- · Punto de Salida: Unquera
- · Punto de Llegada: Ribasedella
- · Puntos de Paso:Colombres- Pendueles-Andrin-LLanes- Celoirio-Barro –Niembro-Nueva
- · Longitud de la Ruta:60 km
- · Horario de la Ruta.: 6 horas
- · Desnivel acumulado de ascenso: 845 mts
- · Desnivel acumulado de descenso: 789 mts
- · Participantes: José Ramón Natal, Javier Dolado, Juan Piñera, Victor Guerra, Tania, Albano Capezzali
- · IBP INDEX: 60
Teníamos la idea de hacer algo fuera de los contextos montañosos de la querida Asturias, y se nos ocurrió hacer algo que tuviera además secuencia en el tiempo, o sea realizar una larga serie de rutas con un denominador común y eso solo lo podía aportar o bien la Senda Costera (GR-9), o bien el Camino de Santiago
Evaluadas las cuestiones, optamos por este último, y máxime ahora que parece ser un producto turístico de «moda», y aunque ya lo conocemos de sobra, y lo hemos rodado, y hasta escrito sobre él, no está demás volver a recorrerlo, aun sabiendo como sabemos, lo complicado de la logística a la hora de su realización, pues un complemento de transporte como podía ser Feve, y ser una buena alternativa para no andar dando vueltas con los coches de un lado a otro, pero no tiene horarios muy atractivos
Eso no nos acobardó para acometer la realización de los distintos Caminos de Santiago por Asturias, en tramos de unas dos etapas por ruta que iremos publicando aquí., más allá de la serie que ya he publicado en las rutas de la LNE.
Por esta la elección de esta opción, nos dimos cita en Ribadesella, donde dejamos un par de vehículos y con el resto nos fuimos camino del extremo Oriental de Asturias-Cantabria a Unquera, donde tras degustar sus buenas corbatas con un espeso chocolate, nos pusimos en posición de marcha, dejando el resto de los vehículos y pertrechos en el parque de Bustio para recogerlos a la vuelta. Es una pena que el FEVE no tenga unos horarios más interesantes.
Ya montados en las trotonas, buscamos en Bustio las marcas del Camino Jacobita que difieren de las del GR-9 Senda Costera, las cuales van hacia el lugar de El Coterón para subir al Pico El Cañón y al pueblo de los Pimiango, pueblo de los «Mansoleas», tambien hay la posibilidad a mar bajade hacer el Camino Jacobita de los que cruzaban en barca, pudiendo de esta manera visitar toda la zona de los encinares reliptos de los entornos del Monasterio de Tina, y la ermita de San Bartolo y la cueva del Pindal.
Pero en nuestro caso, la ruta escogida va más al Sur, sigue las vieiras colocadas aquí y alla y sube por el canto del Polvorín hacia Colombrespor un carril elaborado y semi urbano que nos da unas bellas perspectivas sobre el pequeño valle de la Salcea, a la derecha, con el Pico Cañón cerrando el valle hacia la costa, y a la izquierda a lo lejos la bocana del Desfiladero de La Hermida, y a continuación en primer plano la Sierra del Cuera en su últimos estertores, y por encima los colosales Picos de Europa ahora con muy poca nieve, para el tiempo en el que estamos.
De esta guisa se llega a Colombres, (2,8 Km) por cuyas callejuelas deambulamos, entre otras cosas para visitar el Archivo de Indianos, bueno su jardín, pues no es cosa de entrar en la zona museística con tales trazas ciclo-bikers y con las calas ir marcando tan oble suelo de madera.
De Colombres se sale dirección Oeste hacia El Peral para de este modo entroncar con la Carretera Nª 634, por cuyo arcén discurriremos unos metros hasta poder desviarnos luego a la izquierda en la Franca, y tomar la carreteras AS-346 por la que rodaremos un tramo para dejar a la salida del núcleo de Corral de Abajo los firmes asfaltados y entrar por caminos más idóneos para nuestras trotonas de ruedas gordas, y tras cruzar el rio Cabra, por un alto pontón se sube un repecho tras el cual Camino Jacobita se echa hacia la derecha.
E GR-9 que habremos encontrado en La Franca, se va hacia a la izquierda para subir a La Sierra Plana cuyo trazado ofrece una también una zona muy bonita de ciclado y con hermosas vistas sobre Picos y El Cuera, y como no sobre la zona costera, ya que sin despegarse mucho de ella se eleva un ciento de metros y eso da unas perspectivas hermosas.
Por nuestra parte ganamos la venta de Santiuste, con su vieja casona para los arrieros y sus enseres, que merece la pena contemplar, y un poco más allá se desemboca ante la Nacional 634, en la cual se plantean dos opciones: o bien irnos por el ramal pegado a la autopista y colonizado por el Camino de Servicio de la autopista, o cruzar la N-634, con cierta precaución, y meternos en la rasa costera para de este modo visitar los peculiares bufones de Santiuste y de Buelna.
Esa fue nuestra opción, la variante costera por la que entramos atravesando una serie de prados que vamos pasando de unos a otros a través de los estrechos senderos que cruzan bien los prados de siega y pasto o bien las zonas más pegadas a los acantilados con afloramientos de pìedra y cotoyas, eso sí en el tramo hay algún que otro tramo de cierta complejidad que hay que pasar a pie, aunque la zona con buen tiempo como tuvimos nosotros.
