domingo, 7 de septiembre de 2008

Por los Collados de Luna


 Tipo de Ruta: Circular

Punto de Salida y Llegada: La Magdalena (León)

Longitud:  49 Km.

Horario: 4, 30  horas

Puntos de paso:, Otero de Dueñas- Carrocera- Santiago de las Villas- Cuevas de Viñayo-Portilla de Luna-Sagüera de Luna-Barrios de Luna-Irede.

Altitud de Ascenso  1.358  mts. Acumulados.

 Altitud de Descenso: 1.410 mts. Acumulados.

 Los perfiles cársticos de la Comarca de Luna, son duros recorridos  para el  betetista  pero de una belleza impresionante.

 

Una vez más acudimos  a la llamada del almuecín ciclomontañero  Juan Carlos Hidalgo, unos veintitantos betetistas procedentes de  León,  Benavente, y cono no, los bravos  astures con la intención de rodar durantes unas horas por la gran falla que tiene su origen en Laciana,  y que de Oeste a Este,  conforma una gran espina dorsal, y por cuyos plegamientos discurre la ruta  que tenemos por delante.


 Un trazado que  durante unas horas atravesará  los distintos valles que se originan  bajo la Cordillera Cantábrica,  y que  conforman la Comarca de Luna, salpicada de bosques y  parajes excepcionales para la prácticas de actividades de perfil bajo en cuento al impacto medioambiental como son el senderismo o la BTT.


 Con la disposición de gozar de este recorrido partimos del núcleo de La Magdalena dirección Suroeste,  por la carretera  LE- 626, pasando por delante del desvío hacia  la Autopista A-6.  Seguimos carretera adelante para desviarnos a los 3 kilómetros  hacia el interior del pueblo de Otero de Dueñas,  con sus perennes restos del cenobio cisterciense.


 Se sale de Otero y  doblamos a la izquierda  al km 3,750,  metiéndonos por la antigua zona asfaltada donde la cosa va tomando altura. El ritmo que marcan en la cabeza es trepidante, pues rayamos los 14,5 km/h.; y yo estoy fuera de control en pulsaciones,  pues hemos parado a coger agua y ello  ha supuesto remontar, junto con Félix todo un tramo largo, fuerzo, menos mal que Carlos Cohello, nos iba esperando  en los distintos cruces para tirar de nosotros y meternos en el grupo.


 El grupeto rueda ahora en fila india por el estrecho sendero que va por debajo del Alto de  la Lomba, y por encima de la carretera LE- 623, se cruza el carretil que da acceso a unas canteras,  hasta concluir en el pueblo de Carrocera, del cual  salimos por asfalto hasta el cercano pueblo   de Santiago de las  Villas. 


 Los pueblos rezuman soledad a esta temprana hora de la mañana, el tiempo  amenaza por momentos con  meterse en agua. A partir de este pueblo  subimos por firmes de tierra  virando hacia el Norte en primer lugar y luego hacia el Oeste  pasando por entre el Alto del Castro y el Alto del Cuerno, lo cual  nos deja ante una alambrada de espinos,  tras unos 8 km.,  de ciclado y ya con la primera collada  ganada.


El ritmo ha descendido  y se vesubir a base de la utilización del  brioso pateo cuesta arriba a parte del personal. Desde esta primera collada se ve parte de las canteras, y los distintos valles trasversales que debemos ir ganando.


 César “El Abuleo”  de Asturcón BTT, se siente fuerte y da “jabón” mientras los del Club Lopenta de Bevanvente no pierden su rueda ahora dirección  Oeste, por un trazado que medio se adivina, y que  a media ladera busca el fondo del valle, aunque los caminos tienden  a cerrarse por momentos ello no impide al grupeto entroncar con  la carretera local, y tomando  su ramal derecho se coge rumbo a Cuevas de Viñayo.


 Sin apenas entrar en el pueblo doblamos  sobre la cantarina fuente (9, 720 km,  49 minutos de ciclado y 1.053 mts de altt.) cruzamos  un pequeño arroyo  tomando por el camino que sube hacia el Collado de Piedrasecha al pie del Alto de La Cerra. Lugar desde el cual  Vega nos explica la zona,  muy característica por  la presencia del Desfiladero de Los Calderones, y su Virgen del Manadero.


 Desde aquí pasamos a la  collada de  La Monoca, (km 12) por un camino a media ladera, y en cuyo trayecto en un descuido me voy  al suelo, perdiendo las gafas. NO ha sido nada para lo que puedo ser,  seguimos hasta ganar la citada collada y caer directamente a  Piedrasecha, por una bajada que tiene sus trucos y más en las zonas de badenes que permiten casi el  despegue vertical, si uno  no  controla su velocidad y saltos en el descenso.


 De este núcleo se sale en dirección Oeste a  buscar el límite municipal y ganar  el collado de Coros del cual  nos bajamos más deprisa que hemos subido, como casi siempre,  hasta  llegar al pueblo de Portilla de Luna (17, 260 Km., 1h. 17 minutos).  Desde Portilla se sale dirección a  Sagüera, y aunque aún hay buen ánimo, los repechos son de órdago y van des un 12 a un 20%,  lo que hace que el personal  tenga que reptar pendiente arriba tirando de la trotona, en general son pocos los que se salvan de la descabalgadura.


