- Punto de Partida y Llegada: Trubia
- · Puntos de paso: Gadía- Sama de Grao-El Palacio-Linares-Las Vegas-Pedredo-Camales-Sanatorio-Gallegos
- · Kilómetros de la ruta: 30, 5
- · Horario de la ruta: 4 horas
- · Desnivel de ascenso acumulado: 1.280 mts
- · Desnivel de descenso acumulado: 1.280 mts
- · Participantes: Polchi, Natal, Marcelo, José Carlos, Truébano, Víctor Guerra, Albano Capezzali
- · IBP Index: 136
Los montes de Trubia y el colindante concejo de Grao dan más juego de lo que uno pudiera imaginar, aunque la realidad es que ambos concejos han perdido buena parte de su infraestructura peonil, y esto hace que a veces tengamos que relegar nuestras rutas a rodar por buena parte de las carreteras de acceso a los pueblos y pequeños núcleos para poder tener una ruta medianamente ciclable.
Y eso es lo que hemos hecho en la zona de Trubia, exprimir el territorio para que nos saliera alguna ruta más, partiendo de un nuevo enclave como es la población ovetense de Trubia con su característica Fábrica de Armas.
De Trubia y sin muchas complicaciones salimos en busca de la carretera que nos permite llegar con poco esfuerzo hasta el valle donde se ubica la población de Sama de Grao, o sea desde el mismo Trubia se toma la AS-313 que nos permite ir subiendo, no sin esfuerzo hasta la alta collada que da acceso al valle de Sama, el Alto de Perlavia.
La subida de casi unos 5 km se hace en algunos tramos algo dura, por lo cual nos entretenemos observando un camino a la izquierda, al otro lado del valle que riega el reguero Rebeco y que promete una buena bajada, eso sí está como nos imaginamos, quedamos con la copla de volver por la zona y rodarlo de bajada.
Una vez se alcanza el Alto de Perlavia, podemos ver al poco de bajar en casi toda su extensión el amplio valle en el que asienta una inusitada población como Sama, a la cual se baja en poco tiempo siguiendo la carretera citada, que pronto nos deja tras dejar un bello palacio, el de los Arias de Velasco, aunque propiedad de los Alvárez de las Vallinas, que también dio lugar con su patrocinio al Centro Escolar Maria Josefa, que alberga un interesante museo etnográfico; es a este enclave, Sama de Grao, situado en un espacio y soleado valle al que llegamos.
Ya en Sama al pie de su iglesia la ruta sigue rumbo Sur tomando una gran pista que sube directa hacia el pueblo de Linares, subida que todos los paisanos nos recomiendan como el mejor enlace para subir a la zona alta el valle, nuestra idea era otra pero hacemos caso al personal autóctono, y nos vamos por la pista arriba la cual presenta sus buenos repechos, pero al tener un buen firme nos permite ganarlos a buen ritmo, pues no en vano por esta pista transitan vehículos de toda naturaleza, eso sí en apenas unos 4 km se han de ganar unos 400 mts de desnivel.
Según vamos subiendo observamos el valle, que es como digo impresionante, y al otro lado de este justo enfrente, de por medio está la cuenca del río Sama, se puede ver nuestro itinerario de bajada, que seguirá por la línea que marca el pueblo de Las Vegas hacia la Mortera de Vega Santiago. Pero antes hemos de llegar a la población de Linares, ubicada en plena cumbre.
Llegados al poblamiento se sigue rumbo Sur, y a la salida del pueblo nos vamos a la derecha por el carretil asfaltado, el cual va virando al Oeste cruzando la riega de Sama , ya muy altos para de este modo ir cerrando el bucle hacia al pequeño pueblo de Las Vegas, virando por encima de la riega al Norte, a la vez que se sigue la carretera en descenso hasta propio pueblo de Las Vegas, ubicado bajo el promontorio del Pico Buen Muerto.
Tras entrar en la pequeña localidad se ha de llegar hasta la fuente del pueblo, a cuyo punto veremos una amplia cancela, por la cual penetramos dejando ésta debidamente cerrada, dando lugar dicho portilla a un camino que cruza unas praderías que a la altura de una cabaña que queda más abajo a la derecha (La Guertona) el camino entra en zonas más montunas y con trazas a veces diversas y no muy bien definidas.
