viernes, 21 de noviembre de 2008

Por tierras de Salas (Cordal de las Traviesas)

Punto de partida y Llegada: Salas

Kilómetros del recorrido total: 30 km

Desnivel Ascenso acumulado: 836 mts

Desnivel de Descenso acumulado: 859 mts

Horario: 3 horas

Puntos de paso: Mallecin- Casazorrina- La Sala- Cermoñó. Borreras- Santa Eufemi- Sobrerriba-

Salas. La placidez de un concejo muy desconocido para el ciclomontañero.

Tenía desde hace tiempo la idea de sacar una serie de recorridos como para rodar una mañana, enfocados para aquellos que no dispongan de mucho tiempo, y con las premisas de que estuvieran más o menos cerca a la tan trillada zona central asturiana, y que en tiempos invernizos fueran de fácil realización dada su configuración en longitud y altitud.

Por eso que desde que conocí las aldeas vaqueiras de Buspol y el Pevidal, con esos recónditos valles entre los corredores del Nonaya y del Narcea, pronto articulé una serie de recorridos que iré exponiendo a lo largo de este año y que son ideales para cumplir esos objetivos de los que hablado.

Recorridos que se ha ido configurando, no como uno los diseñó, sino como la propia configuración geomorfológica y el viario de la zona nos ha obligado a articularlos, pero no por ello pierden su esencia y belleza.

Se parte de Salas, no sin antes haber dado cuenta de unos Carajitos del Profesor, en la clásica y conocida cafetería Paraguay, para tomar a continuación el Camino de Santiago dirección a Oviedo, y que se toma en la primera rotonda según se sale del pueblo, tras cruzar la AS- 226 por el lugar de Mallecin.

Una traza que pronto nos va a presentar la vestusta cara del vial caminero jacobita, zonas de una belleza de cuyas muestras vamos a encontrar más adelante. Cruzamos por el provisional paso que se ha habilitado en la recta de la nacional 634, en la que se ha de extremar las precauciones en el paso, para darnos de bruces con una torre del siglo XV que luego comentaremos. Se cruza el Nonaya y entramos sin más problemas en el pueblo de Casazorrina.

Tras algunas vueltas, el personal autóctono, viendo que no nos convencían para ir por la carretera, nos indicó que en la mitad del pueblo hay que girar a la derecha en dirección al rio Nonaya y cruzarlo para ponerse al pie de la boscosa ladera, a cuyo pie nace una esplendorosa pista, que bien resguardada por la vegetación toma altura por La Puntona arriba hacia Casas del Monte, y Casa Muñiz.

Subida que no presenta más problema técnico que la fortaleza, pues la subida es mantenida y en ocasiones obliga a sentarse en la punta del sillín y apretar el desarrollo, de esta guisa subimos hasta Casa Muñiz donde la jarca de perros de la casa nos enseñaban los colmillos, de manera que salimos raudos hacia el pueblo de La Sala, dejamos la carretera que va hacia El Otero, y seguimos trepando por el interior del poblamiento hacia la corota del pico Dornón, o La Rubiera , pues los mapas no se ponen de acuerdo en el nombre o en su ubicación , y en cuyos aledaños se cruzan varias líneas eléctricas.

Una vez en la cocorota seguimos por el camino hormigonado que nos lleva a una cabaña para seguir hasta desembocar en una pista en cuyo vértice se cruzan las comentadas líneas de alta tensión. En la pista se gira a la izquierda parfa ir por entre la Tierra de Baxo y la Riba, camino de La Teyera Alta, a nuestro paso contemplamos unos inmensos maizales, guarecidos en el fondo de una suave vaguada, se prosigue la pista que de rumbo Sur pasa a tomar dirección Este.

Dejamos los ramales que salen a la izquierda, para doblar un poco más adelante ante una zona de cierre de bloque-piedra, y seguimos por esa pista cambiando el rumbo al Oeste, y colocarnos en la cumbral del Alto de la Llaguna, para desde ese atalaya contemplar las tierras salenses, de Belmonte, y Narcea.

Tras ello, desandamos el camino hasta el cierre de ladrillo del prado y cogemos el ramal derecho que va buscando las tierras de Cermoño, a la vez que vamos cambiando los firmes de tierra por los de hormigón. A los pies del cerro Los Lanos, que preside la aldea de Cermoño, una joven y bella autóctona, nos dio todo tipo de explicaciones para poder proseguir nuestra ruta, que en un principio se iba hacia El Pevidal, pero la opción era que desde esa posición teniamos mucha carretera, por lo cual recordando una conversación con mi amigo hiramista Paulino Lorences, recordé lo de un viejo Camino de las Traviesas.

La joven vaquiera o xalda, pues hasta ese punto no llegamos, nos indicó el camino a seguir hacia Santa Eufemia; Se baja pues como hacia Cermoño y antes de llegar al pueblo en un recodo del camino se toma la pista de hormigón de la izquierda para subir un poco, y abandonarla cuando entra en otro pequeño valle, allí nuestra ruta deja la cómoda pista y entra por un camino en descenso para encararse rumbo Este, por una suerte de caminos que se van enhebrando de forma muy sugestiva y amena, desfilandode esta manera por la zona del Veigallau, y por debajo de los promontorios de Entrepicos, La Escrita la sierra de Las Trviesas y Peña Burreras.

De este modo entramos en la aldea de Borreras siguiendo la huella de las Ermitas, primero pasamos por la del Cristo de la Salud y después enfilamos hacia la de Santa Eufemia, por lo cual seguimos por un viejo carretil que nos deja ante Casa Aníbal, ( una madura pareja tipo “Escenas de matrimonio” que nos invita a sidra de la buena o sea de casa, y cuya botella bajamos en un pis –pas, el bueno de Poldo y el que suscribe.)

Desde Santa Eufemia, nadie sabía indicarnos de camino alguno para bajar hacia la Cornellana, solo parece que está la carretera SL- 7, antesde bajar a ella, subimos al pico Los Tayos, pero apenas si adivinamos nada más que la masa boscosa que se deja caer hacia el Nonaya.

