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martes, 27 de mayo de 2014

BTT: competición, fiestas e impactos…(Reflexión sociológica personal)


El surgimiento de la bicicleta de montaña llegó a España en los años 80, como ya he dicho alguna vez, de dos posiciones radicalmente distintas, por un lado de la presencia de este tipo de bicis en el seno de la comunidad surfista,  y la otra comunidad que optó por la bicicleta de montaña fue el  colectivo montañero (vasco y catalán).

El sector ciclista se mantuvo durante mucho tiempo alejado de las bicis de ruedas gordas y desarrollos para “maricas”, así le fue…, y le ha ido…,  pese a esfuerzos tan notables como los del Técnico de la Federación Española de Ciclismo, y ex-ciclista del equipo KAS, Jose Luis Algarra  que intentó dar a conocer en sus primeros comienzos en los Jornadas de Cicloturismo que organizaba la RFEC ( a cuyos encuentros acudían los presidentes de las Federaciones Territoriales de Ciclismo y sus más significados técnicos o asesores) para que de este modo conocieran los responsables del ciclismo nacional el mundo de la BTT, invitándoles a rodar, como fue el caso, el Canal de Castilla, etc , y para reflexionar sobre tal hecho y buscar nuevas orientaciones y desarrollos.


Pero la RFEC siempre le ha costado entender, asimilar y gestionar, el mundo de cicloturismo sea de carretera o de montaña, y siempre termina clonando este cicloturismo en unas prácticas seudo-competitivas, tal vez es eso es lo que  no que nos diferencia del resto de Europa, como es el caso más cercano de Francia, con dos federaciones una de ciclismo y otra de cicloturismo, y el caso singular de Portugal donde tienen también muy  clara la diferenciación entre ambas modalidades ciclistas,  y por tanto las motivaciones de una u otra modalidad y su gestión.

Pero si bien, a lo mejor el tema de la conceptualización de esta dualidad todo el mundo la tiene clara, pero desde luego en su plasmación en la gestión podemos decir que la cosa cambia bastante y se han dado  todo tipo de situaciones, incongruencias , etc y se siguen dando.

Las primeras acciones de divulgación del Mountain BIke  al menos en Asturias, vinieron de la mano de clubs que estaban al margen de la acción federativa, como fue ASTURCON BTT, Pelayo BTT, u otros, el marco federativo no era algo necesario para salir al monte con la BTT, más allá de la preocupación por los temas de accidentes en el ejercicio de la actividad, lo cual esto último  siempre ha sido un hándicap y no siempre bien resuelto, lo que hace que unos estemos en la Federación de Montaña, con más servicios y atenciones, aunque no es menos cierto que la Federación Española de Montañismo, tampoco ha hecho mucho por la BTT,  más allá de su acogimiento por la ambivalencia en su práctica por los montañeros..;  digamos que hablar de ciclomontaña en las Asambleas Generales de FEDME a los asistentes les da como un poco de grima.

Y ello pese a que hay un alto componente de montañeros-ciclistas, y hasta se diseñan y homologan senderos de forma dual: senderismo y ciclismo, pero aún así con  todo, ninguno de los estamentos federativos montaña (FEDME), o ciclismo (RFEC) tienen claro que hacer frente a la modalidad no competitiva del ciclismo de montaña.

Esa falta de reflexión y de planificación tan típica en España, trajo consigo que el boom que se dió en la década de los años 90 de la bicicleta de montaña hizo que la sociedad lúdica turística viera en tal fenómeno una posibilidad de explotación, de ahí que frente a la acción autónoma de grupos ciclistas  y aficionados que organizaban sus  propias salidas, lo que hoy podemos reconocer como las “quedadas” aunque en aquellos tiempos la estructura asociativa era mucho más rígida, en tanto que cuando nos juntábamos  más de cuatro ya estábamos formando un club con sus estatutos y demás, la mayoría de las veces al margen de la Federaciones, pero estábamos registrados como clubs deportivos, yo tuve registrado: Alborá Bici-Ecologista, La Alforja;  la Escuela Asturiana de Mountain Bike, Picos de Europa BTT, etc… 

En el resto de Asturias  hubo otros grupos.-.,  de aquellas acciones quedan como decanos tanto ASTURCON BTT como PELAYO BTT, con los cuales tuve bastante que ver, el primero porque participé en su fundación como presidente y “alma mater” y en el segundo porque su fundación se dio en el seno de los cursos de BTT que se impartía como tal Escuela Asturiana de Mountain Bike en el PDM de Gijón.


