- Punto de Partida y Llegada: Mieres
- Puntos de paso: Villarejo-Rebustiello-Los Valles- La Violar- Campa la Faya. La Colladiella- Entrerrios-Pozu Fortuna-Cuadriella-Figaredo
- Kilómetros de la ruta:43
- Horario de la ruta: 4 horas 14 minutos
- Desnivel de ascenso acumulado: 1.044mts
- Desnivel de descenso acumulado: 1.032 mts
- BP Index: 102
- PARTICIPANTES: 135
Con la participación especial de Aladino Herraiz Rodriguez con su excepcional aportación fotográfica, ya que ir cerrando el grupeto no nos permitió muchas fotos )
Aunque venia de doblete, pues el día anterior había estado rodando con el grupeto que se forma todos los Sábados bajo la «bandera de conveniencia» BTT ASTURIAS, y este anterior sábado realizamos una intensa ruta por las tierras de Allande: rodando por las Cordales de Hospitales, El Palo y la Sierra de Iboyo, unos 63 km y unos 2000 mts de desnivel acumulado,(publicaré la ruta la semana que viene) y lo cierto es que tenía ganas de volver a rodar con la gente de Los Sobraos, ahora que las concentraciones bikeras están dejando paso al fenómenos seudo-competitivo de los maratones con crono incluidos, trofeos y hasta con pódium; además que la asistencia a estos eventos me sirve para testar también la situación del Mountain Bike más cicloturista que se da en Asturias.
Briefing de la ruta y su spiker y el sorteo de la bici y su ganador Aladino Herraiz, y la Yety 575 de Javier (Defender Bikers)
Por lo cual el sábado de forma puntual me presenté como miembro de BTT ASTURIAS- GRUMAR en la Plaza de Pepa la Lechera de Mieres, donde me encontré con unos 135 bikers dispuestos a abordar la ruta de formato “no competitivo” que nos proponían en esta novena edición el dinámico grupo de “Los Sobraos” de Mieres, cuyo recorrido tenía el objetivo de ciclar la parte más oriental del Concejo.
Salimos pues «neutralizados» bajo la atenta mirada de Pepa La Lechera en Mieres y la policía municipal, y enfilamos hacia hacia Santullano, ya en el pueblo de mi familia política (Villarejo) dejamos la cómoda carretera para afrontar por la izquierda la dura subida hacia el plano minero de La Clavelina, (por donde baja el PR que diseñé en su día) cruzando de este modo en permanente ascenso la parte alta del núcleo, pudiendo ver al paso la hermosa Casona de los Heredia, del siglo XVIII.
A la altura del cementerio se entra de lleno en los firmes de tierra as través de los cuales afrontamos cada uno como pudo los duros repechos que van ganando altitud hasta desembocar en la Clavelina, salvando de este modo un desnivel de unos 225 mts en algo menos de media hora.
Al llegar al citado plano se abandona éste para seguir ascendiendo por La Cuesta, tomando el trazado minero que va por Rebustiello, en cuya altura nos emparejamos mi ocasional compañero de ascensión Javier de Bikers Defender (hermano gemelo bicicleteril, ya que ambos utilizamos bicicletas YETI, yo una rígida ARC y él un Yeti 575) subíamos como digo a nuestro ritmo cuando alguien por detrás nos metió presión, ya que nos comunicaba que habíamos quedado los últimos. ¡¡No entendíamos nada, sí por detrás venía bastante gente!! ¿Dónde están? Nos imaginamos que se habían ido por la ruta alternativa.
La ascensión la verdad es que se nos hizo larga y hasta un puntín tediosa, primero porque no teníamos muy claro hacia dónde iba la ruta, y segundo porque la niebla reinante no nos dejó solazarnos con el paisaje que es impresionante una vez que se coge altura.
O sea que no nos quedó otra que exprimir el molinillo para ir ganando metros hasta llegar a Los Valles, y enlazar con la carretera que nos llevaría luego hasta La Pruvía, donde la ruta abandona el rumbo Este para subir de este modo paralelos a la riega La Felguera, donde varía el rumbo tomando la dirección Norte hasta alcanzar la carretera MI-5 cerca de la Ceposa, donde de nuevo se recobra el rumbo Este al menos hasta las inmediaciones de lo que fue el grupo minero San Víctor, lo que fue todo este complejo territorio minero, y en lo que ha quedado.
Se coge un camino por detrás de las instalaciones de San Víctor que en fuerte rampa nos lleva dirección Norte por Solapeña hasta alcanzar la Collada de Les Muries con 901 metros altt, ya con su buena hora y media de rodadura desde que salimos de Villarejo y con la niebla pegada en nuestras ruedas gordas.
En este contexto geográfico, y ya sin tanta presión ya que vamos alcanzando a algunas unidades bikers sueltas, y algún que otro pequeño grupo haciendo un pequeño pelotón afrontamos dirección Este las rampas que circundan al Pico Polio y La Faya, para así ganar la Campa Longa por medio de repechos más suaves que nos permiten concluir prácticamente en la encrucijada de La Violar donde conectamos con el trazado de Los Anillo Ciclistas Montaña Central de Asturias.
