- Punto de Salida y Llegada: Cangas de Onís
- · Puntos de Paso:Aballe-Tornín-Següenco-Torio-Las Balsas-Soto Cangas-Isongo-Corao. Coarain -Sobrecueva-Celango- Onao y Cardes
- · Longitud de la Ruta: 42,3 km
- · Horario de la Ruta. 6 horas
- · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.268 mts
- · Participantes: Javier Riestra, Javier Dolado, Luis Roza- Jose Ramón Natal- Albano Capezzali- Javier Paredes-Luz Fernandez-Victor Guerra.
La zona de Cangas de Onís ofrece zonas interesantes para la bicicleta de montaña (btt). No es que haya una cantidad ingente de rutas, pero sí las necesarias para rodar unos kilómetros de forma intensa, teniendo casi siempre como fondo unas espectaculares vistas sobre los promontorios montañosos, como el Sueve, Ibeo, Cuera, Ponga y Amieva, o los inevitables Picos de Europa.
En esta ocasión, vertebramos una ruta que nos parece interesante para dar a conocer parte de esas balconadas sobre sierras, picos y crestones de los que hablo, y para ello que mejor que hacerlo partiendo de Cangas de Onís, desde el Puente Romano de Cangas, tras haber desayunado en la Confitería La Golosa como señores.
Confortada la barriga, nos vamos a las inmediaciones del famoso puente , y tras el restaurante del mismo nombre, cogemos un camino-senda que se pega a la orilla del río Sella, yendo camino de la Vega de Dego hasta cruzar el pueblo de Aballe, dejando ahora los firmes de tierra para rodar por asfalto un ciento de metros hasta concluir ante el edificio de la Central Eléctrica, lugar donde se deja la carretera que sube a Collado Andrín, para entrar en otro tramo de sendero tras el edificio.
Dicha senda es algo más estrecha, y es la que da servicio a los cotos salmoneros del Sella, y por ella circulamos en plano hasta entroncar de nuevo con la carretera que viene de Tornín a Santianes.
Nuestro destino más inmediato es Santianes, por tanto se rueda por el tramo de asfalto hasta el pueblo siempre yendo hacia el Sur hasta alcanza la aldea donde concluye la carretera y se cruza el poblamiento hasta desembocar en un amplio camino que se deja unos metros más adelante para cruzar la pasarela colgante sobre el río Sella, presidido el lugar por un impresionante molino, todo ello ubicado en los entornos de la Mecedura del Dobra (6,7 km.52 mts de alt).
Cruzamos la carretera N-625 que va hacia el Puerto del Pontón, y metiéndonos por el ramal pistero que se pega ahora rumbo Sureste a las orillas del río Dobra, así durante algo menos de 2 km., que es el punto donde el camino deja paso al sendero que llega a la llamada Olla de San Vicente, o sea que nosotros damos vuelta sobre nuestro rodar, hasta llegar de nuevo a la altura del Puente Vieyu, por el cual pasaba el Camín Real de Amieva, cruzamos el apuntado puente para ir hacia la carretera N-625 por la otra orilla del Dobra. Es impresionante la altura que toman estos viejos pontones sobre riegas que en principio parecen inofensivos riachuelos, pero en invierno y en los desnieves la cosa crece hasta lo impensable.
Ya al par de la N-625, se vira a la derecha para bajar por carretera hacia el pueblo de Tornín, el cual se deja atrás, para tomar un poco más adelante una pista que se abre a la derecha, tras haber rodado unos 11,7 km. y con apenas 43 mts., de altitud, pues eso a la derecha rumbo Este, para ganar la collada de la Jorcada, ubicada en las cercanías del pueblo de Següenco y también la picorota que lo preside. Serán casi que 6 km de subida intensa en la que hay que ganar unos 500 mts., de desnivel.