 A Sagüera llegamos tras ciclar y patear durante casi 2 Km.,  pasamos el arroyo que lleva el nombre del pueblo y el de Villerma  para ganar el Collado de  La  Espina,   apretujado entre el Alto del Piornal  y el Alto de las Peñas, lugar donde contemplamos los primeros ejemplares de los sabina de Luna;  Ante nosotros se abre  una bajada que nos deja en la carretera del embalse de Barrios de Luna, entre el Km. 14 y 13, ya con unos 23, 320 Km. rodados, en un tiempo de 2 h. 24 minutos.


 Una tranquila rodadura en pelotón hasta el bar en que nos damos el merecido descanso con recuperación de fuerzas  a base de tapas de callos,  a las que me invita el amigo César, al que hoy no vi apenas el pelo durante toda la ruta. Mientras los del Club  Lopenta ejercitan su mente jugando una partida al tute rápido.

 

Desde  Barrios de Luna, cruzamos el embalse por su dique de contención, para doblar al final de éste  hacia la izquierda hacia el pueblo de Irede. La bajada genial pero la remontada hasta Irede se hace dura, me pego al capitán Pelea, y a Félix y a alguno más que se van   quedando igualmente rezagados, pues los kilómetros y la comida pasan factura.


 En Irede hay un reagrupamiento, y de aguerrida guisa acometemos la remontada del arroyo Lereo, las piernas no resisten la presión del repecho, y la cadena se tensa hasta triscar sobre el piñón. Esfuerzo  inútil para algunos  que intentamos hacer la subida encima de la trotona pero de cuyo empeño desistimos el grupo de Castellanos, Félix y yo mismo, y nos damos un paseo a pata que ya se hace de ha hecho  a medida de que nos separamos del arroyo, y la pista coge  altura.


  En lo más cerrado de la pista nos damos de bruces con el grueso del pelotón que nos espera para subir uno seiscientos metros que no quedan para tomar otro buen camino.


Tras abandonar la pista, por un virtual sendero lleno de escobas y piornos entre las cuales desaparecemos ciclistas y bicicletas,  tras los cuales se oye berrear a César pidiendo más caña, y a Castellanos y  a Feliciano acordarse del árbol genealógico de algún diseñador de rutas.


 Llegamos de “aquestas maneras y andares” a la pista de La Matona, viramos a la izquierda para seguir ascendiendo hasta la altura del vértice geodésico, donde el recorrido se deja ir por lo alto del cordal, ya las colladas han quedado atrás y ya hemos perdido la cuenta de cuántas van, para a buen marcha por tramos muy bonitos de toboganes que nuestras piernas agradecen, pues no en vano vamos por la vieja calzada trashumante.


 Alguno de los más racing en la zonas de mayor pendiente se amarran a las “amantis de sus trotonas” y le dan un apretón que  dejan el aire de la ruedas colgado de los árboles, o sea pinchazo o revetón,  y tienen que recurrir en medio de la babosada verde que escupen los tublles a  colocar la clásica cámara se siempre.


 Llegamos al fondo del valle para acercarnos al arroyo del Reventón del Turcio y cruzar por debajo de la Autopista A-6 a la altura del kilómetro 45, 260,  de la ruta con 4 horas y 22 minutos de pedaleo.


 Entramos por camino  de Garaño, tras cruzar el río Luna, a la Magdalena, ahora  por  asfalto tras rodar  unos buenos kilómetros por estas desconocidas colladas de la Comarca de Luna que nos han dejado un buen recuerdo.


Víctor Guerra

domingo, 31 de agosto de 2008

ENTRE lo SAGRADO y lo PROFANO


Tipo de Ruta: Circular
Punto de Salida: Area Recreativa de Bueño
Punto de Llegada: Area Recreativa de Bueño
Puntos del recorrido: Palombar –Fuejos-Peñerudes -La Vara- La Carbayosa- El Vallín-Rozaes-Peñerudes
Longitud: 38 Km. Aprox.
Horario: 3 minutos.
Desnivel Acumulado en Subida: 1200 mts
Desnivel Descenso Acumulado: 1100 mts

Una ruta que se abre a la sombra del mítico promontorio del Montsacro, y que desfila como una contínua tentación buscando el abrigo de la Sierra del Aramo.


La ruta tiene su comienzo en el Concejo de Ribera de Arriba, concretamente el sendero lo hacemos partir desde el Area deportiva El Llosal, en Bueño, buen lugar para dejar el vehículo y otros pertrechos. Los que habiten en Oviedo pueden comenzar en el Parque de Invierno y tomar la Vía Verde de Fuso, y entroncar con la ruta propuesta unos kilómetros más allá, a la altura de Palomar.

Estamos ante u n recorrido mixto, con muchas posibilidades, y que tal como se plantea para que no sea excesivamente duro, se diseña como una ruta a caballo entre el cicloturismo y la BTT.

