viernes, 15 de febrero de 2019

Entre el Mar y la Montaña:Sierra del Fito


  • · Punto de Salida y Llegada: La Isla
  • · Puntos de Paso: Playa Espasa-Prado- Alto el Fito- Bustacu-Cofiño- Las Piqueras-Bodes-Berbes
  • · Longitud de la Ruta: 38 km
  • · Horario de la Ruta. 4 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1400 mts
  • · Participantes: Olegario, Lolo Póo, Javier Riestra, Javier Dolado, Fernando Torre, Fernando Lopez, Victor Guerra

Rodar por la zona costera y atacar desde ella las estribaciones del Fito y el Sueve siempre es una delicia, y a poco que los días sean buenos, o incluso algo peores, es una zona en la que siempre los de BTT ASTURIAS, nos perdemos con bastante frecuencia.


No es que la presencia de compañeros a las rutas sea grande, pero ha llegado un refuerzo de compañeros como Olegario y Lolo, (Llanes) y el hecho de hacer algunas rutas los domingos en vez de todos los sábados, se deja notar con la presencia de viejos amigos como Fer Torres y Fernando López.


Quedamos convocamos en la Playa de la Isla, con la mala suerte de que en este tiempo y a estas horas, las 9 h., nada está abierto para tomar un café, pues nada.., de esta guisa nos fuimos camino de la Playa Espasa, siguiendo las marcas jacobeas, aunque dirección Este.

El camino es plano ya se enlaza en plan semiurbano, hasta llegar a la playa de la Espasa, desde donde por aquello de variar recorridos nos adentramos en esta ocasión hacia La Cruz, para una vez cruzada la A-8 encarar un potente repecho que nos puso firmes a primera hora de la mañana, y ya de esta guisa entrar en el pueblo de Prado, en plena Caravia Alta, que por cierto una vez dejado atrás el gran eje que cruza toda la rasa costera Cantábrica, nuestro rumbo fue variando al Sur.


En Prado, sí que pudimos tomar el café de cada sábado, en este caso ya con la arrancadera en marcha, tras el café, tomamos el camino que desfila a la vera de la riega de Caravia. Pista ancha que se deja ciclar y que a medida que dejamos el pueblo se va poniendo cada vez más pendiente sobre todo ante el depósito de aguas del Prado, desde cuyo punto la pendiente es continua hasta un poco antes de la carretera del Fito, donde se llega con unos 6,4 km., rodados.

Ahora queda un tramo que es de los que menos me gustan, aunque reconozco que las vistas son más que impresionantes, me refiero a tener que subir por la AS-260 hasta el Alto del Fito, se que son algo menos de 3 kilómetros de asfalto pero se me hacen pesados, al menos para las trotonas con ruedas de tacos, los llamados carreteros, o sea los que entrenan o ruedan en bici de carretera, enfilan a buen ritmo la pendiente, al igual que los más jóvenes, quedando atrás y contemplando las bellas panorámicas sobre la rasa costera, los más viejos: el compañero Olegario y el que suscribe.


Al final con unos 9km., ciclados nos damos cita en el Alto del Fito, donde nuestra trazada ruta nos lleva a la derecha para entrar en los predios del camino que va hacia el Pico Pienzu, pasando por Canto la Teya, hasta desembocar en la Llanada del Bustacu.

Tramo desde que se deja la carretera divertido y técnico, pues entre la mancha de la nieve caída y el barro, las trotonas ruedan pesadamente, y si encima lo hacemos por sendas estrechas salpicadas de cerradas curvas o afloramientos de piedra, pues la cosa se pone más divertida y entretenida.

 

Lo típico aquí es dejarse caer en la Llanada del Bustacu por la pista hormigonada que va a empatar con la AS-260, en nuestro caso damos la espalda a esta opción para irnos de frente a buscar el nacimiento de la riega de Corteguera, para lo cual hay que ir hacia las cabañas y restos de cuadras del Bustacu, a cuyo pie y a la izquierda se abre una senda que busca el cauce de la riega, para ir hacia la aldea de Cofiño.

La entrada a la senda, mala y enrevesada, luego tras retorcerse por entre la ladera, presenta tramos más ciclables, que son entretenidos pero peligrosos, por la pendiente y los firmes de piedra pulida que perlan toda la Cañada de Mangullines, cuando al final se puede cruzar la riega y pasar a la derecha de esta, el camino se hace más plano, sobre todo tras dejar atrás la fuente de Longariza.


