Foto de Noelia Rojo
- Punto de Salida: Puerto Pajares
- · Punto de Llegada: Pola de lena
- Puntos de Paso: Pajares-San Miguel del Río- Santa Marina-Llanos de Somerón-Puente de los Fierros-Fresneo-Herías-Campomanes- La Cobertoria
- · Longitud de la Ruta: 31 km
- · Horario de la Ruta. 4 horas
- · Desnivel acumulado de ascenso: 1578 mts
- · Desnivel acumulado de descenso: 508 mts
- · Participantes: Albano Capezzali, Noelia Rojo, Juan Piñera, Victor Guerra
- IBP INDEX 85
El programa que habíamos trazado hace unas semanas de hacer los Caminos de Santiago de Asturias, está en su meridiano. La semana pasada cerrábamos la travesía del Camino Costero, que habíamos empezado en la localidad cántabra de Unquera el 5 de febrero y que semana a semana hemos ido cumpliendo con los recorridos previstos, con un desvío hacia la meca jacobea: San Salvador de Oviedo, para de nuevo continuar hacia la costa por el Alto de la Miranda camino Avilés y ya de nuevo en la rasa marítima, concluir el largo camino en Ribadeo.
Ahora tocaba decidirse por otro Camino, y que mejor que hacerlo con el principal de los desvíos, el que viniera de las tierras leonesas hasta la capital de las reliquias: Oviedo, también conocido por Camino de San Salvador, que n parece que le convenga tal nombre, pues el del San Salvador venía de Navarra, y era jalonado por eremitorios, iglesias y catedrales levantadas bajo cuya advocación, como así se magnifica en los trabajos realizados sobre advocaciones y el Camino de Santiago.
En todo caso el ramal conocido por el Camino de San Salvador, que desplazó en su momento a otro tan importante o más, como fue el el Camino de las Reliquias que ya iremos conociendo más adelante, hoy nos toca conocer la variante que viene de la provincia de León y para realizarlo por nuestra parte nos desplazarnos al Concejo de Lena, tomando Pola de Lena como punto de llegada, y como no hay posibilidad de utilizar el tren para subir al Puerto de Pajares, pues no hay unidad ferroviaria que nos lleve a Busdongo, subimos todo el pertrecho de mochilas y bicis en los coches hasta el Puerto de Pajares, para dar desde ese punto iniciar a nuestra ruta santiaguera.
Cuando llegamos al Puerto de Pajares, la sensación térmica era benigna pues unos rayinos de sol hicieron agradable la puesta a punto del escueto grupo ciclobiker al pie del viejo Parador de Pajares, que como siempre se está medio desmoronándose, y ya que ya requiere nuevos cuidados remoces.
Una vez ya recompuestos y tras hacer unas fotos por el entorno, nos dimos cuenta de que nuestro gozo en un pozo, pues los caminos santiagueros están llenos de nieve, e incluso el GR 100, no permitía su ciclado, por lo cual nos dejamos caer hasta el pueblo de Pajares, bajando por la Nª 630, notando que la temperatura de los 3º grados nos llega a los tuétanos.
Llegados al pueblo de Pajares, abandonamos la Nª 630 para entrar por el extremo Sur hacia el final del poblamiento, pasando por delante del actual Albergue de Peregrinos, y echando de menos no poder saludar a la más salerosa de las hospitaleras del contorno, a Marisa González.
El Camino jacobita sale del pueblo de Pajares hasta desembocar de nuevo en la Nª 630 y tras andar por ella unos metros, nos desvíamos a la izquierda entrando por un el viejo camino que en descenso busca lo más fondero del valle hasta concluir en el pueblo de San Miguel del Río.
Una bajada de apenas algo más de un kilómetro en el cual perdemos algo más de unos 250 mts de desnivel, y que hacemos cara al Cordal del Carril o de Llanos, tapizada de nieve, y tambien a un lateral vemos el oscuro valle que se abre tras el crestón del Negrón y el Valdeovejas, por cuyas faldas discurre la pista de servició de la A-66, y que parece en estos momentos a la boca del lobo,
Ya en San Miguel nos ponemos al Norte para rodar por la carretera de acceso al pueblo hasta que las marcas nos desvían hacia el pueblo de Santa Marina, por un carretil en ascenso y cuya población ganamos en unos minutos, ya en el pueblo las marcas como yo esperaba no suben hacia la pista por la que viene tambien el GR-100 de la Plata, sino que las marcas jacobitas nos llevan por un sendero que se abre por encima del arroyo de Pajares. Era un sendero del que me habían hablado pero que no conocía y que se abre paso por entre prados y el matorral
Es un sendero minúsculo, que va sin perder altura por todo el valle adelante con algunos puntos un tanto técnicos, pero nada del otro mundo, eso sí en los entornos de la riega de Grifeo, sí que el camino se pone algo más técnico, pero pronto tras coger un poco de altura permite ganar el pueblo de los arbejos, que parece que ya no se cultivan, entre tanto nos conformamos con fotografiar algunos lavaderos del pueblo.
