Foto de portada Juan Luis Piñera
- · Punto de Salida y Llegada: Berducedo
- · Puntos de Paso: Lago-Montefurado-Pto del Palo- Cordal del Palo-Rubieiro-Robledo-Villasonte
- · Longitud de la Ruta: 46 km
- · Horario de la Ruta. 5 horas
- · Desnivel acumulado de ascenso y descenso: 1.546 mts
- · Participantes: Luis Roza, Javier Riestra, Juan Luis Piñera, Victor Guerra
Hay que decir en honor a la verdad que a esta zona del Valledor le teníamos gana, y lo cierto es que en el tiempo de la quema (2011), no fue el momento, por lo cual, ahora tiempo después, es el momento trasladarnos a la zona para disfrutar de sus encantos que son muchos.
Aunque el viaje desde el centro de la región, digamos que se hace largo, unas dos horas, la verdad es que merece la pena, tanto por el día, tal y como se presentaba que, aunque fresco a la matinal hora del traslado, luego a lo largo de la mañana la cosa se fue calentando, y luego es una delicia el viaje, y más si uno va de copiloto y puede ir viendo paisajes, sendas y caminos. Gracias eso sí, a la amabilidad de Javier Riestra que me acarrea.
A la convocatoria de Berducedo, nos presentamos más bien poquitos, apenas 4 bikers qué, para rutas de cierta entidad como esta, la cual permiten una mayor numero de participante por la movilidad y cierta autonomía, pero tal vez las dos horas de viaje echen atrás a algunos compañeros, y pierdan con ello estas oportunidades de rodar, por espacios tan singulares como estos.
Aunque, no deja de ser cierto, que más allá de las disculpas de cada uno, el paradigma de la BTT está sufriendo alguna que otra modificación, que trataremos en algún que otro post.
Plantados en Berducedo, nos refugiamos en el bar tienda El Cafetín, para entornarnos tras el viaje y la ruta que teníamos por delante, y como no, para conversar con el paisanaje, pues por mi parte no tenía muy claro cuál iba a ser el sentido de la marcha, y buen paisano al oír mis dudas, me dio la respuesta en escuetas palabras «por el Palo», y así fue. Ni una duda más.
Salimos del ventado pueblo de Berducedo por el Camino de Santiago, pero en sentido contrario, pues nuestro primer objetivo era ganar el Puerto del Palo, o sea que pusimos rumbo Este tomando el camino de Collado del Couso, al pie de Piedras Rubias, para entroncar con la AS-14 que será en este primer destino hasta la cumbral del puerto, nuestra sempiterna compañera.
El pueblo de Lago, no lo vimos, pues rodamos por el costado Norte de la carretera, y en un despiste nos fuimos por donde no era, y por tanto será de nuevo la AS-14 por la que circulemos hasta el desvío que nos permite virar hacia Montefurao, tomando contacto con los primeros repechos de la Sierra del Palo, cuya cumbral se veía todavía lejos.
Los desniveles de la pendiente en esta primera subida se sitúan entre el 10% y el 14 %, según IBP, aunque nuestros ritmos para estas rutas tal programa nos sitúa siempre en la cola del pelotón, de 100 siempre estamos entre los 20 últimos. Claro está que las comparativas que hace con otros tracks, son de otras latitudes muy distintas a las nuestras.
El día espectacular, y dado que tenemos con nosotros al gran amigo y fotógrafo, Juan Luis Piñera, aprovechamos para lucir nuestra nueva equipación gracias al patrocinio de JOMASA y al trabajo de Luis Roza, por eso que al pasar por el pueblecito de Montefurao aprovechamos para la sesión fotográfica, y la parada también nos sirve para admirar el lugar que siempre me ha parecido un enclave ideal para una estación alberguista, amén de que así recobraría esa vieja tradición hospitalera que tuvo antaño.
Reemprendemos la marcha, ya que además desde aquí el camino jacobita se pone muy tieso, pues cruza verticalmente la ladera del puerto de forma vertical en busca de la cumbre, lo cual supone unos 200 metros de desnivel, que solo se sube tirando de la trotona, ante lo cual decidimos que lo mejor era remontar los casi 4 km de asfalto, hasta coronar de forma tranquila el Puerto del Palo con sus 1.147 mts. Lo cual hacemos a buen ritmo y de forma agradable, pues el paisaje entretiene bastante.
Coronado el puerto, como fue menester, se impone un descanso para reponer fuerzas al abrigo de las instalaciones eólicas de la zona, pues la brisa imponía un cierto castigo semigélido. Es lo que tienen estas altas latitudes del occidente astur, que en un minuto las condiciones de realización pueden variar en unos minutos, y de una confortable ruta se puede pasar del frío al calor más atroz en minutos.
Repuestos del primer esfuerzo, emprendimos las primeras rampas hacia el parque eólico subiendo a la Sierra de Lagos de Braniegos, y coronando la Collada Fresnedo, con varios badenes cuyos cortos repechos se estiman con una pendiente del 15% al 17%.
Una vez coronado el Alto de Fresnedo, y ya metidos en pleno Parque Eólico, se pone rumbo Sur, siguiendo toda la línea cumbral, la cual nos marcan los molinos aerogeneradores que perlan toda la cumbre. Así dejamos Pico Mosqueiro de Fonterro y Collado de Fonte Roxa, ya metidos en la Sierra de las Fuentes, con Pico Hoyo como cumbre significativa.
