- · Punto de Salida y Llegada: Panes
- · Puntos de Paso: Puente Lles-Bores-Robriguero-Mier-Trescares- Alles-Besnes- Llonín-La Molinuca-Abándames
- · Longitud de la Ruta: 35 km
- · Horario de la Ruta. 4, 30 horas
- · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.196 mts de ascenso
- · Participantes: Albano Capezzali, Luis Roza, Victor Guerra
- Track de la Ruta en Wikiloc:https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=21421908
No es que la climatología fuese la más adecuada para rodar dadas las previsiones: lluvia y nieve en cotas muy bajas, y aún con todo, la gente de BTT ASTURIAS, eso sí muy poca, apenas tres unidades bikers nos desplazamos hasta el extremo oriental asturiano para un día de ruta con el objetivo de unir las dos Peñamelleras: Baja y Alta, y sus respectivas capitales: Panes y Alles en un recorrido circular.
Así fue como en medio de la tormenta y las malas previsiones nos dispusimos a cumplir con nuestro objetivo, ya instalados y puesto en posición en los aledaños de la senda fluvial de la Brañona de Panes, tomamos esta, rodando por los predios de la desembocadura de los ríos Cares-Deva, el primero proveniente de Cabrales, y él otro baja raudo y veloz de los valles lebaniegos.
Una tranquila rodadura por la senda fluvial llena de soledad a estas horas y con un día de perros, cuya traza nos dejó en las afueras de Panes, encarados con la carretera N-621 a la altura de Colosía, rodamos pues por el citado eje de comunicación que une las poblaciones de Unquera y Potes, y tras unos cientos de metros por dicho eje nos desviamos a la altura de Puente Lles a la derecha tomado el acceso rodado hacia Robriguero
Un tramo en ascenso que se va calmando en cuanto a la pendiente y que nos sirve para ir calentando pues hasta el mismo pueblo de Bores, se rueda por asfalto, y cuyo itinerario nos ofrece interesantes vistas sobre el camino de vuelta, lo cual queda a nuestra derecha, y que tiene como telón de fondo la Sierra del Cuera, y el Pico el Paisano cerrando la cumbral antes de morir en las riberas fluviales del Cares-Deva.
Se sigue rodando con la vista puesta en el Matterhorn asturiano, o sea la Pica de Peñamellera que durante todo este tramo llevamos delante y que presenta una estampa impresionante, y será una referencia durante casi toda la ruta, tanto en la ida como en la vuelta.
En Bores bajo la sombra de la Pica de Peñamellera y del monumental palacio de Orejuz, el popularmente llamado como el Palación, aprovechamos el descanso que la tormenta nos dió por unos momentos, para poder quitar algo de ropa y echarnos a rodar por las pistas de concentración parcelaria que arrancan desde el mismo pueblo de Bores, y que trepan a través de las praderías de Texiorias, ganando altura sobre el pueblo, por tramos de tierra y hormigón para poder remontar algunas fuertes pendientes.
De esta manera se gana el Vallejo de los Prados, que es el punto que nos permite un último asalto encarar dirección Norte, la subida hacia el Collado de Serna que nos permite a su vez pasar de Peñamellera Baja a la Alta, y poder contemplar la bella estampa, como es ver el serpenteante río Cares y el pueblo de Mier casi que a vuelo de pájaro. Eso sí tras cobijarnos unos minutos en una cuadra de ganado a esperar que la tormenta amainara y mientras tanto probamos el orujo de petaca de Albano y el brownie de chocolate con semillas de chia y quinoa que hice para la ruta.
Tras ello, unas fotos y video, y subir las cremalleras, pues ante nosotros un vertiginoso descenso hacia el pueblo de Mier, al que llegamos tras una rodadura de unos 13,6 km. La bajada siempre por amplios trazados de tierra y hormigón que nos dejan ante la AS-114, donde tomamos el ramal ascendente, acompañando durante unos tres kilómetros al rio Cares, aguas arriba, hasta llegar al pueblo de Trescares. Dejando de lado la señalización del GR 109 Asturias Interior que hemos ido siguiendo en Mier, ya que se dirige a Niserias.
De nuevo un descanso impuesto por la lluvia y la granizada, eso sí ahora los pasamos en el seno del confortable restaurante Monte Río, tomando caldo de gallina y vino, hasta que escampó y pudimos tomar el camino viejo de Trescares que va a Alles por la Corona del Cueto, o sea unos escasos 15 minutos de porteo de las trotonas (1,5 km) cuyo andar nos coloca en lo alto del paso hacia la capital del concejo, tras ello un camino de piedra pulida tapizado de la clásica alfombra de hojas otoñales, por cuya traza rodamos con cierta prudencia dado lo patinoso de los firmes y poder llegar en un pis-pas ante la monumental iglesia de Alles, pueblo que nos recibe en plena soledad
Sin pararnos un minuto más, no vamos por el camino que baja hacia el núcleo de Turismo Rural de la Tahona de Besnes, que es por donde además sube el ya citado GR 109, procedente de Niserias, nosotros lo habíamos dejado en Mier.
Ya en Besnes, en las últimas casas, subimos entre ellas para coger la carretera AS-345, y un poco más abajo, justo enfrente una casa se abre una amplia pista que sigue el arroyo Padrino hacia el Collau Peleas. Una subida tranquila por amplios trazados de firmes de tierra que pasan a ser hormigonados una vez que la pista coge pendiente para subir al collado y cambiar de vertiente, pese a la impresionante vista que ofrece el trazado, luego resulta que se sube bastante bien hasta el mismo collado.
Poco pudimos disfrutar de las vistas, pues ya la lluvia era permanente alternando con granizo, por tanto, ganada la collada se deja el rumbo Norte para ir al Este, valle abajo hacia el caserío de Santo Tomás de Arriba, en cuya bifurcación se coge el ramal de la izquierda que nos lleva hacia el pueblo de Llonín, cuyo poblamiento se cruza a todo lo largo, para ir virando al Sur, pudiendo ver los pueblos de Robriguero y Bores entre los peñascos, casi que alcance de la mano.
Se deja el camino incierto hacia Cavandi, para bajar por la pista hormigonada que va en descenso permanente hasta llegar al establecimiento hostelero de La Molinuca, aquí la idea primera era subir por carretera a Cavandi, pero viendo que el aguacero no escampaba, nos fuimos por carretera, para salvar los seis kilómetros que distan de Panes.
Estos los hacemos a través de la AS-114. El agua circula por todos los lados, y brota de cualquier agujero de las paredes calizas. Seguimos rodando por la AS-14 hasta desviarnos en la zona del Molino de Monejo, hacia la izquierda por el carretil asfaltado que sigue la riega y que dobla para subir al bonito pueblo de Abándames, con sus casonas y dinteles de cierta nobleza e hidalguía, y ya rumbo Este, se cruza el pueblo para buscar su Quintana de los Muertos, por cuyo seno bajamos al camino lateral de la AS-114 y entrar de nuevo en Panes con una chupa de agua de aquí te espero.
Fotos: Albano Capezzali, Victor Guerra
Victor Guerra