viernes, 15 de marzo de 2019

VUELTA A LA SIERRA BENZÚA y CUBETA

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Punto de Salida y Llegada: NUEVA DE LLANES
· Puntos de Paso: El Llano-Los Quintanales-Llamigo-Alto el Torno_ Riensena-Igena. Priédamo- Télleu- Riocaliente- Puente Nuevo- La Venta-Rales- Naves- Villahormes.
· Longitud de la Ruta: 38 km.
· Horario de la Ruta. 4 horas.
· Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 983 mts.
· Participantes Javier Riestra-Javier Dolado, Luis Roza, José Olegario y Victor Guerra.


Los territorios dan lo que dan al menos en cuanto a caminos para las BTT, y los de Nueva de Llanes en cuanto uno mira hacia el Sur, pues se vuelven complejos y complicados, de hecho hemos estado intentando pasar desde el Alto del Llamigo hacia la perdida aldea de Peme, pero “si quieres arroz Catalina”, complicado, caminos pedidos con porteos en algunas zonas, tal vez desde Igena sea más fácil la subida yendo hacia el Mofrechu, y luego por las cumbres, lo intentaremos de nuevo, pero el resultado viendo la orografía es que son territorios muy complejos para la BTT


Pero como la convocatoria de la salida estaba hecha para Nueva de Llanes, había que buscar una alternativa, y la que nos sirvió como propuesta para un sábado más fue dar la Vuelta a las Sierras de Benzúa y Sierra la Cubeta.

Un repaso a la historia del Mountain bike y de Víctor Guerra

Tras un té mañanero con los compañeros, y reírnos con las chanzas sobre el trending topic del vídeo de Olegario y Manolín el de Poo, sobre mi persona y el repaso de la historia personal de la BTT en Asturias, nos pusimos en marcha para dar cuenta de una ruta que apenas 40 km., de longitud y no llega a los 1.000 metros de desnivel acumulado, aunque la ruta presenta alguna sorpresa.

Se parte de Nueva hacia lo que llaman la «Carretera» que bordea el Palacio de San Jorge y por cuyo trazado viene el Camino de Santiago procedente de Villahormes, y cuya traza se deja enseguida para virar a la derecha cruzando una pequeña riega y emprendiendo una subida de aquí te espero hacia la antena repetidor de TV al pie del Área Recreativa de Canto Llano, subida hormigonada pero con fuertes repechos durante 1 km.Dan ganas de bajarse e ir a pie, pero como es lo primero del día se lleva bien, pero en poco tiempo se gana algo más de 140 mts., de desnivel en apenas unos mil metros de distancia.

La zona de la antena ofrece un desolado mirador abierto a los cuatro vientos con una excelente panorámica sobre Nueva y la rasa costera. Desde aquí es todo plano cruzando por la pista que cruza todo el Llano de Nueva hacia la aldea del Llano, teniendo de frente la Sierra la Jaya cuya vertiente oriental recorremos dirección Sur, hacia el caserío, medio caído de Los Quintanales.

Su pequeña capilla de ánimas destartalada, nos habla de un camino principal, un Camino Real que iba a Castilla a través del Llamigo y el Torno, para buscar el Camín Real de Amieva y su salida hacia Sahagún.

En este punto concluye el asfalto que hemos cogido a la altura del Llano, ahora se abre un amplio camino que va en plano bordeando la Sierra de la Jaya hasta salir al acceso rodado de Los Encinales, y por él salir a la carretera AS-340 a la altura del Alto del Llamigo. Un amplio valle que parece una pista de aterrizaje para aviones. Impresionantes praderías.

Ahora se gira a la izquierda, rumbo Sur cruzando toda la pradería a través de la carretera que sube a El Torno, pero por nuestra parte entraos de nuevo a la izquierda por el camino del Rancho del Valle dejando por unos momentos la carretera para acercarnos hasta la Ermita de Loreto, en cuyos predios se realiza la fiesta del Vino, que es en el mes de septiembre.


La Ermita es una tanto extraña, pues situada en un extremo de la campera está construida sobre el Sur-Norte y no Oeste-Este, como el resto de las iglesias, en su consolidación tiene un aire a pequeña fortaleza monacal, y es extraña porque el Llamigo que son cuatro caserías y sin embargo ahí esta la iglesia de Loreto, sin que nadie explique mucho sobre su existencia y como no, la de una fiesta del vino, en un lugar en el que no hay vino. ¿Tendrá esto algo que ver con el Camino Real a Castilla…?