Esto ya es tierra conocida y ya nos vamos dando cuenta de nuestra situación, o sea que hasta el Alto La Faya vamos lanzados pasando antes por La Campa Les Abelles. Es un ciclar cómodo, siendo una pena no tener visibilidad, dada la pertinaz niebla que asoló nuestra ruta la cual que no nos dejó ver el exuberante paisaje que nos circunda ni las impresionantes cordales de Carraspientes o Navaliego.
Seguimos tanto, Javier como yo, ciclando como dicen algunos: pali-pali (o sea rápido-rápido) ya que desde la Campa Les Abelles ya se encara un recorrido en tobogán, la bajada primero hasta el desvío de San Justo, y luego tras un pequeña subida viene un tramo en plano, donde se coge buena velocidad llegando en un pis-pas al avituallamiento del Alto La Faya.
De la Faya salimos por el rampón hormigonado hacia el Alto de Pontaos para luego bajar hacia el Alto La Colladiella, siguiendo las huellas del GR 203 de Los Anillos Ciclistas, con los cuales conectamos en La Violar.
En la Colladiella el control de paso de Los Sobraos, nos indican abandonar los Anillos, para seguir por la carretera (AS-337) tomando la vertiente turonesa rumbo Oeste a la vez que cerramos el bucle propuesto. Un poco más la organización nos echa por la izquierda, para de este modo ciclar por antiguos caminos y sendas que desfilan por debajo de la AS-337.
El recorrido presenta algunos tramos un tanto técnicos y sinuosos pero mucho menos impactantes de lo que Charly (alma mater de Los Sobraos) nos había contado en el briefing matinal; lo cierto es que gozamos la bajada, tanto mi compañero como yo, pues la hicimos solos y a nuestro aire, pasando por los caseríos de la Granda y la Tejera, saliendo de nuevo a la AS-337 entre El Pedreo y Les Matielles.
Luego otro tramo por la citada AS-337, y un poco antes de Santa Eulalia de Urbiés se deja la carretera para entrar a la izquierda por una senda que según nos decían tenía muy mala pinta, ya que había caído bastante gente, tanto a Javier como a mí no nos pareció tan temible, salvo por una retortas donde la bici apenas si giraba, por lo demás como siempre bajada técnica pero divertida y sin sobresalto alguno, salvo por lo barrizales pero eso para nosotros no debía importarnos mucho ya que rodamos casi todo el invierno, y el barro es el pan de cada día.
Atravesamos Santa Eulalia y la Escosura para arribar a El Pindal y de nuevo salir a la AS-337, para desviarnos de nuevo hacia Entrerrios y tomar de este modo la Senda de Turón, por la cual volvemos a encontrar a algunos amigos que habíamos perdido de vista en la subida de Villarejo como Pablo Ordoñez y Aurora Álvarez, la cual llevaba una pierna como un nazareno tras pegarse con algunos escallos por los estrechos senderos de más atrás.
La rodadura por la Senda de Turón se hizo rápida, paramos al llegar al Pozo Fortuna (fosa de los republicanos represaliados) donde nos reagruparnos para ya salir sin más consideraciones hacia Mieres, como el tema de la comida en el restaurante, esta es una de las señas de identidad de Los Sobraos. La ruta va un poco “pali-pali” para no pillar mucho retraso; aunque no es menos cierto que deja un poso como de apresuramiento y poco tiempo para el disfrute de la ruta por llegar a la hora prevista, aunque no es menos cierto que la niebla apenas no nos dejó visionar las cordales circundantes.
En grupo atravesamos todo el valle de Turón ajenos a lo que fueron los escenarios de la Revolución de Octubre del 34 , en la la Cuadriella retomamos la Senda de Turón, y ya por ella plantarnos sin problemas en Figaredo. Los “pro” ya debían estar no solo duchados sino colocados en el restaurante de Baiña. Aun no entiendo esa afición de ir a toda pastilla en las marchas no competitivas, supongo que algunos lo hacen como reto personal y otros para marca estilo y crono, eso sí negándose a entrar en el juego real de la competición que es donde se baten el cobre... y otros disfrutan de una ruta NO COMPETITIVA
En la comida alguno hizo medio gala de su crono, y hasta algún otro pidió trofeo para el más rápido, pero el personal presente hizo oídos sordos a tal petición; y es bueno que una serie de eventos como el de Los Sobraos , o los Marineros, mantenga su sus señas identitarias firmes.
Ya en Figaredo tan solo resta alcanzar la vera del río Caudal y por los distintos tramos de caminos, sendas fluviales y carriles bicis entrar en Mieres dando por concluida la ruta, y tras una ducha rápida pasar al ágape en el restaurante asador de Baiña donde de forma fraternal el personal no solo degustó con deleite la ganada recompensa de la paella y los asados, sino que también hubo regalos para unos cuantos afortunados, entre ellos me encuentro que recibí por segunda o tercera vez una navaja. y al fotógrafo biker Aladino Herraiz una bicicleta y jandrin unas botellas de vino que compartió rápidamente.
Y así se cerró una ruta cuyo primer tramo era de sendas y pistas con un trazado ancho cuya subida de casi que unos 700 mts de desnivel a algunos se nos atragantó un poco. La segunda parte desde La Colladiella ya fue otro cantar, fue una bajada por un recorrido de sendas y caminos, que pusieron una guinda de buen hacer que supieron articular la gente de Los Sobraos de forma estupenda.
Gracias y Felicidades¡¡¡
Así se mantiene el estilo de las rutas no competitivas¡¡
- Fotos de la Ruta