El valle se va abriendo cada vez más, para disfrute de casi todos, pues si bien algunos disfrutamos de esta bajada, muy técnica con tramos endureros, para otros dichos trazados significan ir tirando de la trotona. En todo caso una vez ganada la collada de Pandellebancu, el panorama que nos ofrece la ruta es impresionante, delante de nosotros, no solo están los montes parragueses haciendo frontera con los ponguetos, sino también el cortinón tapizado de blanco de los Picos de Europa. Una bella panorámica que uno no se cansa de admirar.

En unos poco metros más, se entra en el pueblo de Cofiño con unos 14,3 km ciclados y con algo de hambre, por lo que se busca un enclave en pueblo donde dar un bocado para reponer fuerzas mientras cambiamos puyas y comentarios.

El track nos lleva ahora hacia unas zonas montunas con caminos semi perdidos que nos dejan en zona de sotobosque y en medio de propiedades privadas, por cuyo motivo cambiamos el trazado y nos vamos al Este, continuando por el acceso rodado de Cofiño, y en una cerrada curva salir de la carretera para tomar una senda que va paralela a la As-260, pero más alta hasta entrar en la quintana de Las Piqueras.

Desde aquí se baja hasta la AS-260, y se continua por ella apenas un kilómetro, para coger el desvío que entra hacia la aldea de Bodes, cerrando así el bucle y tomando ya de forma definitiva rumbo Norte.


De nuevo se cicla por asfalto, por un estrecho carretil que nos permite ganar lo grueso de la aldea de Bodes, donde se deja el ramal que va hacia Vinariegos, para continuar por un bello tramo de tierra que va por debajo de la picorota de La Trapiella, pasando por detrás de la Casa del Pinal, cerrando de este modo el valle de Bodes, y llegar en subida a la carretera que une La Salgar con la AS-260.

Video de Olegario

Una vez en el carretil que viene de La Salgar se vira a la izquierda hasta ganar de nuevo la AS-260, pudiendo ver durante el paseo todo el amplio valle de Bodes, una vez alcanzada la carretera del Fito, se sube por ella apenas un kilómetro hasta La Muñeca, y con unos 21,5 km, nos metemos por una pista que franquea una amplia portilla metálica que nos da paso a un largo camino de unos 8 kilómetros que se va abriendo trazado a media ladera bajo la cumbral de la Sierra del Fito, y que en su tiempo debió ser un interesante camino de entrada a los puertos de Lastres y Ribadesella.


El trazado no presenta ningún problema técnico, y se va dejando ciclar de forma cómoda hasta desembocar en la Rasa de Berbes, pasando por los Paniceros y La Cuesta la Braña, a la cual se accede desde el cercano Collado de la Calavera, o por El Cabu.

La pista presenta tramos en la cual la vegetación amenaza con tragársela de lleno, aunque el trazado aguanta el embate, las vistas siempre son hacia el valle de La Salgar y Alea, y las sierras trasversales de Peñas Las Coronas y más atrás las cresterías de Monte Moro., en algunos puntos hay pistas que se echan ladera abajo y que va al largo valle de Alea-La Salgar.

Lo cierto es que llevamos un ritmo tranquilo, no hay prisa y el dia es inmejorable así que merece la pena gozar de todos estos paisajes, que para los amigos llaniscos son toda una novedad, haciendo que su estrecho paraíso llanisco se amplíe en belleza y en horizontes, más allá de Póo el Güenu.

Tras el largo ciclado de la pista de la Calavera, se gana siempre manteniendo rumbo Norte, el campo de Golf de Berbes, y sin más dilaciones se continua por su acceso rodado por el cual se baja hacia la aldea de Berbes.


A dicha aldea se llega una vez hayamos cruzado la Nª- 632 que nos da acceso al trazado jacobeo, en este punto con casi 32 km rodados, nos ponemos cara al Oeste, para llegar en primer lugar a Berbes y desde ahí enhebrando la Nª 632 un tramo, para desviarnos por firmes de tierra camino de la playa del Arenal de Morís para recorrer el tramo final que entra en los predios de Caravia, en Morís se va hacia la playa La Espasa, volviendo al emplazamiento de partida como es La Isla, dando por terminada la ruta entre el mar y la montaña.

Fotos de Victor Guerra, Javier Dolado y Fernando López y Fernando Torres.