La tradición sobre la virgen de Loreto deviene del siglo XIII, y como llega al Llamigo es todo un misterio, aunque hay una leyenda fundacional que cuenta como «un emigrante, que se fue a la deriva en la mar, ofreció alzar un templo en el primer descampado en el que pusiera los pies. Al parecer, pisó tierra en Cuevas del mar, y cumplió su promesa».


Como tantas otras veces, nos vamos con esa extraña sensación de que nos faltan piezas del puzle histórico tanto con la zona, y como no, sobre ese viejo camino real de Nueva-Corao hacia Sahagún, tan ignorado como perdido.

Salimos de la capilla hacia la AS-340 buscando el Alto del Torno, dejando las viejas trazas camineras ya perdidas, para seguir por la carretera, se pasa por delante del caserío de El Llamigo, desde el cual arranca la ascensión final, con una longitud de 1,5 km., hasta colocarnos en el Alto del Torno con sus 533 mts., de cota, y 10 km de rodadura desde que salimos de Nueva.


Ya en El Torno, la vista es impresionante, a la derecha el Mofrechu, a la izquierda la Sierra del Benzúa y de frente el gran plafón de los Picos de Europa. Impresionante, aunque casi todo nuestro entorno presenta muestras de la quemazón de estos días, nada serio por estas latitudes, broza y argoma.

En la ventana del Torno, hace frío por lo cual pronto nos vamos carretera abajo dejando el desvío del Mestas de Ardisana, nos vamos directos a la altozana aldea de Riensena, y seguimos hacia Igena, con buen acceso para el ir al Mofrechu. Hemos rodado unos casi que cuatro kilómetros y a unos escasos doscientos metros más adelante de Igena, se nos presenta la desviación que nos interesa, la de Priédamo.

Se deja pues la AS-340, para coger el citado carril asfaltado que se adentra al Este , a la vez que nos ofrece una bella rodadura y vistas sobre valle que se abre bajo Riensena y por encima del pueblo de Socueva, así vamos rodando tranquilos hasta ganar las cuadras de Burbudin, cuyo enclave nos ofrece ahora sobre la otra vertiente, las vistas sobre las solitarias y áridas laderas que riega el río Piedrahita, que es acompañado por el Calzada que une Ardisana con Corao por Llenin, habiendo ganado la Collada del Puerto.


Zonas que ya hemos transitado en un sentido en otro subiendo y bajando por la Calzada Romana de Riocaliente, que ahora le tenemos a la vista, aunque mis compañeros no reconocen los entornos.

Me llama la atención un Camino Peonil que va en plano desde la zona de Burbudín, el cual va por debajo de los picos de El Acebín y Cuetos Negros y el Canto Llanosu hasta encontrarse en la Vega el Puerto, con la Calzada, pero luego sigue en plano al Este por debajo de la Sierra del Hibeo, hasta la majada de Las Ablanosas. ¿Por qué esa traza en plano no perdiendo cota y cruzando todos estos áridos valles? Y ¿Por qué se unen dos extrañas zonas como Burdudin y Ablanosas? Será cuestión de visitar la zona.

Tras dejar atrás Burbudin, nos vamos en descenso hasta el desolado caserío de Priédamo, donde debió vivir alguien hasta no hace mucho, pero el caserío está totalmente desastrado. Aquí se acaba el asfalto. Ahora mediante el track de GPS vamos encontrando por las praderías la senda que va bajando medio comida por la retama por La Infiesta, yendo ladera abajo hacia el la riega de Piedrahita, algo más de un 1,5 km., de bajada por tramos que por momentos vamos haciendo encima la bici, por encima de viejos cotoyales cortados que hacen mella en las cubiertas de algunos de los bikers.


Llegados a la zona del río, lo cruzamos a pelo, para coger el trazado de la Calzada de Riocaliente, dirección Este, y por el Escobín ganar las casas de Télleu y de ahí a Mestas de Ardisana, cerrando el bucle sobre la Sierra de la Cubeta, al entroncar con la Ll-14 se sigue carretera a bajo recuperando la vista sobre la sierra y el pico Benzúa, hasta concluir con unos 21, 3 km de rodadura en la aldea de Riocaliente y en el templo de la Cerveza y los bolígrafos.

