· Punto de Partida y Llegada: Cangas de Onís
- · Puntos de Paso: Villanueva-Las Rozas- Triongo- Margolles- Cuenco- Peruyes- Villa-Las Canaliegas- Posadorio-Llueves
- · Kilómetros de la ruta: 33 km
- · Horario de la Ruta: 4 horas
- · Desnivel de Ascenso Acumulado:1.295 mts
- · Desnivel de Descenso Acumulado: 1.301mts
INDICE IBP: 135 MTB
La idea de esta nueva propuesta es disfrutar una vez más de los bellos balcones que ofrece la sierra del Arbolín y los Montes de Olicio sobre Picos de Europa, y los valles prelitorales del Sella.
Y así fue como nos concitamos en Cangas de Onís, para en un principio degustar su buena pastelería y luego rodar.. y para ello nos citamos varios bikers, tanto de los grupos beteteros: Intensos; como Raposos y de BTT Asturias…con la intención de realizar esta pequeña ruta de no más de 35 km., pero de una belleza y dureza importante, pues a pesar de su corto trazado, el desnivel a superar está en este caso en los 1.300 mts de desnivel acumulado.
Un trazado, que por otro lado, fue parte de los escenarios bikers que diseñé hace años para la Travesía de la Cordillera Cantábrica que cada año organiza Asturcón BTT.
Un trazado, que por otro lado, fue parte de los escenarios bikers que diseñé hace años para la Travesía de la Cordillera Cantábrica que cada año organiza Asturcón BTT.
Mapa y perfil de la Ruta
Salimos de Cangas de Onís por el barrio de Contraquil, lo que nos coloca ante el remozado trazado de la senda fluvial, que acompaña al río Sella, tomando rumbo hacia el pueblo de Villanueva, que se atraviesa para entra en los entornos del que fuera el monasterio benedictino, y hoy Parador Nacional, desde su aparcamiento nos dirigimos en dirección a la iglesia parroquial, donde se contemplan los bellos capiteles que decoran la iglesia.
Al pie de estos capiteles nace el estrecho sendero que se pegará de nuevo a las orillas del río Sella camino del pueblo de Las Rozas. Es estrecho y lleno de trampas, pues su configuración a base de firmes de arena y los espinos que lo estrechan hacen que en algunos puntos podamos hallar alguna que otra sorpresa, como por ejemplo la primera caída del día, que dio con mis huesos en el suelo.
En Las Rozas, se pasa ante su antiguo lavadero para desde este punto adentrarnos en el seno del pueblo buscando el pequeño ramal que por Los Vallaos trepa hasta el entronque de la pista que viene del PK. 159,5 de la Nacional 625. Este tramo es complicado y muy técnico lo cual nos obliga a empujar la trotona durante unos cuantos minutos. Merece la pena ir a buscar el nacimiento de la citada pista y subir por ella por el llamado El Pinar, de forma más cómoda hacia la Collada de Ordial para lo cual en Las Rozas se sigue por la carretera principal en dirección a Arriondas y por entre las naves de la pequeño polígono nace la pista citada.
Nosotros tomamos, como siempre, la parte más difícil y trotamos como pudimos hasta el citado entronque perdiendo a una de nuestros mejores compañeros a Polchi, que por un problema ligamentos en una descabalgadura de esas tan extrañas que se producen durante nuestros recorridos.
Seguimos el resto del grupo hasta encontrar la citada pista, y de forma más calma subir hasta la citada Collada, dando vista al valle prelitoral de Triongo, el cual ha sido modelado durante años por el río Sella.
La bajada hasta Triongo se nos presentaba como un reto importante, pues dando la espalda a la picorota de Canto La Genca (409 mts altt.) nos dirigimos hacia Libia, ladera abajo, pero nuestro deseo se frustró de tal manera que esta ruta casi que debería llevar el título la Ruta del Arbolín Caído, ya que la procesionaria y las nieves hicieron que los largiruchos pinos de la ladera se quebraran cayendo sobre la pista de bajada haciendo de ésta una suerte de saltos de obstáculos por en medio de tanta retama.