© Victor Guerra

viernes, 8 de febrero de 2019

LLANES , INCÓGNITA Y DESCONOCIDA






 · Punto de Salida y Llegada: Llanes
  • · Puntos de Paso:La Tala-Póo de Llanes- Porrúa-La Pereda-Soberrón-Pancar
  • · Longitud de la Ruta: 29 km.
  • · Horario de la Ruta. 4 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 500 mts
  • · Participantes: Olegario, Lolín de Poo (el güenu), Javier Dolado, Iván Menéndez, Javier Riestra, Víctor Guerra.
TRACK DE LA RUTA WIKILOC


Los territorios llaniscos dan para lo que dan, hablando de recorridos betetistas, pues las sierras prelitorales cortan bastante los desarrollos de posibles rutas por la zona, pero si se exprimen los territorios siempre se saca algo nuevo, y ese fue el caso, pues los amigos de Corsarios Bikes, me hicieron llegar una track con tramos de recorrido que nunca había realizado.

Es una cosa curiosa, cuando se realizan las rutas en Llanes, o bien no vamos para el Occidente, por la Talá para adelante, o nos vamos para el Oriente por el Camino de Santiago, o desde Vidiago, lo que hace, que queden zonas centrales las de Porrúa, Parrés, La Pereda que apenas sin son recorridas, y esta es la propuesta de esta semana, las zonas desconocidas de Llanes.


La ruta también ha servido para conocer a nuevos amigos: Olegario de los tiempos de Maricastaña de la ruta de Degaña-Ibias, y Lolín, de larga flauta natural de Poó, el Guenu, y con el grupo de siempre nos echamos a dar pedales por la zona.

Tras un té caliente y las demás conformidades del grupo en cuanto a los diversos gustos para tomar café que fue en el Latino, tras lo cual nos echamos al camino para dar pedales durante unas horas, saliendo del mismo Llanes por el Paseo San Pedro, para tomar por los predios de La Talá adelante en busca de Poó, el güenu, a cuyo punto se deja el rumbo Oeste, para virar al Sur, cruzando todo el pueblo de Poo de Llanes, que según Lolon esti ye el Póo “güenu” los otros son imitaciones, tras saludar a vecinos y vecinas madrugadores, tomamos el Camino de Porrúa, pasando por encima de la A-8.

El núcleo de Porrúa apenas si lo tocamos, ya que nos vamos por el lateral occidental, por Pájaros, dirección a los parajes conocidos como las Mañangas de Porrúa,cuyo itinerario está señalizado.



Llegamos de forma tranquila al extraño cruce donde en su día se emplazó una no menos extraña señal de carretera enclavada en el mudo de una finca, que dice: a Oviedo.

En ese punto la ruta nos pone cara a las empinadas laderas de El Biforco, con varias posibilidades como la de irnos a la Mañanga, le damos la espalda a la invitación para virar a la izquierda por la amplia pista que va al Este, acompañando a la riega Bola cuando esta vira al Sur, se deja la pista para entrar en dirección Norte, por una serie de caminos que nos ponen a las puertas de Porrua, para darle espalda en redondo al pueblo e irnos por el Collado del Acebo hacia Melendreras, entroncando con la carretera LLN-7.




Por ella se circulamos apenas un kilómetro para entrar dirección Norte por Lapolla, hacia Las Encinas camino de La Pedrosa, donde hay un poco de lío, pues el trazado entra por un medio perdido camino entre fincas, por el cual habrá que empujar la trotona durante un tramito, para una vez cogida la altura virar al Este, para seguir sin apenas ver nada más que las laderas de La Pedrosa.



Estamos ante un recorrido de sendas estrechas medio perdidas en medio de zonas muy densas de vegetación, donde es difícil situarse, o dar referencias generales, salvo para los conocedores de la zona, Al rato encaramos la bajada dirección Norte pegados a la una riega que atraviesa el pueblo de La Pereda, donde se empata con carretera LLN-6 .

Nos paramos un rato en el desconocido rincón de La Pereda, con sus viejas escuelas y la iglesia, y el lavadero, tras lo cual se sigue por la LLN-6 apenas un kilómetros, para virar a la derecha e iniciar un bonito bucle por los predios de las laderas del Pico Castiello o Soberrón.
BUSCANDO LA MAÑANGA

Para ello se sube por el lateral de una cantera hacia El Rabazo, riega arriba bien empujando la trotona o ciclando en plan ratonero por trochas y senderos, y en medio de una cacería de gochos salvajes, siempre nos topamos con alguna, con quienes siempre intercambiamos unos saludos.


