viernes, 21 de febrero de 2020

Balcones y vieiras en Sariego


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       Punto de Salida y Llegada:  La Vega (Sariego)

·         Puntos de Paso:

·         Longitud de la Ruta: 25 km.

·         Horario de la Ruta:  3 horas

·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso:   680 mts.

·         Participantes:  Luis Roza-Javier Paredes-Javier Riestra. Luz Fernández- Juan Piñera. José Ramón Cernuda- Jose Ramón Natal y Victor Guerra.


Sariego, es uno de esos concejos de pequeño formato pero que conforma en su seno una interesante oferta de recorridos, con balcones sobre su gran vega y unas vistas impresionantes sobre los concejos aledaños.


Nos concertamos en el centro de Vega de Sariego, al pie del Albergue de Peregrinos, ubicado en lo que era la vivienda del médico, y donde nos preparamos para una bella y tranquila ruta por el concejo saregano, que es una delicia pues todos sus caminos están señalizados lo que facilita mucho la labor de identificación de las trazas de las rutas.

 


Salimos de la Vega hacia el camino de Moral, yendo dirección Este donde nos desviamos hacia el Sureste por la Piñera hasta el antiguo palacio de Moral , que data del siglo XVII que lo mandara construir uno de los vástagos de la rancia nobleza astur los Vigil Quiñones, en concreto fue Bernabé de Vigil, llamado «el viejo» y Catalina de Estrada (1599), sobre la vieja casona de los Moral, junto con una capilla dedicada a otro ilustre peregrino como es San Roque, y en su fachada sureña muestra la huella blasonada de los Vigil Quiñones, compuesto por diveros "veros y torres almenadas".

 


Seguimos nuestra ruta cruzando  la carretera AS-267, dejando de lado la nueva iglesia de Santiago, para irnos  hacia el viejo templo dedicado al Santiago el Mayor  que tiene sus cimientos de época prerrománica, aunque lo hoy podemos contemplar, y ante lo cual nos fotografiamos, es muy posterior , siglo XV o XVI.

 Dejamos al Señor Santiago que en pocos metros tiene dos templos, el nuevo de los años 70 del siglo XX, y que paradójicamente el actual Camino de Santiago el «oficial» no pasa por delante de ninguno de los edificios. Paradojas  de los Caminos.

 


Seguimos traza un poco más allá dobla a la derecha para entrar hacia El Rebollal dando un pequeño rodeo para salir de nuevo a la carretera SR-1 siguiendo por el ramal derecho, hacia otro desvío a esa mano, para visitar la iglesia del santo mudo que hablada, según el largo poema de Aurelio Prudencio. 


Hasta esta iglesia de  San Román,  venía el Camino de los Francos desde Nava, no entiendo mucho el porqué .. tal vez la importancia de los templos, y la riqueza de la vega sarageana , y tampoco tengo claro si ese camino venía por lo que hoy  ocupa la AS-357 como parece indicar la cartografía del IGN, o por el Camino de Verdera, aunque por Paraes y Viobes hay  varias ermitas que podían justificar esos pasos peregrinos.


Aunque no queda claro desde Nava ese giro al Norte, abandonando la dirección Oeste y por El Remediu y por la Secá ganar Pola Siero.

 


Cosas de los caminos y de los arrieros, tras los cuales venían los peregrinos. Aunque tal vez ese cruce no está tanto pensado para coger el Camino de las Estrellas, como seguir desde Nava rumbo a la costa, subiendo desde Nava a San Román y de ahi al Alto de la Campa  para bien por Valdediós o por Lluaria, sino se quería perder altura para ir a coger en Fumarea, la cordal de Baldornón y dejarse caer en la populosa Gigia. Puede ser una explicación.



Seguimos dando a los pedales para subir hasta la importante población de San Román en cuyo seno se toma el Camino de Verdera, carretil asfaltado que nos presenta los primeros repechos de la ruta hasta alcanzar un pequeño alto que a modo de balconada nos deja ver parte del concejo de Nava, pues entramos en sus predios para llegar en franca bajada en forma de tobogán hasta las casas de Salgues.