Regresamos a Santa Eufemia, y nos vamos carretera abajo para abandonarla a la altura del promontorio de Los Carbayinos o la Lomba, donde tomamos un camino a la izquierda en franco ascenso para dar a la vertiente de Cornellana, digamos que es un atajo caminero para quitarnos el rodeo de la citada picorota. La bajada bonita y con cierto sabor de vial ganadero, que tiene a ser devorada por la vegetación , nos abrimos paso de este modo hasta el pk 11 de la carretera SL -7 y seguimos por ella hasta las primeras casas de Sobrerriba, donde los conocidos hitos del Camino de Santiago nos echan hacia el viejo vial jacobita.

La ruta cierra de este modo el bucle virando al Oeste dejando los valle del Narcea y yendo hacia a la cantarinas aguas del Nonaya, por las zonas conocidas como Las Tierras y la Tempranas, rumbo hacia Llamas y su cantera, de nuevo camino de firmes de tierra que nos deja en un tramo asfaltado que nos guíasin pérdida hasta Villazón.

El camino jacobita con las marcas y los jalones de hormigón nos indican el rumbo a seguir, que siempre busca el acompañamiento del río Nonaya, pasada la zona de Fuente Caliente, con sus fríos bancos de acero , el camino entra por un traza d sendero insertado en medio del bosque, lo cual lo hace idóneo para un buen remate de ruta, tramos de una belleza antigua, cargada de iniciáticos viajes de fruidas y hadas, ya que el bosque respira humedad y musgo a cada poro.

De esta forma entramos de nuevo en zonas más soleadas como las de Casazorrina, donde los amables paisanos, que nos dieron las indicaciones, charlotean con nosotros sobre lo malo que está el campo. Proseguimos viaje hacia Salas, buscando el cobijo de la torre del siglo XV que añora poder hacerse con ella el catedrático y experto en turismo Muñoz de Escalona, con el que charlamos unos minutos, para seguir ya sin más pausa hasta Salas, dando por finalizada esta corta pero bella ruta.

Victor Guerra

Como siempre el track de la ruta en la pagina de Asturcon BTT blog

sábado, 15 de noviembre de 2008

“DE PANES POR ALEVIA CAMINO DE LLANES”

Tipo de Ruta: Longitudinal

Punto de Salida: Panes

Punto de Llegada: LLanes

Puntos del recorrido: -

Longitud: 38,5km

Horario: 4, 30 horas

Desnivel en subida Acumulada: mts

Desnivel d bajada Acumulada: mts

Ver la costa es todo un aliciente y rodar por sus acantilados es un placer.

TRACK DE LA RUTA

La zona del Cuera siempre ha tenido un fuerte atrayente sobre los ciclomontañeros, y una vez más, el decano Club Asturcón BTT, convocó una bonita travesía entre Panes y Llanes a través del Pico el Paisano, a la que acudieron travestidos con sus flamantes uniformes de Danyma-Asturcón BTT, total unos 16 participantes.

La salida de Panes, como siempre espectacular tras cruzar el remansado Cares-Deva, con sus cristalinas agua camino de la carretera local que sube sin piedad por la PB-2, en duras rampas, que en esta ocasión el personal se tomó con calma.

Las vistas sobre Picos de Europa, una vez que cogemos altura sobre el gran plató de Panes, con los serpenteantes ríos que se matrimonian en el pueblo, El Cares por un lado, y el Deva por el otro, hacen de la zona toda una delicia fotográfica, a la cual Toñin saca partido.

Alevia, sorprende por su monumentalidad, las casonas son impresionantes, al igual que su torre, faro radiante de toda la Peñamellera Baja, al fondo pues eso, los Monts Vindius, a un lado, y al otro ya en tierras de Cantabria la Sierra de Urgabes, y sus invitadoras pistas.

Alevia tras ganar una buena porción de altura, nos presenta la dura pista de hormigón, antes era un camino que por supuesto era inciclable, y que sube entre Buyeza y Los Llabardones hacia los Praos del Medio, al pie del Pico Llueres; ahora al estar hormigonado pues apretando pedal y metiendo todo el desarrollo se va ganando metro a metro todo el desnivel que se coloca en los 600 mts., eso si ganados en menos de 6 km.

Las vistas dados los aguaceros de los días atrás, indescriptibles tanto hacia el Sur, como las que nos presenta la rasa costera. Seguimos bordeando en plano la ladera de LLueres que abandonamos hacia la derecha, por el primer desvío que se abre hacia el valle abandonando de este modo la Sierra del Cuera. La bajada tras tanta lluvia presenta una bajada descarnada, con tramos técnicos, al menos para los que vamos con Btt clásicas sin suspensión de ninguna clase.

El descenso nos lleva directamente hacia la aldea de La Pereda ubicada al pie de la carretera AS-343, se gira a la izquierda para desfilar por el eje asfaltado que cruza todo el valle de La Borbolla, yendo hacia Boquerizo, dejando atrás el pueblo y la carretera se entra por La Cotera hacia Parrade de Tresgrandas con un rampón de aquí te espero, a los 12 km. de ruta, tras lo cual se nos presenta una bajada lleva hasta el desvío hacia el Molino de Redondal, dirección que debemos tomar.

El rincón es de lo más fotogénico, y más con el sol que inunda este solitario caserío al borde las remansadas aguas de Río Pisa, se prosigue ruta subiendo por el único camino disponible dirección a Carranzo, donde la Señora suegra de Carlos, nos tiene preparado todo un pincheo, donde no falta la tortilla, empanadas y hasta postres caseros, que algún que otro glotón degustó hasta dejar unas pequeñas sobras como recuerdo. Recuperado el resuello salimos de Carranzo por la Iglesia para subir por un empinado camino de bellas traza, con “un perfecto firme que mostraba a las claras la técnica del “enrollado” que hicieron las delicias de Nespral, que se lo subió montadito, hasta concluir unos metros más arriba en la carretera LLN-4 que sube a la Sierra Plana.

La vista de la rasa costera, desde la Sierra Plana no tiene descripción posible, y lo cierto es que demoramos unos minutos contemplando la estampa antes de bajar como balas por asfalto hacia Buelna, cruzamos la carretera y nos vamos por las trazas del Sendero Costero. E-9 que va a buscar las orillas de las bravías aguas cantábricas.