Tras dejar atrás El Rabazo, nos volvemos al Oeste, por una especie de singulares “mañangas” que por Las Rozas y Jarnero nos vamos, eso sí dando pedales por zonas inusitadas sendas para ir virando hacia Las Coteras, zona divertida por tramos que están a punto de perderse como caminos.

Sin entrar en la Galguera, se cierra el bucle hacia la aldea de Soberrón pasando por delante de la coqueta ermita de San Felipe de 1857.« Un lugar de paso en el que si la lluvia caía con fuerza y los riachuelos desbordaban, se antojaba complicado y hasta peligroso para los propios animales. Uno de aquellos hombres, un tratante, dicen, se encomendó a San Felipe prometiendo que, de salvar sus vacas a su paso por este punto, levantaría una capilla en su honor. Y así sucedió. Ni uno de sus terneros resultó dañado y aquel buen hombre cumplió su promesa. Inició, aquel día, la historia que hoy intentaremos narrar aquí. Seguro que aquel negociante ganadero desconocía a dónde llegaría su promesa ni a cuántos, ni cómo, alcanzaría el fervor por el santo que acabó por salvar su ganado de una gran inundación».


Estamos en un estrecho carretil por entre fincas que se enfila hacia la carretera LLN-6 , es un viejo camino que nos deja ante la vía del FEVE y de este modo entroncar con el eje ya citado, poniendo rumbo a Llanes, de manos del sr. Lolín, como guía que nos lleva por el Melendru, circundando por las aldeas de Pancar y Portilla, y ya ubicados en la Senda Fluvial de la riega Carrocedo desembocamos en Llanes, tras un buen día de solecillo y buena compañía, y un buen yantar en el restaurante El Bodegón.


Fotos: Javier Dolado, Victor Guerra, Lolín de Póo, videos de Iván Menéndez y Olegario.

© Victor Guerra

viernes, 1 de febrero de 2019

RODANDO POR LA SIERRA DE TINEO

  • · Punto de Salida y Llegada: LA ESPINA (Salas)
  • · Puntos de Paso: La Pereda-Alto de Casa el Puerto-La Llaneza- Cerezal-Alto de Piedratecha- Tineo- El Pedregal.
  • · Longitud de la Ruta: 32 Km
  • · Horario de la Ruta. 5 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1200 mts
  • · Participantes Javier Dolado, Javier Riestra, Fernando Torre, Carlos y Fino de Lavio,  Javier Paredes y Víctor Guerra

Volver a las tierras alta de Salas y recorrer desde ellas la Sierra de Tineo, al margen de vanas apuestas tipo Graviti, es siempre una delicia y máxime en estos tiempos tan revueltos, y ya no digo nada si encima nos acompañan los promotores de la Ruta de la Flavius de Lavio, a la que esperamos poder recorrer sus trazados para resarcirnos de no haber podido acudir este año.

Ese fue el marco en que nos movimos hace un par de semana sábado, y en esta ocasión hemos tomado como punto de encuentro el Bar El Cándano en La Espina, que sigue siendo lugar de parada y fonda, antes de echarnos a esos mundos bikerianos, que en esta ocasión desfilarán por las inmediaciones de la bella sierra de Tineo.


Tras la puesta a punto en el Cándano, reavituallando de líquidos y sólidos nos ponemos en marcha dirección Oeste, subiendo hacia La Pereda desde la rotonda al pie del bar subiendo por la llamada Cale de Arriba, que presenta buenas trazas y que nos permite subir sin muchos problemas hacia La Picota.

En un momento dado ya nos sobra ropa, porque el dia esta como tristón, pero no hace mala temperatura ni llueve.
 

Al salir de la Pereda e ir hacia La Picota, ya estamos definiendo el trazado que se desarrollará por la margen norteña de la Sierra de Tineo, que a estas alturas su comienzo lo marca el promontorio de los Altos de la Pereda, a cuya cumbral se sube tras unos cuantos cientos de metros de rodadura y el inevitable porteo por los predios del Monte Casa Cristo, para alcanzar de esta guisa la collada de la Degollada, con apenas 3,7 km.

Ahora se va en plano sobre el valle por cuyo fondo desfila el río de Brañalonga, no tardando mucho, pues vamos disfrutando del dia y el paisaje no hay prisa alguna, se llega a otro significado enclave Alto de la Casa El Puerto, con 6,3 km ya ciclados.

Desde este punto seguimos por la carretera AS.359 que va al Alto de Parafita, pero en nuestro caso nos metemos al punto en el pinar del Monte de Guromayor, por un camino que va en plano y por debajo de la carretera hasta llegar al Chanu y Fuente la Cruz.

