- · Punto de
Salida y Llegada: La Caridad
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Puntos de Paso: Valdepares-Porcía-Hospital-Brul-Tol-Becharro-
Castropol- Figueras- Ribadeo-Tapia de Casariego-Salave
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Longitud
de la Ruta: 57 km.
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Horario de
la Ruta: 4 horas
- · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 653 mts.
- · Participantes:
Javier Dolado, Javier Paredes, Javier
Riestra; Luis Roza y Victor Guerra
Aunque
ya habíamos rodado por estas sendas y caminos peregrinos, volver de nuevo a ellos
pero con el sentido de estar siguiendo las Veredas de San Salvador, eso supone
un aliciente, y un motivo ideal para volver a transitar por los Caminos
Peregrinos del Occidente de Asturias.
El
punto de partida, como casi siempre es la villa de La Caridad, desde la cual
nos iremos dirección Oeste, siguiendo las marcas jacobitas que van hacia
Santiago, por tanto, se sale por la carretera general que cruza el pueblo, para
irnos tras dejar atrás la oficina de turismo hacia el molino de Mingollín,
cruzando la riega Salgueiros, ojo al perro de la finca colindante a la riega,
puede daros un buen susto pues a veces sale de la finca.
El
sendero una vez cruzada la riega y tras unas revueltas y repechos, estos nos
devuelven al entronque con la carretera a la que salimos a la altura de los
Morcegos, o sea que, sino queréis hacer estas maniobras de arranque con
repechos y perros, pues desde el mismo pueblo se sigue por la carretera apenas
1,4 km. estaremos en Morcegos, y esa variante la haremos a la vuelta.
Ya
en Morcegos se sigue un poco al Oeste para cruzar a la izquierda con cuidado la
Na. 634, para rodar por carretera local hacia Valdepares, se toca unos metros
la Nª de nuevo, para entrar por Molle hacia El Viso. Aquí la ruta hace unos extraños quiebros para
entrar al puente de Porcía por
la vera del rio, tramo este de camino y senda en descenso hasta concluir ante
el citado puente, pasando ante la Erta. de los Remedios.
El
puente de Porcía con su potente
porte nos da paso o bien a los repechos
que sube directamente al pueblo de Porcía
y el Outeiro, o bien entrando al pie del puente a la derecha para
acercarnos a la playa de y seguir las huellas del GR-E9 que nos lleva a la zona de bifurcación a
Hospital, donde los caminos se bifurcan, el nuestro se va al Suroeste cruzando la Nª 634 y entrando en el ramal que por Bardascon y el Campón va camino del Kartódromo de Tapia, en cuyo
entorno se cruza la Autovía del Cantábrico, para entrar seguir por caminos por
el Banzado, cruzando la riega de Orjales en medio de un denso pinar, y en cuyo
punto encontramos un buen puente romano que nos da idea de lo pasos camineros
de esta zona.
Vamos
paralelos a la carretera de Tol, que llevamos a la izda., y a la derecha A-8,
que nos vemos, pues están un poco alejadas. Nuestro destino hacia el Oeste,
camino de la aldea de Brul, ya por
tramos asfaltados hasta llegar a Tol y a
su moderna iglesia dedicada a San Salvador, de sus viejos orígenes apenas nos
queda nada, y lo mismo ha pasado con su huella en la caminería salvadoreña, se
ha perdido casi toda memoria.
Hoy
San Salvador de Tol, es un lugar en ninguna parte, y a pesar del camino directo hacia Castropol y
Vegadeo, y al estar su albergue cerrado, pues ha quedado como eso como un lugar
aislado y sin vida peregrina. No sé cuantos peregrinos harán el camino de Tol.
En
Tol hubo en los tiempos de Ramiro II un monasterio consta desde el 926, que
debió ser de corte familiar, a juzgar por su donación en el año 1057a la iglesia de Oviedo por Doña
Gontrodo Gundemariz que lo había recibido de su madre Doña Mumadona el viejo
monasterio de San Salvador de Tol o de Taule junto con otros que estaba cerca
de la iglesia de San Tirso.
Durante
un pleito entre el Obispo ovetense y el Conde Vela Oviéquez, sale a relucir San
Salvador de Tol, que tuvo por mediador a Alfonso VI, presente en Oviedo para
presidir la apertura del Arca Santa. El rey nombró cuatro jueces, entre ellos
un caballero tan emblemático como Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid”. La Mitra
ganó el litigio.
El recuerdo del monasterio, donde muy
probablemente eran atendidos y hospedados los peregrinos, quedó en el lugar
denominado El Convento y en imágenes muy antiguas que hubo en la sacristía de
la parroquia, se ve a este con torre rematada por bulbo y pináculo.
Pero
todo ello, no es otra cosa que recuerdos, pues nada hoy es perceptible.