En ese contexto lo que primaba entonces era el disfrute del mountain bike en unos territorios vírgenes, y el colectivo ciclomontañero iba logrando pervivir en esta nueva realidad, porque conocía los entornos naturales, al menos algunos, y probaba a a hacer realidad algunas de las típicas travesías senderistas  en realidades  ciclables  y confortables, en ese contexto se inserta por ejemplo una de las primeras realidades literarias en cuanto al ciclismo de montaña como fue  el libro de Miguel Adrados:  Cordillera Cantabrica . Ciclo-Travesías con sus propuestas de rutas con subidas suaves y largas bajadas sin mucha complicación técnica.

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En el otro extremo se me puede situar, a mi mismo, con los libros de BTT por Picos de Europa y Liébana,(Edt. Desnivel) que parten de otra óptica distinta como era la conciliacion ciclista con la óptica montañera, y en esos dos libros, bajo esa perspectiva, se abren nuevas rutas en territorios inéditos para la bici de montaña,  se aportan de este modo  nuevas formas de entender el paisaje y disfrutarlo desde la BTT,rutas y periplos nuevos donde se combina  esfuerzo, paisaje y dominio técnico, luego vendrían otros  libros y otras propuestas  y otras realidades, ya en aquellos momentos se planteban bajadas como las de la Viorna, u otros recorridos técnicos evitando aquellos que pudieran ser causa de controversia ambiental o de compartición de espacios como la Senda del Cares, el Camino de Tresviso a La Hermida, pese a estar realizándolos de forma cotidiana.

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Pero esos clubs o asociaciones no recogían la amplia  demanda de los incipientes usuarios de la BTT , de ahí que empezaran a aparecer   la organización de las primeras competiciones organizadas bajo el manto de la Federación de Ciclismo, pero paralelamente y mucho antes se estaban dando y se daban toda una gama de  actividades ciclistas repartidas  por toda la región y protagonizadas  casi siempre  por  activos  ciclomontañeros que tras la comisión de fiestas o romerías detrás plantaban a la mínima, una carrera o marcha no competitiva.

Asturias llegó en aquel tiempo a contar con toda un pléyade de actividades ciclomontañeras  tanto de carácter cicloturista como seudo-competitivas con premios y demás , y esto era así en parte porque no había GPS,  y de esta forma  aprendíamos unos de otros el recorrido de sendas y el diseño de otras nuevas, era el tiempo de la trasmisión oral y por tanto acudíamos a la llamada de otros colegas de la bici dispuestos a dar a conocer sus propios entornos para la practica de la bici de montaña.

Esa proliferación de actividades fuera del ámbito federativo, sobre manera aquellas actividades seudo-competitivas que iban abarcando cada vez más fechas del calendario,   ponía de los nervios a los estamentos federativos de ciclismo, aun permanece en la retina del recuerdo de algunos, las acciones del que fuera técnico y luego Presidente de la Federación Asturiana de Ciclismo  el Sr. Manzanillo, persiguiendo las “carreras piratas”, aunque los ciclistas con licencia y sin licencia seguían corriendo de todo, como  el gran Taboada que se sacaba todo un sobresueldo corriendo todo lo que tuviera premio, tuviera o no el amparo de la Federación.

Al final se terminó todo, las carreras de las fiestas, la concentraciones cicloturistas, y hasta las carreras federativas quedaron en una más que menguada  asistencia, y perviviendo malamente.

Frente a ello, estaban otros grandes eventos ciclistas de tipo competitivo y más de carácter macro y elitista  como lo organizado por Suarez Cuevas en El Naranco, las carreras de  Roxín en Avilés,  o las fases de selección de la Transpaín 94,  sin olvidarse de la grandes carreras de  Pajares.. etc.

Pasada la década de los años 90  el mountain bike pasó por tiempos delicados y con una esterilidad en cuanto a concentraciones  y carreras de todo tipo.  En cuanto a las primeras fueron salvando los muebles las concentraciones del tipo: Ruta Degaña-Ibias que va para 17 travesías (Club Ciclista Ronzón),  Los Marineros, con una existencia de  17 años (GRUMAR), la Ruta BTT de Gijón  20 años de ruta (PELAYO BTT) Travesía de la Cordillera Cantábrica (Asturcón BTT) con 25 Travesías, las cuales se enmarcan en la belleza del Mountain Bike, sus parajes, sus desafíos como disfrute del entorno de ahí esa permanente búsqueda de la originalidad paisajística y ambiental.