Allí pregunté al paisanaje por ese camino a media ladera que había visto pero nadie supo darme cuenta de que era, o porqué se hizo. Me quedé con las ganas de saber de ese extraño trazado.


Reanudamos el camino dejando de lado el trazado del Camino de Covadonga GR 105.2 pues la subida al núcleo de Rabiaos para bajar por los Callejos, está en bastante mal estado, por lo cual optamos por seguir por la carretera hasta llegar primero a la Venta el Pobre y luego a Puente Nuevo entroncando con la AS-115, carretera más conocida como de Río Las Cabras, que recorremos en sentido descendente hacia el lugar de la Venta, (Vivaño) topónimos que recogen los tránsitos de arriería que por estas latitudes se dieron.

A la altura de La Venta, cruzamos el río de Cabras y nos vamos por la senda fluvial hasta el pueblo de Rales, pero desde aquí no seguimos a la vera del río, sino que seguimos por la Ll-16 para subir por el Acebo a la llanada de los Carriles, 2 km de subida al 10% que se dejan sentir en las piernas, aunque la ruta no está siendo dura, pues desde Mestas de Ardisana hasta aquí han sido otros casi 9 km de asfalto.


Una vez ganado el alto, se gira a la derecha por el primer camino que entra hacia el Norte por La Romeca y Gostolizas, virando al poco de entrar por otro camino que entra a la izquierda por entre los prados, buscando el cumbral que enfila recta al Norte, la cual se haya totalmente quemada. El paisaje ha quedado despejado y por tanto se ven los caminos y las sendas, seguimos por los toboganes de la cumbral hasta llegar al Llano del Espino y Santana, donde ya encontramos la pista que viene de los pastizales que hay en frente , antes de irnos valle abajo una mirada a la Sierra del Benzúa.


Nos vamos valle abajo para cruzar la aldea de Naves que cruzamos virando ahora al Oeste por el Camino de Santiago, cruzando a lo largo el valle hacia la aldea de Villahormes, yendo prácticamente en plano , para de este modo ganar la villa de Nueva, habiendo realizado una bonita ruta por los entornos sureños de Nueva y concluyendo ante unas cervezas en el Bar de Nueva.

Fotos: Javier Riestra y Victor Guerra

© Victor Guerra

viernes, 8 de marzo de 2019

En BTT por Posada de Llanera al Pico Gorfolí


  • · Punto de Salida y Llegada: Posada de LLanera
  • · Puntos de Paso: Les Areñes-Fanes-Gorfolí- La Reigada- Bolgues-Lazana-Andallón-Tuernes-San Cucao
  • · Longitud de la Ruta: 54 km.
  • · Horario de la Ruta. 5 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.400 mts
  • · Participantes Ruben Bardera, Javier Paredes, Marcos Cernuda, Javier Riestra-Victor Guerra

Hacia ya tiempo que las trotonas de BTT ASTURIAS no hollaban los entornos del Gorfolí, porque cuando rodaba con nosotros Poldo Figueras siempre le hacíamos la visita anual a la zona, bien por una cara o por la otra, el Gorfolí o su entorno, era parte nuestras correrías.

Bien es cierto que salvo los recorridos desde el mismo Avilés o desde Grao, el resto de las rutas tienen bastante asfalto, pues los viejos caminos por necesidades de las poblaciones y sus empujes han terminado sucumbiendo bajo la capa asfáltica.


Sea como fuere nos plantamos en Posada Llanera, para rodar hacia el Gorfolí, por cuyo motivo recuperamos al buen amigo Rubén Bardera, perdiendo para este encuentro a los amigos llaniscos Olegario y Manolín, este último herido en un mano.

Tras el consabido café en el restaurante Plaza, salimos por la carretera AS-17 adelante, dirección al Alto la Miranda, para desviarnos al 1,5 km, a la izquierda rumbo Noroeste, tomando por Abarrio para subir por la carretera Ll-2 con posterior desvío hacia la aldea de Les Areñes, donde se gira un poco al Oeste, para seguir de forma paralela a la cumbral de la Sierra de Les Areñes y pasar de este modo a los predios de la Sierra del Águila, teniendo como referencia la aldea del Fresno.



