- Punto de Salida y Llegada: Arriondas
- Puntos de Paso: Terón-Romillin-Vega los Caseros-Villanueva -Las Rozas-Triongo-Margolles-Peruyes-Parda- Olcio-Llueves- Villanuev
- Longitud de la Ruta: 34 k
- Horario de la Ruta. 4,30 h.
- Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.173 mts.
- Participantes; Olegario, Manolín de Poo, Victor Guerra, Javier Paredes.
Las zonas de Cangas y Parres,
son zonas muy atractivas para rodar y por ellas hemos trasegado muchas veces,
aunque ha habido entornos que se nos han quedado atrás, por cuyo motivo hoy aprovechando
uno de esos domingos del laicista, y en plan tonto retornamos a recorridos que
hace años se hicieron y ahí quedaron sin una triste visita.
El punto de partida es Arriondas,
y que mejor que empezar la mañana con un cafelillo
que dicen los madriles, lo cual hacemos en el clásico Café Español, donde
esperamos a los compañeros llaniscos Lolín el de Poo, gaitero afamado y Don
Olegario nuestro particular y singular Spielberg,
los cuales ahora ruedan bajo la bandera de conveniencia de BTT ASTURIAS.
La idea es hacer un
recorrido en bucle alrededor del Monte Olicio, y para no repetir itinerarios y
por aquello de que las cartografiás van perdiendo cada vez más definición nos
vamos desde el mismo Arriondas hacia el emplazamiento de Romillín, para lo cual
se toma la carretera de Santianes de Terón, cruzando el Sella y ganar altura
por una pequeña carretera que sube hacia El Picu dirección a Valdebuerna.
En este punto, dejamos
por unos momentos dejamos el eje asfaltado para irnos, por un camino que va a
la derecha para de este modo rodear por
la vertiente Oeste la picorota del El Cabezu, camino del núcleo de El Horrón,
donde Manolín presenta los primeros
traspiés mecánicos, pues la trotona no cambia bien en la zona de los piñones.
Hasta el desvío que hemos
tomado del camino, se trata de una subida que de buenas a primeras se nos
atraganta a más de uno, luego la cosa al dar vuelta al Picu, se hace más suave.
En el Horrón, ante tales casas se vira para tomar el Camino de la Reina que
viene de Romillo, y nada volver a subir hasta
entroncar de nuevo con carretil que habíamos dejado hace unos minutos, se continua por él, tomando el ramal derecho hasta el
enclave Romillin con ermita de San José.
La ruta pasa ahora por detrás
de la capilla siguiendo las marcas del GR 105 Camino de las Peregrinaciones, entrando
en un bello camino que va a media ladera por el caserío de Los Corros, dejando
los ramales a la izquierda que van hacia Sobrepiedra, lo cual también puede ser
una buena opción de bajar al pueblo de Las Rozas.
Pero nuestra ruta continua
desde algo más allá de los Corros se
echa ladera abajo hacia el enclave de Vega de los Caseros, para de este modo cruzar
la Nª- 625 y pasar a la zona del Monasterio de Villanueva y su Parador Nacional,
que podemos visitar.
La ruta prosigue por detrás
del ábside del monasterio para tomar una estrecha senda que se pega al río Sella hasta desembocar en
el pueblo de Las Rozas, tramo que puede ser fastidiado para nuestras transmisiones,
pues es un sendero de arena y a poco que
revolvamos lo sufrirá la cadena.
El sendero después de un tramo nos saca al pueblo de Las Rozas, aquí
se nos presentas dos opciones una entrar por el viejo camino del pueblo que
cruza la Riega del Cojo, y que nos obliga a echar pie a tierra en distintos
puntos, ya que este trazado antiguo y en plan calzada está no solo muy cerrado por la vegetación
sino que además es muy empinado.
Existe una mejor opción y que una vez llegados a Las Rozas, se sigue por
la carretera Nª 625 dirección a Arriondas, y a la altura del Polígono Industrial de El Pinar,
entrar a él para tomar una pista que entronca con nuestro viejo camino, de esa forma se sube a la Collada Odial sin
apenas bajarnos de la trotona. Si se sube por el viejo camino de Las Rozas, al
llegar a la pista ya veremos que viene del valle se toma el ramal derecho en
ascenso hasta la citada collada.