Atención a este punto, es importante porque aquí se cambia de rumbo, se viral al Norte, tomando una senda que van por el lateral derecho de la Peñas de Buseabrín, estrecha y casi imperceptible que tras dejar atrás unas abandonadas praderias se pone de nuevo dirección Oeste buscando el viejo camino por la Campachonga y el Campu, donde encontraremos una buena traza caminera, muy vieja eso sí, que nos lleva al pueblo de La Llaneza, donde concluye el asfalto. (10,4 km)

Salimos de La Llaneza por caminos que van hacia el Chanu del Horriu valle abajo, aunque eso tarda poco en cambiar al tener que virar para coger la riega del Caborno, muy arriba e ir hacia el reguero de Penedón, un largo tramo de viejas trazas camineras hoy medio abandonadas que nos van sacando a zonas más abiertas hasta alcanzar el pueblo de Cerezal bastante más grande. (13,4 Km).

Del pueblo, desierto a esas horas, salimos por asfalto y en rampa para dejar de lado su carretil asfaltado e ir al Sur pro una amplia pista que va a cubierto, por debajo de Peña Canteironas y El Chao que muestran sus molinos, paradójicamente quietos, ganamos de esta forma el Alto de Piedratecha, donde nos damos de bruces con las marcas del Camino de Santiago.

Durante la ruta hemos visto señales, por aquí y por allá del programa de Gravity Zone de Tineo, ruta 7 , y la verdad es que no se han matado mucho en el diseño de la ruta, digamos que han ido a lo clásico, sin innovación ni imaginación.



En el Alto, con 17 km rodados, se cierra el bucle sobre la cumbral tinetense, ahora toca recorrer por la margen sureña la sierra en dirección a la capital del concejo, hacia Tineo, por un camino arreglado y señalizado que va por Rumiayor y la Ferita en un descenso tranquilo pasando por encima de Piedralonga, ciñéndonos a la vera de la ladera del pico Navariego y divisando los predios de Tineo, guarecido en el valle sobre el que se descuelgan sus casas. Vamos poco a poco, pues durante el camino por mi parte me he quedado sin freno trasero, y pese a las maniobras de Torre por mejorar la situación la avería se resiste, y detener en los descensos con el freno delantero es todo un peligro.

Pasamos por delante de la cabaña del último mohicano de Filipinas, o sea de Arcadio Rey, el Pana que ha pasado al Oriente Eterno, y cuya morada está dejada de la mano del GADU. Nuestros amigos de Lavio nos van llevando por los vericuetos tinetenses hasta el Campo San Roque, donde se impone un caldo caliente.


Si desde Piedratecha no había problemas, menos los hay desde San Roque, pero serán Carlos y Fino quien nos irán conduciendo en general por el Camino de Santiago cruzando la parroquia de San Eulalia de Tineo, teniendo como referente el polígono industrial de la Curiscada o los molinos de Bodenaya, puesto que vamos dirección Este, cruzando las Tabladas de Rozón y cruzar la aldea de El Pedregal, pasando por delante de pequeños caseríos hasta desembocar de nuevo en La Pereda, y terminar en La Espina, en Cándano tomando sus pinchos boccato di cardinale.

© Victor Guerra

viernes, 25 de enero de 2019

De Sevares a Fontecha, ida y vuelta


  • · Punto de Salida y Llegada: Sevares
  • · Puntos de Paso: Priede-La Frecha-Pandavenes-Fontecha-Llerandi- Romillo-Llames de parres-Villar de Huergo
  • · Longitud de la Ruta: 34 km
  • · Horario de la Ruta. 4 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.254 mts .
  • · Participantes: Javier Dolado, Noelia Rojo, Poldo Figueras, Malgor; Javier Riestra, Luis Roza, Javier Paredes, José Ramón Natal.

