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Punto de
Salida y Llegada: Trubia
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Puntos de
Paso: San- Andrés-Santo Adrianos de Tuñon- Proaza-Linares-Perlavia-Berejual-Villarín
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Longitud
de la Ruta: 40 km.
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Horario de
la Ruta: 4, 30 horas
Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.054mts.
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Participantes:
José
Ramón Natal- Luz Fernández-Toño Cuervo-Luis Roza-Javier Riestra- Juan
Piñera-Sandra y Victor Guerra
Ya
habíamos probado a rodar por la zona con los llamados «mayorinos» de Asturcón BTT,
realizando la ruta a la inversa de como hoy la acometemos, y tanta fue su
dureza que en la cascada de Guanga nos fuimos valle abajo, en busca de sosiego
y buen yantar, aunque la ruta no por ello dejó de darnos buenos momentos que
más de alguna cámara recogió y la cual pese a la dureza del principio la
gozamos, aunque unos más que otros..
Esto
fue de jueves, y para la ruta del sábado se decidió volver a la zona para rodar
esa misma ruta pero con una notable diferencia, hacerla en sentido inverso, tomando
Trubia como lugar de comienzo yendo rumbo a al Sur, hacia Proaza y desde allí poder
ir cerrando el bucle de vuelta a Trubia.
Pero
como siempre antes es menester avituallarse, y eso hicimos tomando unos cafés y
pasteles en el único sitio abierto a las 8.30 de la mañana en Trubia, y que
tuviera algo para llenar el estómago, y
eso lo hicimos en la Confitería el Vasco, degustando
sus buenos pinchos y pasteles.
Cumplidos
los trámites del preludio biker de todos los sábados, nos ponemos en posición de
revista para empezar a rodar durante unos buenos kilómetros, y lo haremos por lo
que fue el proyecto de recuperación de la famosa vía del tren minero de los
Valles del Trubia, que luego tras años de su desmantelamiento serviría para
usos senderistas y ciclistas y quedaría bautizada y conocida como la Senda del
Oso
Proyecto
que pusimos sobre el tapete de la dinamización territorial asturiana, allá en el
año 1987. Un proyecto personal que puse encima la de mesa de las instituciones regionales asturianas, para
relanzar la zona y recuperar esta vieja plataforma que estaba abandonada y
dedicarla a usos turísticos deportivos. En este enlace cuento con detalle su
desarrollo.
Si
bien era un proyecto que empezaba en Santo Adriano de Tuñón, pues las
instituciones ovetenses, digamos que pasaban de este novedoso proyecto, ello
nos obligó durante años a rodar por la carretera general para llegar a lo que
era la cabecera de la Senda, que no era otra que Santo Adriano, más adelante
Oviedo se sumaría al proyecto, para lo cual no hizo falta nada que una serie de
adecuaciones y par de puentes, quedando la famosa Senda del Oso conectada con
la capital ovetense.
Esta
obra de recuperación de una plataforma ferroviaria es lo que nos permite hoy
realizar nuestra ruta y subir a la balconada trubieca de forma sencilla, pues
desde el mismo lugar de Trubia y teniendo como referencia la fábrica de armas
de Trubia, en cuyo seno se albergó una logia masónica allá por el último tercio del siglo
XIX, a la cual he dedicado un tiempo a investigar, aunque los archivos de la Fábrica
han estado cerrados para su consulta, y no deja de ser paradójico la poca querencia
de las instituciones fabriles por su propia historia, pues si uno ve como estan
los archivos de esa vieja fábrica, se puede caer de culo. Así es como se
entiende la defensa de nuestro patrimonio.
Partimos
pues de la puerta de la fábrica de armas de Trubia, para rodar de forma
tranquila por los primeros predios de la Senda del Oso camino de San Andrés, este
primer tramo ya en aquella década de los años 80, en que había desaparecido el
tren, quedaba la plataforma medio articulada a modo de zonas de comunicación
entre pueblos y fincas, pero en San Andrés se cortaba la continuidad.
Después
de este pueblo y una vez se sumó al proyecto Oviedo, la cosa cambió, pues no
había puente sobre la carretera ni sobre el río Trubia, por lo cual quedaban zonas
muy poco accesibles, esa llegada trajo los puentes sobre la carretera y el río
Trubia, pudiendo salvar a estrechez de Peña Escalera y las Garradas por medio
de un paseo fluvial cómodo que además se mantuvo bastante intacto y que hoy en
pocos minutos nos permite llegar a Santo Adriano de Tuñón.
Punto
que fue importante para la Senda del Oso, ya que fue la cabecera en la
articulación de la Senda del Oso, de ahí que se pusiera el centro de Recepción dónde
hoy se encuentra la sede de una empresa de Turismo Activo, quedando la Senda
sin Centro de Recepción, como tal.
Desde
este punto el valle se abre y nos deja una rodadura límpida que pasa de un lado
al otro del valle, enhebrando el río Trubia hasta desembocar en la aldea de
Villanueva, con su impresionante lavadero y su enorme puente ojival, siempre me
han llamado la atención la altura de estos puentes.
