· Punto de Partida y Llegada: Sevares (Piloña)
- · Puntos de paso: La Piñera- Pesquerín- Corralín –La Matosa-
Kilómetros de la Ruta: 25 km - · Horario de la Ruta: 5 horas
- · Desnivel acumulado de Ascenso: 1.186 mts
- · Desnivel acumulado de Descenso: 1.166 mts
- · PARTICIPANTES: Leopoldo Figueras, José Ramón Natal, Javier Paredes
- · INDICE IBP: 137
Esta ruta nace de la necesidad de conocer la zona alta de la llamada Sierra de Pesquerín, pues de cara a la primavera estoy pensando en una ruta en forma de herradura que una núcleos como Taranes- Valle Moru- Riofabar- Sierra de Pesquerin y La Matosa, de ahí la necesidad de echarle un vistazo a la zona para ir haciéndonos a la idea de cómo es el entorno.
Por tanto se planteó esta ruta partiendo desde Sevares, que es como diría el otro: "to pa riba" hasta alcanzar el pueblo de Pesquerín. Para ello tras el oportuno desayuno en el Restaurante La Pérgola, y arreglo de pertrechos y trotonas por parte de los escasos participantes de esta ruta, nos dispusimos a seguir la ruta trazada en mi cabeza y plasmada en el track de GPS.
Salimos pues de Sevares por la carretera general dirección a Nava, para desviarnos a la salida de Sevares hacia la Piñera, y si la cosa en un principio fue bien, luego esta se complicó al tomar un desvío de la izquierda que nos sube por un viejo camino que se nos cerró a punto de coger la pista deseada. Por tanto lo mejor es seguir por el camino adelante dejando el camino y saltar los prados y concluir en la pista que jalonada como el GR 109 viene de la La Piñera y que va camino se Villamayor. O desde Sevares seguir directamente las indicaciones del citado GR 109 dirección a Villamayor y dejarlo cuando el track nos indique el la dirección ya es claramente Sur.
Por ello ganaremos el lugar o cuadrona de la Teyea, para de este modo salir a la carretera de Villmayor a Pesquerín, a la altura del desvío de a Llanielles, dejando ya de la do el GR 109, aunque nuestro trazado va por la carretera adelante pasando Mones y pudiendo ver al fondo ya las terribles rampas que se adentran en lo profundo de la Sierra de Pesquerín.
Tras unos cuantos cientos de metros por carretera se toma un desvío a la derecha hormigonado que parece que nos mete en una casa, pero la senda da vuelta sobre ella para seguir rumbo Sur por el el cumbral de Canto San Pedro y Sierra Carneyu, para entrar en el pueblo de Pesquerín por la Ermita de San Antonio.
Apenas si hacemos fotos, pues el agua y frío del temporal que estaba previsto, deja notar toda su crudeza a la altura del citado pueblo, donde el panadero y recadista hace su labor a la vez que los vecinos hacen la suya de acopio de pan para estas fiestas, esto del panadero es ya casi que único cordón umbilical de estos altos los pueblos y los valles.
Un saludo matutino a los autóctonos y dejamos a los asombrados vecinos con sus trasiegos, y nos despedimos del último pueblo que veremos en esta vertiente norteña de Piloña.
Entreveramos el nucleo buscando la pista que sube por Les Camperes de Pesquerin para trepar de La vega a la Canal de la Bobia encarando así los terribles repechos que veíamos en nuestra ascensión, pues no en vano hemos ganado una importante altura hasta colocarnos en los casi 800 mts de altitud, pues Sevares está aproximadamente a 90 mts de Altt.
Ganados los repechos de La Bobia, duros y largos, por los cuales trepamos bien ya que están hormigonados en su mayoría, lo cual no obsta para que algunos tramos finales los hagamos a pie, salvo el compañero Natal que está que se sale con su potencia y su btt “29”.
Estos repechos nos permiten ganar la vertiente de Pico Foyo y cuya grandiosidad se impresionante cuando damos vista vuelta a los picos Abra, Torre y Cerro Diablo, y ya es el sumún cuando llegamos a la altura del Collado de Pico Torre , desde el cual podemos ver la erosionada cara del Pico Vízcares, y todo el valle que se abre ante nosotros y La Matosa,
Detrás una sucesión de sierras que hacia el Sur delimitan las tierras ponguetas y las piloñesas. Todo un mundo de cerrados y profundos valles cresteríos.
