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viernes, 20 de marzo de 2020

Por las Veredas de San Salvador del Occidente Astur


  • ·   Punto de Salida y Llegada: La Caridad
  • ·         Puntos de Paso:  Valdepares-Porcía-Hospital-Brul-Tol-Becharro- Castropol- Figueras- Ribadeo-Tapia de Casariego-Salave
  • ·         Longitud de la Ruta: 57 km.
  • ·         Horario de la Ruta: 4 horas
  • ·          Desnivel acumulado de ascenso y descenso:  653 mts.
  • ·     Participantes:  Javier Dolado, Javier Paredes, Javier Riestra; Luis Roza y Victor Guerra

Aunque ya habíamos rodado por estas sendas y caminos peregrinos, volver de nuevo a ellos pero con el sentido de estar siguiendo las Veredas de San Salvador, eso supone un aliciente, y un motivo ideal para volver a transitar por los Caminos Peregrinos del Occidente de Asturias.


El punto de partida, como casi siempre es la villa de La Caridad, desde la cual nos iremos dirección Oeste, siguiendo las marcas jacobitas que van hacia Santiago, por tanto, se sale por la carretera general que cruza el pueblo, para irnos tras dejar atrás la oficina de turismo hacia el molino de Mingollín, cruzando la riega Salgueiros, ojo al perro de la finca colindante a la riega, puede daros un buen susto pues a veces sale de la finca.


El sendero una vez cruzada la riega y tras unas revueltas y repechos, estos nos devuelven al entronque con la carretera a la que salimos a la altura de los Morcegos, o sea que, sino queréis hacer estas maniobras de arranque con repechos y perros, pues desde el mismo pueblo se sigue por la carretera apenas 1,4 km. estaremos en Morcegos, y esa variante la haremos a la vuelta.


Ya en Morcegos se sigue un poco al Oeste para cruzar a la izquierda con cuidado la Na. 634, para rodar por carretera local hacia Valdepares, se toca unos metros la Nª de nuevo, para entrar por Molle hacia El Viso.  Aquí la ruta hace unos extraños quiebros para entrar al puente de Porcía por la vera del rio, tramo este de camino y senda en descenso hasta concluir ante el citado puente, pasando ante la Erta. de los Remedios.


El puente de Porcía  con su potente porte  nos da paso o bien a los repechos que sube directamente al pueblo de Porcía  y el Outeiro, o bien entrando al pie del puente a la derecha para acercarnos a la playa de y seguir las huellas del GR-E9  que nos lleva a la zona de bifurcación a Hospital, donde los caminos   se bifurcan, el nuestro se va al Suroeste cruzando la Nª 634 y entrando en el ramal que por Bardascon y el Campón  va camino del Kartódromo de Tapia, en cuyo entorno se cruza la Autovía del Cantábrico, para entrar seguir por caminos por el Banzado, cruzando la riega de Orjales en medio de un denso pinar, y en cuyo punto encontramos un buen puente romano que nos da idea de lo pasos camineros de esta zona.


Vamos paralelos a la carretera de Tol, que llevamos a la izda., y a la derecha A-8, que nos vemos, pues están un poco alejadas. Nuestro destino hacia el Oeste, camino de la aldea de  Brul, ya por tramos asfaltados hasta llegar  a Tol y a su moderna iglesia dedicada a San Salvador, de sus viejos orígenes apenas nos queda nada, y lo mismo ha pasado con su huella en la caminería salvadoreña, se ha perdido casi toda memoria.

Hoy San Salvador de Tol, es un lugar en ninguna parte, y  a pesar del camino directo hacia Castropol y Vegadeo, y al estar su albergue cerrado, pues ha quedado como eso como un lugar aislado y sin vida peregrina. No sé cuantos peregrinos harán el camino de Tol.

En Tol hubo en los tiempos de Ramiro II un monasterio consta desde el 926, que debió ser de corte familiar, a juzgar por su donación  en el año 1057a la iglesia de Oviedo por Doña Gontrodo Gundemariz que lo había recibido de su madre Doña Mumadona el viejo monasterio de San Salvador de Tol o de Taule junto con otros que estaba cerca de la iglesia de San Tirso.


Durante un pleito entre el Obispo ovetense y el Conde Vela Oviéquez, sale a relucir San Salvador de Tol, que tuvo por mediador a Alfonso VI, presente en Oviedo para presidir la apertura del Arca Santa. El rey nombró cuatro jueces, entre ellos un caballero tan emblemático como Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid”. La Mitra ganó el litigio.

 El recuerdo del monasterio, donde muy probablemente eran atendidos y hospedados los peregrinos, quedó en el lugar denominado El Convento y en imágenes muy antiguas que hubo en la sacristía de la parroquia, se ve a este con torre rematada por bulbo y pináculo.


Pero todo ello, no es otra cosa que recuerdos, pues nada hoy es perceptible.