La década se puede decir que se cerró sin la solución a cerca de como erradicar las seudo –carreras disfrazadas de Cicloturistas, o como hacer que estas volvieran a su seno original, ya que cada vez era claro que había una demanda cada vez más especifica que deseaba experimentar l competición, el podiun ,los conos y hasta el premio, sin pasar por el entrenamiento, la existencia y disciplina de  los clubs.. etc.


Y AHORA QUÉ?
De hace un tiempo a esta parte el Mountain bike en sus múltiples modalidades ha experimentado un fuerte ascenso, primero fue a través de la modalidad del Descenso, aunque eran pocos los que podían disfrutar de este modalidad, y luego fue con  el reciclaje de la industria y el lanzamientos a través  de la bicicleta de doble suspensión  y  del llamado Enduro, que viene a ser  la expresión más radical de la  realización de  los trazados más técnicos, de lo que hoy se llamaría el All Mountain,  y que se afrontan con una bici más técnica y específicamente preparada (doble suspensión)  y con ciertos aditamentos complementarios a modo de seña de identidad,  y con una cierta concepción un tanto específica  sobre la concepción del desarrollo o realización  de unos peculiares trazados, y que van a variar en función de la “radicalidad o normalidad” con que la afronten los distintos grupos de practicantes.

Este nuevo auge  del mountain bike impulsado por una potente industria que necesita salir del impases de crisis  nos devuelve a una realidad bastante conocida, y es el constante  aumento de concentraciones, seudo competiciones, “competiciones” que se vuelve a dar dentro del ancho mundo del Mountain Bike, rayando la frontera de la competición pero sin supeditarse a ella  ni en lo administrativo ni en lo conceptual, es en parte u vaporoso mundo del que se entra y sale con suma facilidad, no hay cortapisas, es en parte barra libre, cada uno coge y sabe, o debe saber a donde quiere ir  y donde quiere llegar, eso si puede.

Pero a ello se une una realidad distinta a la que se daba en 1990, y es la proliferación de las nuevas tecnologías que conllevan una potente y nueva realidad que nos distancia enormemente de aquella década  prodigiosa de los años 90.

Por un lado la democratización del uso del GPS , lo cual ha traído la  universalización de los recorridos, yo puedo hacer una ruta y proponerla para que la haga cualquiera con tan solo hecho de colgarla en Wikiloc ,por ejemplo;  ya no hace falta la tradición oral o el acompañamiento para hacer las rutas, tan solo tecnología,  que es la que nos lleva al disfrute con la realización de las rutas,tal y como las entiende cada uno, en esa especial relación con el espacio natural.

¿Pudiéramos aventurar  que esa falta de tradición oral, o  la ausencia del contacto de unos con otros, incluso la función de los lideratos, y la gran homogeneidad de los grupos  sean en parte el factor por el que se den comportamientos de conducción agresiva con el medio natural y su justificación?

Es muy posible, porque el grupo ya no actúa como neutralizador, al no ser  tan variado como antes que eran grupos menos “ciclistas” y más montañeros”, o mezcla de ambos, que en parte era lo que  marcaba una determinada relación con el monte.

El ciclista en líneas generales  y como colectivo es es menos sensible , no hay nada más que ver en las grandes vueltas el arrojo de bidones por partes de los ciclistas, o los restos de marcajes en las rutas que se hacen, o el pintarrajeado de carreteras y caminos una y otra vez creando un maremágnum de marcas en nuestros caminos..lo cual otros colectivos no producen como los trail montañeros y los raid de Sky muy populosos.

Digamos que los colectivos más específicos dentro del Mountain bike se ubica la conceptualización de que  el medio está para usar y disfrutar, y el impacto o la relación intensa e integral con ese paisaje  es un tema secundario, tanto es así que cuando hay una crítica sobre esos posibles impactos o comportamientos agresivos y muy específicos, puntuales o generales, lo que se genera en vez de analizar y generar autocrítica , pues lo que se origina son comparativas sobre lo que otros colectivos impactan, incluidos los ganaderos, que es su medio de vida y entorno en el que viven desde hace cientos de años, para de este modo justificar el daño que pueda causa una bici al tener una conducción agresiva. Parte de estas cuestiones se han visto estos días en Facebook en un pots que se exponía un artículo de una periodista sobre el tema de la Sierra de Abantos y es una realidad bastante cotidiana.

