- Punto de partida y llegada: Proaza
- Puntos de Paso.Villanueva- Dosango- Campu Peñerudes. La Vara, Pan de la Forca- Andruxas. Serandi- Villamejín
- Longitud de la Ruta: 34, 9
- Horario: Tiempo total: 8 h 43´en movimiento 5h 46´ y parados 2h y 56´
- Desnivel de ascenso acumulado: 1.699 mts
- Desnivel de Descenso acumulado:1.667 mts
- INDICE IBP INDEX. 185
Ya se sabe eso de disculpa no pedida, pero lo expongo para que se sepa.
De vez en cuando, solo de vez en cuando tomo algún track prestado, y sobre manera cuando la zona es de mi interés, como fue esta propuesta que escogí de una serie de rutas que en su día se ofertó por una empresa de actividades ciclistas ligada a la Senda del Oso.
Y creo que aunque la experiencia no fue buena, creo que es interesante publicarlo estas cosas para que se vea que no todo es formidable y que a veces las cosas se tuercen y pueden suceder de todo, y máxime cuando ahora se cuelgan los tracks y muy pocos hacen anotaciones marginales que ayuden a entender las dificultades o problemáticas de una ruta.
Y sin más, bajado el track y conformado el recorrido con algunos retoques personales nos pusimos en marcha, sabiendo como ya sabíamos de antemano que sería una ruta dura, no muy larga pero de cierto desnivel de ascenso con pendientes fuertes, y tramos un tanto técnicos pues o en vano estamos ante una ruta que dentro de los sistemas de señalización de Centros de BTT estaba calificada como NEGRA, aunque en este sentido las calificaciones o clasificaciones dejan mucho que desear, pero andar o rodar por la Sierra del Aramo, son palabras mayores.
Con todas estas premisas expuestas aunque no se si entendidas por todos los participantes d ela ruta, salimos de Proaza en dirección Norte, o sea descendiendo por la propia Senda del Oso hacia el pueblo de Villanueva, y ubicado al pie del desfiladero de Las Xanas, a cuyas inmediaciones llegamos dejando el pueblo atrás para cruzar la carretera general de Trubia-Proaza y tomar la empinada carretera que sube hacia Lavares y Dosango, la cual abandonamos tras un tramo de subida por la derecha para tomar una pista que sube por el Castro del Collaín y por la cara sur de los cuetos de Los Navaliegos.
Es la pista de Dosango, y ascender por estos lares con el día húmedo pues digamos que fue La primera en la frente, estaba algo así como lluvioso y subir los repechos del Castro de Collaín, ya nos costó lo suyo, y evidentemente muchos tuvimos que echar pie a tierra, por la pendiente y porque el firme era el que era, y hasta que la cosa no se suavizó un poco no hubo manera de rodar encima del sillín, tras un tramo ya salimos a la carretera de Dosango, continuando por ella hasta desembocar en la carretera que entra a Pedrovella, en el punto denominado Cruz de Viescas.
En este punto por el que también pasan el GR de San Melchor y Las Reliquias se impuso un pequeño recobre de fuerzas, antes de acometer el ciclado de la pista que nace al otro lado de la carretera y que sube hacia El Canalón, para dobla dirección Este y por debajo de LLano Cimero seguir en plano acia la Boza y el núcleo del Campu Peñerudes.
Durante el tramo rodado iba pensando en sí no sería buena alternativa el marcar los GRs 106 de San Melchor y al 207 de Las Reliquias por este tramo para quitar tramos de asfalto?.
Una vez en El Campu de Peñerudes, el trazado propuesto nos lo marca la señalización de los Anillos Ciclistas de la Montaña Central de Asturias, que va dirección Sur, para lo cual hay que recorrer por asfalto el tramo que separa El Campu de la Piñera, en este último punto se pueden hacer do cosas, o bien seguir por asfalto hasta la Vara , o como en nuestro caso tomar la-variante senderista que va por encima del Vallín de Arriba en dirección a La Vara, otro pedazo de pelea con tramos bonitos, algunos de ellos con bastante barro y muy mojados, y en las zonas donde más clara se veía la calzada romana pues pelearse por subir o bajar sin caer de morros, pues los resbalones estuvieron al orden del día, al igual que empuje de trotona.
Estaba claro que no era nuestro día, pues al llegar a La Vara se echó la niebla e hizo acto de presencia la lluvia, con una fina capa de agua que dejó sentenciado el día, y a pesar del cansancio de pelear con las bicis por los tramos en pendiente y empujando, en la Vara enfilamos por el antiguo Camín de los Neveros, hoy todo asfaltado, lo cual nos permitió subir, no sin esfuerzo a la Vega Bobies, casi 5 kilómetros de duro ascenso en el cual se salvaron de un plumazo unos 350 metros de desnivel. Eso sí con unas vistas espectaculares sobre el Monsacro y el valle morciniego y los entornos riosellanos a la vez que el propio Aramo nos mostraba sus orientales laderas que de forma abrupta se dejan caer sobre los valles .
Esta era pues otro ascenso a la mítica Sierra del Aramo, que ya hemos atravesado otras veces, más bien por la parte del Gamoniteiru y del Angliru, y rodado algunas de sus laderas, pero ahora tocada hacerlo por las inmediaciones de La Mostayal, cosa que me atraía desde hacía ya tiempo y que intentamos alguna vez desde los puertos de la Mercé, pero que habíamos abandonado.
Ahora el ataque lo efectuábamos por la cara Este, por el viejo trazado del Camino de los Neveros, hoy asfaltado en casi toda su longitud.
