Trayecto por las sierras de Cazarnosa y Orrúa, territorio idílico para la bicicleta
V. G. Oviedo, Víctor GUERRA
Lo cierto es que tenía muchas ganas de rodar por estos lares, desde la altozana ruta del GR 203. Por onde Camina el Oso ya había entrevisto allá al fondo los lugares que pueblan las tierras de Besullo, la tierra heterodoxa de Alejandro Casona.
Y allí nos plantamos ahora que se han señalizado las tierras del interior asturianas como GR 109, nos vinimos a lugares como Besullo, donde una vez recaló le creencia evangélica que durante años perduró por estos solitarios entornos. La ruta parte del propio Besullo, y sale camino adelante hacia el lugar de Pontones, yendo siempre por encima de la Riega de Pumar. Tierras húmedas que dejan ver sus mantos de líquenes colgados por doquier en un paso plano de casi unos cuatro kilómetros, sin apenas desvíos de mención. Tan solo hay que tener en cuenta que estamos rodando por las trazas del GR 109 y PR.AS 168.
Llegamos al solitario poblamiento de Pomar de las Montañas, metido en el fondigón del valle, nos adentramos en el pueblo siguiendo la pista que lo atraviesa y que nos ofrece a la vista una cuidad ermita y un molino; seguimos pista adelante hasta una pronunciada curva, donde damos un giro con la revuelta y comienza una larga subida, sin mucho desnivel.
La subida nos va dando una perspectiva de lo cerrado de estos valles, de su profundidad y hondura; valles y sub-valles que se abren a nuestra vista según vamos tomando altura y los posibles desvíos los vamos solventando en base a la señalización del GR 109. A la vez que vamos trepando por la ladera de la Sierra de Cazarnosa ganamos el llamado Paredón de Cazarnosa tras dejar un tramo pedregoso que nos obliga a descabalga la trotona, para de esta guisa llegar al citado lugar y continuar hacia el Mosqueiro de Toural.
Es una pena que el temporal de nieve y niebla no nos deje gozar del espectáculo, pero seguimos las marcas por la cordal adelante rumbo oeste, salvando alguna que otra dura rampa, corta pero que obliga a seguir de pie, hasta ganar el Collado de Lagos, nuestra idea que era seguir hacia Berducedo, otra mítica población allandesa, cruce de caminos y de historias, pero al final desechamos el irnos hacia ese destino pues si lo hiciéramos, y regresáramos a Besullo, ello sumaba casi unos 70 kilómetros, y las horas ya son muy cortas y la climatología muy inestable, con amenaza de nieve.
En el mismo Collado, con una fina lluvia que nos iba calando y con un frio que a esas alturas ya pela, nos echamos a la izquierda, dirección sur, tomando por el Cordal del Pico Orrua, muy cercanos al límite concejil, por un amplia pista que da vista al valle de Pomar.
Durante un buen tramo la ruta, se mantiene en la cota de los 1200 metros de altura siguiendo la cordal del Orrua y doblar a la altura de Mosqueiro Robledo hacia el este hacia Braña de San Felix, por encima de las riegas de Vache, Banqueira y Siecha, que vierten aguas al arroyo de Pomar. Como digo la ruta se mantiene todo lo que puede en lo alto de las cordales que va enlazando, hasta llegar a los llamados Praos de San Pedro de Pomar, donde el PR. AS 168 se echa a la derecha para bajar a Pomar de las Montañas, mientras nuestra ruta marcada como GR con escasa presencia señalitica y con marcas de BTT, sigue por las marcadas y abrigadas laderas de las Peñas de Gatu y Dentón para dejarse caer en pis-pas a Besullo, dando por finalizada la ruta.
Textos y fotos@Victor Guerra