En el trascurso del camino podemos ver al otro lado del valle la otra variante del Camino de San Salvador, que va por Posadorio hacia la Romía y Naveo, es ya un Camino muy desmadejado, pues las marcas están medio perdidas y la broza se come el camino, este sendero es muy bonito pero más duro y trabajoso, yo lo hice este verano pasado y no es muy aconsejable en el estado que está.
Ya en Llanos no hay otra que seguir por el acceso rodado del pueblo, la carretera LE-12 hacia el fondo del valle, pues no en vano hemos tenido que subir de nuevo a la cota 850 mts para volver a ponernos en lo fondero, en Puente de los Fierros en un descenso de unos 3,5 kilómetros, al final esto nos coloca en el desvencijado pueblo ferroviario de Fierros. Cuando uno lo ve todo abandonado y cerradas las casas y recuerda lo que fue este pueblo con varios bares y mucha vida,dado que fue durante años un centro ferroviario importante, sobre todo en el invierno, y ahora casi que está totalmente muerto.
Desde el cruce con la carretera de Llanos se puede subir hacia la aldea de Fresneo por sendero, pero preferimos bajar por la acera-arcén protegida hasta la Ermita de San Bartolomé y su opriginal campana de madera (foto con el cartel aún entero ante la Ermita, el cual pusimos con motivo de los Anillos Ciclistas) desde este punto nacen diversas variantes, una que se echa en subida directa por sendero hacia la altozana aldea de Fresneo, o bien seguir por carretera, hasta el desvío asfaltado de Fresneo, algunos jacobitas se echan ya por la carretera adelante (Nª 630) y en nuestro caso subimos los rampones que van a Fresneo, donde ya el camino se suaviza colocándose a bastante altura sobre el valle.
Es una pena porque el mal estado del tiempo no nos deja ver la cumbral de La Carisa, y lo más que llegamos a ver son los pueblos colgados al otro lado del valle como: Buelles, Congostinas, Casorvida y Malveo, ante su contemplación en el canto tan bonito que da vista a los dos valles, Noelia se preguntaba cómo era posible en tan poco recorrido como el que hemos hecho encontrarnos con tanta ermita e iglesia, realmente los compañeros ciclobikers no parecen darse cuenta de la importancia de lo que en su tiempo fue este eje de comunicación, tanto en lo religioso como en lo civil, sin olvidad el aspecto de trasiego de personas y mercancías..
Seguimos camino embarrado adelante, hacia la capilla de San Miguel de Eros, a la vez que comprobamos los destrozos que siempre hay por estas latitudes, pues hasta ahora hemos visto las señales bastante bien, pero es entrar en los predios más del valle lenense y ya el vandalismo señalético ser un hecho, aun se ven los restos de la señalización de la antigua red de Senderos de Lena que pagó RENFE.
En San Miguel de Eros, una parada para comer pues el lugar es todo un capricho de dioses, y darse el gusto de unas gruesas gominolas y unas frescas mandarinas en este entorno es todo un manjar.
Desde San Miguel el camino ya va en franco descenso hacia el pueblo de Hería con sus bellas casonas, el cual dejamos raudos y veloces, no por nada, sino porque hay amenaza de chubasco y mejor ganar terreno, por cuyo motivo subimos el último repecho para salir de Herías siempre rumbo Norte, para dejar la pista y entrar en un sendero pedregoso en franco descenso, que presenta tramos muy resbalosos y concluir de esta guisa en Campomanes, donde la ruta ya toma otro cariz.
La verdad que el Camino jacobita de San Salvador es trabajoso, no me extraña que los peregrino que vienen en bici o andando se desesperen, pues además hay algunos puntos donde la desidia institucional por reparar la traza es manifiesta, pues no hace ya tiempo. Años que di la voz de alarme por el derrabe en una de las riegas que cruza el camino que se ha llevado buen parte del trazado.
En Campomanes, se cruza de nuevo la Nª 630, para entrar en un sendero fluvial que acompaña al rio de Lena hasta poder contemplar la famosa ermita prerrománica de Santa Cristina de Lena, donde toca hacerse la ultimas fotos
Y tras esto ya enfilamos sin ninguna duda, y de forma definitiva hacia la capital del concejo: Pola de Lena
- Fotos de Noelia Rojo, Albano Capezzali, Juan Piñera y Victor Guerra
Victor Guerra