Seguimos rodando más o menos fuerte por toda la cumbral que jalonan los picos: Garabis, Gramil, Cazarnosa de Sabadiecha y el Alto del Toural, hasta ganar en el PK 22,9 el Collado los Lagos o Braniego, dando comienzo en este enclave la Sierra del Orrúa.
EL trazado hasta aquí es un perfil cumbreño, en base e badenes con cortos e intensos repechos, alguno con algo más de extensión, y por cuyo trazado podemos ver en toda la extensión los valles de la zona Este, los cuales bajan a Comba y a Noceda, y como no, al fondo las lejanas tierras del Narcea, y más allá de lo que nosotros podemos reconocer, la cadena montañosa de la Cordillera aún con los picachos nevados.
En este significativo collado, que reconoceremos por el talud que nos protege de los aires de la zona, se nos cruza el GR 109 Asturias Interior en su etapa nº 24 de Besullo a Berducedo, que marca a Besullo, o a Berducedo, bien andando o en bici; supongo que bajando hacia Villardejusto y por Lago enfilar hacia Berducedo. Lo que no queda claro, es por donde bajan unos y otros…dada la pendiente y la falta de señalización
En el citado punto, nos asomamos al arranque del río del Oro, y empezamos a ver en toda su buena extensión el valle del Valledor, que antes no percibíamos en su longitud y profundidad. La verdad es que las vistas impresionan, así como la soledad que rodea esta área, ante la cual mis compañeros que no conocían estos parajes se quedan impresionados.
Tras un descanso, nos ponemos en marcha, pues a Roza ya le tiemblan las piernas de la prisa, y los demás pues vamos recobrando estilo, y nos ponemos en marcha por un trazado franco para rodar pues el camino se ve bien, pero se nota que el Parque Eólico está más atrás, pues los firmes no están compactados, y rodar por ellos con una bici semirrígida y con las ruedas infladas, se hace incómodo, aquí sí que las «dobles» van bien, y se nota su mejor agarre.
Ahora rodamos por la Sierra del Orrúa, dejando atrás el Mosqueiro de Robledo, para ir ya virando hacia el Oeste, y encarar desde el Alto de Erañuela el descenso hacia el Valledor,
Con 27, 2 km., rodados, y con una bajada que presenta un perfil importante, no sé cuál será le pendiente, pero en algunos casos es impresionante, con el agravante de que los firmes de piedra silícea estás muy sueltos, y las ruedas estrechas se entierran a la mínima, y las caídas pueden producirse en cualquier momento.
Vamos bajando, conmigo delante, marcando camino y trazadas, aunque sin soltar del todo el freno, con un primer tirón hasta El Sesto, y el Peñón de Bustelo, ya plenamente encarados al Oeste, y pudiendo ver otros subvalles en los que vemos los caseríos de Aguanes y Trabaces. La verdad es que impresiona ver los caseríos allá metidos en las fondigonadas de los ríos, en medio de la fronda, pues el resto del territorio está a merced del brezo, y las erosiones que dejan ver pedregales en todos los promontorios y pendientes laderas de toda esta inmensa área. Es lo que hace que el paisaje sea tan duro.
Cerca de la aldea semi abandonada de Rubieiro, con los discos echando humo enlazamos con firmes de hormigón, que con otros tramos de tierra compactada, cuyo trazado da acceso a los caseríos antes citados vamos devorando terreno, seguimos bajando por Coba hasta poder cruzar el Río del Oro por debajo del pueblo de Robledo.
Durante la bajada en el Peñón de Bustelo, habíamos estado contemplando la otra vertiente por la que tenemos que subir para realizar la Cordal de Berducedo, y la verdad es que no acertamos muy bien, cuál sería el mejor trazado.
Hablando de esto menos mal que hicimos caso al paisano del bar, si hubiéramos subido por esta vertiente a la Sierra del Orrúa, todavía estaríamos empujando la bici. Le pendiente es tremenda y los firmes no permiten ni intentarlo.
En todo caso, una vez cruzado el río del Oro, y subidos al pueblo de Robledo, nos detenemos en otro pequeño núcleo: Villasonte, para echar un bocado y descansar de la tensión de la bajada, y ponernos a la fresca pues no en vano el termómetro se ha puesto a 31º grados, y nos empieza a faltar agua.
En Villasonte, ubicado en medio del valle del Valledor, ya habíamos perdido el trazado del track, y el GPS nos enviaba, sí queríamos retornar al trazado, bajar hasta casi San Martín para subir a la Cordal de Berducedo, pero ya colocados en la AS-34, a la altura de Solana de los Baos, y viendo que ya eran las16 horas, y nos restaba por llegar a Berducedo, todavía unos 6 km, y con un viaje de retorno a casa de unas 2 horas, pues decidimos ir ya directamente por la citada carretera hasta Berducedo, aprovechando para contemplar las líneas cumbrales por las que habíamos rodado apenas un par de horas.
Foto Juan Luis Piñera
El tramo de asfalto hasta Berducedo, nos vino bien para estirar piernas, tras tanto repecho y tensión, y admirando un paisaje que nos invita a volver, para en otra ocasión rodar por las cordales de Berducedo y las bellas laderas que dan vista al embalse de Grandas de Salime.
- · Valoración IBP Index: 115
- Fotos: Juan Luis Piñera (la mayoría y las mejores) y Victor Guerra.
Victor Guerra