Teníamos pendiente el encuentro anual con el amigo y compañero de andanzas beteteras,Poldo Figueras, y que mejor que hacerlo al pie de una buena mesa como fue la del Restaurante La Roca en Sevares, aunque el amigo Poldo ahora retirado del mundo del pedal, por un accidente y porque los años en la BTT, pasada una frontera pesan de madre, pero a todos nos llegará, no por ello se olvida de los amigos del pedal de BTT ASTURIAS.
Los que aún seguimos en activo, antes de sentarnos a la mesa, convinimos en que era bueno dar unas pedaladas por la zona, por lo cual pronto se entamó una ruta camino de Fontecha ,por aquello de abrir boca.Salimos pues del aparcamiento del restaurante La Roca, a la salida de Sevares para coger la AS-339 que abandonamos al punto y entrar por la carretera que va por encima de la fábrica de la Nestlé, dando así con la carretera local de Piñera, donde dejamos el rumbo Oeste, ante el panel del GR-109 Asturias Interior , giramos para enfilar dirección Sur hacia la parroquia de Priede.
Tras encarar al Sur, la ruta se empina y nos presenta su endiablada cara llena de repechos que nos suben monte arriba llevando a la izquierda la riega Pipón, sobre la cual, después de subir un buen pedazo, le damos vuelta a su cabecera para ponernos rumbo Este.sobre manera  cuando tocamos los barrios de Priede, como la Pereda, entrando por encima de las praderías de Centolla  camino de la aldea de Salamea, con preciosas vistas sobre el valle piloñés de Sevares.
El desnivel son unos casi 200 metros, aunque acumulados son alguno más y se hacen duros por la subida continua hasta llegar a El Pipón, luego la cosa se suaviza cuando se vira hacia Priede.
  


Ahora queda pasar a la otra vertiente montañosa de Sevares, dividida por el tajo del río Tendi, un camino que desde Salamea, se echa abajo en continuo descenso rumbo Sur buscando lo fondero del valle, ocupado por del río citado,y el eje de la AS-339, se cruza el río  por el puente el Mortuorio con 7 km rodados.

Ya en la carretera AS-339  se sube por ella unos metros para desviarnos a la izquierda por una pista que ya pronto nos indica que sube a Fontecha. Aquí se gira al Este para subir por La Barrosa arriba al cruce de Robligueru y La Frecha, al pie de la Sienra de Salpongu, como digo subida exigente que en algún momento nos obligó a alguno a echar pie a tierra, e ir pensando  para tiempos venideros en una E-bike.

Mientras eso llega y no, seguimos una vez alcanzada la Frecha, (9,5 km ) por la carretera PI-13 que viene de Villar de Huergo y otro ramal que se le junta procedente de Llames de Parres, el punto de encuentro en La Frecha nos aporta interesantes vistas sobre las cordales que cierran la depresión mesoterciara, como el Sueve como frontera  con respecto a la rasa costera.


Se sube ahora más calmos hasta llegar a la cumbral de la Sierra de la Frecha, por la cual desfila el viejo GR 105 de las Peregrinaciones, que viene Villarcazu y de La Matosa.

Se voltea la citada sierra por el Collado la Llama hasta la Venta, desde donde se accede a la aldea de Pandavenes. Todos estos topónimos nos dan idea que por aquí bajaban los vetustos arrieros provenientes de los caminos ponguetos por los que venían de Castiella.

Dejamos atrás la ermita de San Antonio, los caseríos de la Faeda y El Picu, siguiendo el límite concejil desde La Llama continuando rumbo Sur, dando vista al río Tendi a la derecha y a la izquierda la encrucijada de riegas que baja al arroyo central que muere a la altura de Vivaño en el río Piloña.


 A la altura de La Bolera a los 13,8 km, al pie de una encrucijada de caminos y de un pilón o bebezón de ganados, nuestra ruta se va la izquierda, hacia Fontecha, los firmes ya son de tierra. Se sigue sin pérdida por el eje caminero, rumbo Sur, pegados al limite municipal entre Piloña y Parres , pasando al lado del crestón de Pico Pardos para de este modo llegar a La Cruz de los Caminos con 15, 6 km y 630 mts de altt.

Estamos en Fontecha, con la cresta a modo de mesa del Picu Cetín, vemos seguir luna pista de frente que va  hacia la Collada de Mohandi, por donde entraban los arrieros que provenían de la zona pongueta a modo de vieja calzada que desde La Uña, subía a Mohandi, para ganar esta encrucijada de la Cruz de los Caminos, para irse hacia Parres por Romillo, o hacia Sevares por la Frecha., y alcanzar los puertos marineros.Un largo eje caminero que venía de otros flujos castellanos  tan importantes como la Calzada Romana del Esla, la Calzada Saliámica.


Damos la espalda al rumbo Sur, o sea a la frontera pongueta, para virar en redondo rumbo Norte y emprender un descenso hacia el valle que baña el río Piloña. Pronto el firme de tierra deja paso a los firmes hormigonados que buscan el arrimo de la Sierra de la Vega camino de Llerandi, donde de nuevo uno se topa con el asfalto de la PR-4 a la altura de los barrios de Llerandi, para bajar por ella hasta el mismo desvío hacia Romillo, habiendo ciclado unos 25,6 km.