Aquí dejamos el rumbo Este tomado después de Moral, para subir directos al Norte por el Camino del Puerto, que nos atraganta a más de uno, pues no en vano sus rampas intermedias que rayan el 26% hacen bramar nuestros perniles.


Subida corta, de apenas 1,2 km, que nos sube hasta la Parea Taruco, con esas pendientes que nos ofrece bellas vistas sobre los Picos de Europa y la Cordillera Cantábrica, que pese al buen tiempo se halla engalana de blanco perenne.


Ya en la cordal del Puerto, la cual arranca en el Colla La Cruz, giramos al Oeste para seguir por el cumbral, ahora entrando en los predios villaviciosinos, y con buenos firmes, y con vistas a la aldea de Arbazal, y al valle de Valdediós, seguimos en bajada hacia el Alto La Campa, donde se continua al Oeste, habiendo tomado un tramito del Camino de Santiago.

Nos vamos por el camino  que deja los parajes jacobitas y se emplaza en subir por El Fiensón, siguiendo el PR.AS-197 . Cercanías del cielo. Estamos en la gran balconada sobre las tierras de ambos concejos


Se sigue hacia la bifurcación de Pico, siguiendo en subida por el ramal que nos lleva a la Campera de las Cruces, para perder altura y ganarla al poco, aunque se puede evitar siguiendo por el cumbral, hasta concluir en Llano de Cotorrasu desde donde sigue hacia los sugestivos nombres de Campo de la Morena y la Campa los Huesos ya en franco descenso hacia el Collado de Fumarea. 

El PR-AS – 197, que veníamos siguiendo en los Huesos se va por debajo del Cantu Naval hacia Barbechu.

 


La traza planteada llega a la altura de las canteras de la mítica Peña Careses  a través del poblamiento de la Rimá, para bajar al valle cruzando hacia el Sureste para visitar la Erta. de San Pedrín de la Cueva, o sea la conjunción de las costumbres paganas llevadas al huerto eclesial en sabia e interesada combinación. Visitamos ambos inputs, aunque la capilla esta muy modificada, y de data como muy antigua, la cueva tiene algunos belenes en su interior, y cuya caverna pasa de lado a lado una pequeña riega que viene de otras dos, como son las que bajan de Miares  y La Rimá para formar parte de un cauce más grande como el Río Seco.

 


De la citada cueva se sale al Este hacia el enclave de Aramanti, donde nos volvemos a encontrar con las marcas jacobeas, que van camino de San Salvador de Oviedo, cuna de las primera peregrinación, y cuyo transito nos mete hacia el curioso topónimo como es El Romeru, aquí nuestra ruta va hacia el núcleo de Les Escueles, donde los más atrevidos subimos hacia la iglesia de Narzana, 



Iglesia donde también dicen que estuvieron los famosos templarios, y que mi viejo amigo, hoy en el Oriente Eterno: Xavier Musquera nos explica el significado de los capiteles y canecillos , aunque Juan Uría Ríu, ya nos advirtió  acerca de todas estas adopciones templaristas que se e hacen sobre el patrimonio religioso asturianos  en su libro sobre Las Peregrinaciones  a Santiago.

 


Desde Narzana, donde tampoco sube el Camino Santiago, que por cierto parece ir obviando todo aquello que contenga una cierta tradición esotérica, desde aquí como digo, nuestra ruta baja al lugar de Barbechu para cruzar la A-64, por debajo, y también  de la SR-1, para irnos hacia el núcleo de La Vïa y por debajo del Monte Berruga doblar al Oeste por El Muriellu hacia La Espina, entrando así de nuevo en Sariego.

 


Una ruta fácil y sencilla sin complicación alguna, más allá de algún fuerte repecho.