Este tema de la relación del ciclismo de montaña más radical, sobre todo actividades como el Enduro llevado a los extremos más radicales, es algo que ni la gran industria está dispuesta a reajustar o a reorientar, si observamos la ingente cantidad de videos y fotos de mountainbikers que fabrican la industria de la promoción ciclista, bajando por un lado o por otro, vemos enseguida que no hay “lugares secretos o sensibles” todo es idóneo como espacio del disfrute, y es evidente que los sistemas más sensibles como los bosques pues causan más atracción , pero aún pidiéndolos usar de una forma responsable esos espacios,  el caso es omiso pues los que nos trasmiten video a video es que lo que prima es la derrapancia, las polvaredas, los virajes a gran velocidad , las alteraciones paisajísticas para lograr las instalaciones más adrenaliticas posibles, las acrobacias en el paisaje natural y ya no valen los Park Bike para ello…

Por eso frente a una potente venta de  vehículos de dos ruedas con características muy específicas como pueden ser las bicicletas de doble suspensión, estas  han traído una mayor consumo de todo un producto que lleva todos estos ingredientes de los que estoy hablando , sin que haya de por medio ni reflexión, ni gestión ni planificación al respecto. De echo nos podríamos preguntar: ¿Se produce la misma situación de impactos y agresiones al  medio natural en países de Europa como Francia, Alemania, Suiza.. etc..?

Otro día hablaremos sobre estos impactos de forma más detenida, pues no en vano para evitar estos , organizaciones como el IMBA en USA, se dedican a realizar investigaciones y a editar  manuales para poder impactar los menos posible en el medio, o como bajar velocidades  en circuitos para impactar lo mínimo  posible en el medio natural.

Este nuevo resurgimiento del Mountain bike, en la década del 2010 en adelante  ha traído consigo la presencia de un perfil distinto de consumidores del ciclismo de montaña de carácter muy urbano, muy poco relacionados con la montaña como medio de vida y medio ambiente, su relación con ella es más como un escenario de disfrute, de ahí también que los colectivos ciclomontañeros  sean más uniformes  y homogéneos en el objetivo a alcanzar con la BTT, y eso se logra mediante una funcionalidad como el Facebook u otras redes sociales, que permiten congregar familias específicas de usuarios en función de una u otra modalidad, antes logar  eso era mucho más difícil de obtener.

La presencia de las redes informáticas en el medio deportivo del ciclismo ha conllevado a que los colectivos de usuarios , no tenga que ser entes asociativos registrados y con estructuras orgánicas, sino muy al contrario son grupos muy eclécticos, que se reúnen en función de una u otra modalidad ciclomontañera sin más requisito que poner un evento en la red, no hay responsabilidades ni marcaje de entes más allá del liderato de grupo o personal.

De ahí las quedadas específicas de usuarios de una u otra modalidad son en general muy numerosas y más puntuales; en este contexto las quedadas más “generalistas” como las que pueden hacer BTT ASTURIAS u otros grupos, en ocasiones son menores y de menor asistencia, y por tanto las rutas, los trazados  y su realización cambian en función de los objetivos, bien sean estos  más generalistas o más específicos… como  ejemplo  de esto está lo que vivimos no hace mucho con relación a una ruta como el Camín Real de la Mesa y su tramo como las Navariegas, que atraía por igual a variados grupos de ciclomontañeros, pero la forma de encarar la definición de la ruta, su realización y la relación con ella es parte lo que les diferencia,  por tanto los impactos también. Puedo decir que a  lo largo de todo el trazado de la ruta citada realizada por el colectivo que iba delante de nosotros, fuera técnico o rápido, fue dejando numerosas huellas defrenadas y derrapadas del mundo mundial, desde Las Navariegas hasta la Plaza (Teverga), eso demuestra una forma de relacionarse con el mundo natural.

En todo caso vuelvo al tema de la concentraciones y seudo-competiciones, el auge de ese ciclismo ha traído consigo  el funcionamiento de diversos Open de AL Mountain y Enduro, bajo el paraguas federativo, pero ahora proliferan de nuevo las concentraciones y marchas NO COMPETITIVAS, al margen o en el propio seno de la Federación de Ciclismo, pero de nuevo funcionando como antes se diría como “carreras piratas” la diferencia estriba con relación a 1990, en que hay toda una industria detrás que clona las formas competitivas y lo viste como tal con atrayentes nombres y campañas de promoción como DESAFIOS, MARATONES, RACE BIKE de tal modo que lo presentan como retos personales al alcance todos, y de todos los bolsillos, es la universalización de la competición sin pasar o pagar el peaje de la competición.

