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Punto de Partida y Llegada: Borres (Tineo)
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Punto de Paso:
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Longitud de la Ruta: 37 Km
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Desnivel Acumulado: de ascenso y descenso:
1.182 mts
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Participantes: Javier Paredes, José Ramon
Natal, Juan Piñera, Albano Capezzali, Victor Guerra
Si hay una etapa bonita e
interesante para la BTT esa es Hospitales, en los confines entre los concejos
de Tineo y Allande, y por lo general siempre subimos por la llamada variante de Hospitales del
Camino Primitivo, un camino estival de arrieros y ganaderos por el cual
transitan los peregrinos hacia el Puerto del Palo, y solemos bajar por el valle
del Nisón , hacia Pola de Allande, pero dadas las calorinas que reinan en estos
tiempos preferimos hacerla al revés , o sea guarecernos del calor bajo la
floresta del Nisón , y hacer Hospitales a la caída de la tarde.
Y así fue, un largo
traslado de casi 1,30 minutos desde Gijón, hasta plantarnos en Borres, pasadas
las de la mañana, tras lo cual nos echamos a las trotonas sin más para seguir
en plano el Camino Real de Galicia que va hacia Pola de Allande, obviando el
recorrido de Hospitales.
Se sale por la carretera
AS-219 adelante dirección a Colinas de Arriba , para desviarnos al punto al
llegar a Samblismo, donde ya las marcas jacobitas nos echan por debajo de la
carretera general , y metidos en plena floresta hasta la aldea de La
Mortera que se cruza a lo largo, para
pinchar de nuevo la AS-219 antes de llegar a Colinas de Arriba, y tomando algún
atajo que evita el eje asfaltado , hasta llegar a uno de los importantes puntos
del Camino Primitivo, aquel que tomo en su cucurrimus, para ver qué pasaba en
Santiago, o sea parada para foto en el Alto de Prociles o de San Roque, que es
otro de la santos camineros.
Samblismo, o San
Brismu, Porciles con su venta, han sido
hitos importantes y como tal, bien lo saben
el Bar San Roque, y casi a la salida del pueblo el
singular Bar Casa Boto, donde nos entretenemos viendo la fachada del bar
y sus singularidades.
Hasta aquí la ruta ha
sido facilona, caminos que nos bajan hasta los cruces de riegas como la de
Rioscuro o Porciles, que a su vez nos presentan sus correspondientes repecho
para coger altura en este caso para salir al pueblo de Lavadoira y pasar al
Alto de Lavadoira con 7,5 Km., rodados.
Vista de la SIerra de Hospitales.
Desde el Alto de
Lavadoira arrancaba hace ya tiempo la vieja calzada romana conocida por
«Antigua», y que por causas que se desconocen se dejó de usar, aunque su caja
sigue presente por la vertiente sureña de la Sierra de los Hospitales.
Paramo un momento para
las fotos de rigor, y ya en el Alto de Lavadoira, no queda otra que echarse
ladera abajo por entre el hueco que dejan la As-219 y la carretera que va
Corcolina, entrando de esta manera en el Concejo de Allande buscando por
Suaviza el pueblo de Ferroy, tras el cual se pincha la AS-219 para entrar por
un tramo más empinado en Pola de Allande.
Entrar en el arrellanado
núcleo de Pola de Allande siempre es un gozada y que ya en pleno centro de la
Villa te salga una neña rubia a saludarte y darte los Buenos Dias, ya es algo
impagable, por tanto le damos la espalda a la Nueva Allandesa y nos vamos tras
la bella sonrisa de la camarera del Café Vitoria, cuya propietaria no sabe la
joya que tiene tras la barra.
Allí de forma tranquila
nos tomanos una cerveza, mientras pregunto al paisanaje por el posible tránsito
de La Antigua, de la cual me dicen que está transitable, aunque yo dudo que
esté al menos el 100% del recorrido.
En Allande con 11
kilómetros rodados hasta ahora muy facilones, nos ponemos en ruta hacia el
valle del Río Nisón por el tránsito del
Camino Real de Galicia, señalizado como
Camino Primitivo, y la verdad es que la solanera del día con 36 grados, se
agradece dejar la carretera que sube hacia el Puerto del Palo, para entrar por
Casa Cuervo hacia la vera del río Nisón para pasar por Peñaseita y por debajo
de Las Viñas y sin muchos problemas ganar el pueblecito de La Reigada con 15,6
km rodados.