Se vira al Noroeste, teniendo a la izquierda los promontorios de la sierra como el cabezo del Pico del Águila, pasando por los lugares de Vendón y desembocar en Fanes, o sea al pie del Camino de Santiago que va de Avilés a Grao que transita por la carretera AS-233, punto donde se gira a la izquierda con unos 9,7 kilómetros rodados. Es curiosa la desertización que tiene toda esta zona. Grandes extensiones de terreno y muy pocos núcleos de población, como muchos caserías aisladas que recuerdan más bien a los predios vaqueiros, que a tierras de la zona prelitoral avilesina.



Este acercamiento por asfalto nos vale por aquello de estirar las piernas, Con cierto cuidado rodamos por la AS-233, apenas unos 700 metros hasta desviarnos a la derecha dejando el ramal regional y entrar por El Bayón hacia la aldea Villayo, con unos 11,3 km, donde se recobra la orientación Norte, y concluyendo ante trazados con firmes de tierra que nos acompañaran durante todo el ascenso hacia el Gorfolí,

Se rueda a la vera de la riega Campanal, y cuyas cantarinas aguas se dejan para virar al Este subiendo por el Monte Campanal, que nos muestra en poco tiempo algunos duros repechos, luego la ascensión una vez coge cota, se hace más tranquila yendo hacia el llamado Campo de la Liebre, donde se entronca con una de las subidas típicas proveniente de la vertiente avilesina.



Una vez se entronca con la pista nuestro track es abandonado por aquello de hacer cumbre en el famoso Gorfolí, a lo cual nos dedicamos unos buenos minutos hasta terminar de coronar el famoso promontorio avilesino, con 16, 5 km., rodados, alcanzando una cota de unos 600 mts., escasos de altitud.

Tras un descanso para tomar un poco de resuello, y contemplar la bella panorámica que ofrece tan impresionante atalaya, tanto a Este como al Oeste, e incluso al Sur, porque nada molesta para otear los horizontes.



Tras ello nos ponemos en marcha retrocediendo hasta el enclave que nos deriva por los Cerros de Valbona, esto no estaba en el plan del dia, pero a nadie le amarga un dulce y dejarse caer por estos senderos cumbrales, aunque sea con una bici semirrígida, es toda una tentación, por lo cual dicho y hecho, nos vamos por el inclinado sendero de Valbona, que presenta algún que otro salto, un buen terreno para las trotonas de enduro, pero un tanto expuesto para una bici de 26” semirrígida.

Aun así, vamos bajando sin mucho problema, hasta llegar al entronque con la pista que esperamos nos devuelva al track original.


Una vez en la pista se gira a la izquierda, teniendo que remontar parte del desnivel que perdimos en la bajada, se va rumbo Sur para coger la cumbral de la Sierra de Faidiello hacia el Pico Miliquitanes, teniendo que empujar la trotona en algún que otro fortísimo repecho, y con tramos de senda bonitos.



La idea era quitar una serie de toboganes que nos obligaban a empujar la trotona, y por aquello de no dar marcha atrás, resolvemos seguir adelante hasta alcanzar la collada entre el Pico Miliquitanes y el Cuervo, lo cual nos da paso a la Sierra de las Raigadas, ya con 21,5 k, de rodadura.



Ahora tenemos un tramo tranquilo medio en bajada que pasa por encima del caserío de Rozaflor que tanto nos recuerda al amigo Poldo. Seguimos ruta hasta desembocar en el Alto de la Raigada, donde pasamos de una parada de bar, cosa que si viniera Albano sería imposible, y seguimos por la carretera que se abre al pie del cumbral de la Sierra de Bufarán hasta alcanzar el Campo de la Degollada.



Al pie del famoso Área Recreativa que siempre tiene visitantes, nos vamos por firmes de tierra, dejando el asfalto por el que hemos rodado desde La Reigada, unos 8 kilómetros de tramo.

En Degollada se toma el ramal de la izquierda dejando el que cruza toda la Sierra del Pedroso, y nos vamos hacia el Alto de Carbainos, bordeando estos pequeños cumbrales y la pistas que nos invitan a irnos por ellas sin saber muy bien hacia dónde.., pero mejor no ceder a las tentaciones y seguimos dando la vuelta al cumbral dirección a las Arroxinas, para caer en el concurrido lugar de Las Ablanosas, de donde se sale por las pista de Ancineres hasta desembocar en La Florida, y de ahí ya directos al gran núcleo de Bolgues, donde nos abandonan Marcos Cernuda y Javier Riestra, que tiene algo de prisa, pues llevamos 37 km de rodadura.