En el cambio de vertientes
nos tropezamos con la clásica partida de caza del jabalí, Lolo tiene miedo que
le peguen una perdigonada, lo que sería mal asunto para su gaita…Un saludo y
dejamos a los de los cochinos rastreando el monte, nosotros seguimos pista
adelante dejando los ramales que se abren a derecha e izquierda, nuestra ruta
sigue por la pista adelante rumbo Norte, dejándonos caer hacia la vertiente de
Triongo por la laderas de Cerro Faes, que presenta en un tramo una pendiente de bajada tremenda, y sino que
se lo digan a Olegario, que bajó a toda pastilla sin poder detener la trotona y
le faltó poco para llevarme por delante.
En la bajada nos ponemos
a la par del arroyo de Triongo hasta las casad de Libia y ganar de este modo la carretera Nª-634, se puede
seguir por ella o meternos por Collau hasta desembocar ante la impresionante
iglesia de Triong, donde se impone un bocado, antes de subirnos al sillín y
seguir dando pedales por unos cuantos momentos más.
Repuestos de hambre y sed
se toma la carretera local de Teixidi, la cual se deja casi que al instante
para irnos a la izquierda y tomar el carretil que por La Miyar muere tras un
tramo bonito en las quintanas de La Huelga, donde el abandono rural está
haciendo mella, aunque por la zona vemos
una pareja de inglis que están intentando instalarse en el alto caserío
que preside la zona. No les queda trabajo.
A nosotros nos queda
también tajo, subir un tramo hasta las cercanías del Pico Piedrova, una vez ganado
el collado nos vamos de nuevo al Norte bajando por la ladera Este de la cumbre
de La Cuestona y Picu La Viella hasta desembocar ante Matadero Comarcal, al pie
de la recta de Margolles.
Sin apenas tocar la Nª 634
le damos la espalda y no vamos por un estrecho carril que bordea la amplia pradería
de La Granda, yendo camino de los pueblos de Cuenco y Peruyes. En este último núcleo
surge la duda, pues lo que siempre hacemos es irnos hacia Las Canaliegas y Covaenes, pero como hacía años que no iba por
el ranal de Parda hacia Llueves, pues a la salida de Llueves opto por seguir ascendiendo en dirección a Parda por asfalto.
Al llegar a El Colladín
tenemos los montes de Onao y el Pico El Arbolín justo enfrente, en ese punto se abren también otras opciones, pero son nos
vamos por la derecha en franco descenso por un camino hormigonado para entrar en el cerrado
valle de Brengues,
donde se junta un forcón de riegas, el río de Parda, las riegas de Las
Llanas y Bengoes entre otras.
En el valle se deja
sentir la humedad y la frescura de los espacios cerrados del cual vamos saliendo
tomando altura desde Brengues hacia los desperdigados caseríos de Olicio,
algunos ellos en actual situación de remoce, pero el entorno rural asturiano
digamos que toca a muerto, son miles de casas perdidas por los montes y valles
y ya no hay quien las repueble.
Desde Olicio, dejando atrás
el significado lugar de La Mina, por cuyas estructuras ya en declive se reconoce
pronto el lugar. Ahora nos queda un tramo en ascenso que sube tras un par de kilómetros
al significado collado de Llueves, punto este de importantes tránsitos entre Cangas
de Onís y la costa riosellana a través de Margolles como paso intermedio.
Una vez alcanzado el
Collado de Llueves, ante nosotros el gran plafond
de los Picos de Europa y los montes de Ponga y Amieva, tras la
contemplación nos vamos por el hormigonado camino abajo hasta entrar en el
pueblo de Llueves.
Desde el se toma el
acceso rodado por el que se baja un tramo para desviarnos a la derecha en la
primera curva cerrada del trayecto, un camino medio abandonado que nos baja directamente
a Coto Brezo en pleno sendero fluvial del Río Sella.
Ahora, ya en lo fondero
del valle, no queda más que seguir el río abajo hasta llegar de nuevo a Villanueva, donde se puede optar o bien seguir el sendero que ya se cogió unas horas
ates e ir hasta Las Rozas para continuar por la Nª -625 hasta el mismo Arriondas, o en Villanueva salir a carretera Nª 625 y por
ella ir hasta Arriondas, tal y como hicimos nosotros, con la paradoja que este
recorrido lo hice hace años con los hermanos Calo y Ton de la Escuela Asturianade Piragüismo y mira tu por donde al entrar por las instalaciones me encuentro
a Ton metido en faena, unas palabras y un saludo u directamente a la plaza del Cañón.
©
Victor Guerra