A la altura de la ensenada de Buelna, doblamos a la izquierda siguiendo la escasa señalización que queda aún en pie del GR. E- 9 que busca las tierras de Llanes, contemplamos pues el vandalismo y la poca sensibilidad del ayuntamiento llanisco y del propio Gobierno Regional por no cumplir sus compromisos de mantenimiento con las infraestructuras ciclistas y senderistas en materia se señalización y mantenimiento.

El camino por estos lares apenas si presenta problemas, pues se trata de seguir la margen costera hasta desembocar en Pendueles, donde vemos vegetar los sueños de recuperar el viejo palacio y sus increíbles miradores. Parece ser que el proyecto se vino abajo, y pese a que los cartelones nos muestran una bella restauración, la realidad es cruda y ha parece que el proyecto ha dado en quiebra.

Salimos de Pendueles por el camino denominado El Común , que nos aleja por unos momentos de la cornisa en nuestro rumbo hacia Vidiago, dándonos de bruces con su cementerio, las prisas ya son tantas que el personal pese a mis requerimientos no se detiene para contemplar las tumbas y el propio recinto funerario, seguimos dando pedal a base de plato mediano y pequeños desarrollos, a la vez que nos cruzamos con algún que otro turista camino de las recónditas calas de la zona a la altura del camping de Vidiago situado en un promontorio.

Uno metros más allá abandonamos el carretil para virar sobre el recuperado sendero GR siguiendo el franco camino costero, tan solo se nos logra un descanso al pie de los Bufones de Arenillas (Vidiago) cuyas fauces dragoneras parecen estar en calma; El camino va virando hacia el Sur, abandonando por unos instantes el rumbo Oeste, para poder pasar el río Purón por una nueva pasarela de madera, enfilando de forma cómoda hacia la aldea de Andrín, en cuyos caseríos recalo y vivió Nicolás Müller, y cuya localidad parece vivir de espaldas a tan singular fotógrafo, si fuera en otro país, este pueblo ya hubiera contado o con un mueso o con una exposición permanente de fotografías del fotógrafo.

Igual existe pero nadie, ni nada nos indica estas potentes recursos de una zona tan singular como la de Llanes, y vamos de espalda a La Asturias Mágica que aquí tiene bellos jalonamientos. Lo que si ganamos en Andrín son unos culinos de sidra, que ahora nos brinda el padre de José Carlos, antes de subir al Monte la Tuerba y girar por encima de la Sierra Plana de Cué, por cuyo lateral se sigue por lo que en su día fue un campo de aviación, y hoy se enseñorea un venteado campo de Golf. Se prosigue camino de la Ermita del Cristo, sin explicarnos cuales han sido los motivos de no haber seguido el trazado de la ruta las cotas descendentes de la ladera de la Sierra de Cue, y tener meternos entre pecho y espalda a los usuarios unos repechos de aquí te espero. Cosas de ingenieros, supongo.

Las vistas sobre la villa llanisca y el propio Cué, sin palabras, el pelotón va metido en sus interiorizaciones, pues el día no puede ser mejor para admirar la belleza de los parajes por los que rodamos camino de la capilla del Cristo, sobre la cual doblamos a la derecha para buscar las zonas más cómodas y poder entrar en LLanes por su zona marítima por Toró, dando por concluida la excursión tras atravesar una parte de la villa llanisca y recalar en la Playa del Sablón. Dando fin a una ruta ideal para empezar una temporada, ya que nos es difícil y nos premiará siempre con bellas estampas de los paisajes del Oriente de Asturias.

Como siempre, el track de la Ruta en la pagina de Asturcon BTT blog

Victor Guerra



domingo, 2 de noviembre de 2008

Con los Neños por Noreña


Punto de partida y llegada: Noreña;   Kilómetros del recorrido total:  32 km

Desnivel Ascenso acumulado: 701  mts ; Desnivel de Descenso acumulado: 715 mts

Horario: 4 horas ; Puntos de paso: El Cristo- La Barreda-Bobes- La Fresneda

 

Los críos y la bicicleta de  montaña es una simbiosis de juego y placer.

Es costumbre en el Club Asturcón BTT, hacer varias veces al año una serie de recorridos ideales para lo más aficionados más pequeños, esos que se quedan en casa  con la mamá mientras a uno le ven irse los fines de semana con su trotona y equipación ciclomontañera camino de las rutas de btt.

Para ellos también hay en el Club pensados varios días al año, aunque  no siempre es fácil articular recorridos a su necesidades y peculiaridades físico-deportivas. Por ese motivo la cita anual de Noreña, es ideal  para que  nos juntemos un buen montón de veteranos ciclistas y jóvenes promesas, para pasar media mañana rodando por unos entornos que son ideales para entrenar, o coger fondo, o  simplemente para salir a pasear con los chiquillos.

A la convocatoria del que puede considerarse  como  “alma mater” de esta ruta: Jorge Alperi, acudió una parte de la Escuela de Ciclismo de Viella, y algunos hijos de ciclistas de Asturcón BTT, y vecinos de la zona hasta conjuntar un nutrido grupo de  casi unos  40 ciclistas.

Describir la ruta que hicimos por los alrededores de Noreña, no es cuestión nada fácil, por la sucesión de caminos, cruces,  carreteritas, que hacen que sea muy difícil seguir una descripción más o menos lógica,  de ahí que haya que bajarse, para los que tenga GPS,  el track, en la página  blog de Asturcón BTT, los demás lo pueden intentar con la descripicoón. Si no  lo logran  no se preocupen,  pues seguro que les saldrá un itinerario estupendo, porque la oferta vial de la zona es variada y cuantiosa.

Salimos pues de Noreña, brujuleando por su calles en dirección Norte hacia La Mata y siempre por asfalto,  a la altura de la calle del Sol, tomamos agua, y nos vamos por la izquierda rumbo a la Casa de Anes, para a los 2 km de empezar virar de nuevo a la izquierda por firmes de tierra. La tropa menuda corre que se las pela, y adelantan sin complejos y sin miramiento alguno al personal más bisoño.

En el pk. 2,6 entroncamos con una  carretera en la zona de Fuentespino y giramos a la derecha para volver a doblar en el mismo sentido,  y meternos por un camino que va hacia Las Clarisas atravesando   la riega del Campón, virando a la vez rumbo Sur para cruzar la carretera que va al Campamento Cabo Noval, giro de nuevo a la izquierda para irnos unos metros más adelante torciendo  a la derecha en dirección al pueblo de la Cuesta, tocando de este modo un poco  asfalto en Pumares.

