de este modo enfilar toda la subida hacia la Espina unos 8 kilómetros no muy fuertes, que se hacen muy bien, si nuestras condiciones hubieran sido las óptimas, pero algunos estábamos  lejos de ese estado.

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Digamos que la mayoría ya íbamos desfondados y deshidratados, pues de una ruta de unos 58 km.,  ya estábamos camino de los 70 km;  y de un desnivel de ascenso que estimaba entre los 1300 y los 1500 mts, pues pasamos al final de la ruta de los 2100 mts de desnivel acumulado, lo cual a algunos nos afectó todo ello  en nuestro desarrollo, no era un pájara…sino más bien una deshidratación en toda regla.

Poco a poco el personal fue llegando como puedo a La Espina, y agradecer a Fer de Caleao que desde allí bajó en coche a buscarnos a un par de rezagados, que ya habíamos entregado la cuchara de tanto pedaleo  sin agua.

Ya me hacía dura la etapa, pero todavía fue mayor de lo esperado,  aunque eso sí los paisajes fueron increíbles al igual que la buena climatología que tuvimos, eso sí mientras nos mantuvimos por arriba, una vez bajábamos a los valles el calor era muy duro, a lo que se debe   sumar  que  buena parte de la densa infraestructura vial que hay por las zonas cumbrales,  por las zonas bajeras esta esta mas bien comida por la robusta mancha boscosa que es impresionante.

Ah que digan que no nos divertimos en nuestras “antiguallas rutas”

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En resumen una zona que hay que tener cuidado, pues tomar un camino equivocado pues es cambiarse literalmente de valle y perder bastante metros de desnivel y tener cuidado con las temperaturas ya que los cumbrales están azotados a todos los vientos.


@Victor Guerra
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