Ahora rodamos por la AS-234 yendo en dirección a Avilés, hasta llegar a Santa María de Soto, donde se deja la carretera regional y la vera del río Soto, para cruzar al Este hacia la alta aldea de Lazana, camino de Santullano, pasando a la vera del Monte Agudo y la aldea de Andallón, donde se deja la carretera para irnos por Les Artelles hasta poder entroncar la carretera AS-233, en la zona de la Marinas, de donde de toma una carretera transversal hacia Tuernes el Grande entrando de esta manera en la parroquia de San Cucao y ya definitivamente en Posada de Llanera, todo ello por asfalto.


Fotos de Victor Guerra, Marcos Cernuda, Javier Paredes.

© Victor Guerra

viernes, 1 de marzo de 2019

La Caridad: Xaldos y Vaqueiros.


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Punto de Salida y Llegada: El Franco

· Puntos de Paso: Viavélez-Valdepares-Porcía-Hospital-Mantarás-La Roda-Matafoyada-Villalmarzo-Boimouro-Lavadoiro.
· Longitud de la Ruta: 40 km
· Horario de la Ruta. 4 horas
· Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 912 mts
· Participantes: Olegario, Javier Paredes, Victor Guerra


Llevamos casi todo el invierno rodando por la zona de confort, o sea por la zona central de Asturias, y es el momento de empezar a ensanchar los límites de nuestros recorridos, aunque también es verdad que la crisis los ha reducido bastante ya que debido a los traslados en coches gravan los peculios de cada uno, lo que sumado a que el personal tiene compromisos en casa, de ahí que en invierno nos repleguemos a los cuarteles de invierno.


Dado que los amigos del Oriente apenas si conocen el Occidente, y para resarcirnos de una dura ruta por Santianes del Agua, donde hubo bastante que empujar nos hemos venido al Occidente costero a estirar las piernas y a disfrutar de los paisajes abiertos.

El punto de salida se situó en La Caridad, donde nos tomamos un café para salir a rodar de forma tranquila, ya que apenas si el grupo en esta ocasión pasa de un pequeño triángulo de bikers.


De La Caridad salimos en dirección Norte, sin muchas complicaciones por la FR-3 hasta el pueblo de Viavélez, con su coqueto puerto, un tanto solitario a las 10 de la mañana. Coqueto si es pero salir de puerto por su extremos Norte, siguiendo el GR E-9 supone poner las piernas duras y el corazón a punto de salirse por las costillas al menos hasta poder ganar el mirador del Bufo, que nos da una bella panorámica sobre el pueblo y el puerto.
Una vez ganada lo alto de la rasa costera al llegar al Bufo, se sigue por la traza caminera señalizada como Senda Costera E-9. Ahora solo se trata de seguir su trazado por caminos públicos, que se dirigen no sin alguna que otra vuelta, y en plano hacia Valdepares, pero antes pasaremos por encima de la playa de Monellos, donde se gira al Sur, hasta llegar hasta puerta misma de Valdepares, o sea que a la altura del palacio de Fonfría, damos vuelta para tomar de nuevo rumbo al Oeste, o sea hacia la franja de los acantilados que preside el saliente de Cabo Blanco. Aquí se deja el rumbo Norte virando al Oeste teniendo como horizonte la Punta de la Atalaya y una mar totalmente en calma, cuando la noche anterior amenazaba con llevarse los acantilados de cuajo.



Estos primeros kilómetros se dejan rodar de forma cómoda. En Las Atalayas, los murallones costeros viran al Sur para dejar espacio a la gran franja marítima de la playa de Porcía, que presenta un aspecto abrumador. Remontamos por encima el arenal pasando por al lado de la Ermita de los Remedios, un poco más allá tomamos el acceso hacia el pueblo de Porcía pero se deja el carril, para entrar por un camino que va por debajo de un Depósito de aguas, pegados al río, se cruza el río por un pontón de madera para rodar por unos cuantos metros por un bello sendero el cual vamos circunvalando el río, de nuevo hacia el Norte, hasta salir por encima de la desembocadura del río y del arenal de Porcía, punto donde para variar se gira al Oeste pasando por un lateral de las famosas minas de Oro de Salave, desde la salida en Porcía hemos dejado por unos instantes el GR E9.