© Victor Guerra

viernes, 14 de febrero de 2020

Veredas de San Salvador. Por el Camino de los Francos


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Punto de Salida y Llegada: Panes

·         Puntos de Paso: Abándames-Cavandi-Llonín-Alles-Trescares- La Molinuca-Robriguero-Puentelles.

·         Longitud de la Ruta:  35 km.

·         Horario de la Ruta: 4 horas

·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.022

·         Participantes:  Javier Riestra- Javier Dolado. Ivan Menéndez y Victor Guerra


Dedico esta ruta al amigo Cecilio F. Testón, ahora que rodamos por sus tierra y parajes.


En ese empeño personal de ir articulando diversos inputs salvadoreños que se dan en Asturias y jalonan el Camino hacia la morada del Señor, como es San Salvador de Oviedo, arrancamos desde la cabecera oriental de la región con dos importantes inputs situados en Abándames y Alles, y en torno a ellos construimos esta bella ruta por las Peñamelleras.


El punto de partida no es otro que la localidad fronteriza de Panes, por cuyos lares entra un desconocido camino peregrino denominado de Los Francos, o sea de aquellos procedentes de Francia que buscaban en la peregrinatio: viaje y ocupación.
 


Un trazado que desfila por el surco prelitoral, (depresión mesoterciaria), que en estos predios va protegida bajo la ladera Sur de la Sierra del Cuera, a modo de un camino de invierno y fuera del alcance de las intemperancias invernales de la rasa costera.


Aquí  en Panes empezamos nuestra ruta, no sin antes saludar a Antonio Ruagarcia Cosío del Hotel Covadonga, que, pese a los años, aunque recuerda cuando por los años 90 recorría estos territorios para armar mi primer libro sobre Recorridos de BTT por los Picos de Europa.


Tomado el café en su local, y en medio de una fría mañana que está a punto de ofrecernos un día espléndido, arrancamos hacia el enclave de Siejo, cruzando los dos importantes ríos, uno lebaniego y el otro cabraliego, ambos entregan sus aguas al Cantábrico en Tina Mayor, o sea que cruzamos el Cares-Deva ya emparejados, para seguir nuestra ruta por la AS-114 camino del marcado desvío que nos lleva hacia la altozana aldea de Abándames, perteneciente al concejo de Peñamellera Baja.


Tras dejar Siejo atrás y al cabo de una recta, a la altura de una casa solitaria, y una especie de refugio caminero, nos echamos a la derecha en dirección al otero donde asoma la Quintana de los Muertos del pueblo de Abándames.


 Nada más entrar en el trazado este ya nos muestra el primer  repecho de la mañana, el cual nos da acceso a  una villa que se articula en torno a un eje que atraviesa de punta a cabo el poblamiento, a la vez que va mostrando la heráldica hidalga del lugar, y una multitud de inscripciones en piedra, que se reparten tanto en nobles muros de las casonas,  como la de los Cosío (de estilo montañés), o la del Palenque (renacentista, de principios del siglo XVIII),  o caserón de La Cajiga siglo XVII, hoy reconvertido en un hotel.

 

Entre los blasones destaca el que expresa este tema “Adelante el de Mier, por más valer”., y para reafirmar ese espíritu valentía tenemos la fuente ante la iglesia parroquial adornada con azulejos dedicados al ingenioso D. Quijote lanza en ristre.


Pero no es solo esto, el poblamiento también guarda diversas inscripciones, no tan blasonadas, pero no por ello menos importantes, y que se encuentran en basamentos o  en diversos frontales de las cuadras que se abren al eje caminero.
 

Abándames es todo un descubrimiento, así como su colosal iglesia dedicada a San Salvador, aunque muy remozada, se tiene noticia de varias reedificaciones 1766-1860 y la de 1946, y poco más sabemos de este primerizo input salvadoreño, que abre las puertas a unas impresionantes Veredas que presentan toda una red caminera, y es una pena esa desinformación.