En todo caso la zona se presta a la placidez para bajarse de la trotona y dedicarse a realizar instantáneas de tan bellos parajes por los cuales hay que ir buscando las marcas santiagueras.
Se gana de este modo la aldea de Buelna, (11km) la cual se pasa por un lateral para desembocar ante la bonita ensenada de Buelna, ahora desierta, la cual se bordea para proseguir el trazado de la «vía de las estrellas» rumbo al crepuscular Occidente riosellano que nuestro más inmediato destino.
Se entra en Pendules, hasta su centro neurálgico y quedar ante su viejo caserón a medio caer el Palacio de Santa Engracia o de Mendoza Cortina , a nuestra espalda la iglesia griálica con su cáliz pétreo y enormes racimos de uvas, que merece la pena para jacobitas esotéricos.
Pendueles es además la única población que encontraremos en un buen pedazo de tiempo, pues la ruta continua por la rasa costera hasta desembocar en Andrín, pero hasta que ello suceda el trazado irá desfilando hasta pasar por detrás de Puertas de Vidiago, a cuya altura se pueden visitar los Bufones de Arenillas.
Se cruza pues el río Purón por Cueto Viña para enfilar hacia el pueblo donde habitó el fotógrafo Nicolás Müller: Andrín.
En este punto con unos 22 kilómetros andados, se vira al Norte, dejando el Camino de Santiago que iría por la vertiente sur de la Sierra de Cué hacia la Ermita del Cristo, pero nuestra ruta, abandona por unos minutos la traza jacobea y se va al Norte para ganar el el Mirador de la Boriza, lo cual se hace por la carretera que va hacia LLanes por Cué, el motivo de variar la ruta es por obtener así una bonita vista tanto sobre el itinerario traído, como de los bellos parajes llaniscos de costa y de interior que nos depara tal emplazamiento, el cual aprovechamos para hacer una parada y reponer fuerzas.
La ruta continua hacia Llanes, pero fuera de los predios jacobitas ya que se rueda por el camino-senda que bordea por la ladera Norte la Sierra de Cué, justo para encontrarnos con el Camino de Santiago ante la Ermita del Cristo, o sea en el vértice occidental de la mencionada sierra, y ya desde aquí bajar en un rápido descenso hasta La Jorcá, y por asfalto entrar hasta el mismo Llanes con unos 27,8 kilómetros rodados, lo cual sería una buena etapa andariega del Camino de Santiago.
En Llanes, tras otra vuelta por sus bellas calles llaniscas, decidimos abandonar por unos kilómetros el Camino Jacobita para buscar el Paseo de San Antón y buscar la mal señalada senda que por la Talá va hacia Poó de LLanes, cuya población apenas sí tocamos, para cruzar unos metros más allá la ría de Poó, y de nuevo por la rasa costera por Moyro acercarse a la los restos de la Ermita de San Martín, con muy fotogénicas imágenes.
Siguiendo el camino por firme de tierra se entronca de nuevo con el camino jacobita en los entornos del Monasterio de San Salvador de Celorio, tan remozado como cuidado, y de cuyo emplazamiento se sale por la carretera LLN-9 hasta cruzar el poblamiento de Barro. Desde LLanes hasta aquí es la parte tal vez más fea, por lo urbano de su traza cuya estructura dejaremos atrás al pie de la iglesia-cementerio de Niembro, tan fotogénica como siempre, no en vano su conjunto cementeril ha sido de los más galardonados, no por el cementerio en sí sino por el conjunto de iglesia y cementerio y los juegos que se recogen del agua que rodea el paraje.
Al pie de la iglesia, al otro de la carretera nos adentramos por un viejo camino que desemboca unos cientos de metros más allá en la carretera LLN-11, dejándola rápidamente por un camino que nos permite ganar en descenso el arruinado Monasterio de San Antolín de Bedón (40,7 km) empalmando de este modo con la carretera AS-263 que dejaremos atrás una vez sobrepasemos la amplia playa de San Antolín de Bedón.
El Camino de Santiago en esta ocasión deja la rasa costera, para acercarse más a la ladera del monte denominado los Llanos de Villahormes y Hontoria, y de esta manera el camino va más al abrigo para entrar al pueblo de Nueva, una vez se cruza la carretera LLN-16 por el Puente de Buergu, con 47 km rodados.
Se cruza todo el poblamiento de Nueva, para coger el Camino de Servicio de la autopista hasta la Rondiella, la verdad es que aquí se abren dos variantes, en nuestro caso nos fuimos hasta la altozana iglesia de San Pedro de Pría, por un prado embarrado y electrificado, y lleno de ganados en el cual nuestra compañera Tania, hizo un pequeño rodeo , por aquello de que el toro de la manada de vacas se arrancara tras su body, sin embargo tales ganados se dedican a rumiar plácidamente acostumbrados a ver tanto jacobita de mil y una trazas por esos predios.
La otra variante jacobita va hacia el Palacio de Garaña ambos dos caminos se reencuentran un poco más allá a la altura de aldea de Cuerres, y cuyo trazado no se abandona rodando por amplios caminos por detrás de Toriello, y paralelos a la AS-263, hasta dar con ella a las puertas de Ribadesella, y ya sin más dilación se entra de este modo hasta el centro de la villa riosellana.
Dando fin a una ruta fácil a pesar de su gran longitud.
Fotos de Javier Dolado, Albano Capezzali, José Ramón Natal, Víctor Guerra, y Juan Piñera con su bonito albún de fotos
Victor Guerra