El camino plantea una vez entramos en él, ya nos van mostrando su cariz barroso y peleón, a lo cual hay que sumar con tramos con abundante vegetación que amenaza con devorar la senda, lo cual nos obligará a estar muy atentos a los senderos a ciclar y eso sí sin quitarle un ojo el propio GPS .
Tras la Guertona el camino va en descenso virando hacia la izquierda, hacia otro un sub-valle lateral que se abre a los pies de Pico Buen Muerto y a la vera de la riega que lo baña iremos bajando por una trazada de caminos embarrados y salpicados con lienzos de piedra pulida que hace de todo este itinerario un sendero muy técnico, eso sí salvo algunos puntos muy determinados y con cierta pendiente que pueden resultar peligrosos, el resto se baja sin muchos problemas.
Aunque ya advierto que es un tramo desde Las Vegas hasta entrar en los predios de la aldea de Pedrero, pasando por los aledaños del Mortera de Vega de Santiago y de Sienra, todo un batallar durante los 5 km de recorrido en el se descienden unos 370 mts., entre piedras, barro y vegetación.
Al llegar a la aldea de Pedredo nuestros problemas habrá desaparecido, pues se toma un naciente carretil asfaltado que nos devuelve a Sama de Grado, pudiendo de esta manera cerrar el primer bucle, ahora toca abordar la segunda parte de la ruta, que parte de esta última población, capital del valle, y se toma la AS-313 pero por el ramal que va a Grao, pasando por delante del núcleo educativo "María Josefa" donde podemos admirar su colección de azulejos sobre El Quijote en el pórtico de entrada de la escuela.
Se sigue por la carretera adelante hasta llegar a la altura del Molino Doró, donde la ruta vira a la derecha para coger otro carretil que sube a la aldea de Doró, el cual dejamos a la derecha , mientras que nuestro objetivo es subir hacia los poblamientos de La Mata y la aldea de Camales. Atención a los mastines que por allí rondan.
Desde que se deja la AS-313 hasta dar con ganar Camales, hay una subida importante que está breada, lo cual nos facilita poder encaramarnos en lo alto del cordal del Pico Lovio.
Tras llegar a Camales se sigue al Norte hasta concluir ante una cabaña donde parece que el camino desaparece, en ese punto debemos seguir por una senda que en su día fue la traza del camino cumbral que se abría paso por lo espeso del Monte de Las Cuestas, pero el ciclado sorteando las cotoyas no será muy largo aunque eso si un poco penos, luego el camino reaparece y deja ver toda su gran amplitud, dando vista cuando al valle de la Vega de Peridiello, o bien hacia el valle de Trubia, aunque lo que al final podemos ver mejor son las empinadas laderas de la Sierra del Aramo.
Según seguimos rodando sorprende que tan arriba se abra una traza caminera de tal naturaleza, y tan desconocida porque la cual rodamos tranquilamente ya que es totalmente plana y sin impedimento técnico alguno. Dejamos a la altura del Alto del Sanatorio, curioso nombre, una bifurcación que va a la derecha y que se emboca en la zona cumbral, nosotros seguimos rumbo Norte, ganando el caserío de Las Cruces que tiene su acceso desde la carretera GR-3 proveniente de Belandres.
Se sobrepasa el caserío y se sigue de frente hasta desembocar en una zona abierta en la cual estas semanas los tractores moto- desbrozadores han dejado la mata limpia, pudiendo ver toda la Vega de Udrión y Priañes y la zona de Santa María de Grao.
Pero nuestra ruta no prosigue al Norte, sino que vira en la calvorota desbrozada al Este para encarar la bajada ya de forma directa hacia Trubia, por lo cual como digo se gira a la derecha tomando un camino que nos presenta en su parte intermedia una rampa de descenso que da un poco de miedo y que lo único que tiene de dificultoso es la pendiente, por lo demás se baja bien aunque con ciertas precauciones.
En todo caso hay forma de evitar la bajada, y es siguiendo la traza original del camino que nos llevará un poco más abajo para alcanzar al poco las primeras casas de Gallegos, ya prácticamente encima de la Fábrica de Armas de Trubia, cuya factoría se cruza en un instante para ya desembocar en la AS-228, y ya por ella llegar hasta las inmediaciones del Campo de Futbol de Trubia que es donde hemos dejado nuestros vehículos, dando así por terminada una ruta interesante que desfila por parajes muy desconocidos.