La subida comienza suave, pero una vez cruzada la riega Llavayos, esta se torna algo más dura, sobre todo a partir de la Robellada, donde el trazado nos presenta un duro repecho hormigonado que supera el 28% de pendiente, lo cual que nuestros “pros” se pongan en fila de a uno, y otros pongamos a mitad del rampón muy dignamente pie a tierra. Son repechos cortos pero muy intensos, salvo este primero, luego la cosa sigue con salteados repechos unos hormigonados y otros de tierra algo más suaves y cortos, a través de los cuales se van subiendo poco a poco, hasta ganar altura y entroncar pasada la Collada Cerezal, con la pista que viene de Cangas de Onís, por el llamado Llano del Cura situado encima del cementerio municipal.
Por este trazado que acabamos de entroncar circula también el GR105 de Las Peregrinaciones, (Oviedo-Covadonga) con el cual se conecta a los 14,8 km, y a 430 mts., de cota. Toda esta zona ha sido bautizada por los bikers de la zona como el Martirolo cangués, por el cual rodaremos aún unos cuantos metros, no muchos, por tramos que ya nos parecen hasta suaves, los cual nos lleva en primer lugar a la Jorcada, en cuyo collado al dar la vuelta al collado nos encontramos con impresionantes vistas sobre los valles y sierras adyacentes a los Picos de Europa, los cuales presiden el escenario a modo de un increíble telón níveo de fondo.
Desde aquí se baja al pueblo de Següenco, que se cruza rumbo Sur, tomando en la fuente lavadero las aguas medicinales del Carril, para seguir subiendo hacia la bifurcación de la Cueñe. En este punto se toma el ramal derecho que nos presenta un poco más adelante otro ramal (La Teyera) donde se gira también a la derecha para subir al Mirador de Següenco. Una ascensión continuada hasta concluir en el peñasco que preside un abigarrado conjunto de antenas y parabólica. La cumbre aporta una gran panorámica de 360º sobre la Asturias Oriental.
Desde esta impresionante atalaya nos entretenemos en la contemplación de las distintas referencias geográficas mientras damos un tiento a los bocadillos. Se retoma la ruta, pero esta vez iremos por la Cuesta, o sea que seguimos la cresta de la sierra dirección Sur, para bajar por las empinadas laderas que han sido desbrozadas y permiten ganar La Teyera, y desde ese punto al desvío de La Cueñe, casi pisar la pista por la que subimos.
En este punto, la Cueñe, se dobla a la derecha, dejando el ramal pueblo y también él que va hacia la Viga el Carro, por cuyo trazado va la ruta de Las Peregrinaciones hacia las praderías de Peñalba. Nuestro trazado va por el camino que pasa pegado a una hermosa cabaña-casa, tomando como referencia la pista de concentración parcelaria que cruza toda la zona y por la cual antiguamente iba la calzada de Omedina hacia La Riera.
Pero la ruta que hemos trazado obvia tan complicada bajada hacia la Riera, para descender hacia el valle de Torio por las citadas pistas de concentración parcelaria que presentan una bajada total desde la Cueñe de unos 8 kilómetros de descenso, o sea que se pierden de nuevo los 500 metros de desnivel ganados hace un momento. Se pasa en la bajada por la majada de Carbayín, y el pueblo de Torio, aunque este se puede atravesar sin problema alguno, en vez de bordearlo como hicimos nosotros, y se prosigue la bajada y cuando queramos darnos cuenta estaremos en el pueblo de Las Balsas, o sea en la carretera de Soto Cangas a Covadonga (AS-262).
Por nuestra parte nos acercamos a la rotonda de Cangas para tomar un repositorio líquido en La Palmera , en el caso de Albano Capezzali y del que suscribe más bien una buena botella de sidra, y el resto del grupo le da a al caldo de trigo y cebada, y otros al gua cristalina con sales …
Desde la rotonda retrocedemos hasta el núcleo de Soto Cangas, a cuyo pueblo entramos para coger el camino que por la Priva nos sube hacia Isongo, aunque los antes citados, en un momento dado nos vamos por un sugerente camino que nos deja ante la AS-114, mientras el resto del grupo sube al pueblo de Isongo para desde él bajar a la citada carretera, y todos juntos entrar en el enclave caminero de Corao,con 31 kilómetros rodados.