Pasamos por delante de la Casona de La Torre, para bordear la finca del Palacio de Argüelles hacia la Barreda, concluyendo en El Cristo.

El personal se va desperdigando por entre tanto cruce y desvío, aunque los reagrupamientos son casi continuos, ya que además los más pequeños van sufriendo todas estas pequeñas chinchetas  que constituyen los innumerables y cortos repechos que presenta la ruta, que va serpenteando por entre caseríos, pequeños núcleos rurales y fincas de labor.

Salimos del Cristo bordeando el pico Cotoban hacia San Miguel de la Barreda para subir hacia Castañedo y  tocar por unos instantes la AS- 17 en Bobes, para desviarnos posteriormente  por el carretil  a la derecha, y  a cuyo costado están las instalaciones deportivas José Fernández. Un poco más allá se deja la carretera por la izquierda  siguiendo las indicaciones de la Cuadra de Jamín

Cuando  tenemos a mano, la famosa cuadra,  se  vira casi en redondo para pasar por La Belga, entrando de esta manera por detrás de la urbanización de La Fresneda,  con unos 14 km de ruta. Lugar y momento ideal  para hacernos las fotos de rigor, pasando  la tropa a disfrutar metiendo las trotonas en los charcos de la zona.

Tras el pequeño descanso,  salimos por la zona Norte, virando hacia la derecha como si de nuevos fuéramos hacia el núcleo de Silvota, o sea rumbo Sur, para girar r a sus puertas hacia el Norte, siguiendo la cordal del Canto La Arena y el Canto Negro, y como  lindes  los arroyos de la Canal  y la Reguera, ciclando hacia el núcleo de Santa Eulalia,  hasta llegar a La Barganiza, se bordea  el Campo de Golf de la zona por la izquierda.La verdad es que el espectáculo es bonito, poder ver las dos vertientes,  la ovetense y la gijonesa en la zona del Monte Vió, es ver cómo se configuran los espacios rurales asturianos, de un modo singular.

En esta zona parte de la tropa se retira por los carretiles más directos hasta Noreña, pues la hora de comer se acerca y las madres empiezan a hacer sonar los móviles, preguntando por sus vástagos. El resto ya más entrados en años, y acompañados de los hijos de Jorge Alperi y alguno más que todavía resiste,  nos vamos hacia Los Nozalinos, dando vuelta al pico Cucureza, con claro rumbo Sur, buscando las aldeas de Pañeda Vieja,  y Pañeda Nueva.

Eso sí dando algún que otro quiebro para buscar alguna bajada bonita y algo técnica, donde disfruta la chavalería, que tiene un notable dominio de las trotonas y los firmes traicioneros de caminos y caleyas. Pasamos pro la Fuente de Colores, un charcal donde superviven pececillos de colores, en una especie de medio charco al que parecen adaptados los peces.


La ruta va tocando a su fin, pues ya las unidades ciclomontañeras que nos quedan son pocas, y empieza a notarse en las piernas los kilómetros y los desniveles, pues a lo tonto y  a lo bobo, vamos camino de los treinta y tantos kilómetros y los desniveles sobrepasan los quinientos metros de desnivel acumulado.

A estas alturas  otras variantes  se  quedan para mejores tiempos,  y enfilamos por asfalto hacia la Casa de Anes, buscando de nuevo el recorrido por el que hemos salido de Noreña, entrando precisamente por  ese mismo lugar  hacia las buenas tierras de los embutidos,  rodando por la calles del pueblo de Noreña,  dirección al Campo de Futbol, donde hemos dejado todos nuestros pertrechos, y hemos colocado el final de la ruta.

Repetir una vez más,  que la zona es ideal para perderse tanto en bicicleta como para pasear, pues durante el desarrollo de la ruta vimos  bastantes personas disfrutando de esta variada y amplia red vial en la zona central de Asturias

Esta es la ruta completa que se envió a LNE, y por temas de recorte ha quedado muy reducida.

domingo, 26 de octubre de 2008

De Figueras a La Playa de las Catedrales

La rasa costera astur-galaica ofrece una compleja red vial
para el disfrute del ciclista de montaña al borde del mar

Publicado en el Diario La Nueva España 24/10/08

Poldo Figueras , en el entorno de la playa de Las Catedrales.

Victor GUERRA

TRACK DE LA RUTA

Desde que nos fuimos hace tiempo a la Subida del Mondigo, los compañeros ribadenses siempre hablaron de una interesante ruta que se adentraba por la cornisa cantábrica camino del occidente galaico, teniendo como referencia dos cuestiones tan básicas como complementarias. Por un lado el paisaje rematado con una espléndida playa Las Catedrales, y por otro el arroz con bugre como referencia gastronómica.

Como buenos astures y no deseando entrar en «kilometradas», partimos del pintoresco pueblo de Figueras, que entre las viejas carreteras y las nuevas circunvalaciones, ha quedado medio perdido en el borde la ría del Eo.

Se sale del pueblo en dirección Norte hacia la carretera N-634 para tomar a la altura de la oficina de turismo, al pie del puente de Los Santos, este y de cruzar sin problemas la desembocadura del río Eo, y sin rodeos interminables.

La subida nos aporta las primeras vistas singulares sobre Castropol y las altas tierras de los Oscos, guarecidas tras las primeras cordales, viramos sobre la carretera para cruzar con cierta prudencia el citado puente, mientras contemplamos la obra de ingeniería que ha supuesto cruzar esta peculiar ría en diversas épocas, pues los restos de las obras son visibles a ambas orillas de la ría.

Nada más cruzar el puente se gira a la derecha bajando a la calle-carretera que va hacia el faro de Ribadeo, la cual se abre paso por encima de una sucesión de playas-acantilados.

Visto el faro de Ribadeo en la Isla Pancha, la configuración vial de la costa nos obliga a ir hacia el interior, en concreto hacia el pueblo de Vilaselan, aunque antes de entrar en él ya veremos una rectilínea pista que enfila por los Castros y Loureiro hacia el Penedo do Corvo al pie de la Ensenada de Arnela que es la forma de rodar más pegado a la cornisa marítima.

