· Punto de partida y llegada: Piedras Blancas (Castrillón)
- Puntos de paso: Arnao- Naveces- Ranón- Alto el Praviano- Alto del Pardo del Marqués- Pipe- Las Barzanas
- Kilómetros de la ruta: 47 km
- Horario de la ruta: 6 horas
- Desnivel de ascenso acumulado: 1.480mts
- Desnivel de descenso acumulado:1.504 mts
- INDICE IBP 124
Parte de los participantes, donde echamos de menos a “Polchi” (Alejandro, Zazua, ALbano Capezzali , Víctor Guerra, Luz Fernández, Javier Dolado y Noelia Rojo.
No es que yo sea muy aficionado a las Concentraciones Ciclistas aunque sean de montaña, y menos las que tomando este nombre se dedican al simulacro competitivo con cronometrajes y pódiums y toda esa carallada seudocompetitiva, pero una de las citas anuales que respeto, y a la que acudo con cierta asiduidad es la cita que a principios del mes de Mayo lanza desde el Concejo de Castrillón, el Grupo GRUMAR, que concita años tras año, tanto a senderistas como a ciclistas, para recorrer las tierras de Castrillón y Concejos limítrofes.
Además este año ha sido duro, pues ha venido preñado de rutas y convocatorias entre otras cosas de "blanditos maratones" para uso y consumo de la creciente demanda que quiere medirse en esto del Mountain Bike, y en ese hueco poco tiene que hacer la ruta de Los Marineros, pues digamos que dicho encuentro está sujeto otra idiosincrasia más betetista si cabe, más disfrutona, y por supuesto sin el desespero del crono, y la lujuria de los podiuns, una pincelada de lo que digo es cuando algún "pro de última hora" ante la presencia de mi YETI ARC comentó que era una bicicleta de mariquitas, supongo que para ser un biker “machoman “hay que llevar o tirar por una trotona tipo “doble” suspensión….
Con este humor empezábamos el día
Pues gracias,... me quedo con mi YETI ARC de 10,1 kg que para tirar de ella por el monte me viene genial su poco peso, y como es una geometría de los años 80 pues es muy cómoda y muy conducible y disfrutona...
Los Marineros, podemos decir que es una ruta para disfrutar paisaje y trazados, de lo primero se encarga Emilio, que coordina a todo un equipo humano capaz de dar todo de sí para que ese día la concentración senderista y ciclista tenga pleno éxito, y del trazado se encarga el "famoso Pantany" que hace maravillas para ir hurtándole cada año al recorrido más tramos de asfalto, en base a recuperar viejos caminos, a los desbroces de zonas ya tomadas por la vegetación y cuyo resultado final pues son esos increíbles recorridos de los que cada año disfrutamos los que acudimos a la ya famosa Ruta de Los Marineros.
Este año Pantany estaba en plena euforia en el intento de emular a los de "obras públicas" pues todas las fotos que han pululado por la red de redes en que se ha convertido "Facebook para la bicicleta", no se veía otra cosa que las obras y trabajos de la brigada de remodelación vial de "Pantany", hasta lograr un recorrido como el que este año se ha logrado, que podemos decir que llegó a quitarle un poco de protagonismo a la prueba en sí misma.
Fuera como fuere, y estos son apuntes sociológicos para la historia del ciclismo de montaña asturiano y es lo que me vale asistir a estos eventos, donde se pueden ver novedades ciclistas, los conocimientos técnicos del personal, los ámbitos deportivos de donde procede.. etc… y en esta ocasión nos concitamos en el polideportivo de Piedras Blancas (domingo 5 de mayo), no menos de 175 betetistas, algo menos que el año anterior, pues la crisis también afecta a la BTT, sino tanto en la adquisición de las trotonas, si a hora de participar en las pruebas y concentraciones ciclistas, ya sabemos que algunas se trabajan bien el marketing seudo-competitivo y sitúan sus pruebas como referentes únicos en el mundo ciclomontañero, el Soplao es un punto de referencia.
En esta cita de los Marineros 2013, creo que van unas catorce, salimos como ya es tópico de Piedras Blancas enfilando por El Vallín adelante hacia el sendero costero que nos enmarca tras sus buenos repechos la fábrica e Asturiana de Zinc enclavada en el núcleo de Arnao. Tras un bucle por la zona de Piñera desembocamos en la zona de "La Fábrica", para remontar por una zona boscosa la cual concluía en unos de esos saltos que tanto le gustan a Pantany, y donde se vió alguna que otra caída sin mayores consecuencias, y de esta manera terminar ante la antigua mina de Arnao que tanto está dando que hablar .
De ahí ya subimos a la Senda Costera que se edificara en tiempos D. Alvarez Cascos, como ministro del ramo, y por ella fuimos perfilando la costa castrillonense para bajar a Santa Maria del Mar, y ya meternos de este modo en lo que fue la delicia de algunos, y el pesar de otros, o sea ciclar todo el sendero fluvial de la Fererría, y es que el nivel de las trotonas no marca el nivel técnico de sus jinetes, y el sendero del río La Ferrería con sus trampas, sus curvas cerradas y saltos, como digo son la delicia de algunos, pero también la maldición de otros, al producirse tanto taponamientos a la mínima….lo cierto es que hay que buscar el lugar adecuado en el pelotón para disfrutar en semi-soledad tal sendero.