Tras la dura ascensión nos plantamos en Bobies, donde el asfalto se acaba y empieza el mundo de los senderos, dando comienzo a la navegación por track, y más en este caso, en el cual la niebla nos impedía ver más allá de los 10 metros, y en cuyo transcurso se hace imprescindible que en el grupo haya más de un GPS en el recorrido por aquellos de los imprevistos.
Lo cierto es que nos compramos unas trotonas del carajo, pero luego vamos desnudos en cuanto a posibilidades de navegación y de seguridad, y que pueden y deben ser parte de nuestra vida como ciclomontañeros. Del amplio grupo de participantes solo dos llevábamos GPS y el track., los demás iban armados con teléfono GPS y demás, pero no es lo mismo y el track no estaba en casi ninguno.
Es esta una cuestión más que precaria que se da en los grupos ciclistas de montaña, y en casi todas las rutas y más en esta, si hubiera algún incidente de navegación o accidente corporal, pudiéramos haber tenido un problema, pues en este caso creo que tan solo yo conocía el recorrido y el entorno donde nos estábamos moviendo.
Desde Bobies hasta la cumbral del Aramo estaba claro que había que empujar de nuevo la trotona hasta alcanzar el collado de la Forca a 1.093 mts, que es a su vez la divisoria, y llegar hasta aquí ya nos había dejando "suaves" pues habíamos salido de Proaza a 199 mts de altitud y en 19km habíamos ganado tal cota (1.093 mts), con la certeza de que estábamos en tal collado por el viejo letrero, como casi siempre tirado en el suelo, que indicaba a la Mostayal.
Desde aquí hasta el lugar de las Andruxas, fue no solo ir a ciegas, sino tirar de la trotona todo el rato, pues el sendero estaba cerrado de brezo y escobales, y hasta los cazadores que encontramos de vuelta con la pieza cazada hacia sus coches en Bobies iban armados además de sus respectivos rifles, con unos fozones para ir cortando algo de ramasco.(brezos y escobales) en su tránsito hacia Pan de la Forca
Nosotros en cambio íbamos con las piernucas al aire, digamos que casi que la la mayoría, y con esas trazas nos íbamos abriendo paso hacia el lugar de las Andruxas, esquivando brezales y escobales y haciendo acupuntura natural a base de las duras cotoyas que pueblan todo el trazado, sumado estos atener que pelear con la intensa niebla reinante,que hacía que no nos perdiéramos unos a otros a poco que uno forzara el paso.
Tal era la falta de visión que enlazamos con el Camino de Las Reliquias y San Melchor, circulando por la caja de la calzada hasta Entrecuetos sin apenas darnos cuenta , y lo que son las cosas, el no estar atento a las alternativas y a otras señalizaciones casi desaparecidas como son las marcas del GR, pues no hacía más de 15 dias había pasado por estas latitudes haciendo un peculiar Camino hacia Santiago. Pero ir muy enfrascado en el track hizo que desechase otras alternativas -una que podía ser muy factible a modo de escape, la cual estaba a unos metros de nosotros pudiendo bajar hacia el pueblo de La Rebollada y de ahí a Pedroveya, y Dosango, era un minuto y nuestra salvación del calvario cotoyil estuvo al alcance de nuestra mano
Pero en ese punto, a los 25 km de ruta viramos a ciegas según indicaba el track, cruzando una estaquera hacia la Collada de Canal Seca, y emprendiendo una travesía, endurera en descenso, que dadas las condiciones climatológicas y lo mojado de los firmes, lo más que pudimos hacer fue trotar con nuestras btts del ramal por la Navariega y la Guariza, camino de La Habana, sin apenas poder montar en bici unos metros.
Aún no me explico como alguien es capaz de colgar un track de esta naturaleza, que aunque se signe con la calificación de NEGRO, y no dar explicación alguna sobre firmes y tránsitos, y descerrajando un trazado eminentemente endurero, pues estamos hablando de recorridos calizos muy pulidos y por tanto muy resbaladizos. Este tipo de tracks debieran llevar una anotación marginal para no dar lugar a confusiones, puesto que la travesía desde Collado de la Canal Seca, deja de tener su punto de lógica ciclo montañera, tal vez por eso ha desaparecido de la oferta de realización a la cual venía también unida la bajada de la Foz de Picarós.
Seguro que en verano, con todo seco, y con buena luz, todo cambia y hasta resulta una ruta divertida, pero en todo caso debe advertirse de todas estas circunstancias porque desde la Canal Seca hasta coger la pista hormigonada de Serandi, es una buen tramo en descenso y con problemas a poco que se complique la climatología, pues no en vano la bajada nos devuelve a la cota de los 439 mts allt , con 29, 6 km de ruta y un buen montón de horas de actividad, tirando del grupo ante la densa niebla, la caída de la tarde y para tener una buena resolución de la actividad.
En Serandi ya renunciamos a seguir el track dada la lluvia, y lo avanzado del día como para bajar por Picarós, y ya por carretera adelante nos fuimos hacia San Martín, Villamejín y Proaza donde dimos por terminada la ruta-paliza que liamos, con mucho tiempo empujando la trotona por le monte.
Por tanto un track para guardar, o para hacer en verano , con buen tiempo y visibilidad para cuando llegue el caso poder tomar las fugas necesarias.
Una cerveza y unas risas quitaron la tensión del día.
- Track de la Ruta
- Fotos de la Ruta: Víctor Guerra y José Ramón Natal
Víctor Guerra