El cual se retoma cuando viramos al Sur hacia el lugar denominado de El Hospital, por cuyo trazado pasa el Camino jacobita, y a cuyas puertas llegamos casi que tocando la carretera Nª 634 dejamos las marcas jacobeas y damos la vuelta para proseguir por encima de los Campos y Salave, cerca de la rasa costera donde de nuevo se recobra la dirección Oeste, yendo hacia el caserío de Foyada, saliendo de nuevo hacia las viejas minas de oro de Punta del Pedrón, donde ya nos ponemos cara al Sur, dejando de lado el GR E9 y las marcas jacobeas, para cruzar la Nª 634 hacia el pueblo de Mantarás. Llevamos 16,3 km. de ruta entre parloteos y buen rollo y ritmo.


Dejamos la tierra xalda para ir hacia los enclaves vaqueiros, para ello cruzamos en primer término el río Murias, para seguir el arroyo de Orjales para ir virando primero al Este hacia La Rebollada, y luego hacia el Sur al llegar a La Roda, (22,6 km) se dejan los tránsitos más o menos urbanos para subir por un lateral del Pico Faro, virando al Este hacia la picorota del monte Lousorio.


Atrás quedan los recorridos costeros y semiurbanos, enfrentamos las primeras subidas sobre la rasa costera que se presenta inmensa, la subida nos mete en un bello bosquete de pinos y eucaliptos llevándonos hacia el núcleo de singular nombre: Matafoyada donde unos perros intentan morder nuestro pedales, nos hacemos una foto en un cenador muy del tipo feria de abril, el caserío está muy bien cuidado y con toques de coquetería, supongo que de la buena moza que sale embozada en toallas a reñir al perro guardián, de este singular enclave se sale del coqueto núcleo por su carril de acceso yendo hacia la AS-24 que une La Roda con Presno.




Llegados a la carretera se baja por ella hasta recobrar de nuevo la vera del río Porcía que se cruza a la altura de Sueiro para tomar la orilla izquierda aguas arriba en dirección a la Veguiña, se deja atrás Sueiro y se sigue ahora el río Mazo, desde la carretera se ve el antiguo puente carretero, se cruza el nuevo y se toma un camino dejando el asfalto que se abre al Este para ganar por un cómodo camino que acompaña el río hasta un cruce de riegas, se gira por encima de ellas para subir por el Campón hacia la altozana aldea de Villalmarzo, pasando al lado del Pico del Corno.

Sin apenas entrar en la aldea de Villalmarzo, en las primeras casa nos vamos a la izquierda por un camino semi abandonado que baja a un recoleto rincón, cuyo lugar ahora el amigo Javier Paredes reconoce, y que siempre nos gusta llegara él, como es Boimouro, aunque llegamos siempre desde otras latitudes, el amigo Olegario disfruta como un verderón de todo este solar, pues salir de Degaña y meterse en Llanes, a estar rodando por estos espacios abiertos, resulta toda una pasada. Llevamos 32 km. rodados.



De Boimouro se sale dirección sur para coger una pista empinada que abandona el valle para encaramarse en los entornos de la Granda de Figuerola, pero esa fue la opción que tomamos pero la situación hoy de Lavadoiro por el monte es complicado, pues se ha perdido la senda, por lo cual una vez tomada la traza en Boimoiro, se sigue por el camino que va a media ladera muy marcado dejando algún ramal que sube , hasta darnos con las primeras casa de Gudín , aquí e se sube por entre el caserío hacia la ermita de Espieira a coger el carril asfaltado que por su lateral derecho nos lleva directamente hacia las Barrosas.



Antes de entrar en Las Barrosas, nos adentramos hacia los predios de Candrés siguiendo el rumbo Norte hacia la quintana de El Carbayón, y por el Pereiro y la Vuelta del Castañeiro, se dejan atrás los predios vaqueiros para entrar en las tierras plana de los xaldos, y por La Ponte con 36,5 km., rodados no situamos en la planicie de la A Granda, pasando por Godella hacia el Campo Grande tomando la entrada a La Caridad por la Caleya. Dando fin a la ruta



Ahora toca una cerveza y de nuevo un montón de kilómetros de vuelta a casa.