Desde este punto hasta la Ensenada da Vella, es un continuo rodar por los senderos más próximos a la costa, pasando por pequeños acantilados de rodal que hacen entretenida la marcha, pues la dificultad, digamos que es cero, pues apenas si existen repechones fuertes o tramos con alguna exigencia técnica. La ruta es un puro dejarse llevar sin mucho esfuerzo y disfrutando del entorno.

Tal vez el mayor problema de la ruta sea el mal tiempo, o cuando tira el nordeste, lo que hace que la ruta se pueda convertir en toda una penitencia de luchar contra el viento, y cuya técnica para superar tal trance es ir metiendo los pequeños desarrollos que no exigen mucha potencia y hacen fácil romper la fricción del ventoral, a la vez que vamos ganando metros.

A la altura de la Ensenada de la Vella, el vial nos obliga virar hacia el Sur, para rodar por la llanada de la Veiga del Río, entrando en cuanto podemos hacia los acantilados como los Baixos de Fornelos, pero estos nos devuelven de nuevo a nuestro camino original pues no hay manera de rodar, o sea que volvemos a los trazados casi hechos a tiralíneas de As Pudias al margen mismo del aeródromo de Ribadeo que bordeamos por su cara Norte, entrando en esta ocasión más cerca de la costa y dejando los firmes más del interior para el regreso.

Ahora el rodar se hace rápido pues aunque no pega el nordeste una ligera brisa nos ayuda en nuestra progresión hacia el Oeste, buscando la aldea ballenera de San Pedro de Rinlo, a la cual llegamos en un santiamén, y un tanto sorprendidos de haber hecho ya unos cuantos kilómetros.

Tras una pequeña parada ponemos rumbo a la playa de las Catedrales, que no sabemos a qué altura queda, pues las señalizaciones por este lado de la costa no existen, aún en Galicia no se han enterado de que pro la cornisa cantábrica viene el GR - E9, para senderistas y ciclistas.

Sin prisa bordeamos de nuevo hacia la costa hacia la punta Corveira, donde nos refugiamos en las instalaciones de una vieja cetárea, mientras la nube descarga con fuerza su aguacero y deja limpio el resto del día para rodar a gusto. Como no hay mal que cien años dure, tras escampar salimos por donde nos manda la red vial que nos lleva hacia la aldea de Mierengos, rumbo Sur. Ya en su interior de nuevo doblamos hacia el Oeste, para de nuevo doblar hacia el Norte para buscar el lugar de Os Xuncos, aunque antes pasaremos por la ensenada de la Gegoñas, cuyo topónimo me hace preguntarme si por aquí alguna vez anidaron cigüeñas

A partir de la playa de los Xuncos ya estamos ante un recorrido más urbanizado, dentro de la singularidad gallega del urbanismo, chalés desperdigados que parecen hechos a semejanza del cacique Oubiña, pero ya vemos que estamos cerca ya de la famosa playa de las Catedrales, pues a partir del pueblo de Esteriro que tocamos por un lateral, ya es continuo ir y venir de coches y de autobuses aprovechando la bonanza de estos días ya concluido el verano.

Ahora sí que vemos algunas señalizaciones de la dirección y distancia a la que está la citada playa, tan famosa y tan visitada, y a cuyo pie pues va naciendo la incipiente industria gastronómica. Lo cierto es que la playa, en parte nos defraudó, pues esperábamos algo más impresionante aunque en esta parte de la costa gallega los acantilados no son muy grandes y, tal vez la presencia de tantísima gente nos dejó algo fríos.

Después de haber contemplado los juegos geológicos de las aguas cantábricas que modelan playas y acantilados retornamos al punto de salida Figueras; hasta Meirengos casi por el mismo camino que traíamos y desde este pueblo a Rinlo con pequeñas variantes aunque se puede ir más interior, eso sí se pisa más asfalto por lo cual optamos por no alejarnos en demasía de la costa, pues las posibilidades de retorno pueden ser variadas, aunque solo dependerá de la intuición la querencia y el deseo de querer complicar el trayecto.

Es una propuesta muy abierta y fácil de realizar, aunque al final cuando uno llega de nuevo a Figueras, no por ello le dejan de pesar los cuarenta kilómetros de la ruta.

Punto de partida y llegada: Figueras

Kilómetros totales: 41 km

Desnivel de ascenso acumulado: 747 m.

Desnivel de descenso acumulado:

765 m.

Tiempo estimado para la ruta: 5 horas

Puntos de paso: Ribadeo-Penedo do Corvo- As Pudias- Rinlo- Esteiro-Meirengos


jueves, 23 de octubre de 2008

La DGT Y la BICICLETA

La DGT continua presionando a los ciclistas para que seamos los que apliquemos medidas de seguridad pasivas, contrarias al uso habitual de la bicicleta, para protegernos de unos conductores que simplemente deberían respetarnos como a cualquier otro vehículo.

La DGT carga sobre las víctimas la responsabilidad de los accidentes. Creemos que los mensajes que se están enviando al público en general, muy basados en la responsabilidad del ciclista ante los accidentes, no los evita y acaba generando un sentimiento de disculpa a los conductores de vehículos a motor, infractores de situaciones hacia los ciclistas consideradas graves en la normativa española.

Estos motivos son suficientes para exigir:

  • La retirada urgente de esta “cuña” de todos los medios y también de la pagina web de la DGT.
  • La convocatoria urgente de una reunión del Grupo de trabajo GT44 “De seguridad en la circulación de bicicletas” del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial en la Circulacióm (CSTSVC)

La DGT debe de trabajar en la educación de todos los conductores, especialmente de los de vehículos a motor que son los que generan un mayor peligro y hacer un esfuerzo para que se cumplan a rajatabla las normas que estos conductores deben de seguir para garantizar la seguridad de los conductores de bicicletas.

Un ciclista alcanzado por un vehículo a motor es la mayor causa de muertos y heridos de nuestro colectivo en nuestras carreteras y calles. Se trata este tema como una causa menor y no se acentúa en la obligación de respetarnos, se trata de "cauto" al conductor que nos respeta, en ningún momento se explica que es obligatorio hacerlo.

