- Punto de Salida y Llegada: Piñera (Navia)
- · Punto de Paso: El Seijo- Escas- Anleo- Murias-Busmargali-La Bobia-San Miguel de Eiros-Somorto
- · Kilómetros. 31
Horario: 4 horas - · Desnivel Acumulado de Ascenso: 891 metros
- · Desnivel Acumulado de descenso: 852 Metros
Lo cierto que como casi todos los fines de semana, anuncios de mal tiempo y nevadas, lo cual nos hizo buscar un territorio amable y de baja cota, por si las moscas; de esta forma nos plantamos en Piñera, entre Villapedre y Villaoril.
Nuestra ruta viene de la mano de los regentes del Hotel Suquin de Somorto, que nos sugirieron la zona y el track, es una ruta de fácil rodar, donde se combinan pequeñas pistas asfaltadas y caminos con la intención de ganar la cumbre del Pico Caborno; el cual nos aporta impresionante vistas, si el día lo permite, de toda la zona costera e incluso de las sierras del interior.
Partimos pues de Piñera, tras introducirnos en el pueblo y visitar su cuidado campo funerario; tomando desde este punto rumbo al núcleo de El Seijo por una estrecha carretera que nos va enfilando a lo que serán nuestros escenarios montañosos, los cuales se presentan al fondo de nuestro horizonte más inmediato una amplia cordal que nos impide ver más allá.
Seguimos disfrutando de la zona asfaltada hasta Las Escas, donde dejamos atrás la carretera para entrar en firmes de tierra que van en plano, hasta desembocar en la carretera que entra a Anleo. Unos metros más abajo y a la derecha está el camino que debemos tomar, pero aconsejo bajar hasta el mirador (Área Recreativa) y ver lo que ha creado Francisco Rodríguez en el pueblo con la industria Reny Picot, la verdad es que impresiona eso es como digo Desarrollo Rural y debiera ser todo un ejemplo. Eso es inserción rural. El valle de Anleo, será meta de algunas de nuestras próximas propuestas.
Retrocedemos subiendo un poco para tomar un invitador carril antes mencionado que nos lleva sin problemas hasta el Alto de la Trapa, desde aquí se podía ir hacia Braña del Río, pero preferimos seguir el track que traíamos, por lo cual bajamos por el NV-5 por Murias hasta un cruce que habíamos pasado antes, aunque se puede seguir por la derecha para luego tomar la carretera que sube Busmargali por la AS-37 que es la que sube al Vidural.
La ascensión a la braña de Busmamargali, se hace por el eje asfaltado (AS-37), que se abandona un poco más arriba para entrar en una gran pista a la derecha que se mete por en medio de una impresionante cantera que corta en dos la zona de La Llana; poco a poco se cruza toda la explotación canteril contemplando la siempre la casería de La Rebollosa. La verdad es que la zona da para muchas variantes.
La ascensión se hace muy cómoda, y poco a poco vamos ganando altura y teniendo unas vistas impresionantes sobre la rasa costera y Anleo. Cuando la pista toma pendiente, ya muy arriba, nos vamos por la izquierda en plano por debajo del Pico Rebordiabuéis y bordeando más adelante el Cerro de la Ouverina, y cuya trazado nos deja en La Bobia (400 mts de altt). En este punto nos metemos por la pista que sube hacia las antenas y seguimos hasta el Pico Cabornio, por un cómodo camino-cortafuego. Las vistas de nuevo espectaculares, tanto sobre la rasa de Oriental (Cabo Peñas) como sobre la Occidental (Vegadeo-San Ciprian).
Este sendero no tiene salida, o sea que retrocedemos hasta la carretera de la Bobia (AS-37), y nos echamos por ella por la derecha para abandonarla en una amplia curva tomando una invitadora pista que va por debajo del cordal del Caborno, para tomar la bajada a través del Monte Tras La Bobia.
La bajada muy cómoda y con tramos muy bonitos sobre manera la cruzar la riega de Barrajón, una pena la basura que existe, pero el lugar impresiona. De esta manera nos colocamos en San Miguel de Eiros, aquí las variantes por pequeñas carreteras pueden ser múltiples. Nos acercamos a Somorto, a saludar a Alberto del Hotel El Suquin, que nos brindó la ruta como buen ciclista de la zona, y proseguimos ruta hacia Piñera, con la sensación de una ruta amable, carente de dificultades técnicas extremas, pero con unas impresionantes vistas sobre la zona costera, y con una amplia posibilidad de rutas y variantes por entre estos escondidos valles vaqueiros que nos invita a volver.
Texto y Fotos Victor Guerra
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