Esto general buenos dividendos muy puntuales y una cierta fama de la zona , como sucede con El Soplao, pero como decía el alcalde de Herrerías es un arbol muy frondoso y esbelto pero que solo da hojas unos días, pero ni da más frutos ni ha dejado plantones, lo cual es una muy buena imagen gráfica de lo que dejan estas  actuaciones que debería venir precedidas luego de actuaciones más consistentes y menos puntuales.

En ese contexto, las convocatorias más generalistas pierden peso y demanda, nadie quiere ir a realizar una ruta donde no haya  cronometraje, o un chips de paso , o la estimulante ocasión de obtener un estupendo maillot con el que luego ir a todos los lugares como digno representante de un reto personal, tanto es así que esta potente industria  que se sitúa detrás de estos eventos, va aprendiendo lo que es la economía de escala, el maillot ya no se gana con la llegada a meta, o la realización de una  serie de etapas, o puntos, ahora se puede comprar antes, y con ellos otros complementos, haya algunos organizadores que se han dado cuenta de la devaluación que ello conlleva que lo que hace es tener otro maillot para aquellos que cumple el objetivo del reto de marras. 

De tal forma que uno puede meterse en uno de estos maratones o desafíos, en general salvo el Soplao, bastante “universalizados” como para que todo el mundo pueda probar el sabor del reto, de sin estar preparado pues poder hacer kilómetros hasta que el cuerpo aguante, no se necesitan requisitos médicos con exámenes específicos, basta con querer y tener el dinero para pagar la inscripción  y los gastos complementarios, y se puede dar “caña” sin que te la den los “pro” de la competición que a  veces tienen prohibida la participación en estos eventos porque no están bajo el fielato o portazgo federativo. 

En otros casos es la propia Federación de ciclismo la que hace ojos ciegos porque se paga el fielato correspondiente, y deja pasar por MARCHAS NO COMPETITIVAS auténticas competiciones encubiertas, donde no llega en todo caso a contar con la asistencia de jueces, pero existe toda la mercadotecnia clonada del ciclismo competitivo, con cronometrajes, trofeos por categorías , pódiums y premios… y en esa ambivalencia y contradicción se mueve el mundo federativo ciclista que gana sus buenos dineros con ello , inventando la licencia de un día, o evitando que se participe en dichos eventos todos aquellos que no tienen licencia deportiva ciclista, para que se saquen estas a modo de cubrición de accidentes o responsabilidades civiles, aunque cuando ese ciclo montañero tenga otra licencia que le cubra actividades ciclo- turistas no competitivas, o tenga un seguro de accidentes que a juicio de la Federación no vale para nada pese a tratarse de una MARCHA NO COMPETITIVA.



Algunos organizadores sabiendo que ello les incapacita de ir a la captación de nuevos demandantes de este tipo de restos, por las impedimentas federativas y sus obligaciones en ocasiones renuncian a esa diferenciación entre  poseedores de licencias federativas, y no poseedores, y optan por la via de obtener los seguros de RC y de accidentes, los que les exime de estar pagando cuotas como club y fielatos por las pruebas en que la Federación no pone nada al ser MARCHAS NO COMPETITIVAS, no hay obligación de jueces .. etc… y con esos costos sufragan buena parte de los seguros de accidentes de los demandantes y captan en mercados más amplios.

Pero a este estadio  seudo- competitivo no todos los organizadores llegan, pues para que sean atractivos hay que invertir  en materiales y tecnología y captar por lo menos 400 participantes, por lo tanto se quedan fuera unos cuantos organizadores e incluso una buena parte de la demanda, y en ese contexto aparecen como en los años 90 las concentraciones, las marchas, las Quedadas fuera del ámbito federativo, calificadas con este como , pruebas piratas, y que en ocasiones no tienen no tienen seguros de accidentes para aquellos ciclo montañeros que participan, y así paso el años pasado en algunas de estas concentraciones, como por ejemplo Boroñes el años pasado y en este tras la nota de la Federación de Ciclismo de Asturias, ha optado por la formula de sacra un seguro de accidentes por cada participante y que sale más barato que el fielato federativo.

Frente a ello pierden también las clásicas ciclo turistas de montaña, que no ofrecen esa clonación seudo-competitiva, y ofrecen buen ambiente, restos muy asequibles, buen paisaje  y un buen trato, pero eso no parece estar en el ADN de los nuevos demandantes de las emociones fuertes y controladas.

Como ven seguimos en la misma tesitura que en los años 90, con la diferencia de que las concentraciones son mayores, los riegos también son mayores, y los entes federativos e institucionales siguen en las misma tesituras que en los años 90, O sea que se presentan de nuevo  con los deberes sin hacer.
He dicho

Víctor Guerra
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