Se sale como se plantea del Area Recreativa por la amplia pista fluvial pegada al río Nalón, que va encajonado entre la carretera a Palomar, la vía del tren y nuestra senda. El trazado en este tramo es prácticamente plano y va ganando a base de recodos el viejo puente de factura del siglo pasado que nos permite cruzar a buena altura el Nalón, aunque da un poco de canguelo al ver tablas rotas, y el abandono en que se encuentra. No hay otra opción nada más que cruzarlo, y subir por una dura rampa de hormigón que nos permite llegar al núcleo de Palomar. 2Km.

Se entronca con la carretera AS -322 que viene de Soto de Ribera y vamos por ella unos metros para girar a la izquierda en una revuelta, justo a la altura de una parada de autobús donde encontramos la señalítica de un PR, el 143, sendero que nunca se homologó, o sea que está en situación ilegal por apropiación de marcas (blancas y amarillas) y no pasar por el registro de Senderos del Principado de Asturias.

En ese punto vemos también las marcas del GR que enfilan ambas por la carreterita empinada para ganar el pueblo de Fuejos,que debemos cruzarlo lo que nos deja ante un trazado más pedestre a base de hormigón que sube a buscar la llamada Casa del Malato, una clara bifurcación sin señalización visible que nos permite contemplar en parte la mole sagrada donde aparecieron las reliquias de la catedral de Oviedo y donde parece que moraron durante unos neotemplarios, más preocupados por el silencio que por la publicidad de sus personas.

Esa mole es el Montsacro del cual ya nos ha hablado Angel Oretga en su anterior entrega en los libritos que se entregan con La Nueva España, los Jueves: “Rutas para caminar por Asturias”, tal promontorio es todo un hito de nuestra historia y un auténtico centro de carga telúrica, según dice el amigo Carlos Maria de Luis y el profesor Atienza, pues por el lugar pulularon estos extraños monjes, yno menos raras leyendas un milenario Santo Toribio y sus milagros. Etc.

Sea como fuere vamos a tener al Montsacro como referencia de continuo, por lo cual optamos ante la bifurcación del Malato, (4 km ) presidida por una gran cuadra por tomar el ramal izquierdo que sube bordeando el pico Les Pedreres y el Castiellu hacia la solitaria ermita de La Capilla del Ángel, situada a las afueras de La Mortera, pueblo al que llegamos en un minuto. En su parte intermedia otra bifurcación clara y contundente, nos vamos por la izquierda en descenso ahora por asfalto y subir a base de paellera, metiendo todo lo que tengamos y acompañando a la cantarina riega de La Olla hacia coronar el llamado Campo de Peñerudes (6 km), otro bastión vigilante sobre el Monsacro y la ahora ya visible Sierra del Aramo. No tengo medidor de pendientes pero el repecho se las trae.

Se desemboca en la carretera MO-5 que va a Pedrovella, la idea es no seguir ni el GR que tira para la derecha , ni desviarnos a la izquierda que va por asfalto siguiendo un ya casi perdido PR 143, en esta ocasión la propuesta es contemplar los dos grandes hitos el Montsacro y el Aramo, por lo cual se tira medio de frente para tomar la carretera que va hacia las poblaciones de Los Duernos, y Piñera, (8 km) donde se toma por otro amplio carril asfaltado los repechos que nos llevan hacia el pueblo de La Vara, con excelentes miradores sobre ambas sierras.

Aunque en la subida aparecen tentadores caminos para tomar, todos terminan en unas grandes barrizales, por lo cual lo mejor es pasar de ellos y llegar directamente a La Vara por asfalto contemplando los bellos escenarios que nos rodean.

Pues luego volveremos para tomar el PR 143 en dirección contraria, para los más aguerridos en La Vara les sugiero tomar la pista hormigonada que hay a la derecha que trepa ladera arriba por debajo de la Peña La Vara, y cuando ya se ve que el camino va a ganar el collado para meterse en plena sierra del Aramo, se ha de buscar la mejor bajada para caer hacia el pueblo de La Carbayosa. (16 km)

Se puede ir hasta Villapará, pero dar la vuelta es ya más suficiente, este es el punto de retorno idean para bikers que desafían de todo, pues por delante hay todo un tramo de antiguo camino carretero embarrado en algunos tramos, y con tramos impresionantes de lienzo de piedras como firme, de las que se ven pocas ya por Asturias. La pena son esos tramos todos desencajados que nos obligan a mil y un diabluras o poner pie en tierra y seguir disfrutando de esa manera del paisaje.

Con esa pelea llegamos de nuevo a La Vara, y en vez de tomar la carretera al final del pueblo, por donde hemos llegado, nos vamos por la derecha, por un encajonado camino en bajada, algunos tramos invitan a los más cautos a descender casi a pie, los más cabras pueden intentarlo montados en la trotona, aunque lo verde mohoso de los lienzos canteriles ya nos dicen algo con respecto al estado de ciclado de la zona.