© Victor Guerra

viernes, 22 de febrero de 2019

VUELTA AL MONTE OLICIO (Parres-Cangas)


  • Punto  de Salida y Llegada: Arriondas
  • Puntos de Paso: Terón-Romillin-Vega los Caseros-Villanueva -Las Rozas-Triongo-Margolles-Peruyes-Parda- Olcio-Llueves- Villanuev
  • Longitud de la Ruta: 34 k
  • Horario de la Ruta. 4,30 h.
  •   Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.173 mts.
  • Participantes; Olegario, Manolín de Poo, Victor Guerra, Javier Paredes.



Las zonas de Cangas y Parres, son zonas muy atractivas para rodar y por ellas hemos trasegado muchas veces, aunque ha habido entornos que se nos han quedado atrás, por cuyo motivo hoy aprovechando uno de esos domingos del laicista, y en plan tonto retornamos a recorridos que hace años se hicieron y ahí quedaron sin una triste visita.

El punto de partida es Arriondas, y que mejor que empezar la mañana con un cafelillo que dicen los madriles, lo cual hacemos en el clásico Café Español, donde esperamos a los compañeros llaniscos Lolín el de Poo, gaitero afamado y Don Olegario nuestro particular y singular Spielberg, los cuales ahora ruedan bajo la bandera de conveniencia de BTT ASTURIAS.



La idea es hacer un recorrido en bucle alrededor del Monte Olicio, y para no repetir itinerarios y por aquello de que las cartografiás van perdiendo cada vez más definición nos vamos desde el mismo Arriondas hacia el emplazamiento de Romillín, para lo cual se toma la carretera de Santianes de Terón, cruzando el Sella y ganar altura por una pequeña carretera que sube hacia El Picu dirección a Valdebuerna.

En este punto, dejamos por unos momentos dejamos el eje asfaltado para irnos, por un camino que va a la derecha para  de este modo rodear por la vertiente Oeste la picorota del El Cabezu, camino del núcleo de El Horrón, donde Manolín  presenta los primeros traspiés mecánicos, pues la trotona no cambia bien en la zona de los piñones.




Hasta el desvío que hemos tomado del camino, se trata de una subida que de buenas a primeras se nos atraganta a más de uno, luego la cosa al dar vuelta al Picu, se hace más suave. En el Horrón, ante tales casas se vira para tomar el Camino de la Reina que viene de Romillo, y nada volver a  subir hasta entroncar de nuevo con carretil que habíamos dejado hace unos minutos, se  continua  por él, tomando el ramal derecho hasta el enclave Romillin  con  ermita de San José.

La ruta pasa ahora por detrás de la capilla siguiendo las marcas del GR 105 Camino de las Peregrinaciones, entrando en un bello camino que va a media ladera por el caserío de Los Corros, dejando los ramales a la izquierda que van hacia Sobrepiedra, lo cual también puede ser una buena opción de bajar al pueblo de  Las Rozas.

Pero nuestra ruta continua  desde algo más allá de los Corros se echa ladera abajo hacia el enclave de Vega de los Caseros, para de este modo cruzar la Nª- 625 y pasar a la zona del Monasterio de Villanueva y su Parador Nacional, que podemos visitar.



La ruta prosigue por detrás del ábside del monasterio para tomar una estrecha senda  que se pega al río Sella hasta desembocar en el pueblo de Las Rozas, tramo que puede ser fastidiado para nuestras transmisiones, pues  es un sendero de arena y a poco que revolvamos lo sufrirá la cadena.

El sendero después  de un tramo nos saca al pueblo de Las Rozas, aquí se nos presentas dos opciones una entrar por el viejo camino del pueblo que cruza la Riega del Cojo, y que nos obliga a echar pie a tierra en distintos puntos, ya que este trazado antiguo y en plan calzada  está no solo muy cerrado por la vegetación sino que además es muy empinado.

Existe una mejor opción  y que una vez llegados a Las Rozas, se sigue por la carretera Nª 625 dirección a Arriondas, y a  la altura del Polígono Industrial de El Pinar, entrar a él para tomar una pista que entronca con nuestro viejo camino,  de esa forma se sube a la Collada Odial sin apenas bajarnos de la trotona. Si se sube por el viejo camino de Las Rozas, al llegar a la pista ya veremos que viene del valle se toma el ramal derecho en ascenso hasta la citada collada.