Nuestra ruta ciclomontañera se va al Oeste, hacia el altozano enclave de Cavandi, y lo hacemos a través del camino del Suyu, aunque antes habremos dejado a la derecha un ramal que va hacia la casona del Socueto y la capilla de ánimas que hay un poco antes. Nosotros en ese desvío seguimos en ascenso por el camino de la derecha que va hacia el depósito de agua del pueblo ya en franca subida, la cual se deja subir bastante bien, pues los tramos más pindios están hormigonados, lo que a ayuda a superar bien la pendiente. 


De esta manera vamos dando vuelta a la finca y palacio del Socuetu, para entrar en trazados un poco más estrechos y técnicos, pero ciclables, que pasan por encima de una cuadra, la de Naales  y de diversas riegas: Monejo y Arbás para llegar  las cuadras de Camprecie,  que parece fueron enclave habitacional donde, a partir de aquí el camino se vuelve a normalizar, aunque para concluir en Cavandi antes tenemos un repechón hormigonado de tres pares de narices.

Ya en Cavandi, lo lógico sería ir valle abajo hacia Llonín, pero los caminos parecen a ver desaparecido, por tanto, se toma el carretil acceso al lugar y por él uno se deja caer, en primer término, hasta la Ermita de San Julián de Cavandi, y sus cruces  florenzadas, muy utilizadas por las órdenes caballerescas, que en este caso está acompañada de una incripción en el año de 1792 se reedifico esta capilla a devozion de Dn Micvel Rubien D   Noriega o Rijinario Deste, barrio de Cavandi del oyo. La pequeña capilla tiene grabadas unas cuantas cruces, me supongo que para el tema de los Via Crucis.


Nuestra ruta sigue pro el acceso rodado de la PB- 4 hasta la aldea de Pará, aunque también se puede bajar desde Cavandi hacia el extraño enclave de Cerébanes con su extraño palacio hoy derruido. En todo caso nosotros nos entreveramos en el pequeño núcleo de Para, y de esta manera bajar hacia el lugar de la Molinuca, ya que el viejo camino ha desaparecido, bueno no tanto, pero aparece en la finca de encima de Santianes, cortado por esta y su cercado.


En un pis-pas en La Molinuca, ya en plena AS-114, nuestra ruta ahora vira al Norte por una pista hormigonada que sube en franca ascensión al pueblo de Llonín, donde nos recibe su curioso lavadero y su inscripción. Puesto que el cabildo de la ermita estaba ocupado para ir a misa, nos tomanos unas futas y de nuevo al camino que en este caso nos lleva por el camino de arriba hacia el caserío de Santo Tomás, donde se dice que un pequeño monasterio, de cuyo recuerdo queda parte de la edificación y el topónimo del emplazamiento y otro prado un poco más lejos denominado como  La Trapa.

 


Desde Santo Tomás, nos queda ahora una subida un tanto más larga hacia el collado Pelea, por unos caminos amplios, que se han utilizado para la plantación de as horrorosas columnas de Alta Tensión, una vez ganada la collada, no queda otra que bajar por el valle que forma la riega Padrino hasta llegar al borde de la carretera AS-345 que viene de Niserias, se cruza para entrar en la aldea de Besnes.


Toda esta zona ha sido rehabilitada como aldea turística, lo cual remata el restaurante hotel La Tahona, al par del cual se sube dejando el molín y la capilla de Besnes. Un poco más allá de la Tahona el camino se vuelve a las viejas tornas empedradas, a modo de camino real, o calzada, pues no en vano por estos lares transitaba la vetusta Calzada de Jana.


De esta manera, dando tumbos por el empedrado del camino se arriba a la capital de la Peñamellera Alta, Alles donde predominan las casonas indianas, alguna de ellas en venta. Alles con su mastodóntica iglesia parroquial, es guardiana de las dos vertientes la que acabamos de rodar, la de Llonín  y la de Arangas.