Seguir el trazado es complicado pues las flechas direccionales quedan a contramano, pero a poco que nos fijemos iremos encontrando la dirección a seguir que toma rumbo a La Reguera, por zonas muy embarradas y dejadas de la mano de dios. Hay una invitación a irnos ante una cuadra de frente lo cual nos llevaría a Piñera, lo mejor es bajar por la rampa de hormigón que nace al pie de la cuadra, y cuyo recorrido nos llevará directamente al Canto la Cruz, sito en El Vallín, al pie de cuya ermita llegamos tras una rápida bajada.

De nuevo la omnipresencia del Montsacro se hace muy patente, merece la pena la lectura sobre el Monsacro y quedarse por unos momentos por estos lares a contemplar tan singular hito telerúrico que preside buena parte de este territorio asturcentral.

Salimos por la Ermita de Santa Cecilia, por asfalto para cruzar la carretera que viene de Cardeo a Piñera, tomamos un camino que sale justamente en frente de nuestro ramal y no metemos por el camino para cruzar la riega de la Bahuga y seguir por la zona de Barbeo, para doblar en un amplio cruce despejado a la izquierda por una pista forestal que va hacia la riega de Valdelavega, donde el camino presenta trazas de perderse, pues está muy tomado por bardos y restos de la tala, y por abundantes aguas que presentan más de una trampa, debido a las llamargas que se extienden a lo largo del camino que cruza el bosque de Pandiella, y concluir de este modo en el pueblo de Rozaes.

Esperemos que esta futura ruta que se va a plantear en sentido contrario como un GR senderista y Betereto, que intenta llegar hasta las inmediaciones de La Carisa y venir por la otra vertiente mierense hasta concluir de nuevo en Ribera de Arriba, pueda constituir todo un acicate para desarrollar sobre ese recorrido una prueba de un Campeonato de España de Mountain Bike, y articular un impresionante recorrido al modo prirynaico.

Como digo, ya plantados en Rozaes, ya no solo nos queda meternos por un sendero hormigonado que sube hacia la Iglesia de San Esteban de Peñanes y salir por esta aldea en subida hacia la zona de Llames, donde un descampado nos presenta una vistosa estampa del Embalse de los Afilorios, al cual bajamos por la amplia pista hasta entroncar con la carretera que baja de Piñera, unos metros más adelante doblamos en la zona de La Carrera, por asfalto hacia Peñerudes para bajar de nuevo por el camino traído hasta Bueño.

Feliz Ruta.

Victor Guerra

sábado, 23 de agosto de 2008

Planificando nuestras excursiones (2)


Una cuestión importante a la hora de planificar la ruta es prever los tiempos de marcha, ahora hay programas que nos pueden ayudar a planificar los tiempos en distintas fases, tanto por longitud como altitud. Debemos tener en cuenta dos factores, uno casi siempre se tiene en cuenta es la longitud, pero hay otro que el personal no repara y es el grado de ascensión acumulada , que es realmente lo que nos pasa factura, y es un parámetro que a veces no confunde.

Recuerdo no hace mucho en una ruta en Piloña, todo el mundo echaba manos a la cabeza por las dos chinchetas que había al principio de la ruta, y yo le tenía miedo no a eso sino a los múltiples dientes de sierra que se veían en toda la ruta, y que fueron los causantes de los abandonos y de que la gente se echase a la carretera general para llegar a Infiesto.

En este punto creo que debemos ser bastante reservones y darnos bastante tiempo, estableciendo un lugar y una hora a la que es preciso llegar, y si no se cumple esas premisas, es el momento de estudiar si merece la pena dar la vuelta o seguir.

A este respecto hay que tener en cuenta de que si estamos en una situación de posible riesgo el helicóptero de salvamento, no funciona con el atardecer, o sea que tiene que tener al menos una hora de margen antes de la caída del sol, sino el operativo de búsqueda o evacuación de hace por vía terrestre. Es importante saberlo, por si las moscas, en caso de caída, al atardecer no hay que demorarse mucho en pedir socorro, o en esa hora debemos estar fuera de las zonas más comprometidas.

En cuanto al aviso de socorro, supongo que a estas alturas ya todo el mundo lo sabe, el número de emergencia es el 112 y es bueno tenerlo en los móviles insertados, que además suelen funcionar aunque no haya cobertura.

Respecto a la cobertura telefónica y las zonas comprometidas, personalmente llevo casi siempre encendido la alarma del móvil que me indica cuando hay o no cobertura, es un poco coñazo ya lo sé, pues hay compañeros que quejan del constante pitido, pero eso a mí me está indicando donde tengo cobertura y donde no, y eso me hace ser más arriesgado o más reservón, pues puedo perderme del grupo y no poder llamar, o pedir ayuda, de este modo sé cuanto arriesgo.

Como premisa previa, siempre decir a donde vamos y con quien vamos…) para que nos puedan localizar, si cambiamos de idea una llamada no está nada mal para avisar de tal eventualidad. Últimamente he ido cogiendo dos manías: 1ª llamar un poco antes de acabar la ruta y dar “novedades” e indicar mi posición por si acaso, y la 2ª cuestión, tener a alguien entrenado con los programas de cartografía y GPS, al que podamos hacer una consulta mediante teléfono.