A partir del pequeño
grupo de casas de La Reigada, salimos hacia el Alto del Palo, por un sendero
que se hace costoso, y nos obliga a echar pie a tierra, aunque los más fuertes
ensayan poder remontar los tramos montados, pero los hay que ni con esas, y hay
algunos pequeños tramillos que nos obligan a echar pie a tierra y empujar la trotona cuesta arriba, hasta
concluir en la carretera AS-14, muy cerca del PK.36.
Aquí la señalización
jacobita nos echa camino arriba por la vera de la riega, pero dada su inclinación
y mal firme, trazado por el cual no creo que fuera el Camino Real de Galicia,
optamos pese a la calorina por subir por la carretera hasta el PK. 33,5 para
poder coger agua en la fuente Les Muyeres, y coronar el puerto de forma tan
cómoda.
Durante la subida por los
3, 5 km de trazado de asfalto podemos ver los trazados que va desde La Marta al
Palo, o la propia Sierra de Hospitales, con vistas a una parte del trazado de
La Antigua, llegamos de esta manera al Puerto del Palo, con 1.147 mts. de
altitud.
Cuando llegamos al
Puerto, nos pusimos de cara al valle que ocupa Montefurado, para dar unos bocados a las vituallas, y repartir con
una joven coreana que venía de Hospitales, agua y galletas, y detrás de ella
venía la niebla.
Me preguntan los
compañeros por el nombre del Palo, y lo único acierto a responder son estas
consideraciones: «del Palo P´Aca, es decir desde la cima del Palo hacia Pola de
Allande, capital del municipio, donde se habla bable,
recibían el nombre de "curitos" (se dice por la relación de
dependencia que sus tierras mantenían con la diócesis de Oviedo)
Palo P´Allá, es
decir desde el puerto del Palo hacia Grandas de Salime (cuenca hidrográfica
del río
Navia) donde se habla una mezcla de gallego y bable
denominado farraco, eran considerados gatchegos/gallegos.»
Al ser Hospitales una
sierra tan abierta hace que los cambios sean muy radicales, y tan pronto campa
un tiempo como en otro, tras unas fotos de rigor nos ponemos en marcha
dirección Norte a través del viejo camino de Hospitales, que está jalonado con
postes rondinos, ya sin marcas en su seno.
La traza sube a través de
la Cordal del Palo, cruzando los picos de El Palo, el de Freitas y La Casilla, el camino histórico de los Peregrinos va más a
la izquierda y ca directamente de La Marta a Montefurado, hay otro buen camino
a nuestra derecha jalonado con una barandilla de madera que identifico como el trazado de «La Antigua».
Llegamos en un santiamén
al Puerto de la Marta, dejando de lado la carretera ALl. 4 para subir al alto
del cordal coronado el Pico La Marta y virando ante el monte Picaratín hacia la
sierra que va jalonando los picos Cotón, Hospital hacia la Campa la Braña donde
ha es imposible ve nada, En La Marta hemos dejado el rumbo Norte y hemos ido
virando primeramente al Este y luego al Noreste, siguiendo las marcas de los
jalones de madera, cuya traza se va entreverando por entre picos y collados.
A esta hora del dia, las
3 de la tarde apenas no encontramos peregrinos en busca de su accésit místico
por Hospitales, etapa que ya se ha hecho famosa, y que de esta naturaleza poder
tener etapas y etapas en el Camino Sanabrés. Se lo aseguro.
A partir de la Campa la
Braña (29,3 Km) el camino se hace evidente, antes íbamos por las distintas
veredas que marcaban los transeúntes t los ganados, ahora ya estamos en un
traza de camino que enfila la vertiente Sureste
del Pico Caborno, aunque la traza histórica va por la vertiente Norte,
llegando a encontrarse ambas en el lugar denominado de Los Romeiros.
Y un poco
más allá pasamos por encima de La
Mortera con sus ermita dedicada a San
Pascual. Seguimos por los trazas camineras de Prau Cimeru, bajo el Pico el
Cuerno, que nos desvían de Santiago Cerredo con su ermita y su tejo y
teja, y su impresionante iglesia, y por
donde presumiblemente debió pasar antiguamente el Camino.
Cuando queremos darnos
cuenta ya nuestra ruta ha concluido, la bajada de Hospitales se ha hecho dura
pues el terreno estaba duro de tanta sequedad, y los traqueteos son continuos
Pero ha merecido la pena
hace la vuelta a la Sierra de Hospitales, para de esta manera saber como son la
dos trazas, y romper ciertas inercias.
Fotos de Víctor Guerra, Albano Capezzali, José Ramón
Natal y Juan Piñera
Víctor Guerra