En Tol el camino jacobeo se vuelve muy urbano yendo por la AS-32 hacia Serantes y conectando en Villamil con el Camino jacobeo que viene por Tapia de Casariego, pero nuestra ruta deja esta opción para irse hacia Castropol, por tanto viramos al Sur hacia Villasivil y Bouza donde se vira al Oeste yendo por Las Campas  para de este modo acercarnos al pueblo de Becharro,  teniendo que cruzar el arroyo de Fornelo con la intención  entrar a Castropol, por el sendero marítimo que se coge en El Esquilo,  el cual se desarrolla al par de las rompientes aguas cantábricas hasta llegar a Castropol, en cuyas cercanías tenemos que pasar por una sucesión de escaleras. Cuidado con ellas.


Se llega por esa vía pareja a la carretera Nª 634, a Castropol, donde en su día hubo otro hospital de peregrinos que funcionó hasta los primeros años del siglo XIX, cuya puerta lateral es conocida aún hoy como Puerta de los Franceses y que fue fundado en el siglo XVI, y cuyo solar es ocupado hoy por la iglesia parroquial.


Damos una vuelta rápida a la villa, y nos topamos con la extraña capilla de Nuestra Señora del Campo, la cual «se salvó del incendio que arrasó la villa en el año 1587.  Fue reconstruida a lo largo del s. XVIII. Capilla dedicada a Santa María y construida según su lápida fundacional en 1461. Presenta planta rectangular con nave única, en su fachada cabe destacar la puerta de medio punto con tres mascarones y una lápida fundacional, y sobre esta, un único óculo de tamaño muy reducido al igual que la pequeña espadaña que corona la edificación».


Tras la visita, salimos del pueblo hacia la carretera Nº 640 en dirección a  Barres, pero nuestra ruta se desvía en Linera, para entrar en el sendero marítimo que nos lleva a Figueras, pero pasando antes por delante de la ensenada de Linea, para de este modo poder ver los restos romanos del molino de mareas, dejando de lado el Palacio de Dolebún. Una pena.



En Figueras dejamos también de lado el puerto, para irnos ya directamente al largo puente de Los Santos que presenta un fácil acceso a la villa ribadense.


Antes los peregrinos, lo más ricos cruzaban en lanchones la ría del Eo, nosotros ahora la cruzamos a buena altura y con bonitas perspectivas marítimas y hacia la montaña. Es bonito el contraste de los pueblos como Figueras, Castropol y Ribadeo, si esto en vez de estar donde está, estuviera en Francia o Alemania, sería un triángulo para admirar y visitar andando en bici, en barco, etc.


Ya en tierras gallegas, , nos vamos a probar el pulpo, eso en Asturias parece casi que imposible, es otra de las paradojas… y lo de probar el pulpo lo hacemos en un lugar nuevo donde las bicis están genial y nosotros también, desde luego no es el Villaronta, o sea que nos fuimos a Mar de Rinlo.

Ahora toca levantar anclas y regresar y si bien para venir a Ribadeo lo hicimos por el Camino de Tol, ahora el regreso lo haremos por el camino de Tapia de Casariego, por lo cual regresamos sobre nuestros pasos por el Puente de Los Santos para tomando desde el propio Ribadeo rumbo al Este, dejando el sendero costero del E9 un poco de lado y yendo directamente hacia Villadún y la playa de Penarronda. Es curioso cómo cambian las distancias de hacerlo andando o en bici.


Desde la impresionante playa de Penarronda (monumento Natural) el camino se hace quebrado, presentando el trazado algún que otro repecho como el que nos permite ganar la aldea de Santa Gadea, para girar sobre las cercanías la casona de los Villamil, hoy convertida en Residencia de Tercera Edad, más abajo el Palacio Lindoy del siglo,  que como dice Xurde Morán, ya vió tiempos mejores. Vemos al paso el conjunto molinero y lavadero y seguimos las marcas del GR-E9 que por asfalto nos llevan a su vez siguiendo las marcas jacobeas hacia Calambre para desembocar por La Xunqueira en Tapia de Casariego.


Se cruza todo Tapia para salir por la zona de las ensenadas, pasando por delante del albergue de peregrinos, desde donde se continúa por asfalto siguiendo las marcas jacobeas hacia Folgueras, en algunos puntos el GR 9 se desmarca y se va por la costa, pero por no alarga la ruta, eso está bien para cuando los días son más largos, seguimos las marcas jacobeas en sentido inverso que se  van al Calvario de Campos, que es por donde vendría el GR tras visitar las puntas marítimas de Furada, Arenal, Pescazón.


En este punto los caminos, tanto el Tol como el de Tapia convergen, pro por unos minutos no vamos por el GR   para pasar por encima de La Barrosas y poder visitar el pedregal-playa de Porcía antes de retomar el camino traído desde La Caridad hasta aquí.


En suma, estamos ante una etapa muy llana con predominio del asfalto sino uno deja el camino jacobeo de Tapia y opta por las vueltas y revueltas del GR 9 pues vera la costa y las embravecidas aguas de la mar cantábrica. Eso como dice el dicho: A gusto del consumidor.
© Victor Guerra

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