Por mi trabajo evaluando rutas o diseñándolas paso muchas días y horas solo en el monte, y cuando estoy en una situación de pérdida de la ruta, o de duda porque me faltan balizas, o porque algo creo que no va bien, y antes de dar un paso en falso suelo consultar con una pequeña red de apoyo, amigos y familia a los que llamo y les comunico mi posible posición y bien por un topónimo o por coordenada (Más fácil) y que sean ellos los que me orienten, una vez enciendan el ordenador y consulten la cartografía en el Ozi o el CompeGPS, Y lo cierto e s que gracias a ellos he salido del apuro.

En este sentido echo de menos poder pasar un archivo de track de GPS al móvil, para de este modo poder enviar donde sea preciso el archivo, que bien podría ser por cable o bluetoth, eso sería todo un logro

Os dejo una página que siempre nos puede ayudar Cosas sencillas.

En cuanto a botiquines, la cosa últimamente está en que cuanto menos mejor, suelo llevar glucosa, trombocit, relajante muscular , pomada Betadine y vendas, y poco más, aunque lo que nunca falta es una lamina de aluminio, que viene bien para muchas cosas, para pasar una noche a la intemperie, o refugiarse de la lluvia, o para envolver a un accidentado para que deje de perder calor. Es algo que no pesa y que deberíamos llevar todos, pues es una de las cosas que más utilidad le he encontrado.

Otra cuestión que hay que tener en cuenta es el tema de las pilas, ahora casi todos los elementos que llevamos necesitan o baterías o pilas, con estás últimas he tenido más de un problema, de ahí que a veces vaya cargado de ellas, las recargables es verdad que dura, pero hay un momento que aunque cargan, cuando uno las pone en la cámara o en el GPS se la chupas en un instante, y a veces si se compran por ahí, bien sean de las normales o las alcalinas, pues se consumen también muy rápido, porque llevan mucho tiempo en el mercado. Me pasó en Taramundi, me compré un buen montón y el GPS se las comía que daba gusto.

Lo único que podemos hacer es bajar la intensidad de gasto del aparato, colocándolo en el parámetro de ahorro, y pasando de los colorines en pantalla, a la pantalla gris, y como no bajando el número de contactos con los satélites: Pues hasta que se prodiguen como más asequibles sistemas de auto- carga por algún sistema como el solar y que se abaraten tendremos que apañárnoslas de este modo.

Víctor Guerra

viernes, 15 de agosto de 2008

Planificando nuestras excursiones. (1)

Hace unos días se perdía un grupo de ciclomontañeros por las estribaciones de la Cordillera Cantábrica, lo cual no es que sea muy normal o cotidiano, pero es verdad que los ciclomontañeros vamos ampliando el círculo de nuestras excursiones, y vamos saliendo de lo cotidiano y no siempre nos equipamos en función de esa eventualidad, y eso en ocasiones nos depara alguna que otra sorpresa.


Tal vez aquellos que provenimos de los ámbitos como el montañero tengamos más asumido que la montaña puede ser un mal compañero de juegos, pues cada uno ha tenido alguna que otra experiencia de mal ercuerdo y que van desde las clásicas pérdidas, a la caídas, etc., y lo que era un elemento con un entorno divertido en breves instantes puede convertirse en nuestro peor enemigo, tal vez por ello tengamos como más prevención.


Por algo, los antiguos ciclomuletiers, aquellos que estaban muy lejos de las adrenalíticas bajadas americanas, cuando se acercaban a los macizos montañosos en sus trotonas reformadas, reflexionaban sobre una posiible y futurible masificación en la práctica y en los ámbitos que les eran naturales, y daban un toque de atención sobre los peligros que ello podría entrañar. Lo cierto es que el artículo que publicó en su día en la Revista Cycloturisme (1983) Hervé Bustschell ingeniero de la Office National de Forets, no tiene desperdicio.


Y aunque en muchas guías y libros se dan recetarios de planificación y consejos luego cada uno hace de su vida un pandero, y lo cierto es que es bueno tener una serie de conductas pautadas, que nos ayuden a preservar nuestra seguridad, y no haya menester de tener que sentarse con el lápiz y el papel para planificar, que es a lo que suena cuando hablamos de este tipo de cuestiones.


Lo primero que debemos tener claro es saber qué tipo de excursión vamos hacer, pues no es lo mismo salir a rodar por alrededores más o menos urbanos, que por altas cordales montañosas.


Esta aproximación a la ruta es la que nos va a indicar parámetros tan necesarios como la longitud, desniveles acumulados, (que se suelen mirar poco), perfiles del trazado de la ruta, la logística y cuanto nos va a consumir ésta, en Asturias esto se puede volver muy complicado y tener que invertir muchas más horas para llegar a un sitio o recoger los vehículos, horas que nos van a ser precisas luego para hacer la ruta, sería necesario tener presentes las posibles vías de escape. Etc…

En estos momentos la tecnología nos permite poder adquirir cantidad de informaciones facilmente como tracks de rutas, wp, etc, pero también es cierto que nadie nos certifica su fiabilidad,. Por la red internaútica hay cientos de miles de tracks de rutas, pero ignoramos como fueron realizados, con qué tipo de GPS,(a veces de una máquina a otra hay muestra grandes diferencias) no sabemos qué datuns han utilizado con respecto a los datos y la cartografía, etc, y sino tenemos en cuenta esto ello nos puede llevar a cometer a errores garrafales.