En
Tol el camino jacobeo se vuelve muy urbano yendo por la AS-32 hacia Serantes y
conectando en Villamil con el Camino jacobeo que viene por Tapia de Casariego,
pero nuestra ruta deja esta opción para irse hacia Castropol, por tanto viramos
al Sur hacia Villasivil y Bouza donde se vira al Oeste yendo por Las Campas para de este modo acercarnos al pueblo de
Becharro, teniendo que cruzar el arroyo
de Fornelo con la intención entrar a
Castropol, por el sendero marítimo que se coge en El Esquilo, el cual se desarrolla al par de las rompientes
aguas cantábricas hasta llegar a Castropol, en cuyas cercanías tenemos que
pasar por una sucesión de escaleras. Cuidado con ellas.
Se
llega por esa vía pareja a la carretera Nª 634, a
Castropol, donde en su día hubo
otro hospital de peregrinos que funcionó hasta los primeros años del siglo XIX,
cuya puerta lateral es conocida aún hoy como Puerta de los Franceses y que fue
fundado en el siglo XVI, y cuyo solar es ocupado hoy por la iglesia parroquial.
Damos
una vuelta rápida a la villa, y nos topamos con la extraña capilla de Nuestra
Señora del Campo, la cual «se salvó del incendio que arrasó la villa en el año
1587. Fue reconstruida a lo largo del s.
XVIII. Capilla dedicada a Santa María y construida según su lápida fundacional
en 1461. Presenta planta rectangular con nave única, en su fachada cabe
destacar la puerta de medio punto con tres mascarones y una lápida fundacional,
y sobre esta, un único óculo de tamaño muy reducido al igual que la pequeña
espadaña que corona la edificación».
Tras
la visita, salimos del pueblo hacia la carretera Nº 640 en dirección a Barres, pero nuestra ruta se desvía en Linera, para entrar en el sendero marítimo que nos lleva a Figueras, pero pasando
antes por delante de la ensenada de Linea, para de este modo poder ver los
restos romanos del molino de mareas, dejando de lado el Palacio de Dolebún. Una
pena.
En
Figueras dejamos también de lado el puerto, para irnos ya directamente al largo
puente de Los Santos que presenta un fácil acceso a la villa ribadense.
Antes
los peregrinos, lo más ricos cruzaban en lanchones la ría del Eo, nosotros
ahora la cruzamos a buena altura y con bonitas perspectivas marítimas y hacia la
montaña. Es bonito el contraste de los pueblos como Figueras, Castropol y
Ribadeo, si esto en vez de estar donde está, estuviera en Francia o Alemania,
sería un triángulo para admirar y visitar andando en bici, en barco, etc.
Ya
en tierras gallegas, , nos vamos a probar el pulpo, eso en Asturias parece casi
que imposible, es otra de las paradojas… y lo de probar el pulpo lo hacemos en
un lugar nuevo donde las bicis están genial y nosotros también, desde luego no
es el Villaronta, o sea que nos fuimos a Mar de Rinlo.
Ahora
toca levantar anclas y regresar y si bien para venir a Ribadeo lo hicimos por
el Camino de Tol, ahora el regreso lo haremos por el camino de Tapia de
Casariego, por lo cual regresamos sobre nuestros pasos por el Puente de Los
Santos para tomando desde el propio Ribadeo rumbo al Este, dejando el sendero
costero del E9 un poco de lado y yendo directamente hacia Villadún y la playa de
Penarronda. Es curioso cómo cambian las distancias de hacerlo andando o en
bici.
Desde
la impresionante playa de Penarronda (monumento Natural) el camino se hace
quebrado, presentando el trazado algún que otro repecho como el que nos permite
ganar la aldea de Santa Gadea, para girar sobre las cercanías la casona de los
Villamil, hoy convertida en Residencia de Tercera Edad, más abajo el Palacio
Lindoy del siglo, que como dice Xurde
Morán, ya vió tiempos mejores. Vemos al paso el conjunto molinero y lavadero y
seguimos las marcas del GR-E9 que por asfalto nos llevan a su vez siguiendo las
marcas jacobeas hacia Calambre para desembocar por La Xunqueira en Tapia de
Casariego.
Se
cruza todo Tapia para salir por la zona de las ensenadas, pasando por delante
del albergue de peregrinos, desde donde se continúa por asfalto siguiendo las
marcas jacobeas hacia Folgueras, en algunos puntos el GR 9 se desmarca y se va
por la costa, pero por no alarga la ruta, eso está bien para cuando los días
son más largos, seguimos las marcas jacobeas en sentido inverso que se van al Calvario de Campos, que es por donde
vendría el GR tras visitar las puntas marítimas de Furada, Arenal, Pescazón.
En
este punto los caminos, tanto el Tol como el de Tapia convergen, pro por unos
minutos no vamos por el GR para pasar
por encima de La Barrosas y poder visitar el pedregal-playa de Porcía antes de
retomar el camino traído desde La Caridad hasta aquí.
En
suma, estamos ante una etapa muy llana con predominio del asfalto sino uno deja
el camino jacobeo de Tapia y opta por las vueltas y revueltas del GR 9 pues
vera la costa y las embravecidas aguas de la mar cantábrica. Eso como dice el
dicho: A gusto del consumidor.