Ahora queda el regreso a Cangas de Onís, tras salir de Corao, cruzando la AS-114, se toma el viejo camino del Palacio de Labra, aunque el trayecto lo dejamos un poco antes de la fuente de las Piperes, para cruzar la riega por un pequeño puente que nos coloca en la carretera AS-340, que cruzamos para entrar hacia el lugar de Corain tramo asfaltado que presenta también algún que otro importante repecho hasta alcanzar una gran casona con su ermita al lado, dedicada a Santa Eugenia construida entre los siglos XVII y XVIII, en cuyo lugar dicen que ya había un templo, ya citado en tiempos medievales.
Se sigue subiendo hacia Srobrecueva, donde se gira por un camino a la derecha que nos lleva al poblamiento de Paroro, donde ya solo queda en pie un viejo palacio.
Por lo que he podido averiguar esta primera casona que nos hayamos con capilla anexa, era la casa solariega de los García Labra, que trajo al mundo a Damián Cornejo, que nació en Palencia. El edificio fue construido a fines del S. XVIII. La parte más interesante es la fachada lateral en la que se colocan dos escudos junto a las ventanas arquitrabadas del piso alto.. parecen aludir dichos escudos, según dice a las armas del Obispo Damián Cornejo, pues de esta casona parece haber sido su padre.
Lo que en esta vejación
mi discurso más atolla,
es que me lleva la polla,
jugando al hombre, un capón.
De ti ningún galardón
ya, Lisis, mi fe no espera;
con tu Fabio en caponera
puedes holgarte del todo,
y no hay que dudar del modo,
que él buscará manera;
mi discurso más atolla,
es que me lleva la polla,
jugando al hombre, un capón.
De ti ningún galardón
ya, Lisis, mi fe no espera;
con tu Fabio en caponera
puedes holgarte del todo,
y no hay que dudar del modo,
que él buscará manera;
Aquí nos dice el autor que trabaja sobre los textos del obispo, que el tal Damián juega con los equívocos polla (moza, pija, determinado juego de naipes) y juego del hombre (cópula con la mujer y el juego de naipes que dicen pilla); obsérvese que lo que el hablante entiende como ‘vejación que atolla su discurso’ es que sea precisamente un capón quien le gane la polla (juego y moza y, en este caso, pija)».
El resto del poblamiento de Paroro está totalmente destrozado y aunque parece haber visos de haber querido arreglar alguna de las viejas casonas el empeño ha quedado en ese, pues supongo que la crisis, la vegetación y el olvido se lo va comiendo todo a bocados
De Paroro, se sale por el camino que se entrevera entre las viejas construcciones, para lo cual hay que empujar un rato la bici, hasta que al poco uno ya puede ciclar dejándose caer hacia la aldea de Perlleces, conectando con el acceso rodado que recorre estos montes, en cuyas laderas se enclavan pueblos como Onao o Cardes, en este último pueblo parte del grupo, los pro, se van carretera abajo, pasando del track establecido, yéndose directamente hacia Cangas de Onís.
Por nuestra parte, el resto de la grupeta coge el camino de la Cueva de Buxu, cuyos paredones calizos, nos indican su proximidad, ante ellos viramos a la izquierda dejando el amplio camino hacia el Buxu, para empujar por unos minutos la trotona tras dejar atrás la riega Entrepeñas, y subir empujando la bici por en medio de una antigua calzada que nos muestra partes de su entramado constructivo, hasta ganar el alto de Las Roces. Indicar que todo la subida esta presidida por la línea eléctrica Soto-Penagos.
Una vez coronado el alto, ahora vemos con total nitidez la zona de Següenco, y gran parte del recorrido traído hasta aquí.
Volvemos a montar en las trotonas bajando por caminos per guapos hasta llegar a las puertas del pueblo de Celango, donde se conecta con el acceso rodado que baja por la aldea de Helgueras hacia el barrio hacia Cangas de Onís a través de la carretera de Llueves y el barrio de Contraquil , dando por terminada nuestra ruta tras una merienda en la pastelería Covadonga.
Fotos de Javier Dolado, Victor Guerra y José Ramón Natal.
© Victor Guerra