- · Punto de Salida: Pola de Lena
- · Punto de Llegada: Oviedo
- · Puntos de Paso: Samtullano- Mieres-Padrún-Olloniego-
- · Longitud de la Ruta: 34 km
- · Horario de la Ruta. 3 horas
- · Desnivel acumulado de ascenso: 553 mts
- · Desnivel acumulado de descenso: 604 mts
- · Participantes: Azu, Luz, Roberto, Paredes, Dolado, Luz, Montes, Orviz, y el que suscribe
La ruta del Camino de San Salvador, toca a su fin
Tras realizar la etapa transfronteriza entre Pajares y Pola de Lena, lo cual nos sitúa en el fondo del valle del Lena- Caudal, el recorrido no solo se hace más llano y cómodos, tal vez bueno para los peregrinos andariegos, pero aburrido en los técnico para los ciclo-bikers, como es nuestro caso, puesto que un 90% de la ruta se desarrolla por tramos asfaltados, aunque eso no siempre debió ser así, pero la ruta reúne otros atractivos.
Llegamos a la capital del Concejo de Lena en el tren, para no tener que afrontar el tema de la compleja logística de las idas y venidas, porque pese a la pretendida vocacionalidad ciclista de la Administración astur, aún no se cuenta con infraestructura¡, por ejemplo de taxis como para que estos puedan transportar nuestras bicicletas, por poner un ejemplo.
Tras el refrigerio matutino con cierto retraso de alguno en la llegada nos incorporamos a la dinámica de los saludos y preparación del equipo para dar cuenta de tan bonita y cómoda ruta, a la vez que aprovechamos para ir besando entusiásticamente a la «nueva» incorporación al grupo, la cual ha llegado de la mano de Luz, en este caso contamos con la ciclo biker Azu, que se incorpora a esta extraña banda de bikers que cada fin de semana trota por los territorios astures, como no es señora, pues se nos olvidaba también se incorporó Orviz de Bimenes, al que no besamos.
Puestos ya en situación, nos ponemos en marcha y vamos atravesando la trama urbana de Pola de Lena, hasta la última rotonda del pueblo, dirección Norte, donde cogemos el camino asfaltado que va hacia la gasolinera de Villallana, y cuyo camino asfaltado va paralelo a la A-66.
Este tipo de recorrido nos permite ir de francachela, pues las dificultades son nulas, y ello nos permite ir disfrutando del paisaje que como es lógico y natural en nuestras rutas, entiendo que esta parte del recorrido ha sido muy modificado por los años, y la acción del hombre en la conquista del espacio y de sus «tesoros» como fue el preciado carbón.
En Villallana, al llegar a la gasolinera, aquí divergen los dos caminos, por la derecha el que va hacia la ladera derecha del valle, por el acceso de Carabanzo, marcado como GR Vía de la Plata, y por la izquierda el Camino de Santiago marcado como tal, y que se desvía hacia el pueblo de Villallana, y por la vieja carretera AS-242 se sigue rodando hasta poder desviarnos más adelante girando a la derecha por el puente de la Senniella que nos permite cruzar sin mucho problema el río Lena. A nuestra espalda va quedando la cordillera y el valle lenense.
Una vez cruzado el río nos colocamos en la parte derecha del río siguiendo rumbo Norte, hacia el polígono de Sovilla para entrar en las explanadas que se hayan en la zona de Ujo, hasta concluir en el entramado de sendas fluviales de Mieres, que nos facilitan el ir penetrando este otro abierto valle de Figaredo, Santullano para ir acercándonos a la trama urbana de la la villa peregrina, como es Mieres, cuya villa se atraviesa una vez cruzado el río Caudal,
Una vez se deja atrás la mierense plaza sidrera de Requejo, ya antes el grupo recibió los olores sidreros al poner pie en la villa mierense, pero aún así con todo este personal no es nada sidrero, por tano seguimos nuestra ruta que enfila la salida hacia el pueblo de La Peña en cuyo lugar hoy existe un moderno albergue. Sería interesante saber el desenvolvimiento de los peregrinos por estos parajes mineros en los viejos años de los peregrinajes y sobre todo en el XIX., si es que había peregrinos
Desde la Peña no queda otra que atacar la subida del Padrún, pues no hay otra opción salvo que se tome en Mieres el GR 100 de Ruta de la Plata, que por Baiña y Sardín para subir al Alto del Padrún, por otro lado del valle.