En ese sentido me gusta mucho la página de mi amigo Sirgo que explica cuando publica un track, sí éste ha sido comprobado, y so es un track teórico hecho en base a cartografía.


Pienso que todos los tracks debieran llevar una mínima nota con la explicación de la ruta, de tal forma que nos aporte alguna información más, ya que normalmente no abrimos ese track y solemos quedarnos con su plasmación en cartografía, sin embargo sus tripas nos pueden dar muchos más datos, aunque a veces ello exceda nuestras capacidades informáticas.


Hoy existen muchas posibilidades de poder comprobar esos tracks y contrastarlos, pasar los tracks a cartografía convencional de 1:25.000, y luego sí se puede pasarla por mapas de 1:5000 o 1:10.000 para ver los puntos de duda no estará demás , y luego pudiendo contrastar lo en el Google Ehart, puede ser una buena medida, lo mismo se puede hacer sin trakcs, o sea comprobando las cartografías al uso y la escala recomendad pues la 1.25.000.


Una vez fijado el trazado, si vamos a estar por zonas altas o rodar durante muchas horas por cordales, nos estará demás ver las posibles vías de escapatoria de la ruta, eso lo sabemos bien los que hemos rodado muchas veces por la Cordillera, y con un cambio brusco del tiempo tener que buscar la mejor salida de escape, como sucede con La Carisa, o La Mesa, manejar esas vías pues ahorramos horas de espera.


Personalmente cuando ruedo por ámbitos que conozco poco, o que considero complejos, amén de llevar el track teórico o real, suelo llevarme los mapas de 1.25.000, e incluso alguna ruta que pase por la zona, en este sentido hay un trabajo del Comité de Senderos de la FEMPA , firmado por Antonio Alba, que nos da información de detalle y cartográfica de los 200 Senderos PR de Asturias, por ejemplo en la zona que se perdieron los compañeros, pues parte de ese recorrido viene recogido en dicha guía (PR. AS 1-200 por Asturias) con su cartografía específica.


Además en ocasiones nos dicen, tales reseñas el estado señalítico, por ejemplo hemos pintado tantos los recorridos del Parque de Somiedo y de Reres y del Parque Nacional y algún que otro GR, eso facilita un poco las cosas.


A este respecto falta que se dé un real empujón desde los entes federativos, para que desde ellos, bien la de Montaña o de Ciclismo, se cuelguen las rutas ya comprobadas.


En el caso de la FEMPA tenemos prácticamente unos 300 tracks de rutas que hemos ido vertebrando desde la vertiente amateur, comprobando y recorriendo cada uno de ellos con rutómetros y tracks , amén de aquellos otros que provienen del ámbito profesional, por ejemplo tengo los tracks de unos 70 senderos, recorridos, al Sur de la Cordillera Cantábrica desde Reinosa hasta Ancares, o los del todo el GR de Cangas de Narcea, que por ejemplo hubiera quitado muchas vueltas y vueltas a los compañeros Asturcones, pero como las formas son las formas, y cada uno marca sus ritmos y demás, pues ello ha traído repetir y repetir itinerarios, que ya estaban rodados y comprobados, algunos de ellos se publicaran estos días.


Colgar eso con una mínima dignidad y fiabilidad y seguridad para todos, propietarios de los tracks y usuarios, es una tarea que nos queda pendiente de reflexionar y de abordar.


Resumiendo recomiendo que en una bolsa estanca, sería conveniente llevar un mapa de la zona y alguna explicación de la ruta si rodamos por un PR o GR de la zona siempre existe información, y sino habría que ver si existe alguno cerca para que al menos si nos damos de bruces con la señalítica sepamos hacia donde nos encaminamos.


A continuación: Adecuar nuestros equipamiento, cada vez se ven más mochilas que dificultosamente alojan poco más que un camelback, y lo cierto es que si vamos a rodar en altura, por ejemplo la Cordillera Cantábrica, donde las temperaturas pueden ser de benignas a extremas en pocos minutos, pues nuestra mochila y equipamiento debiera dar cabida a varios elementos.


No hace mucho salía con Fran y Raquel, por la Camino Real de la Mesa, y el tiempo no estaba del todo mal, pero se desarmó una tormenta, pronto el granizo hizo presencia, lo cual nos llevó hasta una cabaña, y que yo tirara de navaja y pudiera hacerme unas manoplas con un saco de plástico para colocar en el manillar y así poder seguir la ruta.


Si vamos a rodar en altura, no estará demás una chaquetilla de agua (Gore o similar ) con ajustables en cuello y muñecas y si es posible que lleve gorro, pues no todas lo llevan, y por la cabeza perdemos mucha temperatura, recuperarla hace que nuestro cuerpo consuma muchas calorías. Una cuestión muy típica en invierno, son las ganas de mear pero nos contenemos, eso lleva a que nuestro cuerpo consuma cientos de calorías en mantener toda esa orina retenida caliente.


