martes, 24 de diciembre de 2013

TRAVESIA INTEGRAL CORDILLERA CANTABRICA (5ª Etapa)


EN EL ECUADOR DE LA TRAVESIA
Atrás han quedado las tierras somedanas, ahora nos adentramos en la zona central de a Cordillera Cantábrica. Atravesamos los que han sido pasos históricos e hombres y mercaderías que han dejado su huella arquitectónica en la Colegiata de Arbás, o su ingenio en tinglados como el ferroviario de Pajares.

Una tierra donde la genista va quedando atrás, aunque las onduladas cimas, dejan paso a crespones que han mantenido a esta tierra aislada, como el Negrón, cumbre que asaltaremos BTT al hombro.
  • Tipo de Ruta: Travesía
  • Punto de Salida: San Emiliano (León)
  • Punto de Llegada: Busdongo (Pajares)
  • Puntos del recorrido: Puerto de Mieres (Bachota)- EL Negrón –Cuitu Negru- Pajares.
  • Longitud: 35 Km
  • Desnivel aproximado 1.250 mts.
  • Horario: 6 a 7 horas.
  • mapa general

Caprichos y Compensaciones”, podríamos denominar a esta bella ruta, la quinta de la Travesía de la Cordillera Cantábrica, que arranca desde el pueblo de San Emiliano, ubicado en la carretera que une la zona de Laciana con Teverga, a través del Puerto Ventana (AS-228), y cuya etapa pasa por debajo de la Ubiñas, camino del Puerto de Pajares, pasando por la cumbre del Negrón.

La etapa que afrontamos, tiene una tachuela que nos pone nerviosos, aunque hay varias alternativas para su realización, sobre las cuales el grupo discutió largamente: o bien bajar por carretera hacia el Embalse de Barrios, y desde allí mirar como enlazar con el eje de la Cordillera, lo cual nos hacía apartarnos de nuestros objetivos y ciclar lo más posible pegado a la Cordillera.

Al final se impuso la opción más evidente, aunque luego tendríamos que tomar una decisión en el Alto de la Cubilla.

Emprendimos pues la ruta desde San Emiliano, en un mañana donde el calor apretó cuanto quiso. El camino hacia el pueblecito de Pinos, es un estrecho carretil que pronto dejó paso a una amplia pista que remontaba de forma suave el curso del río Alcantarilla. Las trotonas no se quejaban, salvo alguna que otra “cotoya” que en pocos minutos nos dejaban en llanta, lo que también venía bien para un descanso, ya cada vez más merecido y perseguido.

Sin embargo entre la zona de Entrepeñas y el Carrizal, el viento, aún en suave de dejaba notar como suave brisa, era de agradecer la suave e invisible mano que soplaba desde el Este, y nos hacia rodar como gráciles pegasos, aunque pronto renegaríamos de tal ayuda.
Las cumbres de Peña Ubiña se hacían notar en toda su dimensión y belleza, y más en paisajes tan abiertos como estos de la Casa de Mieres, donde por primera vez yo ponía los pies con mi bicicleta, Me sorprendió la amplitud y belleza del territorio. Un breve descanso en la Casa Mieres, fue lo más que se le pudo arrancar al Jefe de Expedición, que nos arreaba como a rebaño de merinas perezosas, pues que sabía lo que nos espera delante.

Desechamos la opción de bajar por el Puerto de la Cubilla (1.683 mts) y continuamos por la pista que va hacia el Alto de la Almagrera, la cual abandonamos a la altura de ésta para enfocar hacia el Muñón del Agua y pasar por las vaguadas de los Puertos de la Ballota o Bachota, que nos iban a permitir colocarnos bajo el punto donde debíamos tomar una decisión

Rodar por estas latitudes aunque no hubiera camino no era un problema, pues las agostadas praderías se dejaban ciclar estupendamente. Así llegamos a colocarnos bajo el farallón del Negrón, la tachuela de esta etapa.

A estas alturas soplaba un viento fuerte que hacía que nuestros mapas amenazasen en convertirse en frágiles cometas. En este punto de la ruta se planteaba la decisión: podíamos intentar bajar por la ladera norte hacia las Brañas de Fasgar o por la Majada del Negrón, hacia el nacimiento de la pista de servicio de la autopista que va por las pobladas laderas del Bosque de Valgrande, y de ahí hacia el pueblo de Pajares. Era una alternativa, aunque eso no nos evitaba el bajar con la BTT al hombro, aunque rodásemos luego plácidamente unos buenos kilómetros por la bella pista.

Finalmente optamos por la alternativa dura, un capricho. Que se resumía en subir con la BTT del ramal y al hombro, hasta la misma cumbre del Negrón, cuestión que nos llevó su buena hora salvar los 300 mts. de desnivel, eso sí en dura pelea con el viento, que nos amenazó en más de una ocasión con hacernos salir volando como singulares cometas.
Ascendimos como pudimos hasta la misma cumbre (1.902 mts)que coronamos no sin esfuerzo y paciencia. Ahora la cordal hasta el Cuitu Negru que parecía factible, exigió de algunos un esfuerzo suplementario, al menos para los especialistas en trial-bike, que sacamos buen partido a nuestras especiales bicicletas como la Giant-Bronco, forzando como no todo el cordal, desde el Alto de Barredal, pasando por el Alto de las Rubias, y concluyendo en el Alto de la Carbajosa.

Contemplamos a nuestros pies la maravilla de Asturias, sus sierras interiores, y esa bruma que siempre saca el calor y que nos impedía gozar de la extraordinaria visión del mar Cantábrico marcando en horizonte. Las vistas sobre la zona Sur de la Cordillera, es algo que a los asturianos siempre nos sorprende, tanta amplitud en cuyos prados vimos las ovejas merinas en su manso pastoreo esperando ya el pronto retorno a los pastos extremeños. Al Norte la cruel cicatriz de la Autopista del Huerna...

Proseguimos con nuestra misión y enlazamos con las pistas superiores de la Estación del Brañalín, que en aquel mes de agosto estaban en plena soledad.

La compensación a tanto esfuerzo fue echarnos como un torbellino por las pistas de la estación como auténticos kamikazes, el plato de 50 dientes y el piñón de 13 no eran suficiente desarrollo para afrontar la bajada, la cadena chicleada sobre los tirantes a más y mejor, pedía más biela y tensión, el cuentakilómetros dados los saltos y los tambaleos para sortear piedras y baches, no eran visible, pero a buen seguro que superábamos los 50 km/hora.

En plena estación tomamos un merecido descanso y un reparador trago que nos fue por la afabilidad de Iván Armesto, aquel que luego se convirtió en la gran figura de Gran Hermano astur, ¡Lo que son las cosas!.

Llegar hasta Busdongo, ya por asfalto, fue algo reparador tras tanta emoción y tableteo de nuestras piernas y cabezas, se había coronado nuestra primera cumbre y habíamos forzado buena parte del inciclabe camino en descenso hasta Busdongo, toda una aventura

Victor Guerra. Un viejo biker años 80
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...