En el cambio de vertientes nos tropezamos con la clásica partida de caza del jabalí, Lolo tiene miedo que le peguen una perdigonada, lo que sería mal asunto para su gaita…Un saludo y dejamos a los de los cochinos rastreando el monte, nosotros seguimos pista adelante dejando los ramales que se abren a derecha e izquierda, nuestra ruta sigue por la pista adelante rumbo Norte, dejándonos caer hacia la vertiente de Triongo por la laderas de Cerro Faes, que presenta en un tramo  una pendiente de bajada tremenda, y sino que se lo digan a Olegario, que bajó a toda pastilla sin poder detener la trotona y le faltó poco para llevarme por delante.

En la bajada nos ponemos a la par del arroyo de Triongo   hasta las casad de Libia y ganar  de este modo la carretera Nª-634, se puede seguir por ella o meternos por Collau hasta desembocar ante la impresionante iglesia de Triong, donde se impone un bocado, antes de subirnos al sillín y seguir dando pedales por unos cuantos momentos más.

Repuestos de hambre y sed se toma la carretera local de Teixidi, la cual se deja casi que al instante para irnos a la izquierda y tomar el carretil que por La Miyar muere tras un tramo bonito en las quintanas de La Huelga, donde el abandono rural está haciendo mella, aunque  por la zona vemos una pareja de inglis  que están intentando instalarse en el alto caserío que preside la zona. No les queda trabajo.



A nosotros nos queda también tajo, subir un tramo hasta las cercanías del Pico Piedrova, una vez ganado el collado nos vamos de nuevo al Norte bajando por la ladera Este de la cumbre de La Cuestona y Picu La Viella hasta desembocar ante Matadero Comarcal, al pie de la recta de Margolles.

Sin apenas tocar la Nª 634 le damos la espalda y no vamos por un estrecho carril que bordea la amplia pradería de La Granda, yendo camino de los pueblos de Cuenco y Peruyes. En este último núcleo surge la duda, pues lo que siempre hacemos es irnos hacia Las Canaliegas y  Covaenes, pero como hacía años que no iba por el ranal de Parda hacia Llueves, pues a la salida de Llueves opto por seguir  ascendiendo en dirección a Parda por asfalto.

Al llegar a El Colladín tenemos los montes de Onao y el Pico El Arbolín justo enfrente, en ese punto  se abren también otras opciones, pero son nos vamos por la derecha en franco descenso por  un camino hormigonado para entrar en el cerrado valle de Brengues, donde se junta un forcón de riegas, el río de Parda, las riegas de Las Llanas  y Bengoes entre  otras.



En el valle se deja sentir la humedad y la frescura de los espacios cerrados del cual vamos saliendo tomando altura desde Brengues hacia los desperdigados caseríos de Olicio, algunos ellos en actual situación de remoce, pero el entorno rural asturiano digamos que toca a muerto, son miles de casas perdidas por los montes y valles y ya no hay quien las repueble.

Desde Olicio, dejando atrás el significado lugar de La Mina, por cuyas estructuras ya en declive se reconoce pronto el lugar. Ahora nos queda un tramo en ascenso que sube tras un par de kilómetros al significado collado de Llueves, punto este de importantes tránsitos entre Cangas de Onís y la costa riosellana a través de Margolles como paso intermedio.

Una vez alcanzado el Collado de Llueves, ante nosotros el gran plafond de los Picos de Europa y los montes de Ponga y Amieva, tras la contemplación nos vamos por el hormigonado camino abajo hasta entrar en el pueblo de Llueves.

Desde el se toma el acceso rodado por el que se baja un tramo para desviarnos a la derecha en la primera curva cerrada del trayecto, un camino medio abandonado que nos baja directamente a Coto Brezo en pleno sendero fluvial del Río Sella.



Ahora, ya en lo fondero del valle, no queda más que seguir el río abajo hasta llegar de nuevo a  Villanueva, donde se puede optar o bien  seguir el sendero que ya se cogió unas horas ates e ir hasta Las Rozas para continuar por la Nª -625  hasta el mismo Arriondas,  o en Villanueva salir a carretera Nª 625 y por ella ir hasta Arriondas, tal y como hicimos nosotros, con la paradoja que este recorrido lo hice hace años con los hermanos Calo y Ton de la Escuela Asturianade Piragüismo y mira tu por donde al entrar por las instalaciones me encuentro a Ton metido en faena, unas palabras y un saludo u directamente a la plaza del Cañón.

© Victor Guerra
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