Seguimos una vez ganado el alto del cumbral, rodando en plano y disfrutando de la impresionante vista camino de la majada de Casas Quemadas y el Corralín, donde la pista concluye tras una remontada ladera arriba de unos 11 o 12 km.
En el Corralín empiezan los problemas, pues la idea es seguir el GR 105 De las Peregrinaciones, hacia La Matosa, para lo cual hay que girar a la izquierda para tomar una senda muy perdida, y que ya en su tiempo tuvo sus problemas de seguimiento.
Mi track no es muy preciso, y entre la bajada de temperaturas y otros problemillas con las pilas del receptor GPS, que dado el frío se agotan a una velocidad de vértigo, y no habiendo otro GPS con el track de la ruta para contrastar, pues me fuí valle abajo por la vaguada de Las Praxiones, por lo cual perdimos un tiempo precioso en tales aventuras de investigación para encontrar el camino perdido.
Tras algunos escarceos que me hacen y bajar casi hasta la cubeta de la riega, eso sí sin la trotona para ver si encuentro alguna pista del GR o su trazado; determino que ante la situación lo mejor para seguir el plan previsto y teniendo en cuenta la hora del día con un tiempo desmadejado, que ya nos estaba dejando alguna nieve en los altos, y los ya contados problemas con el GPS, y visto lo visto…, propongo al grupeto que lo mejor es volver sobre nuestros pasos e intentarlo en otra ocasión, tras una visita previa a la zona.
Al retornar de nuevo al lugar del Corralín encontramos el camino que debiéramos haber tomado y que va por debajo de la majada de Casas Quemadas, pero ya no nos quedan ganas de nada, y más viendo que el mal tiempo arrecia, lo que nos hace tomar el camino que habíamos traído , ya en la vuelta observando detenidamente toda la compleja orografía de la zona. y resistiéndonos a la derrota de volver por donde habíamos venido optamos por una nueva ruta.
Cuando llegamos al collado bajo el Pico Torre, vemos con claridad un depósito de agua bajo el Collado Espina , o sea la derecha de nuestra ruta, y dicho y hecho nos desviamos hacia él para otear de este modo todo el valle de que forman las riegas de Praxiones y Basellinos. Todo un monte muy pelado, donde ya solo crecen felechales y algo de coyota debido al agotamiento del pastizal,, lo cual nos invita a seguir bajando ladera abajo rumbo Este, dejando el depósito de agua de incendios atrás para irnos ladera abajo hacia el Prau Palombo.
Una bajada bonita con el pueblo de La Matosa como primera referencia, y sin más problema que la inclinación de la ruta vamos pues buscando en la bajada los senderos más idóneos, aunque en vez de irnos hacia Prao Palombo que era lo más idóneo pues nos vamos directamente hacia la Llosa del Monte (Castañaedon) donde nos damos de bruces con el track del GR de las Peregrinaciones. cruzado algunas que otra portilla.
Sin más problemas, le damos un tiento a nuestras vituallas navideñas con turrón incluido y sin pensarlo dos veces seguimos mi track, y en vez de de tomar la pista en la dirección adecuada, seguimos el track que nos lleva hasta la culminación de la pista en la Llosica, donde giramos a la derecha y tomar un sendero trialero enlazando los caminos viejos que suben a la Matosa, pero nos obligan a empujar de nuevo la trotona una vez atravesamos el río Color por un viejo puente de madera hasta concluir en el pueblo de La Matosa.
En Castañedón, de no haber ido hacia Prau Palombo, que es lo ideal y tomar el GR 105 más arriba y seguir la pista sin pérdida hacia La Matosa, aunque las marcas del GR 105 se van por donde nosotros nos fuimos, y sin embargo lo idea es retroceder si se ha bajado hasta Castañedón, (una casa de vivir y una cuadra y un cerezo talado) por la pista hasta encontrar el desvío que sube sin problemas hacia La Matosa.
Ya en el pueblo de La Matosa, no hay otra opción que bajar hacia la carretera de Sellaño-Sevares, la AS-339 y seguir por ella hasta el mismo Sevares, puesto que para subir a Priede ya es tarde y de nuevo la mala climatología se cierne sobre nosotros, aunque en nuestro camino hacia el punto de llegada observamosa la altura de una cantera, un bello camino de piedra y armaduras, que nos llaman la atención y que puede ser escenario de una nueva aventura ciclomontañera por estas tierras.
Pero eso será para otra ocasión.
· Track de la Ruta
Victor Guerra. Un viejo biker de los años 80.