Tras una parada en el bar del pueblo, nos acercamos a un lugar querido para el amigo Testón, hoy en el Oriente Eterno,  a otro de los grandes inputs de esta Vereda salvadoreña, y que no se reconoce, pues le han cambiado la advocación por la de San Pedro, antes era  San Salvador de Plecín, y no se sabe muy porqué se cambió. 


La llegada a Plecín es impresionante, allí sola en un rellano del promontorio, donde se dice que hubo ya un emplazamiento precristiano, y que fue levantada en el siglo XII sobre una capilla anterior, siendo reformada en varias ocasiones, siendo abandonada en 1877 por el levantamiento del mastodonte religioso que preside a modo de monumento catedralicio la capital de Alles.


Ahí estan las ruinas que jalonan dos de las Veredas, bien la que venía de Abándames o las que provenían de Palencia hasta Liébana, un ramal desde Cantamuda (Camino palentino) o desde San Salvador de Luriezo por el Camino Real de la Montaña. Otra cosa es como llegaban los arrieros, trajineros y peregrinos desde esas localizaciones lebaniegas hasta aquí, Cecilio Testón era de la idea de que lo hacia por Tresviso, cruzando por el colgado sendero del Jargu, hasta las tierras de Cuñaba y por Tresmañó y Bores ganaban el Camino de los Francos.


En todo caso en Plecín nos asombra que estos restos estén medio abandonados, y estos mismos colocados en Escocia, serían fruto de leyenda y preservación.


Mi idea es que lo hacía a través de la aldea de Bejes y la zona del collado de Obesón, ya en Escarandi, para pasar por Tajadura hacia La Galabín  y Tamandón para pasar a la cabecera del río Rubó  y por Trespando bajar al  río Cares por el puente de la Vidre, y desde Trescares por el Forcau, pasar a Alles. En todo caso son caminos difíciles hasta para caminar. 

 


Dejamos esta encrestada zona bajo el faro radiante de la Peña Mellera, para volver  a la entrada de Alles, donde se toma el viejo camino que vira al Sur hacia el paso del Horcau, paso peonil, bastante desastrado, con cierres de alambres y palos varios, y un trazado muy roto, que mejora cuando se toma la vertiente de Trescares, en todo caso en muchos tramos es obligado a llevar la trotona de la mano, aunque el tramo entre Alles y Trescares está en torno a los 2 km. 


En Trescares no queda otra que bajar por la carretera general a Panes, AS-114 con la posibilidad de subir por Mier, hacia la collada de la Serna y bajar luego a Bores. Pero nuestra intención es cruzar por el puente viejo, que se sitúa bajo las aldeas de Para y Robriguero, lo que significa bajar por la carretera ya citada unos 5 km.


Hay que tener cuidado, pues el famoso puente que comunicaba la calzada de Tresmañó, con esta zona pasa casi desapercibido, o sea que atentos a este hermoso puente ojival sobre el Cares que nos da paso a la aldea de Robriguero, pasando antes la ermita de San Pedro de Tobes a la cual nos queda un fuerte repecho para entrar ya en las inmediaciones del templo  en un recorrido más calmo, y máxime cuando se toma el camino asfaltado de Robriguero,que nos lleva hacia Puentellés, con impresionantes vistas sobre el Cuera a nuestra espalda.

 


En Puentellés se gira sobre el río Deva a la izquierda ya sobre  la N-621 para  desviarnos unos metros más adelante a la izquierda y entrar así en el Parque Interpretación del Arborón, pudiendo visitar  al paso la iglesia de San Juan de Ciliergo, que ha sido recuperada de su abandono no hace mucho.


De esta manera se finaliza esta bellas e intensa ruta por las dos Peñamelleras, teniendo com o casi siempre el hilo conductor los hitos salvadoreños y el importante valor patrimonial de estas tierras.


·         TRACK DELA RUTA WIKILOC
 

© Victor Guerra
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