El casco obligatorio no es la solución

En Europa y sobre todo en los países donde se usa de forma mayoritaria la bicicleta, elementos como el casco o las prendas reflectantes sobre el cuerpo del ciclista no son un elemento obligatorio. En estos países los conductores de vehículos a motor saben que son responsables de la seguridad de los ciclistas y peatones y así lo regulan en sus leyes, que se aplican con dureza. La culpabilidad en caso de accidente se resuelve en los juzgados, pero la responsabilidad de garantizar la seguridad en la calzada recae sobre el conductor del vehículo a motor.

En estos países con un mayor uso de la bicicleta, los accidentes se reducen gracias a medidas aplicadas a los conductores de vehículos a motor y sin obligaciones inadecuadas para el uso habitual de la bicicleta, sólo las lógicas derivadas de nuestra responsabilidad en el cumplimiento de la normativa y de una conducción segura. Pedimos que se adapten las leyes españolas a las europeas. ¿Acaso no se lleva esta política en nuestro país porque las leyes de estos países desplazan definitivamente de su reinado a los vehículos a motor, que no por mas potentes y resistentes tienen más derecho a circular?

Desgraciadamente está demostrado que estos elementos obligatorios en nuestra legislación no son garantía ni de evitar accidentes ni repercuten en las lesiones del ciclista de forma significativa. El casco para ciclistas no es el casco para motoristas, circulamos sobre dos ruedas, pero hay diferencias sustanciales entre estos dos vehículos. Somos el único país de Europa con dicha obligatoriedad, todo ello bajo la errónea idea de que los ciclistas que circulan por el territorio nacional son todos deportistas, cuando esto no es siempre así. La perspectiva del ciclista en competición o deportivo es diferente a la que habitualmente tiene un usuario de la bicicleta. Circular no requiere las mismas prestaciones de seguridad que competir, es cierto que los ciclistas profesionales pasan muchas horas al día entrenando y circulando por las carreteras del país, pero paradójicamente ellos están exentos del uso del casco según la normativa actual de nuestro país. Muchas más personas utilizan la bicicleta a diario sin ánimo deportivo simplemente circulando a velocidad lenta, situación en la que el riesgo de sufrir un golpe en el que el casco podría tener alguna eficiencia disminuye.

Reflexiones para los conductores de vehículos motorizados

  • Conductor de vehículo a motor: circular detrás de una bicicleta no es símbolo de inferioridad, es símbolo de respeto y educación.
  • ¿Perder unos segundos, o perder 4 puntos por adelantar inadecuadamente a un ciclista?
  • Conductor de vehículo a motor: el tiempo y los puntos se pueden recuperar, la vida no.
  • En un adelantamiento incorrecto a un ciclista con demasiada facilidad, y hasta sin tocarlo, puedes quitarle la vida. 

viernes, 17 de octubre de 2008

De Luarca a San Antón de Concilleiro

Track de la Ruta 


Punto de partida y Llegada: Luarca

Kilómetros del recorrido total:  25 km

Desnivel Ascenso acumulado: 717 mts

Desnivel de Descenso acumulado: 724 mts

Horario: 3 horas

Puntos de paso: Almuña-Aldín. San Anton Concilleiro-Fontoria

 Las sierras prelitorales asturianas nos deparan bellas estampas de nuestros paisajes costeros.

 Comienza la temporada fuerte de la bicicleta de montaña,  que durante el verano a veces queda un tanto relegada  entre tanto compromiso y  oferta de actividades; aunque el gusanillo de volver con la sección de BTT de Campeones con nuevas propuestas alejadas de las  clásicas rutas de las que tanto hemos leído y  rodado, era todo un hándicap para ir preparando los nuevos proyectos. Y aquí estamos un año más.

 Como la temporada acaba de comenzar, pues nada mejor que hacerlo  de forma relejada, probando y comprobando nuestra preparación física y “soltando piernas” que se dice. Para lo cual  lo ideal es  una ruta no muy larga, y de perfil  moderado que nos ayude en esa tarea de ir poniéndonos a tono a la vez que disfrutamos de estos días pre-otoñales que son una maravilla para iniciarse en la bicicleta de montaña.

 Por tanto,  la propuesta que hoy traigo hasta estas páginas, es muy sencilla en todos los sentidos. Es una ruta  muy apta para aquellos que se inician en el tema del Mountain Bike y que quieren disfrutar de preciosas vistas, tanto marítimas como montañeras; por otro lado  apenas sin tiene complejidades técnicas, y menos aún  logísticas ya que   fijamos como  punto de partida y llegada  la encajonada pero bella Villa de Luarca.

 Partimos del pequeño parquing que hay   detrás del Ayuntamiento, al pie de la Oficina de Turismo,  tras aprovisionarnos de la información turística necesaria para disfrutar de estos entornos. Damos las primeras pedaladas cruzando el río, y de forma tranquila nos adentramos en el casco urbano histórico respetando a los peatones para tomar en la calle Párroco Camino  la  plaza Carmen y Severo Ochoa y proseguir por la retorcida Calle del Lobo continuando por  calle de La Villa,  que cuesta arriba nos lleva directamente hasta una zona de escaleras, las cuales  ganamos  con la trotona de la mano, en un tris tras  ya estamos en la parte alta de Luarca.

Al pie de dichas escaleras nace un carretil que va en dirección al Cuartel de la Guardia Civil, antes hay  un mirador que nos ofrece  excelentes vistas sobre  la recoleta villa valdesana. Es para  estar, horas y horas,  disfrutando de su contemplación por la belleza y singularidad del paisaje. Si enfilamos nuestra vista hacia el Sur veremos también buena parte de nuestro recorrido, aunque San Antón se guarda de nuestra vista.

Desde el mirador nos vamos,  o bien por el paseo, o por la carretera, en todo caso hay que pasar por delante del cuartel de la Benemérita,  camino del barrio de Monserrat, pasamos por delante de la capilla que da nombre al barrio, y enfilamos hacia el núcleo de Almuña, cruzando la Nª  632, siguiendo hacia  Aldín, por la AS-220 hasta las Escuelas de Almuña que hoy dan cobijo al Albergue de Peregrinos, y cuyo edificio distinguiremos por su característico  color azulón.

Al pie de lo que fuera en su día la institución escolar del pueblo,  giramos dejando la carretera  para seguir por el  carril asfaltado  que seguiremos en toda su  longitud hasta La Casa de Aldea Casa Manoli, a cuyo pie  comienzan los firmes de tierra.