En el desvío de Romillo, se gira a la izquierda para retomar por asfalto el GR-105 de las Peregrinaciones, en ese caso en dirección Este hacia Oviedo, dejando en dicha al aldea, al pie de la ermita de San Lorenzo, tomar ya un camino de tierra que el cantarín río Piloña para ganar la aldea de Vivaño y seguir subiendo hacia Llames de Parres, habiendo cruzado el río Beleño, una vez se deja Llames, vuelve los caminos de tierra suaves aunque con repechos cortos y bajadas también tranquilas por el llamado Camino de la Reina hacia Villar de Huergo dando por finalizada tal ruta en el mismo aparcamiento donde empezamos y donde amigo Poldo ya nos esperaba con la parrilla de carne roxa al dente, para cerrar fraternalmente la temporada de bici del 2018.


Fotos de Javier Dolado, VÍctor Guerra y José Ramón Natal.

© Victor Guerra

viernes, 18 de enero de 2019

Villaviciosa. Entre ambos caminos: Covadonga y Santiago

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  • · Punto de Salida y Llegada: Villaviciosa
  • · Puntos de Paso: Coro-Breceña-Buslaz-Sietes-Anayo-Pivierda-San Feliz-Villaescusa-La Vega-La Llera-Priesca -Sebrayo-Tornón.
  • · Longitud de la Ruta: 45 km
  • · Horario de la Ruta. 6 horas
  • · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.500 mts.

Desde hacía tiempo tenía la intención de unir dos importantes caminos que parten o llegan a Villaviciosa, como es el Camín de Covadonga, a modo de ida y el Camino de Santiago a modo de vuelta.
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Se parte de Maliayo, la villa principal del concejo de Villaviciosa, tomando el camino de Amandi para llegar ante la portalada de su hermética iglesia, de aquí en vez de bajar a la carretera, preferí irme por la carreterita que sube al par de la iglesia hacia el Llandón, siguiendo las marcas de PR, para bajar por Vitienes, tomando luego en Valbucar el trazado del Camín de Covadonga.

Este bucle se puede evitar, bajando en Amandi hacia la carretera general y yendo por esta hasta el mismo Valbucar.

En todo caso en Valbucar, se toma pues el Camín de Covadonga que bordea la finca La Vega, para entrar en el clásico tramo donde la riega de Puente, inunda los caminos y deja esa pátina resbalosa, que sino tenemos cuidado con ella nos podemos ver con los morros en el suelo.

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Tras ello entramos en las inmediaciones de Villaverde, con su desvío hacia el PR, del Profundu, y el otro que sube por Lugás hacia Peña Cabrera. Sin embargo nuestra ruta sigue de frente por el carretil asfaltado que sube unos cientos de metros hasta el desvío de Cayado, desde aquí los trazados son de tierra firme, por los cuales se va subiendo de forma paulatina, aunque con algún repecho en las cercanías al cruce de la Venta de Coro
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Se cruza la carretera, y se entra por entre las casas en fuerte repecho para tomar el viejo camino que nos lleva hasta la aldea de Moratín, retomando el eje hormigonado se sube hasta el desvío de Cuetobaxo, para de nuevo acometer un trazado en base a una estrecha senda empinada y pedregosa que nos hará tirar de la trotona unos minutos, al menos hasta llegar a un tramo más plano y ancho que da acceso a la carretera AS-332 por la cual se sube sin problemas hacia Breceña, cuyo núcleo se atraviesa, para volver de nuevo a la carretera y tomar más adelante (10,3 Km.) el desvío hacia la aldea de Buslad. El coqueto pueblo y las antiguas escuelas de Breceña bien merecen una foto.

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Una vez en Buslad, se gira a la derecha en redondo para tomar el camino que pasa por el lateral de la capilla de San Juan Bautista, y ya en ascenso se coge el camino hacia el promontorio del Tandión; en algún trozo habrá que echar pie a tierra, por este mismo camino se entra en el pueblo de Sietes, que nos recibe con su monumental y simbólica iglesia bajo la advocación de San Emeterio, y también se puede vistar al paso la placa de Windows y su excepcional programa 7, colocada en el edificio que en su día fuera Casino, y que hoy recoge la memoria histórica etnográfica de esta zona.
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Desde aquí se continua por el barrio de Cotoraxus hacia el núcleo de Perviyao, donde el trazado nos devuelve a la AS-332 a la altura de Fresneu. (13,5 km.).
Desde este punto hasta la Venta de Anayo, no queda otra que rodar por la AS-332, unos 4 kilómetros, para llegar al punto donde perdemos de vista el Camín de Covadonga que sigue hacia Borines para buscar las aldeas de Miyares y Llames de Parres camino de Cangas de Onís y Covadonga.