Pero las marcas jacobitas nos echan por la carretera adelante por la AS-242, que nos pone en fila de a uno, ya que esta subida no cuenta con arcén. Poco a poco vamos ganando altura por Copián, unos más que otros, pues enseguida me quedo atrás por una triple rotura de cadena, y eso me retrasa mogollón, pero nadie baja a ver que pasa, por lo cual arreglada la avería sigo ascensión arriba, ahora si suena el teléfono, pero paso pues tengo gana de llegar al Alto del Padrún, EN la subida obtenemos unas vistas obre el valle de Baiña y el valle del Caudal, y las sierras que lo contienen, y ya en el Alto, que es límite concejil, vemos la otra vertiente y los picos y sierras que circundan el paisaje..
En el mismo Alto, tras baja un poco nos echamos a la derecha, que es por donde además circula el Anillo Ciclistas de la Montaña Central, para entrar hacia el pueblo de Casares, desde el cual damos una alegría al cuerpo pues tocamos camino-sendero que por cierto en esta parte del recorrido todas las señales las hemos visto reventadas, o sea que el vandalismo es potente. Pregunto a quien coño le molesta la presencia puntual de señalizaciones de senderos
Desde Casares bajamos con unos tramos técnicos, donde algunos compañeros/as terminan rodando por el suelo. sin graves accidentes. Un poco más abajo pinchamos de nuevo la AS-242 y proseguimos en descenso hasta llegar a El Alcantarillón , parando en un lugar idea como es la fuente de Los Locos, aunque atrás hemos dejado otras bellas fuentes y lavaderos
Desde aquí se pasa por debajo de la vía del FEVE para colocarnos al otro lado de la A-66 y poder atravesar sin problema alguno la población debidamente rectilínea como es Olloniego, cuyos rincones en algunos momentos nos puede remontar a los viejos tiempos peregrinos.
Pero nuestro bicigrinos ocasional sigue la ruta por la misma AS-242, siguiendo las marcas y pintadas del Camino de Santiago que nos lleva hacia el Alto la Manzaneda, al cual no se llega, pues nada más cruzar el Nalón por el gran puente del Portazgo, el Camino Jacobeo abandona la carretera y se echa ladera arriba por el poco hueco que deja la pared del promontorio de Corona de Hierro, que nos impone en algunos tramos el subir a pie sendero arriba hasta ganar la aldea de Pico Lanza, eso sí con un camino con trazos de conservar el sabor de los siglos de antaño , o sea caleyas andariegas de antaño.
El grupo disfruta de la ruta, pese a estos tramos resbalosos, ya que la dificultad es mínima pero el tiempo acompaña y el personal va un poco como en Verano Azul, a su bola, momento de relajo que hay quien está sugestionando al personal rodante para darse una pitanza en el jacobita Ovetus.
De Pico Lanza se van enhebrando algún que otro trozo de camino que nos va echando hacia la Venta del Aire para ganar la aldea de San Miguel donde de nuevo dejamos los carretiles locales para seguir hacia el Norte, bajando hasta poder cruzar el reguero de la Ceprosa y subir hacia la Venta, donde se conecta de nuevo con el asfalto y tras recorrer un par de kilómetros , se cruz a la carretera de Las Cruces por debajo del Cementerio de San Salvador, para de esta manera entrar por la Manjoya hacia la Bolgachina, hacia San Lazaro , y ante el petreo Santiago nos hacemos una foto de grupo, y ya sin problema alguno y por las calles peatonales entramos hasta el corazón del destino jacobita: la catedral de San Salvador de Ovetus
Las fotos de rigor, y ya el personal ha sucumbido a los encantados de Don Javier, acabamos comiendo la Cazuela de la Abuela, o sea huevos con chorizo como auténticos ciclo bikers, aunque solo hayamos hecho unos 35 escasos kilómetros y una pijada de metros de desnivel acumulado.
Pero es lo que hay, para la próxima semana será más duro.
- Fotos de Victor Guerra, y Roberto Alvarez
Víctor Guerra