Al final de la bajada, tras tanto salto por entre los árboles caídos, dio como resultado nuestra tardía llegada a la zona de San Vicente de Triongo, dándonos de bruces con la Nacional 634, en ese punto nos ponemos rumbo Este y sin tocar la citada carretera se toma hacia Miyar por la carretera local que sube a las caserías de La Huelga, donde se deja la carretera para entrar en las inmediaciones del Pico Piedra, antes nos damos un reposado descanso al pie de uno de estas aisladas caserías, tras el descanso ganamos con fuertes repechos la collada que da vista al valle de Margolles, y de nuevo a las andadas de los árboles caídos que no dejamos de saltar hasta llegar a la altura del Matadero Comarcal.
Ante la citada instalación se dobla por el camino que nace a su pie y que se dirige a la Ermita de la Soledad, para llegar de este modo a Cuenco y Peruyes, y poder subir hacia la altozana aldea de Villa, dura subida por asfalto con vistas sobre la Peña El Cantu y Peña Villa.
A las puertas de dicha aldea, sin apenas tocarla, abandonamos el asfalto para entrar por la derecha por un camino que en descenso y por entre prados nos lleva hacia Las Canaliegas, donde se toma contacto con el carril asfaltado que va hacía Covaenes y el Molino de Mingo, cuyo ramal dejamos a la izquierda, siguiendo de frente para después abandonar el carretil y tomar el camino que sube hacia el caserío de Posadorio hacia la Collada Laín.
Subida en unos primeros tramos dura al menos hasta ganar el aislado caserío de Posadorio con increíbles vistas tanto sobre la Sierra del Arbolín a la cual estamos dando vuelta. Una vez ganado el citado caserío que ahora tiene "okupas", de nuevo nos damos un respiro mientras el amigo Paredes repara su pinchazo, a la vez que contemplamos toda la compleja orografía de la zona, y por supuesto el tramo que nos queda por subir, aunque la mejora de los firmes nos ayudan bastante
Retomamos la subida y se deja un ramal a la derecha que va hacia La Majosa, nuestro trazado sube por la izquierda hasta concluir en el enclave de Laín, donde además converge la carretera que une Tresano con Onao y el GR 109 que viene de Labra.
En Laín se gira a la derecha rumbo Oeste para cerrar el bucle del Pico el Arbolín y los Montes de Onao y Olicio, rutas que hace ya muchos años (en los comienzo de los 90) me descubrieron Kalo y Ton, artífices de la Escuela Asturiana de Piragüismo.
Ganada la Collada Cardés en leve ascenso perdemos de vista el valle en el cual se asientan las aldeas de Posadorio, Tresano, y Parda, durante un tiempo nuestras vistas eran las comentadas pero traspasado el collado recobramos las impresionantes vistas sobre el valle de Cangas de Onís con el telón de fondo de los Picos de Europa, y la Cordillera Cantábrica por encima de las sierras ponguetas, todo ello aún recubierto de una buena capa de nieve.
Ganamos fácilmente el resto de colladas u salientes rodando en plano y a cubierto de los vientos del norte merced a las laderas del Pico Arbolín; ganada la Collada de Olicio se rueda por Las Pardas , ya sobre la vertical de Cangas de Onís, para de este modo desembocar ante el carril que sube de las aldeas de Olicio hacia Llueves, ante este enlace cual se dobla a la izquierda para descender sobre la aldea de Llueves.
Aldea a la cual llegamos tres de nosotros (Javier Dolado, Miguel y yo) pues las liebres comandadas por Albano y Paredes, y tras ello el nuevo acople (julio) se fueron por su cuenta y riesgo siguiendo la señalización del GR 109, señalización con la cual tomamos contacto en Laín; pero ellos se fueron directamente por el roto camino que baja de nuevo a Villanueva, mientras que el resto ya fatigadas nuestras piernas, pues no en vano los repetidos repechos han castigado nuestros cuerpos, nos vamos por la carretera abajo en dirección al punto de partida que es la ciudad de Cangas de Onís, donde al final nos encontramos de nuevo todos.
@Víctor Guerra