De
Villanueva a Proaza, la Senda del Oso, tuvo una interesante articulación, ya
que en este tramo no solo se pusieron los primeros negocios de bicicletas, sino
que se contó con la dinamización que supuso en primer lugar el cercado o sea
para Paca y Tola, y el gran área de Bullera, esta zona siempre ha tenido mucha
baraka.
Al
llegar a Proaza nuestra ruta por la Senda del Oso concluye con casi 15 km, y
con la misma la abandonamos para salir a la carretera AS-228 con dirección a
Teverga, aunque unos metros más allá de Proaza se toma la desviación que sube a
la derecha hacia los altozanos pueblos de Sograndio y Linares. O sea, unos 7 km
de subida ininterrumpida, que ponen a prueba nuestras capacidades de adaptación
de los firmes de tierra a rodar en subida constante 7 km de asfalto, antes habremos
dejado atrás el desvío al pueblo de Bandujo, por el cual tantas veces hemos pasado.
Una
vez en Linares, ello supone que nos hemos colocado en la sierra cumbral que da vista
tanto a la vertiente moscona como a la trubieca.
Una vez queda atrás el pueblo se deja la carretera que va hacia Castañeo del
Monte, para girar a la izquierda por un camino que busca la divisoria de aguas,
bordeando primeramente el pico Grandamiana, yendo camino del Pico Meadoriu, se
pierde el camino entre fincas. Una portilla nos cierra el paso, y la solución es ir por la pista de la
izquierda que baja para luego subir
hacia la Gargantiella para reencontrar el camino dejado.
Por
nuestra parte cruzamos siguiendo la vieja traza para ver su estado, lo que nos
obliga a saltar prados y un par de alambradas. Al otro lado de tramo semi perdido
de camino, este vuelve a retomar su traza original yendo cumbral adelante rumbo
Norte por el cumbral, cuya línea se rompe en La Corredoria con 27 km
recorridos.
Aquí
se quiebra el pequeño cumbral, por cuyo motivo la ruta se va a la derecha hacia
la Peña Castiello para de este modo poder visitar la famosa cascada de Guanga o
Buanga, que digamos que nos está muy pletórica en cuenta al caudal de agua,
pero cumple su función.
Hasta
aquí nos había traído Javier Gómez, el jueves anterior a los «mayorinos de
Asturcón BTT«pero realizando la ruta al revés, o sea viniendo de Trubia y
subiendo a la cordal al Alto del Sanatorio lo cual se hizo duro, afrontar de buenas a
primeras los fuerte repechos existentes, y cuya ruta se abandonó tomando la
bajada trialera hacia San Andrés. Dejo
constancia de esta primera visita.
Lo
mismo sucede con la segunda vez que visito estas famosas cascadas que no
conocía y que ahora en apenas unos días he visitado dos veces.
Desde
el enclave de Guanga/ Buanga se retoma el camino que va a cubierto por la
ladera boscosa hacia la aldea de Perlavia, que se encuentra en un rellano del
terreno y agrupada en un compacto poblamiento nacido bajo la mirada de la
ermita de San Antonio. Aquí se conecta de nuevo con el asfalto, AS-313 que va
Sama de Grao, pero se baja hacia la vertiente trubieca y se rueda
como un 1, 6 km., aproximadamente
hasta el lugar de Berujal, pudiendo ver Trubia al fondo del valle.
Se
deja en Berujal el eje asfaltado que va por encima del reguero Rebeco, para
tomar la carretera OV-2 que nos sube hacia a la aldea de Canales, aunque en
nuestro caso nos desviamos un poco antes, también se puede llegar a la aldea, y
luego salir desde ella, la dirección que termina tomando el camino dirección
Norte, y de nuevo subidos a la balconada trubieca, por tramos de senda estrecha
vamos camino del Pico Lovio y por la Granda, poder ganar el Alto del Sanatorio,
con tramos de grandes charcales de agua, hasta desembocar en el lugar de Las
Cruces, cuyo conjunto de dos o tres casas,
y donde se sitúan las viejas instalaciones del Sanatorio Obrero y que no vimos, aunque tampoco buscamos.
Se
cruza el Monte de las Cruces adelante encabalgado en la divisoria de aguas y de
concejos y al llegar a las casas de Las
Cruces se sale de frente por un camino que sube de nuevo al cumbral para dejar
esta como a los 36, 7 km.,
En
un momento dado la ruta se echa ladera
abajo hacia el valle trubieco, y lo hace mediante un bajada de muy alta
pendiente, ante la cual hay que tener cuidado, dado que el camino está sembrado
de palos de ocalito, los cuales nos pueden organizar una liada en el cambio
trasero, o en las ruedas, y con esa pendiente es difícil descabalgar de la trotona
Se
afronta la corta bajada de apenas 2 km., que nos pone en el entorno con las
casas de Villarín por cuyo poblamiento rodamos unos minutos enhebrando casas y
casonas como el palacio de los González-Fontayo o Menéndez, para desde ahí dejarnos caer
definitivamente en Trubia y concluir la ruta.
© Victor Guerra