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viernes, 2 de marzo de 2018

Ruta al dólmen del Padrún. La Carisa (Aller)

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Con tanta nieve como hay, y las previsiones de frío, nos apetecía rodar por los restos de la estación nival y que mejor que hacerlo por la cómoda Ruta de la Carisa, sin que ello conllevara riesgo alguno, por tanto, con esta previsión trazamos la idea de una ruta bule que partiendo del valle allerano nos permitiera subir hasta la famosa ruta el General Carisio, para después baja si fuese posible hacia el Valle Negro por alguna de sus famosos descensos, pero como siempre uno proyecta, y luego las condiciones son las que nos dejan o no materializar nuestros deseos.

Partimos el pequeño grupo betetero que esta semana ha quedado como viene ya siendo habitual, ha quedado reducido a cuatro unidades, a los cuales nos reunía la intención de dar una amplia vuelta por los valles alleranos, pues nada hacía presagiar que no se pudiera realizar, dado que las nieves han ido inundando los cauces fluviales, dado el deshielo cuasi otoñal que está presidiendo la nival invernada.

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Tras el oportuno café en el café Agóra, sito en la plaza mayor de Moreda, nos pusimos en marcha para subir por carretera hacia la aldea de Labayos, pasando por delante de una muestra de lo que conformó buena parte de nuestro PIB regional como fue la extracción carbonífera y hoy en total declive, pue pasamos por delante del pozo minero San Antonio, explotación auxiliar del pozo Santiago.

Se va subiendo a la vez que vamos catando como las laderas de La Carisa, vertiente allerana, son como dicen «de cojón de mico», en general con buenos firmes de tierra y hormigonados, pero con desniveles en ocasiones más que brutales.

Y eso lo fuimos sintiendo en nuestras piernas pues de Labayos, se sigue en notable subida hacia el pueblo de Boo, pues en apenas tres kilómetros de subida, ya se ganan unos 100 metros de desnivel, aunque esto sería una tontería con lo que nos quedaba.

Una vez en Boó, se deja el rumbo Oeste, para virar en el mismo pueblo al Sur tomando el ramal asfaltado por delante la iglesia dirección que directo a la aldea de Bustillé, atalaya que nos da una impresionante sobre el valle de Moreda sobre todo hacia el Este

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En Bustillé, a la salía de las cuatro casa desaparece como por ensalmo el asfalto, y nos quedamos ante una continuada ascensión que empieza a través de los predios de Solares, para dar la vuelta a las praderías de La Felguera y encaramarnos en la cumbral de la Fontica siguiendo las marcas del PR-266 Megalitos del Padrún.

Dicho asi parece fácil y factible, pero tanto los tramos hormigonados además de ser durísimos se hacen largos, al igual que aquellos otros con firmes de tierra que no le van a la zaga, y vienen uno detrás de otro, no dejando mucho tiempo para el respiro, a pesar del gran desarrollo que llevo tengo que subir alguno a pie, pues mis piernas y el corazón se ponen a cien.

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La cosa se suaviza al subir a lo alto de cumbral, y aunque por delante hay unas retorcidas curva-contra curva, las del Fondigón, que también nos presenta unos repechones importantes, estos se van subiendo y nos compensan por estar más altos y las vistas sobre las sierras y valles del Caudal, a cuyos predios debemos volver un día a rodar, son entretenidas además de espectaculares.

Acometemos en grupeta, pues las otras subidas las han hecho Riestra y Roza, y Paredes y yo las hemos hecho como hemos podido, tras la última gran subida, nos quedamos en la bifurcación de Espines, donde aparece la nieve.

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Persistimos en la idea de seguir con la ruta, pues, aunque al ver en la vertiente lenense que la nieve ha desaparecido de buena parte de los valles y de los crestones, eso nos anima a proseguir, aunque al llegar cerca del desvío hacia el Dolmen del Padrún, ya observamos que nuestra vertiente allerana, que da al Norte está cargada de nieve, aunque intentamos pasar del Quentu les Cruces hacia el Collado Serralba, no somos capaces de pasar mucho más allá de Carabenés, y ya lo vimos cuan do intentamos ver el dolmen del Padrún, lo cual no fue posible pues estaba enterrado bajo la nieve.

Dada la dificultad de seguir avanzando, y más allá de agotarnos y crear una situación complicada para nosotros mismos damos vuelta a nuestras trotonas para culminar esta ruta de otra manera, o sea cerrando un bucle sobre el valle de Boo, a través de la cumbral de La Carisa.

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Comenzamos por tanto la bajada poniendo rumbo Norte, bajando de nuevo hasta el Collado Espines, con su conjunto señalético, pues no en vano estamos en presencia del GR-100.1 Ruta de la Carisa, y enlazando a su vez el PR.AS-76 Vuelta al Pico Ranero, que viene de Pola de Lena. En la bajada magníficas vistas sobre el valle de Lena, y las cumbres del Aramo.

El trazado se pone a cubierto de los vientos bajo la cordal que forman los Picos Cumbre y Ranero, obviando por unos minutos las vertientes lenenses, y por un rápido trazado se alcanza los lugares de La Campa y la Acebal, dando vista de nuevo a Lena, en cuyos predios concejiles se entra hasta dar con la bifurcación bajo el Fontán del Caleyu, dando se entra de nuevo en Aller y se da cara a los parajes alleranos.

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En esta clara bifurcación de deja la Ruta de la Carisa, y se cambia de orientación virando al Este para encarar una rapidísima bajada por el valle, sin apenas hallar nada más que un punto de detención, lo cual hacemos ante una clara bifurcación, por la derecha se baja a Boo, pero nosotros seguimos bajando de frente sin apenas problemas, más allá de la pendiente, hasta alcanzar el fondo del valle, y desembocar ante otro de los inputs mineros aún en pie como es el Pozo San Jorge y el Pozo Santiago, cruzamos el río Aller y la Autovía de circunvalación para colocarnos en la vieja carretera a Caborana.
Se deja esta cruzando la por la pasarela el río y carretera de Circunvalación para entrar de nuevo en Moreda sin problema alguno.

Al final, tras un buen ajetreo nos damos un homenaje en la Sidrería La Fumiosa, a base de huevos y picadillo, y charlando con un simpática camarera también biker como nosotros, aunque más jovencita.

© Victor Guerra
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