No estará de más meter en la mochila un par de guantes (a ser posible largos y finos), en cuanto a nuestra equipación personal yo suelo ir casi siempre con unos culottes tipo pirata , pues te evitan los clásicos arañazos de ramascos, cotollas, y toda esa vegetación que va latigando nuestros perniles, pienso que siempre protegen algo más que ir con las patas al aire, lo mismo sucede con la parte de arriba , llevo la camiseta térmica de verano o invierno dependiendo de la estación y luego el maillot y lo que venga, es la teoría de la vestirse como las cebollas, por capas.


Debemos tener en cuenta que a medida que aumenta la altura la temperatura baja 1ºC cada 180 metros. debido a la disminución de densidad de la capa atmosférica que produce una menor capacidad de retención de calor, y por ejemplo debemos saber que cuando estamos en unos 14 grados la temperatura de sensación en grados según la velocidad baja, por poner un ejemplo a 14º si rodamos a 10km/h esta baja hasta los 12º y si nos ponemos a 20km/h no lleva hasta los 8º. , Otro ejemplo con una temperatura de 10º si vamos a 10km/h estaríamos con un sensación de temperatura de 8º ; y a unos 20 km/h llegaríamos a 3º .

Todo ello parece un poco tontería, pero si dejamos nuestros suaves valles asturianos y nos colocamos en la Cordillera pues estaremos subiendo en muchos casos hasta cerca de 1.800 mts de desnivel o sea que la temperatura habrá bajado casi 10 grados con respecto a lo que estamos acostumbrados y si nos ponemos en marcha, pues aún baja más, que en el fondo es esa sensación de frio en la bajadas aunque haga sol.

Factores que es conveniente tener en cuenta al menos como referencia.

(Seguiremos)

Victor Guerra


sábado, 9 de agosto de 2008

Por los Entornos de Marabio


Tipo de Ruta: Circular

Punto de Salida y Llegada: San Andrés (Trubia)

Puntos del recorrido: Castañeu del Monte- Linares- Cuevallagar- Puertos de Marabio- Villamayor- Barzana-Proaza-Santo Adriano

Longitud: 56 Km,

Horario: 5 horas.

Desnivel Acumulado de Ascenso: 1.250 mts

Mapas utilizados: IGN 1.25.000 Serie nº 52

Tanto la zona de Cuevallagar como los Puertos de Marabio ofrecen al ciclista de montaña todo un compendio de vistas y posibilidades que aún están por descubrir


La ruta que traemos hasta este blog fue publicada en las páginas de “Campeones”, aunque los amigos encabezados por Dani (Aire) arrancaron desde Oviedo por las infraestructuras viales que hoy comunican con la Senda del Oso, como son la Senda de Fuso, hace que no nos planteemos algunos de hacer los mas de cien kilómetros que tiene la ruta. Por lo cual estudiando las posibilidades de acercamiento bien en vehículos o bien por medio del tren, vemos que hay la posibilidad de salir desde Trubia, lo que supone un recorte importante de la ruta.


Por tanto, la zona ideal se salida puede ser o bien Trubia, aunque en este caso concretoo hemos partido de San Andrés, en el limite concejal de Oviedo y Santo Adriano. Desde aquí tras tomar agua de la abundante fuente que allí mana al lado del barrio de El Puente, se toma la tranquila carretera que sube por Tras el Molín y bordear la Peña Molar hacia Castañeu del Monte, subida que se hace fuerte si salimos de San Andrés, sin apenas calentar, pues en poco de menos 4,5 km ganamos unos 430 mts., de altitud que subimos en unos 45 minutos. El grupo que viene de Oviedo con unos 25 km en las piernas sube a buen rito, mientras que el amigo Ovidio y el que suscribe cierra filas en la parte trasera del pelotón.


La subida nos va dando interesantes perspectivas entre las que destaca, como no podía ser menos, la referencial humareda de la Central de Soto Ribera y la Sierra del Aramo.


El tranquilo pueblo de Castañeu del Monte nos aporta un pequeño respiro para reagruparnos. Desde el mismo centro del pueblo se toma un ramal hormigonado que pasa rápidamente a ser asfaltado, unos metros más allá, para encararse en la falda del Pico Plantón tomando rumbo Sur a la par que nos ponemos paralelos a la cordal, pasando por la seca fuente de Las Fileras.


La ruta continua por zonas asfaltadas, eso sí ya muy altos, lo cual nos permite contemplar en toda su dimensión tanto el valle de Santo Adriano, como el de Proaza y la Sierra del Aramo y el GR de San Melchor que lo perfila a medio ladea. Los repechos se suceden sin descanso hasta la aldea de Linares a donde llegamos en casi una hora tras rodar unos 7,5 km.


A la salida de Linares dejamos un ramal asfaltado a la derecha y enfrentamos un pequeño repecho por el ramal izquierdo, dando vistas a la otra vertiente en este caso a la moscona, con las referencias del Pico Buen Muerto y la Peña Candeal. El amigo y buen compañero Javier Muñiz corredor de élite (Asturcón BTT y ahora bajo las filas de Garaje Paco y Damina) hace la goma entre el grupo de cabeza que está fuerte y los regazagados que vamos ganando los duros repechos asfaltados como buenamente podemos. Se nota la falta de preparación y entreno lo que en BTT en básico.