La subida es tranquila, aunque los desmadejados firmes terrosos nos dificultan la tracción, pero con un  poco de pericia, se van ganando metros a la ladera que nos lleva rumbo Este durante sus buenos metros, a la vez que ganamos altura tanto sobre los pueblos de Almuña, y Barcia, de esta última parroquia son las  tierras y propiedades que ahora pisamos con nuestras trotonas

A través de un desvencijado PR.AS-3  que nos ayuda bien poco a seguir la huella dado lo escaso de la señalítica, seguimos  siempre por la ladera arriba y por  la pista principal que en un momento dado pone rumbo Sur,  para desembocar en la explanada en la que se asienta la ermita dedicada a San Antón.

Aunque el PR.AS-3 se va por la izquierda en ascenso, la opción más adecuada y más fácil es seguir de frente, rumbo Sur, pasando sobre la cabaña y los prados de Concilleiro, tomando el Camino de Urdial que va a media ladera,  por encima  de la carretera AS-220, hacia el Alto de las Llanadas, dejando a la izquierda las picorotas de Cueto Tiñoso y Pico Llano, y teniendo enfrente como referencia eso sí al otro lado del valle  el Pico Nalgón, al cual se puede llegar en modo de variante de la ruta.

La ruta prosigue hacia el llamado Campo de Ambasvías, que reconoceremos por una antena que hay a un  lado del camino,  se puede virar frente por frente a la antena  para subir por la cumbre del Pico Pomar; aunque una opción algo más fácil es  continuar ir la bajada  hacia la carretera que va Argomosu, y antes de llegar a ella, se  gira en la primera una pista a la izquierda, la cual  va en plano y  a media ladera, dando vista  a Argomosu, y con  rumbo Este. Digamos que es una opción más cómoda.

Si tomamos la variante fácil, tendremos que tener cuidado cuando la pista se eche abajo, pues hay que virar a la izquierda y subir hasta el collado que forman  el Picu Pomar y el Picu Ciervu, donde llega la otra posible opción de rodar por la cumbral del Pico Pomar.

El paisaje está muy limpio de vegetación y arbolado, lo que  nos permite tener una vista de la quebrada tierra astur de interior. Un buen conocedor estaría horas y horas comentando las cordales y picos que se suceden unos a otros, encadenados y jitados por esos feos aparatos eólicos que tanto marcan en estos momentos el horizonte astur.

En la collada citada,  perdemos el valle de Argomosu, para dar vista a las tierras de Barcia y la cornisa marítima;  al punto  nos veremos en una desviación marcada por una portilla,  la cruzamos y tomamos la primera pista a la izquierda  que nos llevará hasta un marcado recodo al pie de la riega La Matina (El Forcón), doblamos el esquinal del monte al pie del pinar, y de nuevo rumbo Oeste,  seguimos por la pista más altozana sin pérdida hasta la Capilla de San Antón, durante el recorrido tendremos  impresionantes vistas sobre el Cabo Busto y la zona de Barcia.

De nuevo en San Antón de Concilleiro, ahora cruzamos la collada, dejando a la derecha el ramal por el cual vinimos de Almuña, y nos vamos directos hacia el corto rampón que sube a lo alto del cumbral subiendo de este modo al Picaratin y al Pico La Cabra. Ahora sí que la vista es de impresión, si el día acompaña.

De impresión para los que no estén muy duchos también  es la bajada por el cortafuego que nos deriva por la derecha hacia un bonito camino perlado de vegetación autóctona y pinos que nos alivia del susto anterior.

La bajada ahora  no tiene  complicación  alguna, el descenso se hace muy tranquilo y disfrutón, si pérdida posible pues ahora si que una  sucesión de  postes del PR.AS 3 nos ayudarán  a seguir la huella del recorrido.

El camino zizaguea para buscar la aldea de Fontoria  y la carretera AS- 220, una vez en ella nos llevará  hasta  Aldín hasta desembocar de nuevo ante la Escuela –Albergue de Almuña.

Ahora solo queda desandar el camino de Almuña a Luarca, que hemos traído, para concluir una sencilla ruta que a modo de entremés nos puede servir para ir tomando la forma necesaria  y afrontar el resto de propuestas que les iré aportando, las cuales irán recorriendo buena parte de la geografía asturiana

 Victor Guerra


domingo, 12 de octubre de 2008

Reflexion antes y despues de una temporada


REFLEXIONES AL CONCLUIR LA TEMPORADA DE  "CAMPEONES" de La Nueva España, 

Está era una reflexión que no al final no se publicó y que hoy quiero dar a conoicer 

La bicicleta de montaña nos permite conocer el paisaje, el paisanaje, a la vez que nos sentimos parte de esta tierra que es Asturias

Con estas reflexiones  se concluye otra etapa, la sexta que nos mantenemos entregando cada semana una nueva propuesta ciclomontañera.

Cuando comenzamos allá por finales  del 2002 nadie daba un duro porque esta sección de BTT dentro del Suplemento Campeones tuviera una duración de más de dos años,  hasta el que suscribe tenía sus dudas acerca de que una región tan compleja  como la nuestra  pudiera aportar tal catálogo de  itinerarios para la práctica de la bicicleta de montaña.

Una labor ingente llevar a cabo tal cantidad de recorridos, con todo tipo de colaboradores,  amigos, y clubs que me han ido aportando sus  rutas;  clubs entre los que cabe a Asturcón BTT, BTT Pelayo, Grupo Poco a Poco, Grumar, Ronzón etc.

Ello sin olvidar a los ciclomonateños, las principales figuras de un hacer y saber disfrutar de la naturaleza a lomos de una bicicleta, que adaptándose a las exigencias del guión de cada momento,- pues siempre he querido que las rutas tuviesen muy diverso cariz, dificultad y exigencia-,  se han plegado a ello compañeros como Carlos Coehlo; Chus Toyos, Morcín Ricardo Mojardín, Polchi Figueras, Raquel, o los compañeros ocasionales como Nespral, Paco Jiménez, Javier Gómez,  Jorge Alperi, o  Chaves, y como no, el propio  y sempiterno presidente de Asturcon BTT,  a los que hay que unir  tantos otros, nombres y periplos,  que he ido relatando a la vez que describía las rutas ciclomontañeras y a  los cuales desde aquí deseo brindarles un saludo,  y buen disfrute del verano a lomos de las trotonas.