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En Anayo se toma el carretil que se desvía hacia la aldea de Robledo por medio de una fuerte subida que nos acceso a la aldea, en las primeras casas se busca el camino que sube por Entrecuetos y Monte Grande hacia el promontorio en el que se sitúa la antena de TV, en dicha cumbral se dividen los concejos de Piloña. Villaviciosa y Colunga, esta aislada atalaya es un importante punto de observación tanto sobre la mariña oriental, como sobre la zona interior asturiana, y sus vistas sobre la Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa
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Hasta aquí todo ha sido subida, unos 20 km., ahora resta bajar hacia lo fondero del valle de Pivierda; si hasta Llares toda referencia había sido ir hacia el Sureste, y luego hacia el Este para llegar a Anayo, en dicho enclave se vira a Norte, para bajar desde promontorio de El Cueto por un buen camino hasta la aldea de Fano.

Se atraviesa el poblamiento buscando el camino que baja hacia Casa Benito, aunque hay dos alternativas, por mi parte cogí la de La Casa del Lago que va más al Este, pero los dos ramales se juntan en Casa Benito, para seguir ya un solo camino bajando por la cumbral al paso Casa de Buspapin y la de Goda, camino de Pivierda, a cuyo poblamiento se llega tras un descenso sin complicaciones técnicas, pero muy inclinado. (25,6 km.). Es una zona que además nos da bonitas vistas sobre el pueblo de San Martín del Vallés a la izquierda y al Sueve a la derecha y lo que hay al frente es por donde rodaremos no tardando mucho.

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En Pivierda se busca la carretera AS-330 que nos llevará en primer lugar hacia el Oeste, hasta el desvío en San Feliz, unos tres kilómetros de subida hasta el Cayu, donde se puede tomar el camino real que unía la aldea con San Feliz, en este último enclave la ruta deja el rumbo Oeste para virar al Noreste por una cumbral donde se embute un camino que va hacia Llandón los Moros con tramos muy embarrados y de llenos de charcales, y que nos va llevando primero en plano luego en descenso hasta el cruce de La Capilla, donde parten diversos ramales: hacia El Bucial y Corrales o hacia Santa Eugenia.
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Nuestro camino tras el tramo pegajoso que se desarrolla entre ocalitales, se echa por abajo por asfalto hacia La Vega, situado en lo fondero del valle de Pernús, pasando antes por Ablaneu y Venta la Anisal.

En la Vega Pernús con 33,8 km., se entronca con el Camino de Santiago que nos va a llevará de forma permanente rumbo Oeste hacia Villaviciosa, cerrando así el bucle de la ruta que estamos recorriendo.

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Ya colocados en la carretera, en la Vega de Pernús ya no queda otra que seguir por esta en una lenta ascensión hacia el bonito núcleo caminero de la Llera, donde nuevo cruzamos la línea concejil, para entrar en descenso hacia Priesca con su encantador nuevo albergue de peregrinos y la hermética iglesia con elementos prerrománicos.

A su pie nos vamos por el camino de las Animas que nos permite ir directos a la parte baja del valle, a la Vega Priesca, pudiendo contemplar la fuente lavadero, la casona palacio y al otro lado la fuente. manantial, que jalonan el paso del Camino Jacobita.

Al pie del Palacio y la fuente, el camino jacobita se embosca en bello trazado que se desarrolla a la vera de la riega de Sebrayo, llegando tras apenas dos kilómetros al pueblo de Sebrayo, dejando atrás un interesante pontón de piedra y el desvío hacia su impresionante ermita

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Se cruza todo el pueblo de Sebrayo, que se abre a lo largo del eje jacobita, para pasar una vez más por debajo del viaducto de la A-8 y remontar en corta pero intensa subida hacia el caserío de El Fresno, donde encontramos el área de descanso del Peregrin Cansau, de ahí ya por Tornón en leve ascenso para entrar de nuevo en trazados de tierra que nos llevan en volandas hasta la rotonda de La Estrada, la cual se pasa por un lateral para irnos por Carda, y desembocar de este modo en Villaviciosa, con un recorrido interesante e intenso.
@Victor Guerra





















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