La verdad es que hasta que no subimos a la Siega, el ciclado de este tramo que por cierto yo acompañado por Alejandro Martín, se hizo largo aunque entretenido, eso se notó el nuevo recorrido el no empezar con esas largas subidas de antaño. De La Siega subimos a Naveces, en concreto al Truébano para cruzar por El Bolado hacia el Monte El Acebo, pasando La Barredo, La Oscura, y El Abedul , y cruzando el riachuelo de Monticiello hacia el Monte El Solar, con sus amplios trazados, pero también con los inmensos charcales y barrizales que parecen piscinas olímpicas, y en las cuales vimos bucear alguno que otro, como la amiga y compañera Rosa Coelho que de un mal resbalón se metió de narices en una de estas inmensas balsas de agua, que la verdad es que no sé porqué no se erradican… pues además hacen frontera con el cierre perimetral del Aeropuerto , y un día habrá una desgracia y todos serán males…y pesares.
Bordeamos la base perimetral del Aeropuerto hacia el lateral Oeste, doblando rumbo Sur a la altura del Cuestón de Anzo para buscar el limite concejil que cruzamos en el encuentro de valles y riegas denominada de Murias, nuestra ruta dobla dirección Oeste para bajar el Cantu La Peña, dando vista a la derecha al núcleo costero de La Arena y San Esteban y la desembocadura del río Nalón.
Tras otro tramo de tierra y escarceos varios se desemboca en zonas más urbanas como es la zona de Ranón, entrando de esta manera en el área de Monte Granda, también con balsas de barro y agua y de esta guisa concluir en la zona de avituallamiento más importante de la ruta, como fue el instalado en el Alto del Praviano.
Nuestro grupo, o perdón los dos grupos en los que se dividió el contingente que solemos rodar juntos, por un lados se fueron Los Raposos BTT con el liderato de Miguel Álvarez, Cailli y Tania y alguna corredora más buscando la sombra de las carpas.
Mientras el variopinto grupeto que conformábamos nosotros: Javier Dolado y David Zuazua de Intensos BTT, Poldo de Asturcón BTT, la amiga Luz Fernández, y Albano Capezzali, y Alejandro Martín como "independientes" y Noelia Rojo del grupo ciclista femenino "Una a Una" y que suscribe como BTT ASTURIAS , nos fuimos alternando haciendo en la labor de hacer la goma entre unos y otros para que nadie se quedase descolgado a los largo de la ruta, sobre todo los que eran más novatos.
Tras el largo descanso del avituallamiento del El Praviano, la multicolor serpiente de Los Marineros, se puso en marcha para subir por asfalto, y de este modo ir calentando las entumecidas patucas por la carretera que fue subiendo rumbo suroeste hacia el Alto del Prado Marques, con sus 438 metros altitud que marca el vértice geodésico. Ya en Sierra de Pulide fuimos entreverando zonas de bosque , con algún tramo más urbano o asfaltado, para meternos de lleno en los entornos del Pico de Piedras, a cuyo pie se sitúa la finca con caballos árabes de El Fresno, ante la cual pasamos ante la sorpresa de las inscripciones en árabe.
A partir de este momento entramos en una denso ocalital por el que jugando entre subes y bajas y algún que otro sobresalto bajamos hasta Pipe y la zona aledaña a la Machuquera hasta concluir en Las Barzanas, y ya por La Braña y Calamoco entrar en Piedras Blancas por su parte trasera desembocando en el cual es nuestro ya clásico lugar de reunión final frente a un abundante ágape y entregas de trofeos a los participantes, como es el Polideportivo de Castrillón.
La verdad es que las ediciones anteriores hubo tramo técnicos un tanto subidos de tono para algunos, en esta ocasión no ha habido tanta intensidad, pero el nivel técnico en general se mantuvo en un largo trazado de senderos con cierta componente técnica. Bien a mi me gustó y sobre todo el no sentir los motores de motos y quads, sabían que estaban ahí pero no eran agobiantes. En lineas generales MUY BIEN. FELICIDADES
La verdad es que las ediciones anteriores hubo tramo técnicos un tanto subidos de tono para algunos, en esta ocasión no ha habido tanta intensidad, pero el nivel técnico en general se mantuvo en un largo trazado de senderos con cierta componente técnica. Bien a mi me gustó y sobre todo el no sentir los motores de motos y quads, sabían que estaban ahí pero no eran agobiantes. En lineas generales MUY BIEN. FELICIDADES
Y allí estuve entre el representante de A y dos representantes del Ayuntamiento de Castrillón, entregando los merecidos trofeos conmemorativos a los más jóvenes, a los más veteranos, a los Clubs más numerosos, a las féminas, que eran todo un puñadin, también se entregaron trofeos, puesto que Emilio (Grumar) me encargó hace de spiker de la entrega de trofeos conmemorativos a todos.. incluidos a nuestros ángeles custodios como son los agentes del SEPRONA, los servicios sanitarios, el equipo de Pantany, y al propio equipo de Grumar que nos guardan y guían durante toda la ruta.
Polchi recogiendo su trofeo al ciclomontañero más veterano
Así concluyó un año más la ruta de Los Marineros de Castrillón.
@ Victor Guerra