Lo cierto es que cuando se recorre esta región,  concejo a concejo, con la idea de proponer rutas  para este suplemento de Campeones, es cuando uno  se da cuenta de que nuestra tierra encierra, tanto para el senderista como para el ciclomontañero, pues ambos comparten escenarios,  una intensa variedad de posibles caminos y rutas que se  van vislumbrando a lo largo de esas intensas ciclopedaladas por valles y sierras,    donde las nuevas pistas o las viejas cicatrices de la red vial que soportó y aportó esta tierra asturiana, son todo un acicate para plantear nuevas aventuras con la intención de ir absorbiendo poco a poco esa intrahistoria de la cual no nos hablan los libros, pero que sentimos bajo nuestras ruedas gordas y  el esfuerzo por superar esos retos que nos hemos propuesto

La bicicleta de montaña debe  tener un futuro lejos de los escenarios deportivos, y ese paisaje en que se ha desenvolver ha de ser por fuerza el mundo rural, en este caso el asturiano, lleno de complejos recorridos,  variados y pluridiversos en ambiente, en dificultad, en retos, y en disfrutes.

Pero no debemos olvidar como ciclomontañeros que somos, que esta herencia que es nuestra tierra,  ha de quedar  lo más intacta posible, y debemos velar porque  nuestra huella sea leve, sin dejar rastros de derrapajes por conducciones agresivas, esas  que tanto les gusta a algunos bikers.

Nosotros tenemos un deber y es dejar las cosas como estaban antes de nuestro paso, para que la sensación de pasar por esos lugares, aunque haya pasado otros antes, sea nueva e inmejorable.

Esa es la filosofía que defendemos desde Campeones, y que se inserta en el lema de respeto y cohabitación que muestra el IMBA (Asociación Internacional de Mountain Bike)que ya tiene presencia en Asturias.

Nuestras trotonas cada vez son más sofisticadas y con mayor capacidad técnica para que nuestros doloridos cuerpos sufran lo menos posible, pero no debemos olvidar de que esas máquinas también son cada vez más agresivas con el entorno, los taqueado de las ruedas que apuran el desmontaje a costa de llevarnos por delante los débiles mantos de hierba, los frenos de disco que apuran velocidades y abren cicatrices en los senderos; el machaconeo de pasar una y otra vez por esos “espacios técnicos” para ver y demostrar las capacidades técnicas, que más bien se reducen a cualidades mnemotécnicas. Todo eso conlleva un impacto, que no es muy grande,  pero que debemos tener en cuenta a la hora de programar nuestras excursiones y rutas.

En ello también tiene una responsabilidad la institución pública, que debiera no restringir por restringir, sobre manera en esos lugares singulares, como son los ” Espacios Protegidos”,  y no debe restringir la práctica ciclomontañera  porque los grupos ciclistas no estén sentados en los órganos de gestión o de representación, o porque las bicicletas se las considere como un trasunto molesto. Las Instituciones Públicas deben tener en cuenta de que somos un colectivo que aporta su granito de arena a la sostenibilidad de  un espacio, aportando economía en base a nuestros desplazamientos, que mantenemos caminos abiertos por el uso, y que somos una plusvalía para cualquier planificador de territorio.

Solo debe haber comprensión para una forma nueva de moverse en el medio rural y natural, y saber que somos un colectivo abierto a nuevas propuestas con vocación de respetar  aquellas restricciones nacidas de la reflexión y el consenso, y se ha de tener en cuenta de que somos un  mundo singular muy alejado del mundo de la órbita del motor al que siempre nos condenan: “solo se podrá “circular por los caminos y pistas que utilicen los vehículos todo terreno” .

Es evidente que la práctica sostenida del Mountain Bike en un territorio causa impactos, pero la administración pública: deportiva y turística,  debe ser consciente de que e s una demanda que se viene sosteniendo en el tiempo,   necesita una respuesta para armonizar su práctica en  esos territorios cercanos a los entes urbanos más grandes, para lo cual se precisan unas infraestructuras capaces de dar confortabilidad y seguridad al ciclista, con un control sobre los impactos y las cohabitaciones, esas instalaciones ya existen en Europa,  son los Centres de VTT de Francia donde hay más de 250, o los que ya se están abriendo  en nuestra tierra; Euskadi y Cataluña.

Estos Centros están constituidos por una red de senderos  especialmente señalizados para bicicleta de montaña, los cuales tienen su propia señalización, lo cual no  impide que haya una cohabitación de usos con el senderismo o la actividad ecuestre.

En definitiva una red de sendas y rutas que comparte territorios diversos,  los cuales conforman  zonas y  rutas que interactúan sobre espacios y territorios, ofertando una amplia panoplia de recorridos aptos para las más diversas y exigentes practicas montañeras.

No es ya una novedad,  un Centro de BTT, sino un hecho  que se está conformando en España, y a la cual Asturias no puede permanecer ajena,  y más cuando ha sido pionera en el desarrollo del Mountain Bike en España, con clubs como Asturcón BTT que es de los primeros y de los únicos clubs que aún perviven de aquella vieja hornada de ciclomontañeros defínales de los años 80,  conformando recorridos  y cicloaventuras que han causado furor en su momento.

Una actividad que ha hecho  destino para la práctica ciclomontañera zonas  como los Picos de Europa, o la Cordillera Cantábrica, con rutas como La Carisa, con eventos como La Travesía de la Cordillera Cantábrica, la Ruta de los Marineros, la Vuelta al Concejo de Gijón, o  la Travesía de Degaña-Ibias.

Ese es el reto que se nos presenta a los  a los amantes  de la BTT, a las Instituciones públicas, locales y regionales, los cuales con el apoyo de todos vosotros amables lectores,  y el apoyo de este diario La Nueva España,  que ha apostado desde hace años  por sacar la bicicleta del corsé de la competición y de la práctica anónima,  dejando que propongamos toda  una panoplia de recorridos que hemos ido ofreciendo semana tras semana.

 Esperamos que la próxima temporada  podamos ofrecer no solo más rutas,  sino también  el anuncio de un apoyo importante para contar con un Centro de BTT en Asturias 

Que a sí sea, y hasta mediados de Octubre  que volvemos con más rutas, y que ustedes lo rueden bien.

Víctor Guerra
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