Con intensas vistas sobre la Cordillera y con la moteada cumbre de Peña Rueda por la nieve, abandonamos el duro asfalto a eso de los 10 km., de ruta y a una altura de unos 831 mts., para de este modo desviarnos a la derecha por una pista hormigonada en su arranque que nos obliga a meter todo el desarrollo entrando de sopetón en terrenos más ciclomontañeros en busca del mítico lugar de Cuevallagar.


El recorrido se abre paso por una amplia pista de continuos toboganes que van poniendo en fila al pelotón, compuesto de unos diez ciclistas, que en este día de otoño nos hemos atrevido a subir a estas latitudes. A la altura de Piurices a eso de los 12 km, y a unos 1.042 mts de altitud, una rampa nos obliga a los más débiles, a pesar de estar hormigonada, a echar pie a tierra. Da gusto ver subir esos rampones a Muñiz y a Carlos alías “fierros” o a Peinador. Se les nota su días de entreno y horas de bicicleta de carretera.


Tras la subida, la cosa se suaviza y desfila por zonas más suaves para entrar de este modo por la portilla de Guamón, en la pradería de Cuevallagar. En este punto hay que prestar atención pues lo más normal es irse hacia la derecha hacia una clarísima pista que allí nace y que va hacia Yernes y Tameza y a Villabrille. Nuestra ruta se va por lo alto del cordal, rumbo suroeste, por zonas de pradería donde apenas si es visible la traza del camino, pero nos gusta por el aspecto montuno el recorrido.


En Las Forcadas, unos 14,8 km., vamos virando y dejamos un claro camino que hacia La Liraniega pendiente abajo, este ramal nos obliga a poner pie a tierra, siguiendo hacia Llanu, virando hacia el Lago de La Barreda, a través de zonas más ciclables. Esta zona con niebla hay que desistir de realizarla, por la sucesión de pequeños jous, y caminos que medio se pierden en la zona de pradería lo que puede malograr cualquier excursión y más a la altitud que estamos rodando, que ronda los 1.300 mts de altitud.


Bordeamos el lago por zonas muy bonitas, tras haber pasado por los estrechos jous con la BTT colgada del hombro durante algunos tramos, pues los caminos están destrozados con afloramientos calizos que obligan a mil y un piruetas y a un malgasto de energías que vamos a necesitar.


Nos cruzamos con el Grupo La Peñuca, que vienen de Marabio y van hacia Cuevallagar, los cuales nos dan ánimos. El tiempo va empeorando y antes de salir a la zona más descubierta entre la collada Tambaina que media entre el Pico Caldoveiro y el Torzano nos reagrupamos para comer de forma tranquila. Pues Ovidio ya demanda una parada en toda regla.

Ganada la zona de la Tambaina, un bonito juego de trial en bajada, o sea sillines más abajo para tener el centro de gravedad, más cerca del terreno, desinflado de neumáticos, pues para mí al ir sin ningún tipo de suspensión, ello me obliga a bajar presión y ejercitar técnicas amortiguadoras a diferencia de los que llevan amortiguación integral o delantera.


La bajada por la zona de Las Cuevas y Tixeira, nos permiten disfrutar de la bajada contemplando más abajo las praderías de Marabio, a donde entroncamos con la carretera que viene de Tameza. Hasta aquí unos 21 km con unas tres horas y media de rodadura.


Dani, y un amigo, plantean que en vez de bajar directamente al valle por la carretera general hacia Prado. Tomemos en ese entronque el ramal que va hacia Tameza, girando a la derecha, para desviarnos unos metros más allá a la izquierda por otra carreterita que nace a las faldas del Pico Cabrio, y que ganando unas pequeñas colladas nos permiten bajar de forma cómoda, por lo escaso del tráfico hacia las aldea teverganas de Villamayor y Riomayor. Una parada para reponer agua y seguimos bajando hasta entroncar con la carretera que viene de Campiellos, a los 29 km., giramos a la izquierda para poner rumbo a Entrago.


En Entrago, con unas cuatro horas para cubrir unos 32 km., entramos en la querida Senda del Oso, lo que me trae al recuerdo el proyecto que presentamos en su día Nacho Baylón y yo mismo, para la recuperación de la plataforma de ferrocarril para uso cicloturista. Como decía el amigo Dani, es orgullo saber que estamos rodando por un proyecto propio, al que apoyaron gente como el hoy Diputado Faustino Álvarez, o el presidente Silva, y más Juan Luis Rodríguez Vigil que impulsó todo lo que pudo el proyecto. Desde aquí las felicitaciones, pues de este modo nos permite rodar ya sin problemas a lo lago de la Senda hasta San Andrés. Es un gusto cruzarse con los senderistas y saludarnos, huyendo de los conflictos tan al uso.


Propuesta por tanto dura, pero muy reconfortante a la cual les invito a rodar para la primavera.


Víctor Guerra

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